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Sección 4. Hablar sobre factores de riesgo y protección relacionados con los asuntos comunitarios

  • ¿Qué son los factores de riesgo y de protección?

  • ¿Por qué hablarles a los miembros de la comunidad acerca de los factores de riesgo y de protección?

  • ¿Cómo hablarles a los miembros de la comunidad acerca de los factores de riesgo y de protección?

Como miembros de coaliciones u organizaciones implicadas en promocionar la salud o actividades para el desarrollo de la comunidad, uno de nuestros objetivos es a menudo el de cambiar la actitud de la gente frente a los temas relativos a la salud, lo cual va desde tratar problemas existentes hasta prevenirlos. Para hacerlo de modo efectivo, sin embargo, no se le puede decir a la gente que modifique su conducta – no se le puede decir, por ejemplo, “No tengas un ataque al corazón”. En lugar de esto, hay que proporcionar a esas personas la información adecuada para la prevención de dicho ataque al corazón.

Después de que ocurre un problema, es habitual oír, "Si hubiera tomado medidas antes, lo habría prevenido". Para poder lograrlo de manera efectiva, es importante entender cuándo y dónde podríamos haber tomado medidas. Por ello, para llevar a la gente por el buen camino, necesitamos referimos a los factores de riesgo y de protección.

¿Qué son los factores de riesgo y de protección?

Los factores de riesgo y de protección son aspectos del entorno o personalidad de una persona que hacen que sea más propensa (factores de riesgo) o menos propensa (factores de protección) a que sufra un problema dado. Algunos factores de riesgo y de protección pueden considerarse lados opuestos de una misma moneda. Por ejemplo, un historial familiar de alcoholismo podría considerarse un factor de riesgo para que alguien se vuelva alcohólico, mientras que crecer en una familia con un historial distinto puede considerarse un factor de protección. Es conveniente hablar acerca de estos factores de riesgo y protección a los miembros de la comunidad cuando se les informa sobre el proyecto y el asunto que se está emprendiendo.

La mayoría de nosotros estamos conscientes de los factores de riesgo para los problemas cardiacos --falta de ejercicio, dieta alta en grasas y tabaco --  gracias a las campañas educativas que se han llevado a cabo. Podríamos o no haber cambiado nuestra dieta y lo que hacemos en el día a día por la información facilitada, pero sin ella, no sabríamos por dónde empezar.

Todos los asuntos tienen factores de riesgo y de protección que pueden contribuir a hacer que las comunidades sean más saludables. Algunos de ellos son muy conocidos y han sido bien documentados en la literatura existente. Otros son más difíciles de detectar, porque están siendo estudiados en la actualidad.

Algunos de los factores de riesgo y de protección para el consumo de drogas y alcohol por parte de adolescentes, por ejemplo, incluyen aquellos identificados por los investigadores David Hawkins y Richard Catalano:

  • Limitaciones económicas
  • Disponibilidad de las drogas
  • Historial familiar de consumo de drogas
  • Fracaso académico
  • Amistades consumidoras de drogas

Algunos de los factores de protección que se han encontrado para el consumo de drogas y alcohol son:

  • Relacionarse con no-consumidores
  • Formación de destrezas – a los niños se les asignan tareas de la casa y se les da la suficiente formación para responsabilizarse de dichas tareas.
  • Hábitos saludables y valores definidos – esto significa, estar rodeado de gente con hábitos y valores contrarios al consumo de drogas.

Para Hawkins y Catalano, los factores de riesgo y de protección no son lados opuestos de la misma moneda; son varias influencias importantes (positivas y negativas) en la vida de una persona joven.

¿Por qué hablarles a los miembros de la comunidad acerca de los factores de riesgo y de protección?

Hay un gran número de buenas razones para hablarles a los miembros de la comunidad acerca de los factores de riesgo y de protección para el asunto específico de la comunidad, incluyendo la posibilidad de reconducir  el punto de vista general hacia enfoques con una clara repercusión en las actitudes, como los que se detallan a continuación.

