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Sección 7. Desarrollar e incrementar el acceso a servicios de salud y comunitarios

  • ¿Cuáles son las barreras para el acceso a los servicios de salud y comunitarios?

  • ¿Cómo incrementar el acceso a los servicios de salud y comunitarios?

  • ¿Cómo encontrar fuentes privadas de financiamiento?

  • ¿Cómo derribar las barreras físicas para el acceso?

  • ¿Cómo estar seguros de que el programa cumple con el trabajo?

  • ¿Cómo eliminar las barreras para la participación de los individuos?

Todos hemos oído o experimentado, por lo menos de segunda mano, historias de personas con impedimentos físicos que no pueden provechar algunos servicios porque literalmente no pudieron pasar por la puerta. Mientras que esto es todavía un problema importante, no es la única instancia en que se le niega a la gente acceso a los servicios. ¿Qué pasa con la adolescente embarazada cuya ciudad no tiene servicios prenatales, ni programa de nutrición infantil, ni grupo de apoyo para padres solteros? ¿O con el programa de capacitación laboral cuyas clases se dictan en un área a la que es difícil llegar para la mayoría de los participantes? ¿O con el programa para jóvenes que ha delinquido cuya tasa de reincidencia es peor que la de los  delincuentes juveniles que no reciben ningún servicio?

Todos estos son ejemplos de personas a quienes se les niega el acceso a programas efectivos que los beneficiarían. Esta sección trata sobre asuntos de acceso y examina cómo podemos asegurarnos de que los servicios de salud y comunitarios estén disponibles cuando y donde se necesiten.

Empezaremos identificando las barreras para el acceso, y luego veremos maneras de enfrentar cada una de ellas.

¿Cuáles son las barreras para el acceso a los servicios de salud y comunitarios?

Hay varias clases de barreras para el acceso a los servicios de salud y comunitarios. Una se refiere al financiamiento, sin el cual los servicios necesarios no existirían o no serían los adecuados para cubrir las necesidades. Otra es física, y se refiere al acceso de las personas con impedimentos físicos y al cumplimiento de las leyes en cuanto a ese asunto. Una tercera involucra los programas, los cuales, aún con adecuado financiamiento, pueden ser ineficaces o pueden no estar llegando a quienes los necesitan. La cuarta tiene que ver con las barreras personales de los participantes individuales, las cosas o circunstancias en sus vidas que les impiden hacer uso de los servicios. A continuación, veremos cada una de ellas.

Barreras para el acceso relacionadas con el financiamiento

Un financiamiento adecuado puede resolver dos problemas: la disponibilidad de los servicios, en primer lugar; y la adecuación de los servicios existentes para cubrir las necesidades de la comunidad.

Disponibilidad de servicios.

Una vez que se ha establecido una determinada necesidad en la comunidad, el asunto central es si hay programas (o financiamiento potencial para programas) disponibles para atenderla. Si no los hay, pueden existir una serie de razones:

  • Falta de recursos locales. El estado, condado o comunidad pueden simplemente no tener el dinero para financiar los servicios.
  • Falta de reconocimiento de que hay un problema. El estado, condado o comunidad  simplemente pueden no haberse dado cuenta de que hay una cantidad significativa de sus ciudadanos que carecen de conocimientos básicos, de que la tasa de embarazos adolescentes es alta, o de que un gran número de sus niños no están vacunados al momento de ingresar en la escuela. Podrían estar más que dispuestos a apoyar el establecimiento de los servicios necesarios si comprendieran la necesidad de los mismos.
  • Confusión o desánimo para encarar el problema. Puede parecer aplastante tratar de afrontar la propagación de la violencia juvenil en la comunidad o de tratar de hacer algo con la contaminación extendida en el agua potable local. La comunidad puede estar consciente del problema, y hasta de estar dispuesta a hacer algo al respecto, pero no tener idea por dónde empezar.
  • Falta de voluntad para encarar el problema. Las comunidades (o estados o gobiernos locales) pueden estar agobiados por otros problemas, y considerar a éste como de baja prioridad. Pueden sentir, cínicamente, que la población objetivo no merece servicios o que ellos no tienen que prestar atención a las necesidades de la población objetivo porque ésta no tiene suficiente influencia política o económica.

Como es de sospechar, estas últimas actitudes son las más difíciles de manejar. Ellas pueden derivar de un racismo descarado, de una percepción de injusticia (“Yo trabajo duro por lo que tengo. ¿Por qué debería pagar por alguien que no trabaja?”), o simplemente de la sensación de que las cosas se pueden dejar como están y nadie (o al menos nadie que “importe”) se preocupará. Independientemente de sus orígenes, estas actitudes están a menudo profundamente arraigadas y son difíciles de cambiar.

Cualquiera que sea la razón para la falta de disponibilidad de programas, éstas deben ser enfrentadas y  contrarrestadas si se quiere conseguir financiamiento para nuevos programas o servicios.

Adecuación de los servicios disponibles para cubrir las necesidades.

Aun cuando los servicios estén disponibles, eso no necesariamente soluciona el problema. ¿Pueden esos servicios admitir y manejar la cantidad de personas que los necesita?  Una vez más, la respuesta a esta pregunta es fundamentalmente una cuestión de financiamiento. Con el objeto de atender a todos los que necesitan de sus servicios, los programas deben tener suficiente personal, espacio y equipamiento y/o materiales y suministros. Deben ser de fácil acceso para personas con impedimentos físicos o de otros tipos. Sin estos elementos, el programa esencialmente no existe para quienes no pueden usarlo.

Barreras físicas para el acceso

A la gente con impedimentos físicos o de otros tipos, por lo general, las barreras para el acceso le parecen más visibles. Las obvias – falta de rampas para sillas de ruedas y baños adecuados para personas con impedimentos, por ejemplo – pueden ser difíciles de resolver a causa del costo, especialmente para organizaciones comunitarias y organizaciones locales.

La Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) es un clásico ejemplo de un mandato sin financiamiento. Requiere que los programas financiados públicamente, y muchos otros, sean de fácil acceso para los discapacitados, pero no proporciona los recursos. Esto deja a las organizaciones comunitarias y locales en la posición de tener que rogarles a los dueños de los inmuebles que alquilan para que hagan las modificaciones necesarias o de tratar de reunir los considerables fondos para hacer posible el acceso de las personas con impedimentos físicos (Un inspector estatal le informó a una biblioteca de una pequeña ciudad, por ejemplo, que la única manera apropiada de poner rampas en su edificio de 100 años de antigüedad le costaría $350,000 dólares, un tercio del presupuesto anual de la ciudad).

Eliminar las barreras físicas implica mucho más que poner rampas. Los baños deben ser completamente adaptados, las puertas deben poder ser usadas por quienes no pueden asir o halar, y debe haber salidas de emergencia y un plan de evacuación en caso de incendio, entre otros numerosos requerimientos. El sitio web de la ADA perteneciente al Departamento de Justicia de los EE.UU, que incluye todos estos reglamentos y otra cantidad de información.

La Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA) también requiere que las organizaciones provean acceso para otras discapacidades. Esto significa proporcionar servicios para los que tienen dificultades de aprendizaje, auditivas y visuales, o problemas tales como la agorafobia (la incapacidad psicológica de salir en público). De nuevo, tal acción puede ser difícil para las organizaciones con recursos limitados, provocando de este modo más barreras para los participantes con estas condiciones.

Barreras para el acceso dentro de los programas

La disponibilidad de servicios no les garantiza necesariamente a los miembros de la población objetivo el acceso a lo que necesitan. Los participantes tienen que enterarse de que los programas existen, tienen que estar dispuestos a participar en ellos y tienen que recibir un servicio efectivo y útil de los mismos. Hay una serie de razones por las que estas condiciones pueden no prevalecer:

Falta de capacidad de alcance.

Los programas pueden no tener el tiempo del personal para llegar a la población objetivo con información sobre lo que tienen disponible. Éste podría ser un problema de financiamiento, pero puede también tener que ver con la comprensión que el programa tiene de la comunidad y de la necesidad de alcance.

