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  • ¿Qué es la acción legal?

  • ¿Por qué iniciar una acción legal, y por qué no?

  • ¿Cómo se inicia la acción legal?

Durante mucho tiempo, la Petersburg Fair Housing Coalition (PFHC, Coalición por un alojamiento justo en Petersburg) estuvo convencida de que las immobiliarias locales estaban practicando la discriminación racial en sus ventas, rechazando vender casas en ciertos vecindarios a minorías. El lado Oeste era prácticamente todo blanco, por ejemplo, y aparentemente nunca había casas disponibles cuando compradores procedentes de minorías raciales querían comprar algo, sin importar lo bueno que fuera su crédito o cuánto dinero estuvieran dispuestos a pagar.

La PFHC decidió probar su teoría. Reclutó a varias familias blancas, negras y latinas que actuarían como compradores de casas. Cada una fue a varias immobiliarias, todos en busca de casas en el lado Oeste. En casi todos los casos hubo casas disponibles para las familias blancas, pero no para el resto.

A las familias negras y latinas se les sugirió que consideraran otros vecindarios, donde había muy buenas ofertas. Si insistían en querer una casa en el lado Oeste, los agentes immobiliarios prometían llamar en cuanto hubiera algo disponible, pero las llamadas nunca llegaron, al menos no durante el tiempo en que la PFHC estuvo vigilando el asunto.

La PFHC contactó a la Asociación de Immobiliarias para protestar, pero la Asociación, al igual que las immobiliarias con las que los miembros de la PFHC hablaron, negó que estuviera ocurriendo ningún tipo de discriminación. Cuando la PFHC siguió insistiendo, las immobiliarias se negaron a hablar, y dejaron de contestar o devolver llamadas. Lo que las immobiliarias estaban haciendo parecía totalmente ilegal, y estaba perjudicando a la comunidad. En una enérgica reunión, la PFHC decidió que el asunto era suficientemente serio como para llevarlo a juicio.

A veces, las vías preferidas para resolver una disputa, corregir un error, o solucionar un problema simplemente no funcionan. Cuando la gente está siendo perjudicada o cuando el interés público está siendo amenazado (como cuando los miembros de la comunidad están siendo discriminados) puede ser necesario que los defensores tomen una acción legal para corregir la situación. En esta sección explicaremos exactamente lo que eso significa, veremos las ventajas y desventajas de tomar una acción legal, y explicaremos cómo hacerlo.

Dos reglas sobre la acción legal suficientemente importantes como para justificar este cuadro de color:

Regla Número 1: Si puede evitar la acción legal, ¡hágalo! Como hemos dicho en repetidas ocasiones en la Caja de Herramientas Comunitarias (en la sección anterior, por ejemplo) ir al juzgado es la última opción, a ser usada sólo cuando nada más funciona. Es casi siempre caro, arriesgado, y suele llevar mucho tiempo. Al ser un proceso adversario, puede acabar en odios y resentimientos que pueden perjudicar tu trabajo en la comunidad. Úsalo sólo cuando hayas agotado todas tus opciones, o como una táctica que te permita usar una de esas opciones (por ejemplo, persuadir a un juez para que ordene una búsqueda de pruebas o un mediador.)

Regla Número 2: ¡Nunca intente esto usted sólo! Ni piense entrar en un juicio sin un abogado. Puede apostar a que el otro lado tendrá (por lo menos) uno.

Los abogados se pasan tres años en la facultad aprendiendo a entender los conceptos básicos de las leyes; después pasan muchos más años aprendiendo a usar estos conceptos en situaciones prácticas, y a abrirse camino a través de la jungla de convenciones legales, procedimientos judiciales, demandas, y negociaciones con otros abogados. A no ser que usted mismo sea un experto en asuntos legales y entienda completamente tanto las leyes como el proceso legal, no tiene prácticamente ninguna posibilidad.

Encuentre a un abogado antes de hacer algo para abrir un caso. Lawsuits for Dummies (Juicios para Tontos) puede ser de ayuda en el Juzgado de Causas Menores, donde la mayoría de la gente defiende sus propios casos, pero en una acción legal de gran relevancia sólo te recordará por qué usaron ese título para el libro.