Enfoque en la prevención. Prestando especial atención a los factores de riesgo y de protección, se puede conseguir que la gente actúe de forma preventiva en lugar de reactiva. En el pasado, temas como la salud pública y el desarrollo de la comunidad no han sido afrontados con un enfoque preventivo sino de “limpieza”. Si alguien tenía un ataque al corazón – y lo superaba –, se le aconsejaba dejar de fumar y reducir el consumo de grasas. Se han puesto en marcha muchos programas para ayudar a los alcohólicos a abandonar la bebida y ayudar a los consumidores de drogas con procesos de desintoxicación. Todo esto es indudablemente importante, pero sólo hacer esto, no es suficiente. Reconstruir una pieza rota es tan sólo una pequeña parte de la historia, lo realmente importante es prevenir el problema para que no se vuelva a producir.

Enfoque en los costos. Existen tanto costos financieros como sociales que pueden reducirse. ¿Qué explicación tiene esto? Es necesario reflexionen acerca de los siguientes ejemplos:

  • Cuando alguien consume drogas, es muy costoso reparar el daño emocional, psicológico y económico de su familia. La prevención del consumo de drogas es, de hecho, mucho menos costosa.
  • Es mucho más económico ayudar a un adolescente a terminar el instituto/colegio y a acceder a la universidad que brindarle la ayuda necesaria para sacar adelante a su familia siendo una persona sin formación.
  • Los recursos humanos y los costos financieros para concienciar a los jóvenes acerca de las enfermedades de transmisión sexual como el SIDA son significativamente inferiores a los costos para cubrir los tratamientos necesarios una vez contraída la enfermedad.

Enfoque en las ventajas. Cuando se tratan los factores de riesgo y de protección, se pregunta a la gente  qué se puede hacer para prevenir un ataque al corazón y cómo se les puede mantener alejados del consumo de drogas. Es un enfoque con muchas ventajas. Cuando la gente joven lleva una vida saludable, se desarrollan como ciudadanos sociables y con capacidad de ofrecer un mayor apoyo a sus familias, amistades y vecinos. Este enfoque no es sólo efectivo desde el punto de vista de los costos, lo más importante es que reduce el sufrimiento de la persona y mejora la calidad de vida. Un tratamiento del cáncer mediante radiación puede funcionar, pero la vida del paciente seguirá siendo complicada. En cualquier caso, es siempre mucho mejor, en la medida de lo posible, la prevención de la enfermedad.

Enfoque en la concienciación. Tratando los factores de riesgo y de protección, se puede mejorar el conocimiento de la gente acerca del programa y del asunto al que se hace referencia. Si se gestiona correctamente, esta información puede proporcionar la cobertura de medios necesaria para conseguir una adecuada concienciación de la gente. ¿Por qué es esto importante? Porque hablar de los factores de riesgo y de protección ayuda a la gente a comprender que hay algo que pueden hacer, que no es demasiado tarde y que pueden ser parte de la solución. Ellos pueden representar mejorar – o incluso salvar – la vida de otras personas. Esa es una razón de peso.  El tratamiento es algo de lo que se ocupan los médicos, pero casi todo el mundo puede formar parte de una estrategia de prevención. No se precisa demasiada formación para trabajar como voluntario con niños en el colegio del vecindario. Actividades como ésta contribuyen indudablemente a combatir prácticas no saludables como el consumo de drogas y alcohol.

¿Cómo hablarles a los miembros de la comunidad acerca de los factores de riesgo y de protección?

¿Cómo se puede informar al público acerca de estos factores de riesgo y de protección? Realmente es bastante sencillo, y puede añadirse sin demasiado esfuerzo al plan de comunicación y relaciones con los medios de comunicación que la organización ya tenga. Sería conveniente:

Conocer los factores de riesgo y de protección importantes para el asunto. Es conveniente escribir una lista con todos los factores ordenados de mayor a menor importancia. Esta lista podría estar disponible sólo para uso interno en la organización para aclarar los asuntos tratados. Podría ser algo que se podría hacer público, si se quisiera, como veremos posteriormente en esta sección.

Si se precisa más ayuda en la identificación de los factores de riesgo y de protección para el problema concreto.

Documentar cada factor de riesgo y de protección para el asunto. La última cosa que uno quiere es hablar de un factor de riesgo y no saber responder a la pregunta “¿Cómo sabemos que realmente es un factor de riesgo?” Por medio de publicaciones de investigación (como el ejemplo del consumo de drogas por parte de adolescentes descrito anteriormente) o los propios estudios de la persona que trata el asunto, se debe ser capaz de dar una respuesta científicamente válida a cualquier cuestión planteada.

 Decidir con exactitud cuál es el objetivo al hablar de los factores de riesgo y de protección.

 ¿Se pretende informar acerca del asunto tratado o acerca de la organización?