Alcance inefectivo.

Por otro lado, un programa puede estar embarcado en  actividades de alcance intensas, pero de una manera que no llega a los individuos o grupos deseados. Puede estar presentando su mensaje en el lenguaje equivocado o en una forma que no llega a su público objetivo.

Percepción negativa del programa.

La comunidad como un todo o la población objetivo pueden ver al programa – o a la organización que lo dirige – de manera negativa. Esta percepción puede ser merecida o no, pero cualquiera de las dos posibilidades es un problema serio. Cualquiera que sea la razón, los sentimientos negativos sobre el programa pueden mantener a la gente alejada.

Asequibilidad, elegibilidad y otros temas planteados por los recursos organizativos o los patrocinadores.

Dependiendo del nivel de financiamiento, se puede tener que cobrarle algo a la gente por los servicios. Si las personas no pueden pagar y no hay una fuente alternativa de financiamiento para ellos, entonces el servicio no estará disponible.

De igual modo, si un patrocinador tiene ciertos requerimientos para calificar por un servicio – ingresos  por debajo de un cierto nivel, afiliación a un grupo determinado (receptores de asistencia social, por ejemplo), un plan de seguros,  etc. –, entonces el servicio no estará disponible para cualquiera que no cumpla con estos requisitos.

Calidad del programa.

Si un programa es inefectivo, si trata a los participantes de modo improductivo o irrespetuoso o si simplemente no se preocupa, está negando acceso a los servicios tan gravemente como si no existiera en absoluto.  Algunos asuntos en cuanto a la calidad del programa que necesitan ser examinados incluyen:

  • La preparación y los conocimientos del personal, los cuales están, por lo general relacionados tanto con la capacitación del personal como con sus oportunidades de desarrollo y con el salario.
  • La pertinencia y efectividad del programa mismo, incluyendo con exactitud qué, cómo, cuándo y dónde se ofrecen los servicios, qué materiales y equipos son usados, cómo son tratados los participantes, etc. Una programación inefectiva puede ser difícil de cambiar, porque normalmente fue originada por motivos históricos (“Siempre hemos hecho así las cosas”); el nivel de comodidad del personal con el método (“así es como me enseñaron y no puedo imaginar hacer las cosas de otra manera”) y la sabiduría convencional, que está a menudo basada en lo que a la gente le gustaría que fuera verdad, más que en una visión objetiva de la realidad.
  • Filosofía organizativa y del programa. Si la organización trata a los participantes adultos como si fueran niños, si no trata con respeto a la comunidad, si no le importa en realidad lo que suceda con la gente a la que sirve o si no ve su relación con los participantes como positiva y mutuamente beneficiosa, es probable que sus programas no atraerán participantes o no tendrán éxito.  La “personalidad” de la organización tiene mucho que ver con la efectividad de sus programas.

Barreras individuales para el acceso

Existen, a menudo, factores en la vida de los participantes que  les dificultan el acceso a los servicios, aun cuando éstos están, en apariencia, fácilmente disponibles. Algunos de dichos factores son físicos y logísticos, circunstanciales, psicológicos e incluso culturales, pero todos son reales e importantes para quienes los experimentan.

Transporte.

Llegar al sitio de un programa puede significar viajar largas distancias o puede ser prácticamente imposible, particularmente en las áreas rurales, si no se dispone de transporte confiable. En las grandes ciudades, especialmente donde hay transporte público inadecuado, el acceso puede implicar horas de viaje para ir y para volver, con muchos cambios y largas esperas entre autobuses o trenes.  Para algunas familias de bajos ingresos, aun el relativamente modesto costo del transporte público puede ser demasiado elevado. Y puede no haber transporte para los que tengan impedimentos físicos.

Ubicación del programa.

Los programas pueden estar ubicados en áreas que algunos participantes ven como peligrosas o inhóspitas. Los vecindarios con determinadas características raciales o étnicas, los territorios de pandillas, las universidades o secundarias (que los participantes a menudo encuentran intimidantes) – todos pueden, en diferentes circunstancias, servir para alejar a los participantes de los programas. Es importante conocer la comunidad y la población objetivo antes de decidirse por un lugar para establecer un servicio.

Horarios del programa.

Si la mayoría de los participantes trabaja, entonces los servicios deben estar disponibles cuando ellos lo están – temprano en la noche y los fines de semana, por ejemplo. Si el trabajo en turnos es el problema, entonces la programación debe tener lugar cuando los participantes puedan aprovecharla, así sea que esto represente las mañanas, las tardes, o a las 11:00 de la noche. Los programas para madres de niños en edad escolar deben tener lugar cuando estos niños están en la escuela.

Cuidado de los niños.

Dada la cantidad de familias uniparentales o en las que trabajan los dos padres, el cuidado de los niños es por lo general un gran problema para la gente que necesita servicios. Muchos padres de familia no están dispuestos a dejar a sus hijos con gente que no conocen o no pueden pagar por el cuidado de los niños.  Si uno de los padres desea participar en un programa que tiene lugar mientras el otro está trabajando, puede no haber nadie que se haga cargo de los niños pequeños. Ese es un continuo problema para muchos programas que ofrecen servicios que requieren la presencia de los participantes durante un extenso período.

La población objetivo no ve el asunto como un problema.

Si la gente puede arreglárselas sin los servicios que ofrecen los programas, ellos pueden no ver su necesidad, o pueden, en efecto, no necesitarlos.

Cuando un curso gratuito de GED (diploma equivalente al de educación media superior o bachillerato) se ofreció en una fábrica de papel, casi nadie se inscribió. Aunque muchos de los trabajadores no tenían diplomas de bachiller, consideraban que les estaba yendo bien – estaban ganando buen dinero y contentos con sus trabajos – y puesto que no deseaban convertirse en gerentes, no necesitaban el GED. Un año más tarde, cuando la fábrica cerró y los trabajadores fueron despedidos, se dieron cuenta de que no podían conseguir trabajos en ningún otro lado sin este diploma. Ahora, su falta de diplomas de bachiller era un problema, pero el servicio ya no estaba disponible porque ellos no habían visto que lo necesitaban.

Asuntos personales.

La idea de usar el servicio puede poner avergonzar, irritar o atemorizar a muchos miembros de la población objetivo. Muchos servicios vienen con un estigma comunitario adosado. La asistencia social, la alfabetización, el programa de nutrición materno-infantil, los comedores de caridad – todos pueden ser vistos en la comunidad como evidencia de fracaso de un tipo u otro. Los miembros del personal de éstos u otros programas pueden no provenir de la comunidad y pueden ser vistos como intrusos o como condescendientes. Los participantes de programas – particularmente en los programas relacionados con la salud y la educación – pueden tener que confrontar sus temores. Todos estos asuntos pueden incidir para impedir que la gente acceda a los servicios.

Asuntos culturales.

Los factores culturales pueden presentar grandes barreras para el acceso a los servicios. Algunos de ellos son:

  • Los participantes pueden no saber hablar el idioma particular de la localidad o no saber leer o escribir, y entonces asumir –correcta o incorrectamente – que no se pueden inscribir o usar el servicio.
  • Pueden existir tabúes culturales contra ciertos tipos de servicios – determinados tratamientos médicos, por ejemplo.
  • Una cultura puede ver mal algunos servicios para mujeres – por ej., educación o capacitación laboral, planificación familiar, prevención de la violencia doméstica.
  • Puede haber barreras culturales contra el pedir ayuda fuera de la familia o de la comunidad.

Para aproximarse efectivamente a los miembros de la población objetivo, hay que comprender y respetar sus tradiciones culturales.  Para dar servicios efectivamente, hay que asegurarse que los participantes potenciales se sentirán cómodos usándolos.

¿Cómo derribar las barreras al acceso a los servicios de salud y comunitarios?