Nota: En toda esta sección nos referimos a la otra parte en una acción legal como “él” o “ella”. Recuerde que la otra parte puede ser una organización, una corporación, una agencia gubernamental, o cualquier otra entidad que incluya a un gran número de personas, como puede serlo tu grupo. Aunque usaremos el singular por conveniencia, los juicios civiles basados en la defensa jurídica suelen involucrar a grupos más que a individuos. En un caso criminal, los acusados suelen ser individuos, ya que la mayoría de castigos criminales tienen que ser aplicados a alguien específico. No puede meter a una corporación en la cárcel (aunque se puede multar).

¿Qué es la acción legal?

"Acción legal," en el contexto de esta sección, es otra forma de decir juicio. Los juicios tienen diferentes formas, se pueden presentar las demandas en diferentes juzgados, y pueden tener diferentes metas y resultados. Probablemente la primera disyuntiva, una vez que usted decida comenzar un proceso judicial, sea si debe ser un proceso civil o criminal. Las diferencias fundamentales entre los procesos civiles y criminales están en las diferentes partes en el juicio y en el rango de decisiones disponible para el jurado.

Algunas definiciones

Las dos partes en un juicio son el demandante (el acusador, es decir, la parte que inicia el proceso), y el demandado (el acusado, es decir, la parte contra la que se inicia el proceso).

  • Un acuerdo en un proceso civil es un acuerdo negociado entre la partes antes de recibir un veredicto judicial. En la mayoría de los casos, un acuerdo supone un pago de una parte a la otra. Puede incluir también otros elementos además, o en vez, del pago, tales como la promesa de no hacer público el monto del pago, o de continuar o parar ciertas acciones.
  • El fiscal es el abogado gubernamental que trae cargos criminales y representa al gobierno en un proceso criminal. El término se refiere tanto a una persona (el abogado del distrito o del estado) como a su oficina, que comprende a todo un equipo de abogados, cualquiera de los cuales podría defender el caso en el juzgado.

Una acusación es la acusación formal que hace el estado cuando acusa a alguien de un crimen. Una acusación no significa que el demandado sea culpable, sólo que hay suficientes indicios como para llevar el asunto a juicio.

Tipos de acción legal

  • Proceso criminal. Las dos partes en un proceso criminal son el demandado y el gobierno. Un crimen es la violación de las leyes del gobierno, sea federal, estatal o local. Hay dos niveles de crimen: delito grave, que es un crimen serio castigado con un tiempo en prisión y/o una gran multa, y delito menor, que es un crimen menor castigado normalmente con pequeñas multas, servicios a la comunidad u otras alternativas a la prisión.

Al ser el gobierno la parte ofendida en un proceso criminal (son sus leyes las que han sido quebradas), es el gobierno quien debe abrir el caso. Si tiene (o cree que tiene) pruebas de que alguien ha cometido un crimen, y quiere que ese individuo u organización sea acusado, usted no puede hacerlo por sí mismo. Tiene que ir a la policía, al FBI, o al fiscal gubernamental y pedir que el caso sea abierto. El fiscal decidirá si el caso es suficientemente importante o fuerte para seguir adelante.

  • Proceso civil. Los procesos civiles son iniciados por entidades privadas: individuos, corporaciones, ONGs, instituciones, familias, etc. Van a juicio porque creen que la otra parte les ha ocasionado, o está a punto de ocasionarles, algún daño y debe compensarlos por ello, o prevenirlo. Algunos ejemplos típicos de juicios civiles:
    • Para solucionar disputas o desacuerdos (normalmente acerca de dinero o propiedades).
    • Para recuperar dinero o propiedades de las que una parte cree haber sido injusta o ilegalmente despojada por la otra parte.
    • Para castigar a la otra parte por violar un contrato u otro acuerdo (o para forzar a la otra parte a respetar el acuerdo).
    • Para castigar a la otra parte por quebrar una promesa (o forzar a la otra parte a mantener la promesa).
    • Para recuperar dinero o propiedades obtenidas por la otra parte bajo pretensiones falsas.
    • Para recibir una indemnización de la otra parte por haber expuesto intencionadamente a la primera parte a algún tipo de daño.

Como un proceso civil se ocupa de la violación del comportamiento cívico que hace posible que una sociedad funcione, las penas civiles no suponen ningún tipo de pago al estado (penas de prisión, multas, u otras sentencias judiciales indicadas en las leyes). En vez de eso consisten en dinero o algún otro tipo de pago a la parte injuriada para indemnizarla por pérdidas financieras y/o por daños, sufrimiento, etc. causados por las acciones de la otra parte.