Entonces habrá un interés en hablar (o escribir) de forma clara y concisa acerca de los factores que se están tratando. Es esencial explicar de forma clara:

  • Qué significan estos términos. Para la mayoría de la gente no familiarizada con las áreas de salud pública y de desarrollo comunitario, los términos factor de riesgo y factor de protección son simplemente una mezcla de jerga que es difícil de comprender y puede hacer que el público se desconecte rápidamente. Es recomendable utilizar un lenguaje sencillo y accesible para hablar de ellos. Alternativamente, se podría evitar expresiones técnicas. Un comunicador experto empezaría escuchando las opiniones de la gente y preguntando acerca de la causa del problema, antes que hablar de los factores de riesgo. En lugar de tratar los factores de protección, hablaría de las cosas que la gente puede hacer para reducir el problema.
  • Cuáles son los factores de riesgo y de protección (o el término utilizado para referirse a ellos)  para el problema tratado. Aquí, se puede utilizar la lista de factores detallada en el paso uno anterior.
  • Cuál es el impacto del problema para la comunidad. Ir descalzo podría ser un factor de riesgo para contraer determinados tipos de dolores intestinales provocados por gusanos en los trópicos. Sin embargo, en zonas como la de Alaska, donde no hay estos gusanos, no habrá que preocuparse demasiado. Es importante concienciar a la gente que el problema es importante tanto para ellos como para sus vecinos.
  • Qué representa la organización y qué medidas se están tomando para resolver el problema. Es conveniente explicar por qué existe la organización, su historia y las actividades que realiza para solucionar el problema. Es una gran oportunidad para que la gente comprendan mejor el programa y ganar así su apoyo. También hay que aprovechar el interés generado – ¡esto podría traducirse en nuevos voluntarios entusiastas en el proceso!

¿Se pretende que la gente tome medidas?

Si este es el caso, será interesante realizar preguntas claras y factibles respecto a lo que se puede hacer. Esto se debe hacer justo después de haber dado a conocer cada factor de riesgo y de protección, de este modo se da especial importancia al hecho que el asunto es un problema que se puede solucionar y se asegura que el factor está todavía fresco en la mente de la gente. Por ejemplo, si el objetivo es cambiar los hábitos alimenticios de la gente en un intento por reducir la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, se podría usa un texto como el siguiente en un artículo sobre salud en el boletín de noticias de la comunidad.

Los estudios llevados a cabo han revelado que comer demasiada carne roja es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. ¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo de padecer este tipo de enfermedades?

Se recomienda:

Comer carne roja una o dos veces por semana.
No malgastar las ocasiones que se tienen para comer carne roja, por ejemplo, no sería buena idea comerse una hamburguesa grasosa en la cafetería de la oficina; mejor sería reservar la carne roja para ocasiones especiales, como pueda ser un bistec para celebrar un cumpleaños.

¿Está aburrido de comer pollo o pescado? ¡Piénselo de nuevo! Mejore su repertorio de recetas con pollo y pescado. La siguiente receta es para un filete de salmón marinado en salsa de vino de limón. ¡Delicioso!

Elegir el problema a afrontar. Es primordial hablar de aquellos factores que se consideren importantes para la comunidad y para los cuales se quiere proponer una solución. Perder mucho tiempo en un factor de riesgo en el cual no hay intención de hacer nada podría hacer ver a la organización como ineficaz. Por tanto, no es lógico que se hable acerca de los factores de riesgo y de protección que no hayan sido tratados inicialmente. Si el objetivo es el de la concienciación para reducir los embarazos en adolescentes por medio de la educación sexual en colegios, será más interesante hablar de la falta de conocimiento como un factor de riesgo antes que de la ayuda a las chicas con su autoestima. Esto no significa dejar de lado o ignorar los demás factores. Se trata simplemente de orientar la charla hacia el factor que se piensa tratar. 

Hay dos excepciones a esto: cuando el mensaje va dirigido a un público muy específico (tales como las fundaciones que buscan una visión global del problema y de la organización) o cuando se pretende hablar a nivel general sobre los factores de riesgo y de protección. Para ambos casos, es adecuado tratar todos los factores de riesgo conocidos para el asunto.

Conocer al público y adaptar el mensaje para ellos. Por ejemplo, una empresaria local quizá no podría hacer directamente nada con respecto al hecho de que muchos jóvenes tienen amistades consumidoras de drogas, pero sí podría ofrecerse para aconsejar o dar posibles oportunidades de trabajo a jóvenes en situación de riesgo.