Como acabamos de ver, hay más que suficientes barreras para el acceso que derribar. Veamos nuevamente esas barreras, pero esta vez con un énfasis en lo positivo. ¿Cómo eliminar cada una de ellas y hacer el programa accesible para los participantes potenciales?

Encontrar el financiamiento necesario.

Como lo discutiéramos anteriormente, realmente conseguir empezar un programa donde no hay ninguno o mejorar un programa existente, casi siempre requiere dinero. Independientemente del origen de ese dinero – público, privado o una combinación de los dos – no es probable que lo consigan sin una vigorosa abogacía.

Abogacía por reconocimiento y financiamiento

La abogacía (o la representación) es un tema amplio, el cual abarca los Capítulos 30 al 35 de la Caja de Herramientas Comunitarias. Lo que sigue es un resumen de los tipos de abogacía necesarios para captar la atención de quienes podrían proporcionar apoyo moral y financiero para los asuntos de interés y para realmente obtener el financiamiento para los programas que se necesitan.

Abogacía legislativa (federal o estatal).

Hay varias acciones que componen la abogacía legislativa, pero todas requieren organización, paciencia y determinación de propósito.

  • Organizarse. Formar coaliciones, una organización... lo que sea necesario para reunir a tantos interesados en el asunto como sea posible y para coordinar actividades.
  • Hacer y desarrollar contactos personales con legisladores y/o sus asistentes. Los asistentes pueden a veces ser hasta más importantes que los mismos legisladores, porque ellos son, por lo general, los verdaderos expertos en el tema, y quienes realmente redactarán el borrador de un proyecto de ley o de categorías de presupuestos.
  • Conocer el verdadero proceso legislativo. La mayor parte del trabajo importante se hace en los comités, y a menudo los miembros de esos comités  - o sus ayudantes – pueden ser las personas con el verdadero poder para influir en la legislación o financiar lo que la organización desea.
  • Usar en las labores de abogacía a miembros de la población objetivo que sean constituyentes del distrito electoral de los legisladores para que éstos tengan en cuenta el asunto más seriamente.
  • Reclutar a un funcionario legislativo. Tratar de encontrar a  un funcionario a quien realmente le preocupe el problema, y que pueda invitar a sus colegas a hacerlo también.
  • Informar a los legisladores y a sus asistentes sobre lo que se necesita.  Reunirse con ellos, equipados con estadísticas, hechos, anécdotas, miembros de la población objetivo, etc. Invitarlos a los programas existentes, si los hay, o a reunirse con miembros de la población objetivo.
  • Educar al público, con el objeto de crear un clamor popular al que los legisladores prestarán atención. Se puede tener la posibilidad de reclutar a líderes empresariales e industriales, a los medios de comunicación y a otros con los recursos y la influencia para difundir el mensaje.

Si se puede mostrar una amplia demanda por el servicio en cuestión, eso es un poderoso argumento. En Massachusetts, el financiamiento para la alfabetización de adultos se incrementó ocho veces en seis años, en parte por la fuerza de una lista de espera documentada de 13,000 personas.

  • Redactar (la organización u iniciativa misma) el texto del borrador o la categoría del presupuesto. Esto le ahorra al legislador patrocinador tener que hacerlo y reconoce la condición de experta de la iniciativa. También asegura que los puntos importantes que el grupo acordó estén por lo menos en el primer borrador.
  • Ejercer presión del electorado sobre los legisladores con llamadas, correos electrónicos, cartas, etc. Cuanta más gente se movilice, más fuerte será su posición.

Abogacía sobre gobiernos locales.

Esto puede también ser legislativo – los funcionarios estatales o los senadores pueden ser útiles aquí. Algunos de los elementos de la abogacía sobre gobiernos locales son similares a los de la abogacía legislativa, pero algunos son marcadamente diferentes. Hasta la pregunta de cuál es el verdadero gobierno local puede ser difícil. En algunas áreas de los Estados Unidos, por ejemplo, los condados tienen el poder; en otras – particularmente en el Noreste – éstos son prácticamente inexistentes. Algunos lineamientos generales para la abogacía local son:

  • Organizarse. Al igual que para la abogacía legislativa, un grupo de gran alcance y bien organizado es esencial para una abogacía efectiva.
  • Averiguar quiénes son los verdaderos creadores de políticas locales. Éstos pueden ser los funcionarios electos o pueden ser individuos designados o contratados que hacen el verdadero trabajo cotidiano del gobierno local: asistentes administrativos, urbanistas, administradores del condado o municipio, etc.
  • Establecer y mantener relaciones con funcionarios electos y designados, con personal y empleados de la ciudad, pueblo o condado, etc. No hay nada tan efectivo como un contacto personal.
  • Informar a los creadores de políticas locales acerca de lo que se necesita.
  • Informar y obtener apoyo del público general.
  • Incluir el tema en las agendas de trabajo de la municipalidad de la ciudad o condado, en las cédulas de reuniones municipales, en las votaciones locales, etc.
  • Ejercer presión sobre los funcionarios locales, usando cartas, llamadas, correos electrónicos, visitas personales, etc., para que aporten el apoyo y/o financiamientos apropiados.

Abogacía comunitaria.

Ya sea que se esté pidiendo la ayuda de la comunidad para abogar por financiamiento público o que se esté directamente solicitando dinero privado, se tiene que convencer a la gente de que la causa es importante. La abogacía local consiste primeramente en informar al público sobre el asunto en cuestión. Una vez que se haya logrado efectivamente ese objetivo, los otros elementos caerán por sí solos.

  • Informar al público. Además de métodos tales como volantes, carteles y contacto personal, se puede llegar a la conciencia pública a través de los medios de comunicación. Hay anuncios de servicio públicos y artículos en televisión y radio, así como comunicados de prensa y conferencias de prensa, noticias e historias de interés humano que se pueden preparar o sugerir. Las reuniones públicas o sesiones informativas y eventos para hablar en público en clubes de servicios, iglesias, comercios, organizaciones, e instituciones pueden ayudar también a divulgar el asunto.
  • Encontrar partidarios y simpatizantes influyentes. Acercarse a gente respetada e influyente de la comunidad puede ser crucial para obtener el apoyo comunitario. Los funcionarios comunitarios, líderes religiosos o comerciales o simplemente ciudadanos respetados pueden ser importantes voceros para el problema en cuestión.
  • Involucrar al público en el tema. Una vez que la gente comprenda la necesidad de crear acceso a los servicios, se les debe dar un modo de ejercer acción. Se le debe hacer participar en el grupo de abogacía o en la coalición que está encabezando la campaña, o incluirlos como voluntarios para encarar directamente el tema. El hecho de dar a la gente medios para actuar sobre lo que les interesa fortalece su compromiso y resalta la importancia del problema en la comunidad.

¿Cómo encontrar fuentes privadas de financiamiento?

El financiamiento privado está disponible de varias formas. Algunas fundaciones y otras organizaciones ofrecen subvenciones; las recaudaciones de fondos comunitarias pueden convertirse en una importante fuente de ingresos; los honorarios por servicio – tanto directos como de terceros pagadores – pueden proporcionar un bienvenido financiamiento; y otros arreglos, tales como subsidios compartidos, pueden también ser factibles.

Fundaciones.

Individuos, familias, corporaciones, comunidades y organizaciones pueden establecer fundaciones para apoyar causas en las que creen.  Sin embargo, se deben encontrar dichas causas y convencer a los donantes de que se tiene una buena causa merecedora de su dinero.

  • Investigar la existencia de fuentes privadas de financiamiento. Esto se ha vuelto recientemente mucho más fácil por tres razones: la Internet, la cual proporciona una importante capacidad de búsqueda; organizaciones coordinadoras (se les conoce también  “paraguas” o “sombrilla”) que representan a grandes cantidades de fundaciones o instituciones donantes de pequeño o mediano tamaño (en este caso, de mediano tamaño puede implicar organizaciones que distribuyen varios millones de dólares al año); y la proliferación de fundaciones comunitarias.