Puede considerar el abrir tanto un proceso criminal como civil, dependiendo de las cincunstancias. Iniciar una acción criminal no es algo seguro, al no poder abrir el caso usted mismo, si no que tiene que convencer a un fiscal para que lo haga, lo que no es tan fácil, a no ser que tenga evidencias convincentes o testimonios que prueben que se ha cometido un crimen. Puede ser incluso más difícil si se está luchando contra intereses poderosos. E incluso si consigue superar este obstáculo, el jurado puede decidir que no hay suficientes evidencias para una condena.

Por otra parte, la amenaza de un proceso criminal puede conseguir una respuesta más rápida y deseable de la otra parte. Si hay alguna posibilidad de que el director ejecutivo de una corporación tenga que pasar una temporada en prisión, se mostrará más receptivo a una negociación, o a ser razonable.

Por el mismo principio, a veces se puede usar un proceso civil para recuperar daños materiales en lo que parece más un caso criminal. A pesar de que O.J. Simpson fue acusado de asesinato, los padres de las víctimas le procesaron en el juzgado civil por muerte injusta y ganaron un juicio multi-millonario. El Southern Poverty Law Center, (Centro Judicial para la Pobreza Sureña), ha usado procesos civiles para llevar a la bancarrota a grupos que cometen violentos delitos por discriminación, incluyendo varias secciones del Ku Klux Klan. (Ver Ejemplos para una mejor descripción de cómo este Centro Judicial usa las leyes civiles para llevar a racistas violentos y grupos discriminadores ante la justicia.)

El sistema judicial

En los Estados Unidos, el sistema judicial federal trata temas relacionados con la Constitución y las leyes federales, mientras que cada estado tiene su propio sistema judicial para tratar las leyes estatales y asuntos civiles. Cada uno de estos sistemas, en general, tiene cuatro niveles:

  • Juzgados jurisdiccionales específicos, que se ocupan sólo de casos de un tipo en particular. En el nivel federal, esto incluye el juzgado de bancarrota, y juzgados que tratan casos de aduanas. En el nivel estatal, las áreas específicas pueden incluir tráfico, asuntos immobiliarios, o sucesiones (testamentos y propiedades, divorcios, custodia de hijos, etc.) Cada estado puede tener diferentes juzgados jurisdiccionales específicos.
  • Juzgados jurisdiccionales generales, que tratan toda una variedad de casos criminales y civiles.
  • Juzgado de apelaciones, que revisa las decisiones del juez cuando hay problemas de procedimiento o adherencia a la constitución federal o estatal.
  • Una corte suprema, que es el juzgado de última instancia, y la máxima autoridad en cuestiones constitucionales.

Posibles resultados de una acción legal

Los objetivos de una acción legal pueden variar tremendamente, dependiendo de las circunstancias. Entre los más comunes:

  • Indemnizaciones monetarias. Puede que el pago sea a tu organización, pero lo más probable es que sea para alguna otra persona o entidad, sea por un desembolso específico o por injurias (devoluciones a consumidores que compraron productos defectuosos, gastos médicos para gente que cayó enferma por causa de las acciones de la otra parte), o una compensación por daños, sufrimientos, problemas, etc.
  • Otros tipos de pagos o acciones. Usted puede querer que un promotor immobiliario mantenga un espacio particular abierto como área verde, o que una corporación cambie sus prácticas de venta. Puede querer que una organización se disculpe por sus actos, o que una agencia gubernamental revele información que debería ser pública. Puede querer que casi cualquier entidad cambie algunas de sus políticas. Las posibilidades aquí son muchas.
  • Orden judicial. Usted puede ser capaz de obtener una orden judicial temporal para hacer que algo deje de pasar, o para asegurar de que algo continúe pasando, hasta que el caso sea decidido (o por un período menor). El resultado de ganar el caso (o de una negociación) puede ser una orden judicial permanente (tal vez acompañada de indemnizaciones monetarias), si eso supone una resolución razonable del conflicto.

Después de las indemnizaciones monetarias, el objetivo más común de un proceso civil es probablemente una orden judicial de lo que una o ambas partes deben hacer, continuar haciendo, dejar de hacer o no empezar a hacer. Una orden judicial permanente puede venir en forma de veredicto en un juicio, y especificar qué acción debe o no llevarse a cabo en un futuro próximo. Una orden judicial preliminar o temporal puede ser dictaminada para impedir daños mientras el caso, o alguna fase de éste, sean decididas, pero no está destinada a durar indefinidamente.