Pensar más allá de lo que se está diciendo. En una discusión acerca de un tema delicado, un comentario mal planteado podría ser muy perjudicial. Se podrían tener las mejores intenciones en mente al darles a los niños de una clase de cuarto año una lista de factores de riesgo y de protección (sobre el consumo de drogas, embarazo de adolescentes o violencia) para llevar a casa. Los estudiantes o padres que lean la lista, sin embargo, pueden entenderla de modo diferente. Si la estudiante tiene bastantes de los factores de riesgo en la lista, podría interpretarlo como que tiene un problema; los padres podrían enojarse o estar resentidos. Estos sentimientos de molestia y de indignación podrían no ayudar a alguien y además podrían complicar el logro de los objetivos comunes.

Decidir qué modo de comunicación es más adecuado y factible al hablar de los factores de riesgo y de protección.

Algunos medios posibles son:

  • Conversación personal. Siempre se puede hablar de forma cercana acerca de los factores de riesgo y de protección cuando se trata el asunto con alguien. Esto podría darse en una conversación informal en una tienda con un vecino que está preocupado por el aumento de la violencia juvenil. Puede ser tan simple como: “Tienes razón, esto ha empeorado. Es una vergüenza que no haya más actividades extra-escolares [siendo un factor de protección] para tener a los niños ocupados y alejados de las calles. ¿Tienes idea de qué actividades podríamos organizar?” Esta conversación podría darse en un registro mucho más formal con otro líder de coalición. Lo más importante es recordar que siempre es un buen momento para hablar de los factores de riesgo y de protección.
  • Folleto/volante/hoja explicativa. Todas estas son buenas formas para facilitar información a un público amplio. De modo más concreto, son excelentes cuando se quiere dar información general acerca de los factores de riesgo y de protección o para recomendar maneras de reducir los factores de riesgo personales, como en el ejemplo descrito anteriormente acerca de enfermedades cardiovasculares. En cambio, son menos útiles cuando se desea una respuesta concreta o se intenta movilizar a gente para hacer algo con la coalición.
  • Editoriales o artículos en el periódico o en el noticiario local. Éstos tienen las mismas ventajas y desventajas de los folletos, volantes y hojas explicativas. En caso de escribir para un periódico local, es posible llegar a un público muy amplio, pero hay que tener en mente que un periódico local puede ser ineficaz si los mensajes no son presentados adecuadamente. Además, es bueno asegurarse de adjuntar un número de teléfono u otros datos de contacto para opiniones o para mayores datos.
  • Presentaciones. La última manera de informar acerca de los factores de riesgo y de protección es dando charlas sobre éstos y explicando qué relación tienen con respecto al asunto que se está tratando. Además de proporcionar información, da la ventaja adicional de poder responder a cualquier pregunta planteada. Una buena exposición del tema puede atraer el interés de la gente y hacer que participe. En el momento en que la gente está plenamente involucrada en el asunto se puede distribuir una lista para que se apunten. Un posible inconveniente es el hecho de llegar a un público más reducido del que se tendría en caso de tener un documento escrito.

Evaluar lo que se ha llevado a cabo. Finalmente, hay que determinar si la comunicación ha sido exitosa. ¿Comprendió el público de manera clara lo que son los factores de riesgo y de protección? ¿Se les motivó para que participaran en la charla? ¿Cómo se pueden evaluar todas estas cosas?

Para resumir

Hablar acerca de los factores de riesgo y de protección, en pocas palabras, es una excelente manera de ayudar a la gente a empezar a pensar en la prevención. En lugar de prestar atención al tratamiento, la mayoría de nuestros esfuerzos se centra en prevenir los problemas. Imagine por un segundo la existencia de un mundo sin el problema al que se está haciendo frente. Probablemente sea un mundo sin maltrato de menores; un mundo en el cual incluso la palabra “alcohólico” ha desaparecido; o un mundo en el que uno puede andar seguro por las calles de cualquier ciudad, a cualquier hora del día o de la noche. Este mundo (en el que se ha trabajado) merece nuestro máximo esfuerzo para lograrlo. Para conseguirlo, necesitamos centrar nuestros esfuerzos en aquellos lugares donde serán más beneficiosos.

Contributor 
Jenette Nagy

Recursos impresos

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