Un ejemplo de organización coordinadora es Subvenciones Asociadas de Massachusetts (AGM, por sus siglas en inglés), la cual está compuesta por un gran número de fundaciones privadas y comunitarias de pequeño y mediano tamaño. A través de publicaciones, la AGM ofrece información sobre las posibilidades de subsidios de todos sus miembros (muchos de ellos más allá de Massachusetts), incluyendo requisitos para calificar, montos disponibles por subsidio, prioridades de financiamiento, etc. La AGM también realiza conferencias llamadas "Reúnase con los donantes", en las cuales los representantes de las organizaciones pueden hablar con los funcionarios de los programas y los miembros directivos de las varias fundaciones asociadas.
Las fundaciones comunitarias son precisamente eso: fundaciones establecidas por y para comunidades determinadas. Ellas recaudan dinero de comercios e individuos de la comunidad, y pueden también administrar el dinero de fundaciones privadas y familiares más pequeñas. La fundación comunitaria actúa como el financiador e invita propuestas de organizaciones locales.

  • Establecer relaciones con directores o funcionarios del programa en fundaciones probables. Generalmente, ellos estarán felices de ayudar a definir cómo poder cumplir con los lineamientos de la fundación y crear un programa que incremente el acceso a los servicios en la comunidad.
  • Informar al personal de la fundación acerca de lo que se necesita.
  • Escribir una propuesta financiable. Se deben seguir los lineamientos que dé la fundación para las propuestas.  Si piden no más de cinco páginas, no se les deben mandar seis. Es necesario pedir el dinero para algo que la fundación esté dispuesta a financiar.

Similar, pero no exactamente lo mismo que una fundación comunitaria, es la organización local de financiamiento para servicios de salud y sociales. Estas organizaciones recaudan dinero directamente de la comunidad – a menudo a través de donaciones en los lugares de trabajo y eventos de recaudación – y luego lo distribuyen como subvenciones a los proveedores locales de servicio. Aunque el pertenecer a ellas tiene algunas desventajas – no se pueden recaudar fondos para la iniciativa propia durante la campaña de ellas, no se puede pedir ayuda a comercios e instituciones que sean miembros de ellas – a menudo es el único modo de conseguir contribuciones de comercios e instituciones.

Recaudación de fondos comunitarios.

Hay muchas maneras de recaudar dinero en la comunidad.

  • Pedir ayuda a individuos. Muchas organizaciones o iniciativas piden dinero directamente a la gente, tanto en persona, como por correo o por teléfono.
  • Membrecía.Otra manera de recaudar dinero de los individuos es pedirles que sean miembros de la organización por un costo anual fijo.
  • Eventos comunitarios. Un carnaval, un concierto, un festival de música – a menudo con los servicios donados por los propietarios o los artistas – pueden ser usados por organizaciones o coaliciones comunitarias como herramienta para recaudar fondos.  Otro tipo de recaudación de fondos es pedirles a los simpatizantes de la causa reunir dinero por medio de su participación en una actividad determinada, de la cual todo lo producido va a la organización comunitaria. Eventos bien organizados como éstos pueden recaudar grandes sumas de dinero.

"Bien-organizados” es la frase clave aquí. Concretar un evento comunitario exitoso requiere tiempo de preparación, planificación y una gran cantidad de organización. Los grupos que lo hacen bien a menudo tienen voluntarios que dedican mucho tiempo y energía a cada evento.

  • Venta de servicios o artículos. Cobrarle a empleadores, instituciones o terceras partes (compañías de seguros, etc.) por los servicios que se les otorgan puede ser una confiable fuente de ingresos. Ofrecer servicios de consultoría o educativos para profesionales y la venta de artículos – libros, cintas, equipamiento, etc. – pueden ser valiosas fuentes de ingresos, pero se debe estar seguro que tienen, o pueden desarrollar, la capacidad de sostener los planes de la iniciativa antes de embarcarse en ello.

La comunidad puede también ser una fuente de contribuciones en especie - donaciones de bienes o servicios.  Algunas buenas posibilidades son suministros para oficinas o edificios, muebles (de comercios o instituciones que están redecorando sus oficinas) y tiempo de voluntariado (se debe recordar que cualquier persona que done algo que él normalmente vendería podría ser deducible de impuestos sobre si la iniciativa en cuestión está registrada como una corporación caritativa (para mayor información, ver el  Capítulo 43, Sección 4: Entender el significado del estatus sin fines de lucro y de la exención de impuestos).

Eliminar las barreras físicas para el acceso.

Eliminar o adaptar las barreras físicas es, en gran parte, un tema financiero, pero puede haber otras maneras creativas de hacerlo sin dinero o con él:

  • Convencer al dueño del inmueble de hacer los arreglos necesarios. La creación de espacio adecuado para las personas con impedimentos aumentará el valor de su propiedad, le permitirá una exención de impuestos y le asegurará la permanencia de la organización en el inmueble.
  • Hacer las cosas con trabajo voluntario y materiales donados. Los miembros del personal, participantes o voluntarios de la comunidad pueden tener y estar dispuestos a donar sus conocimientos para construir rampas, mover paredes, rehacer baños  y cambiar entradas. Los comerciantes locales, por lo general, pueden ser persuadidos de donar materiales de construcción como un servicio comunitario. De nuevo, cualquier que haga una donación en especie podría tener una exención de impuesto por ello.
  • Encontrar una manera alternativa razonable de proporcionar servicios. Si se le pueden proporcionar servicios en su totalidad a una persona discapacitada, generalmente se está cumpliendo con la intención de las leyes a este respecto. Esto puede significar ofrecer servicios o cambiar el lugar de reunión (a un sitio adecuado) de un grupo en el que hay una persona con impedimentos físicos, por ejemplo, o tener a un intérprete de lenguaje de señas presente para ayudar a una persona sorda a comprender una charla o conferencia.

Garantizar que el programa cumpla con su misión.

Una vez que se cuenta con el dinero para comenzar o expandir los servicios, quizá todavía no necesariamente se haya solucionado el problema de acceso. Es necesario ajustar la capacidad del programa para  cubrir la demanda de la comunidad; ver el nivel y el éxito del alcance; manejar las percepciones sobre el programa que tienen la comunidad y la población objetivo; y, tal vez lo más importante, evaluar y ocuparse de la calidad del programa.

Aumentar la capacidad del programa

Con el objeto de dar cabida a todo el que necesite el servicio, se necesitan suficientes cantidades de espacio, personal – administrativo, de apoyo y de servicio directo –y los materiales y equipamientos apropiados para el trabajo. Mientras que esto es primariamente un tema de financiamiento, hay otros caminos que se pueden explorar.

Espacio

Algunas posibilidades para encontrar espacio suficiente en los lugares correctos:

  • Espacio donado para aumentar o expandir lo que está disponible. Otras organizaciones, instituciones, comercios, hasta un casero – todos pueden ser fuentes de espacio donado, lo cual permitirá expandir los servicios donde se encuentran o a otro vecindario o pueblo.
  • Rebaja en el alquiler del espacio (donación parcial). Un casero u otro donante puede estar dispuesto a alquilar el espacio a una tasa muy reducida, obteniendo así una deducción de impuestos. Un espacio que hasta el momento se había mantenido sin alquilar, podría quedar disponible, con tal de que se cubra el costo de los servicios públicos, por ejemplo, agua, electricidad, etc
  • Compartir el espacio con otra organización, ya sea usando parte de él todo el tiempo o usándolo parcial o completamente, parte del tiempo.

Todos estos acuerdos pueden ser facilitados por legisladores estatales, funcionarios locales u otros individuos respetados de la comunidad.

Personal.

Si no se cuenta con suficiente personal o suficiente personal acreditado o con conocimientos adecuados, existe una serie de cosas que se pueden hacer para mejorar esta situación, de las cuales sólo una requiere financiamiento directo para personal nuevo.