En una situación en la que un grupo denuncia a un promotor immobiliario porque su proyecto puede poner en peligro una fuente de agua potable importante para la comunidad, por ejemplo, el juez puede ordenar al promotor que detenga el proyecto hasta que la verdad del caso pueda ser determinada. Esta orden judicial temporal seguirá vigente hasta que se determine que no hay peligro y que el trabajo puede continuar (en cuyo caso la orden es levantada), o que el peligro es real (en cuyo caso la orden puede hacerse permanente).

  • Mediación o arbitraje. Un juez puede odenar el uso de un mediador, un investigador o un árbitro para ayudar a resolver un caso. Un mediador trabaja con las dos partes para ayudarles a encontrar un acuerdo aceptable para las dos, o una solución a su disputa. Un investigador trata de encontrar la verdad entre las declaraciones en el caso, y hace recomendaciones (normalmente sin compromiso) al juez sobre la necesidad de ir a juicio. Un árbitro normalmente considera los dos lados del caso, e idea una resolución vinculante.
  • Castigo a la otra parte por causar daños a otros y/o al bien público para su provecho o interés propio. En algunos casos, el irrespeto por el bien público de la otra parte puede ser tan descarado e insensible que vale la pena hacer una denuncia sólo para restaurar el balance social. Esta situación puede requerir una queja criminal, si hay razones para ello.

¿Por qué iniciar una acción legal, y por qué no?

Si ir a juicio es tan complicado y caro, ¿por qué lo haría? Aunque tomar acción legal debería ser tu última opción, a veces se llega a un punto donde es la única opción que queda, antes de dejar el asunto correr. Algunas razones por las que se puede decidir dar el paso:

  • La otra parte se niega en rotundo a negociar con usted. No responde a tus llamadas, no habla con usted sobre el asunto, ni responde a llamamientos públicos o humillaciones públicas.
  • Ha tratado negociaciones y/o mediaciones, y se ha dado cuenta de que la otra parte no trata con usted de buena fe. Por la razón que sea, la otra parte es deshonesta, no cumple los acuerdos, se niega a explicar lo que quiere, etc., y sabotea cualquier oportunidad de llegar a un acuerdo mutuo.
  • Quiere que un juez ordene el uso de mediación, investigación o arbitraje para resolver una cuestión. Puede que haya otra solución que no sea ir a juicio, pero si la otra parte se niega a considerarla, no está disponible. Pero para que un juzgado ordene tal solución tiene que abrir un caso primero. Hasta que no lo haga, el juez no tiene ningún tipo de autoridad sobre el tema.
  • La otra parte ha dejado claro que sólo aceptará la vía legal. Puede que tenga un historial de no cambiar su comportamiento hasta ser forzado por un juzgado, puede ver este tema como un problema de principios, o simplemente puede que quiera causar tantos problemas como le sea posible. Sea cual sea la razón, no te deja más opción.

Tenga cuidado con aceptar tal desafío simplemente por el hecho de ser un desafío. Piense con detenimiento si el problema es suficientemente importante como para soportar las dificultades de un caso judicial.

Puede usar una táctica similar, amenazando con tomar acción legal si la otra parte no accede a tomar otra vía de acción (negociación, o cambiar su comportamiento, por ejemplo). Pero eso lo pone en la misma situación: ha lanzado un desafío, y si es aceptado, puede ser difícil retirarse, incluso si ésa es la mejor vía de acción.

  • Sabe o cree que la otra parte va a iniciar acción legal contra usted. Una forma de desbaratar sus planes es hacerlo usted primero, siempre y cuando tu caso sea legítimo.
  • La otra parte está haciendo, o está a punto de hacer, algo tan dañino que usted tiene que actuar de forma rápida y eficaz. Si la salud pública o el interés público (o la salud o interés de un grupo particular de gente) está amenazada, y la otra parte no quiere considerar alternativas o discutir el tema, un juicio puede ser tu única opción. La meta aquí puede no ser una condena, si no la obtención de una orden judicial, que te dará un poco de tiempo para continuar trabajando por otra solución. Si la otra parte sigue inamovible, el caso puede progresar, y la orden judicial protegerá al público mientras el juicio tiene lugar.

Los casos que puede tratar en este tipo de situación son muchos y variados. El mercadeo de un producto inseguro (por ejemplo, la controversia Firestone Tire/Ford Explorer en el 2000, en la cual Firestone vendió llantas poco rentables, lo cual ocasionó accidentes y muertes), el cierre de un programa necesario (defensores legales fueron capaces de evitar y finalmente revocar un intento del Gobernador de Massachusetts de suspender un programa de vida independiente para adultos mentalmente retardados), el verter residuos tóxicos (Love Canal). Éstas y otras situaciones pueden convencer a los defensores legales a presentar una demanda.

Una situación similar, aunque no idéntica, es cuando la otra parte está a punto de actuar de forma irrevocable, de forma que las consecuencias sean permanentes. La demolición de un edificio histórico, por ejemplo, o el talado de un viejo bosque, son acciones que no pueden ser revertidas una vez realizadas. El edificio habrá desaparecido para siempre; el bosque puede crecer de nuevo, pero tardará cientos de años en llegar al estado actual, y únicamente si no sufre interferencia humana. Nuevamente, una orden judicial temporal puede parar la acción hasta que se pueda negociar una alternativa, o convencer a un jurado de que el interés público demanda que la acción no sea tomada.

  • Tomar acción legal es parte de una estrategia mayor para mantener a la oposición a raya mientras se trabaja para conseguir la aprobación de una ley que haga tu caso innecesario. Puede usar todo lo que se te ocurra para evitar que las cosas empeoren mientras se trabaja legislativamente para mejorarlas.
  • Si usted gana, puede establecer un precedente legal que ayude a tu causa a largo plazo. En algunos casos legales, nuevas interpretaciones de la ley pueden tener grandes consecuencias sociales y políticas. Recuerda que fue un caso judicial el que estableció que la segregación escolar era inconstitucional. Si tu caso tiene implicaciones en la forma en que tu causa es tratada legalmente, se puede conseguir avanzar en ella de forma fundamental.

Un precedente legal es una decisión judicial que es usada más tarde para guiar futuras decisiones.

¿Por qué no iniciar acción legal?

Hay muchas razones legítimas para tomar acción legal, pero también las hay para no hacerlo. Es importante considerar todas tus opciones antes de tomar la decisión, y asegurarte de que se tienen los recursos (y el estómago) necesarios para una larga batalla legal. Algunos elementos que te pueden disuadir de presentar una demanda son:

  • Gastos. Como hemos dicho muchas veces la acción legal es costosa. Si usted va a enfrentarse a un oponente con recursos considerables (una gran corporación o institución, el gobierno, una persona rica) los costos de ir a juicio pueden ser increíbles.

El mayor costo, evidentemente, son los honorarios del abogado (que en centros urbanos suelen ascender a cientos de dólares por hora), pero también pueden existir costos de otros profesionales que asisten a los abogados, como investigadores, detectives, expertos, etc. También existen costos de juzgado, tasas por demanda, y otros similares, que en un juicio prolongado pueden ascender a una gran suma de dinero. Finalmente, se debe considerar los costos del tiempo que usted y otros colegas van a invertir pensando estrategias, investigando, reuniéndote con abogados y otros, dando o atendiendo testimonios y acudiendo a los juzgados. Un gran juicio puede fácilmente llegar a costarle a cada parte varios cientos de miles de dólares… o incluso más.

Hay formas de reducir estos costos. Se puede por ejemplo encontrar a un abogado que trabaje para usted gratuitamente como un servicio público, o porque cree en lo que usted está haciendo. Otra posibilidad en un caso civil es que el abogado trabaje por un porcentaje del trato final, llamado comisión. Si pierdes, el abogado no gana nada, lo que además le incentiva a hacer todo lo posible para ganar el caso.

Otra posibilidad es que se encuentre a un benefactor o mecenas que te financie el caso. Los mecenas en este sentido son individuos u organizaciones con muchos recursos que están suficientemente interesados en tu caso como para financiar el juicio con tal de verlo resuelto satisfactoriamente. Hay algunas organizaciones que hacen esto de forma regular, o que proporcionan abogados que ayuden a otros a presentar demanda en sus áreas de interés. La American Civil Liberties Union (Unión para las Libertades Civiles Americanas) es probablemente la más conocida. Otra opción es trabajar con una oficina de Servicios Legales u otra alternativa de bajo costo hasta llegar a un abogado privado.

  • Tiempo. Un juicio puede llegar a durar décadas, especialmente si los abogados de uno o los dos bandos son poderosos.