  • Compartir personal con otra organización. Se podría llegar a un acuerdo mediante el cual otra organización ayude a proporcionar servicios a la población objetivo.
  • Comenzar un programa de voluntarios o complementar el personal existente con voluntarios. En las situaciones en que sea posible, un programa de voluntarios puede hacer una gran diferencia.  Los voluntarios no son totalmente gratuitos; ellos de todos modos necesitan capacitación – tanto inicial como continua – y supervisión regular para que sean efectivos.
  • Redactar una propuesta conjunta. Se puede buscar aliarse con otra organización o coalición para encontrar financiamiento y apoyo para sus labores o para un número de servicios. Puede que la organización no tenga que administrar el dinero, sino simplemente hacer su trabajo y recibir el pago por ello.
  • Buscar otra organización para realizar los servicios prestados, ya sea para complementar las labores que la iniciativa está haciendo o para contratarla para que realice todo el trabajo.
  • Instituir capacitación profesional internamente para mejorar los conocimientos del personal. Los funcionarios con más conocimientos pueden enseñar a los menos preparados, tal vez, o se pueden encontrar estudiantes u otros para dar capacitación como parte de un programa de certificación o de grado.

Si, de hecho, se consiguen dinero para contratar nuevo personal, esto podría acarrear un problema. ¿Qué hacer si hasta el momento sólo se ha sido una pequeña organización local con personal sin capacitación, la cual ha respondido a una urgente necesidad de la comunidad, y el patrocinador requiere que creen un programa profesional con personal calificado? ¿Eso significa tener que despedir a los miembros originales del personal, quienes construyeron el programa? ¿Se debe tratar de re-capacitarlos para otros puestos? ¿Tienen que volver a la escuela? ¿Cuáles son sus obligaciones en este caso? Ojalá se haya pensado en todo esto antes de solicitar el financiamiento o se haya leído esta sección antes de redactar la propuesta. De lo contrario, la organización podría tener que enfrentar un dilema ético.

  • Materiales y equipamiento. Como con el espacio, los materiales y el equipamiento pueden ser donados. Una fábrica de papel local (papel), una editorial (libros de texto) o una compañía de equipos o programas de computación podrían ser donantes potenciales. Además, el alquiler o la compra de equipamiento – una copiadora, por ejemplo – pueden ser compartidos por dos o más organizaciones.

Desarrollar un alcance efectivo.

Si los miembros de la población objetivo no saben que los servicios existen, no tendrán acceso a ellos. Se les debe hacer conocer los servicios de una manera que puedan comprender y sentirse identificados. También ayuda usar algo de creatividad – el humor o los colores brillantes pueden hacer mucho para hacer el programa  visible en el vecindario.

Desarrollar la capacidad de alcance del programa.

El ideal es que el conocimiento acerca de los servicios se auto-perpetúe con el tiempo y que su existencia se convierta en conocimiento común en la comunidad. Hasta ese momento – usualmente por lo menos a los dos años de comenzado el programa – el alcance necesita ser enérgico y constante. Existen varias maneras de desarrollar la capacidad de alcance.

  • Si fuera posible, contratar o hallar un coordinador de alcance. Esta persona – ya sea un miembro del personal o un voluntario, dependiendo de sus circunstancias – será responsable de informar a la comunidad, y particularmente a la población objetivo, sobre la disponibilidad de los servicios y de reclutar participantes.
  • Usar medios apropiados para hacer llegar el mensaje. Los anuncios de servicio público, avisos, historias de vida y otras estrategias impresas y emitidas pueden ayudar a informar a la comunidad que el programa existe. El trabajo con los medios de comunicación depende del establecimiento de relaciones con reporteros, gerentes de estaciones y otros.
  • Usar a otras organizaciones para que ayuden a correr la voz. Asegurarse de que la red de servicios de salud y sociales del área – especialmente organizaciones que atienden a la misma población objetivo – conozca los servicios del programa en cuestión y pueda recomendárselos a la gente.
  • Usar las recomendaciones de clientes satisfechos. Pedirles a las personas que se han beneficiado con el programa que les informen a su familia y amigos lo que la organización hace, y que alienten a los que necesiten servicios a aprovecharlos. Se puede establecer una red de participantes actuales y anteriores que informen a la gente de sus vecindarios sobre la organización y hasta organicen reuniones en las salas de sus casas.
  • Aprovechar las redes y conexiones comunitarias. Buscar gente clave en la población objetivo para ayudarlos a correr la voz.
  • Ser creativos. Usar tantos métodos, medios, y personas diferentes como se pueda para hacer llegar el mensaje. El humor, los colores brillantes, una identificación distintiva y otros enfoques imaginativos harán un gran trabajo para lograrlo.

Estar atentos al alcance inefectivo. Si ya se está realizando una campaña de alcance, pero no parece estar funcionando, tal vez simplemente no se esté llegando a la población objetivo.

  • Si la población objetivo incluye minorías, es necesario asegurarse de que los que están haciendo el alcance, pertenezcan de alguna manera a ellas y de que el  material provisto sea a un nivel que el grupo pueda entender.
  • El mensaje debe mantenerse a un nivel simple y directo. Se le debe informar a la gente exactamente cuáles son los servicios ofrecidos en tan pocas palabras como sea posible.

Los carteles de un programa de alfabetización para adultos iban directo al grano. El texto decía:

¿Necesita ayuda con

Lectura?

Escritura?

Matemáticas?

Certificación para bachilleres?

Llame al 123-456-7890

  • Ir adonde la población objetivo está. El alcance necesita ser hecho en los vecindarios de los potenciales participantes. En las áreas rurales, esto puede significar ir de puerta en puerta en las carreteras secundarias, tratar de conocer a los dueños de las pequeñas tiendas locales, cafés y estaciones de servicio, y poner carteles en los cruces de caminos o en oficinas postales alejadas.
  • Usar una forma de comunicación a la que la población objetivo responda.  La estación de radio popular a la que mucha gente escucha o un diario vecinal que la mayoría de la gente lee pueden ser mejores lugares para poner el mensaje que un diario de gran circulación.
  • Tratar de encontrar residentes locales que ayuden.  La gente responde mucho mejor a los mensajes de alguien que conocen y en quien confían.
  • Cuando los participantes contacten a la organización, preguntarles cómo se enteraron de ésta.  Sus respuestas indicarán cuáles son las estrategias de alcance más exitosas.

Percepciones negativas del programa

Si sus servicios del programa son vistos negativamente en la comunidad – ya sea por una historia pasada, malentendidos o problemas reales – la gente se rehusará a usarlos.  Hay algunos pasos que se pueden tomar para manejar este aspecto.

  • Tratar de establecer comunicación con las personas en la comunidad que desconfían de la organización para poder comprender cuáles son sus objeciones. Hay que escuchar lo que tienen para decir, tomarlo con seriedad y hacer cambios si son necesarios.
  • Si las percepciones están basadas en malentendidos o desinformación, hacer todo el esfuerzo para corregir la impresión negativa. Se puede invitar a la gente para que vayan y vean lo que la organización realmente hace; conseguir participantes que respalden la iniciativa; explicar la filosofía de la organización... lo que sea necesario para cambiar las percepciones. El contacto personal es probablemente el factor más importante. Si a las personas les cae bien alguien conectado con el programa y confían en él, tarde o temprano aceptarán el programa también.
  • Si la imagen negativa del programa está basada en la realidad, admitirlo. No se debe permitir que el ponerse a la defensiva impida ver y reconocer el problema. Se debe tomar acción para corregir el problema – tal vez incluir en los planes a algunas de las personas con percepciones negativas – e informarle a la comunidad que se están haciendo.
  • Continuar tratando de establecer y mantener comunicación con todos los sectores de la comunidad, incluyendo a quienes tienen sentimientos negativos hacia la organización.

Asequibilidad y requisitos para calificar

Éstos son temas difíciles,  porque dependen, en gran medida, del financiamiento. Se pueden, sin embargo, establecer escalas móviles de honorarios para los participantes e idear acuerdos alternativos para los que simplemente no pueden permitirse pagar nada (una posibilidad es intercambiar servicios por trabajo, por ejemplo).

A menudo se pueden manejar los requisitos para calificar mediante malabarismos creativos con las fuentes de financiamiento. La gente que no califica bajo una solicitud de financiamiento puedo serlo bajo otra o puede registrarse como si fuera financiada a través de contribuciones comunitarias. Siempre que se mantengan claros los libros contables, no hay problema con financiar a determinadas personas con determinadas fuentes.

Calidad del programa

Si los servicios que se ofrecen no están teniendo los resultados deseados para los participantes – si la capacitación laboral se muestra sistemáticamente inadecuada, si los trabajadores en la calle no establecen contacto o relación con los jóvenes, si los trabajadores comunitarios de la salud regularmente informan mal o tratan mal a la gente – entonces la población objetivo en realidad no está teniendo acceso a los servicios. ¿Cómo juzgar la calidad del programa? ¿Y qué hacer para mejorarla?

  • Si no se están haciendo ya, llevar a cabo una evaluación de los servicios. A pesar de que las evaluaciones pueden ser tan complicadas como los más importantes estudios de investigación, pueden ser también tan simples como encuestar a los participantes sobre el tratamiento que reciben, la obtención de logros y su grado de satisfacción. ¿Cuál es la percepción comunitaria acerca de los servicios? (Ver la sección de “Percepciones negativas del programa” más arriba). Se debe también evaluar el desempeño del personal: ¿Está la gente haciendo lo que se espera de ella? ¿Se está tratando con respeto a los participantes? ¿Está la organización cumpliendo satisfactoriamente con sus objetivos? ¿Cuenta con la capacitación y los conocimientos para hacer lo que necesita hacer?
  • Si la evaluación muestra que el programa carece de calidad, admitir el hecho y enfrentar el problema.Tratar de ignorarlo o evitarlo sólo empeorará las cosas.
    • Consultar las investigaciones. Si hay investigación sobre el tema, ¿qué dice acerca de lo que parece conducir al éxito?  Pueden haber muchas respuestas a esa pregunta, pero los resultados de las investigaciones deberían proveer al menos un comienzo para pensar otras maneras en las cuales la organización podría operar.

Debemos recordar que las investigaciones no nos dirán absolutamente todo. Excepto en la poco usual situación en la que un enfoque determinado nunca sirve, casi todo funciona para algunas personas o en algunas organizaciones. Las preguntas que la mayoría de las investigaciones contestan son: “¿Cuál es el enfoque que más probablemente funcione la mayor parte del tiempo? “ o “Qué es lo menos probable que funcione?” Las variables tales como la cultura de la población objetivo, las personalidades y capacidades del personal y la naturaleza de la comunidad pueden cambiar la ecuación considerablemente.

  • Ver lo que otros programas similares están haciendo y que parece estarles funcionando. ¿Ellos están usando métodos o enfoques diferentes? ¿Tienen distintos supuestos acerca de la población objetivo? ¿Sus programas son más largos o más intensivos? ¿Tienen diferentes requisitos para su personal? No todo lo que otro programa hace necesariamente funcionará para nuestra iniciativa, pero si varios programas exitosos están haciendo cosas similares, ésa es información importante.

Al ver otros programas, no sólo se tiene que examinar lo que ellos están haciendo, sino cómo y por qué lo están haciendo. Se puede descubrir que, con el objeto de mejorar el programa en cuestión, se necesite reexaminar la filosofía y las creencias de la organización. ¿Se está tratando a la gente de tal modo que ellos se puedan beneficiar de lo que el programa ofrece? ¿Se debería involucrar más a los participantes en la planificación, implementación y evaluación de los servicios? Si normalmente se ve a los participantes como a clientes por quienes el programa hace algo por ellos, estas preguntas pueden implicar un modo completamente diferente de considerar lo que se está haciendo.

Un ejemplo de cómo los métodos y la filosofía están entrelazados es un programa de capacitación para Asistentes Certificados de Enfermería para personas receptoras de asistencia social, el más exitoso en su estado en cuanto a cantidad de graduados, ocupación de empleos y la cantidad de tiempo que los graduados permanecen en sus puestos. El programa trataba a los participantes no como clientes, sino como profesionales. Se les decía que se esperaba que asistieran a las clases porque estaban aprendiendo cosas de las cuales podía depender la vida de la gente, y se asumía que ellos actuarían profesionalmente. Se dirigían a ellos como “Sra. _____" (eran mujeres) y eran tratadas por el instructor como colegas. Al ser respetadas como profesionales, ellas respondían de la misma manera, nunca faltaron a las sesiones, aprendieron rápidamente, lograron cerca de un 100% en la tasa de graduación, consiguieron trabajo rápidamente y lograron independizarse de la asistencia social.

  • Discutir con el personal y con participantes actuales y anteriores acerca de lo que piensan que podría mejorar la efectividad de su trabajo. Usando esa información y otra que se haya recabado, así como lo que se sabe sobre su comunidad y la población objetivo, se debe hacer planificar rediseñar el programa.

Si el nuevo diseño requiere diferencias en el enfoque, creencias y/o filosofía, no va a funcionar simplemente porque así se dispongan. Todo el personal, incluyendo a los administradores, tendrá que ser capacitado nuevamente de modo que entienda no sólo qué se les pide hacer,, sino cómo y por qué necesitan hacerlo. De otro modo, simplemente no habrá ninguna diferencia.

En algunos casos, el personal simplemente puede no tener los conocimientos para realizar adecuadamente los servicios. Esto representa un problema serio para cualquier organización. ¿Se puede volver a capacitar a la gente que se tiene o es necesario tanto cambiarlos a todos de puestos como despedir a algunos y contratar a otros con las credenciales y los conocimientos apropiados? Como discutiéramos anteriormente respecto a profesionalizar un programa de nivel local, ¿cómo conciliar lo que puede ser un compromiso con el trabajo, real y demostrado, con la falta de conocimientos para hacerlo con efectividad?

  • Implementar el nuevo plan, evaluándolo sobre la marcha. Es necesario darle suficiente tiempo para funcionar – los cambios son siempre difíciles, y el personal y los participantes necesitan tiempo para adaptarse a las nuevas formas de hacer las cosas. De la misma manera, no se debe temer cambiar aspectos de su nuevo diseño que parezcan no resultar después de un razonable lapso de tiempo. Un distintivo de cualquier programa efectivo es el dinamismo – el cambio constante, tanto para responder a cambios en las necesidades o la situación de la población objetivo, como en respuesta a la noción de que sin importar lo bien que lo están haciendo, siempre se puede mejorar. Si se intenta ser un programa dinámico, probablemente será efectivo.

¿Cómo eliminar las barreras para la participación de los individuos?

Muchos servicios son principalmente usados por personas de bajos ingresos y/o discapacitados de otras maneras. Sus vidas, por lo general, se ven complicadas por penurias físicas o financieras o por la necesidad de trabajar muchas horas en trabajos mal pagos.  Los servicios comunitarios necesitan comprender y tratar de aliviar las barreras personales que enfrentan los participantes.

Transporte

No se pueden solucionar los problemas de transporte solamente con dinero, a menos que se dispusiera de cantidades ilimitadas.  En cambio, se necesitan ser creativo. Algunas soluciones posibles son:

  • Instalar un servicio de transporte propio. Algunos programas rurales tienen una o más camionetas o microbuses en los cuales transportan a los participantes, generalmente comprados con la ayuda de subvenciones. Algunos estados rurales pueden tener dinero reservado justamente para ese propósito.

Poseer y operar un servicio de transporte no carece de complicaciones. Se necesitan cierta clase de licencias y seguro en la mayoría de los estados; la organización es responsable del mantenimiento y la reparación de los vehículos; y tendrá más empleados con los que lidiar. Además, ésta siempre está expuesta a una demanda si alguien resulta lastimado (para eso tiene el seguro, pero igualmente puede representar una gran cantidad de problemas) y tiene que reemplazar a los vehículos cuando se gastan, lo que usualmente significa conseguir más subsidios.

  • Ayudar a los participantes a organizar maneras de compartir sus autos. Si unas pocas personas tienen autos confiables, ellos pueden traer a otros, los cuales pueden ayudar con dinero para la gasolina o un reembolso por kilometro.
  • En las áreas urbanas, proporcionar a los participantes el boleto de autobús o tratar de obtener pases gratuitos de la autoridad de transporte público en autobuses o subterráneos.
  • En las áreas urbanas donde tanto la seguridad como la disponibilidad de transporte pueden ser factores igualmente importantes, ayudar a los participantes a organizar cadenas en el transporte público. Grupos del mismo vecindario o de zonas cercanas pueden reunirse para viajar o caminar juntos a los servicios.
  • Compartir el transporte con otras organizaciones que tengan uno propio o hacer acuerdos con las autoridades de transporte público o de transportes regionales rurales.
  • Considerar iniciar un sitio satelital o mudar el programa a un área más fácil de acceder.

Ubicación del programa

Es importante tratar de ubicar los programas en áreas que sean accesibles para los participantes y prestar atención a las actitudes de los participantes hacia determinadas ubicaciones. El establecer un programa en un área puede espantar a los participantes de otras áreas, por problemas de pandillas, raciales o de clases. Se deberían buscar lugares que sean vistos por la población objetivo como neutrales.

Otro problema de ubicación se relaciona con la actitud de los participantes hacia ciertos tipos de lugares. Las ubicaciones institucionales – secundarias, universidades, edificios del gobierno, etc. – resultan intimidantes para muchas personas y pueden afectar su acceso. De nuevo, el espacio neutral – instalaciones en un edificio comercial, por ejemplo – podría ayudar a solucionar el problema.

Dependiendo de la naturaleza de los servicios, se podría evitar totalmente el problema de la ubicación llevando los servicios directamente a los hogares de los participantes, tanto individualmente como en grupos.

Una historia que ilustra este último punto, así como la posibilidad de proporcionar los servicios de modos que se relacionan con la cultura de la población objetivo, se cuenta en esta sección editorial:

"Yo participé en un programa de prevención de alcohol y drogas que estaba haciendo alcance en la comunidad latina de una ciudad de clase trabajadora. Muchas personas de la comunidad eran nuevas en la ciudad, algunos quizá estaban ilegalmente en EE.UU., aunque no pregunté. Pero de cualquier manera, por una amplia serie de razones, éstas no eran el tipo de personas que suele buscar ayuda de las agencias de servicio social existentes. Hacerlo sería difícil e incómodo, si no también atemorizante y amenazante.

"Por tanto, en lugar de esperar a que ellos se acercaran a nosotros, nosotros fuimos a ellos. Cuando nuestro trabajador de alcance hacía un contacto receptivo, a menudo preguntábamos si podríamos realizar una reunión en la casa misma de esa persona. Nuestra persona objetivo invitaría a vecinos, amigos y miembros de su familia. Casi siempre habría refrigerios. Y nosotros íbamos y hablábamos sobre el alcohol y las drogas – no de una manera pesada y didáctica, sino mucho más informalmente, en un estilo de diálogo. Estas visitas a las casas (en español) parecieron funcionar muy bien. Nosotros trasmitimos la información. Llegamos a gente que nunca hubiera aparecido en el centro de ayuda de la ciudad. Formamos algo de confianza y compenetración. Y creo que la gente lo disfrutó – sé que para nosotros así fue”.

Horarios del programa

La imposibilidad de los participantes de asistir en los horarios programados a causa del trabajo u otros conflictos puede ser una importante barrera para el acceso.  Aunque probablemente nunca sea posible tener contentos absolutamente a todos, los horarios del servicio deben ser programados a la conveniencia de los participantes, no de los programas o de los miembros del personal.

Si la mayoría de la población objetivo son madres con niños en edad escolar, por ejemplo, se deben cambiar los horarios de la tarde o la noche a la mañana para solucionar problemas de acceso.  Los programas pueden tener que reunirse los fines de semana. En una determinada comunidad étnica, se esperaba que prácticamente todas las mujeres – hasta las que tenían trabajo de horario completo – tuvieran la cena pronta a las 5:00, cuando la mayoría de los hombres regresaban de su trabajo.  Un cambio en el programa, de la tarde a las 6:30 p.m. duplicó la asistencia a las clases de inglés como segundo idioma.

Un problema más difícil puede surgir en las comunidades donde mucha gente trabaja en turnos rotativos: dos semanas de día, dos semanas en la tarde, dos semanas de noche. Es posible solucionar este problema al reflejar estos cambios en los horarios de los servicios. Puede ser difícil encontrar personal que trabaje en estas condiciones, sin embargo, porque estos horarios afectan a la familia, los patrones de sueño y la calidad general de vida de las personas.

Cuidado de los niños

De nuevo, el dinero no es la única solución en estos casos.Muchos padres simplemente no están dispuestos a dejar a sus hijos con cualquier persona que ellos no conocen, aunque se trate de proveedores certificados de cuidado infantil. Algunos tipos de cuidado infantil simplemente son demasiado costosos para que los programas los subsidien. Sin embargo, hay algunas maneras de afrontar este problema:

  • Hacer acuerdos con organizaciones locales. Se podrían reservar algunos lugares en centros de cuidados familiares a tarifas reducidas por ejemplo o persuadir a un centro de cuidado diurno de reservar algunos de sus lugares para bajos ingresos específicamente para participantes que califiquen para el programa en cuestión.
  • Alentar a los participantes a ayudarse entre ellos. La gente podría hacer turnos para cuidar a los niños o compartir a un proveedor confiable de cuidados infantiles.
  • Contratar a alguien – o reclutar o pagarles a los participantes – para proporcionar cuidado infantil en el lugar. Podría haber dinero de la subvención disponible o se podría negociar una tarifa relativamente baja.

A pesar de que el cuidado infantil en el lugar puede ser rentable y tranquilizador para los padres, puede presentar su propia cantidad de problemas potenciales. En algunos estados de EE.UU., se necesita una persona certificada para proporcionar cualquier tipo de cuidado infantil y se requiere que el lugar posea determinadas características también (un número fijo de baños, inodoros pequeños, instalaciones de seguridad para niños, etc.). Además, si un padre de familia escucha llorar a su propio hijo, puede sentir la necesidad de acudir corriendo, aun cuando el cuidador del niño pueda manejar la situación. Esto obviamente puede ser perjudicial para cualquier actividad a la que el padre y otros participantes estén dedicados.

  • Subsidiar el cuidado infantil de los participantes. Se puede tener la posibilidad de destinar dinero para ayudar a los participantes a pagar su propio cuidado de los niños.

La población objetivo no ve el asunto como un problema

Si la población objetivo no ve razón para aprovechar los servicios, éstos podrían igualmente no existir. Algunos acciones que se pueden tomar son:

  • Escuchar a la población objetivo. ¿Qué perciben ellos como necesidades? En algunos casos, pueden tener razón – el servicio ofrecido puede no ser lo que necesitan o pueden tener buenas razones para no verlo como tal.
  • Reclutar a miembros de la población objetivo, a profesionales y organizaciones confiables, a líderes comunitarios, etc. para que ayuden a educar a otros. Los miembros de la comunidad que sí comprenden por qué el servicio es útil o necesario pueden ser más creíbles o pueden explicar la situación de manera más convincente que “los de afuera”.
  • Cuando sea posible, compartir hechos, estadísticas, anécdotas personales, etc., para ayudar a la gente a comprender cómo este servicio los afecta, no sólo ahora, sino en el futuro.

Problemas personales de la población objetivo respecto al servicio.

Todas las sugerencias de más arriba se aplican igualmente aquí. El escuchar y actuar según las ideas y sentimientos de la población objetivo, el reclutamiento de figuras familiares para ayudar a introducir el servicio y el proporcionar información, son todas respuestas importantes a los temores, la hostilidad o la vergüenza de la población objetivo.

Tal vez algo aún más importante sea la paciencia. Generalmente toma cerca de dos años conseguir establecer un nuevo servicio o programa en una comunidad. Durante ese tiempo, se deben continuar siendo respetuosos, mantener la comunicación, hacer aliados y construir una reserva de confianza. En última instancia, el correr de voz  o las referencias verbales le informarán la comunidad que la organización se preocupa por ella, que está allí a largo plazo y que lo que están ofreciendo vale la pena. Toma tiempo llegar a ese punto y, simplemente, no hay sustitutos para ello.

Asuntos culturales.

Las barreras presentadas por la cultura también pueden ser tratadas con respeto, escuchando, reclutando miembros de la población objetivo y con paciencia. Además, hay otros pasos importantes que se pueden dar:

  • Contratar a miembros de la cultura en cuestión. Es necesario contar entre personal con gente que tenga experiencia de primera mano de la vida en la cultura de la población objetivo.
  • Capacitar a todo el personal – desde el director hasta el personal de oficina y el de mantenimiento – en la cultura de la comunidad a la que están sirviendo.  Los miembros del personal que pertenezcan a esa cultura y los miembros de la comunidad objetivo pueden dirigir o ayudar con esta capacitación.
  • Usar intérpretes, personal bilingüe, voluntarios comunitarios, traducción de materiales e información, etc. para afrontar las barreras de lenguaje.
  • Deshacerse de ideas preconcebidas, al menos hasta que se conozca lo suficientemente bien a la comunidad como para discutir con ellos como amigo, más que como “alguien de afuera”.

Para resumir

El acceso a los servicios comunitarios y de salud incluye tres factores: el financiamiento, las barreras para el acceso en el programa y las barreras personales de la población objetivo. El primero de ellos puede ser encarado a través de abogacía legislativa y comunitaria y recaudación de fondos públicos y privados. El segundo, requiere un cuidadoso examen y evaluación de qué, por qué, dónde y cómo del servicio proporcionado, además de una revisión de las partes del programa o iniciativa que no sean efectivas. Y el último requiere proporcionar apoyo de la organización a los participantes y ejercer respeto y paciencia a largo plazo. Se necesitan los tres para crear un sistema de entrega de servicio que garantice el acceso a todas las personas en la comunidad que lo necesiten.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos en línea

El sitio Web de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA) del Departamento de Justicia de los EE.UU. Reglamentaciones federales y otra información.

Abogacía legislativa

Estos sitios de Internet están dispuestos en dos grupos. El primero incluye ejemplos de las maneras en que las organizaciones de abogacía pueden usar los sitios Web para mantener a los abogados informados, involucrados y conscientes de los nuevos desarrollos. El segundo grupo está compuesto por sitios que son los recursos generales para abogados legislativos, con información constantemente actualizada sobre los temas del Congreso y de las legislaturas estatales y otros temas del gobierno. Otras buenas fuentes, demasiado numerosas para enumerar, son los sitios Web de los estados, condados y comunidades, individuales.

Grupo 1: Sitios web de organización de abogacía

Asociación de Directores de Escuelas del Estado de Washington. Un grupo bien organizado que hace buen uso de su sitio Web.

Asociación Estadounidense de Salud Social. Un buen ejemplo de cómo usar una página Web para apoyar los esfuerzos de abogacía. Incluye información sobre construcción de coaliciones.

Asociación de Juntas de Escuelas Californianas. Un sitio multi-propósito con prioridades legislativas, temas actuales, "alertas" y enlaces electrónicos directos con los legisladores.

Asociación de Juntas de Escuelas de Oregon. Incluye consejos para abogacía efectiva, sugerencias para comunicarse con los legisladores e información sobre el proceso legislativo.

El sitio Web absolutamente indispensable para los abogados. Nombrado por Thomas Jefferson, este sitio de la Biblioteca del Congreso tiene los textos reales de todos los proyectos de ley federales, presupuestos, legislación pendiente y aprobada (todo esto desde 1993), así como lo que está actualmente o ha estado recientemente en discusión, y acceso a todo lo demás.

La Biblioteca de Referencia Legislativa de Minnesota. Enlaces con cantidad de sitios que tienen que ver con las legislaturas estatales, incluyendo todas las páginas web oficiales del estado en Internet.

La Biblioteca de la Universidad de Michigan. Otro sitio estupendo, que incluye enlaces con información del gobierno federal y de todos los 50 gobiernos estatales – leyes, cortes, ramas ejecutivas y todo lo demás.

Oficina por la Justicia Social, Diócesis de Saint Paul y Minneapolis. Información sobre abogacía, solicitudes de monitoreo de los efectos de la reforma de servicio social, etc. Una página Web usada para mantener el flujo de la información en ambas direcciones: para la organización de abogacía así como para los simpatizantes.

La página de acción legislativa de la Asociación Estadounidense de Abogados. Una página que incluye información para los miembros de Asociación, información sobre legislación actual, etc.

Red – Un Grupo de Presión Nacional Católico de Justicia Social. Un sitio que detalla las prioridades legislativas y sociales de la organización, así como acciones sugeridas sobre los temas más importantes.

Grupo 2: Recursos generales para abogados legislativos

Una ayuda sobre las legislaturas de los 50 estados. Información por cada estado sobre cada legislador, cada comité legislativo, los textos de los proyectos de ley y presupuestos, etc. El sitio también incluye a las otras ramas del gobierno, legislación pendiente y aprobada, y otra información, dependiendo del estado. Una gran ayuda, especialmente para grupos que trabajen en más de un estado. La Coalición Cristiana. Una guía al Congreso: completa información de contactos, breves biografías, fotos, encuentre-su-representante-por-el-código-postal, y más..

Direcciones electrónicas del Parlamento y del Senado y otra información y discusiones.

Direcciones electrónicas del Congreso.

Una guía de Internet al Congreso: información, Horarios del Congreso, el Archivo del Congreso, etc.

La página de ayuda de la Biblioteca de la rama legislativa del Congreso. Todo lo que alguna vez pueda necesitar y más: direcciones electrónicas, comités, los pormenores de las operaciones en el Congreso y enlaces a otros sitios importantes. Un sitio excelente.

Registros de los votos de los legisladores del Congreso y estatales, entre otra información política.

Recaudación de fondos

La mayoría de las fundaciones, incluso las comunitarias, tienen sus propios sitios Web, las cuales pueden encontrarse buscando un poco.

El Banco Recaudador de Fondos. Discusión de lista de contactos, boletín informativo gratuito, catálogo de ayudas impreso, etc.

El Experto en Organizaciones Sin Fines de Lucro. Más enlaces a sitios de recaudación de fondos, más mucha información general para las organizaciones sin fines de lucro también.

El Genio Sin Fines de Lucro. Recursos, enlaces e información.

Financiadores Asociados de Massachusetts. Enlaces a una gran cantidad de fundaciones y otros patrocinadores, muchos de ellos ofrecen subsidios a organizaciones en otras áreas además de Massachusetts

Programa de Manejo de Asistencia para los Proyectos “Sin Fines de Lucro”. Estupendos enlaces a recursos para recaudación de fondos. Armado por Carter McNamara.

El Proyecto Acceso. Una iniciativa nacional de la Fundación Robert Wood Johnson para mejorar el acceso al cuidado de la salud de todos.

Tony Poderis, asesor sobre recaudación de fondos. Muchos temas gratuitos, incluyendo un artículo mensual sobre un asunto de recaudación de fondos.

Universidad del Estado de Michigan. Enlaces para recaudación de fondos. Buen recurso.

Recursos impresos

Meredith, J., & Catherine M. (1999). Real Clout. Boston: El Proyecto de Acceso. Un manual para activistas comunitarios tratando de expandir el acceso. Apuntado específicamente al cuidado de la salud, pero la información y las técnicas son aplicables a cualquier área de servicios comunitaria o de salud.