Un amigo del autor se tomó un año sabático en la Universidad para trabajar en lo que por entonces era un caso de derechos por el agua de 15 años de antigüedad, que afectaba a un pueblo de nativos americanos en Nuevo Mexico. Varios años más tarde, tras graduarse en la escuela de derecho, entró a trabajar para el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en Washington, donde trabajó en el mismo caso durante varios años. Su siguiente empleo fue en la oficina de Abogados de los Estados Unidos en Nuevo Mexico, donde continuó trabajando en el mismo caso varios años más. Cuando el caso fue finalmente resuelto mi amigo, mi amigo -que tenía 20 años cuando tuvo contacto con el caso por primera vez- había cumplido más de 40. El caso de derechos por el agua había durado casi 40 años.

  • Disgustos. En un juicio importante, que ponga en juego grandes sumas de dinero y/o la reputación e imagen pública de cualquiera de las partes, los abogados muchas veces harán lo posible para desacreditar a la otra parte. Pueden contratar a detectives que busquen cualquier violación de la ley, comportamiento privado poco ético, tratos financieros, comentarios desafortunados, etc, que puedan hacer que la otra parte (en este caso, usted) parezca mala, insensata o deshonesta. Si usted, o cualquier otra persona en la organización, tiene alguna cosa que ocultar, probablemente estos secretos serán sacados a la luz pública.

De la misma forma, tus abogados pueden hacer lo mismo con la otra parte. ¿Realmente quiere meterse en un combate de calumnias? ¿Qué provocará esto en tu efectividad general como defensor legal?

  • Destrucción de relaciones actuales o potenciales. Un juicio puede crear barreras no sólo entre usted y la otra parte, sino entre usted y toda la clase de entidades de la que forma parte. Si se demanda a una corporación, otras corporaciones pueden no querer tratar con usted, y mucho menos apoyarte. Pero si consigue llevar la disputa sin mucha publicidad o sin ir a juicio pueden considerarte razonable.

En realidad, esto puede funcionar de la forma opuesta también. Si se demanda a una corporación, otras corporaciones te pueden ver como alguien con quien deben tratar, porque usted jugará duro si no lo hacen.

  • El esfuerzo puesto en el juicio puede afectar al resto de tu trabajo como defensor. En algunos casos, un juicio puede (y debe) ser la meta real de tu trabajo judicial (ver el ejemplo sobre Morris Dees y la Southern Poverty Law Center). En otros casos, puede ser sólo un pequeño aspecto de lo que se necesita cumplir. Pero puede llevarse una gran parte de tu tiempo y energía, dejando poco para el resto de tu trabajo.
  • No hay ninguna garantía de que, tras todo el gasto de dinero, tiempo, buena voluntad, reputación, etc, usted gane. Los jueces o jurados no siempre ven la situación de la misma forma que uno. Puede dedicar años a una causa, para acabar perdiendo. O incluso si se gana, la decisión judicial puede ser apelada, y puede perder la apelación, después de años de gastos.
  • Si se pierde, puede sentar un precedente legal que acabe perjudicando a tu misma causa a largo plazo. Al igual que ganar un caso importante puede sentar un precedente positivo, perder uno (y siempre existe esa posibilidad, por muy bueno que parezca tu caso) puede tener el efecto contrario.

Dados estos pros y contras, se debería considerar la situación, la fuerza de tu caso, la tenacidad de tu oponente, los costos para la comunidad o la sociedad de la situación que se está intentando cambiar, tus recursos, tu estómago para una lucha y, en general, todo lo que hemos indicado, para decidir si la acción legal es la vía correcta para usted.

¿Cómo se inicia la acción legal?

Ya ha considerado todos los pros y contras, y ha decidido que va a llevar tu caso a juicio. ¿Y ahora qué? Aquí tiene una guía paso a paso de todo lo que se tiene que hacer.

  • Encuentre a un abogado. Tal y como se ha explicado al principio de la sección, usted va a necesitar un abogado, y no un abogado cualquiera. Necesita a alguien (o algún bufete) especializado en el área legal (consumidor, medio ambiente, salud, educación, etc.) a la que pertenece tu caso. También debe conocer el sistema judicial que va a usar, y tener aptitudes tanto para la negociación como para el litigio (defender un caso en el juzgado), así como estrategia legal. Finalmente, tiene que ser alguien que usted pueda costearse. Por ejemplo alguien que trabaje gratuítamente por tu causa, o a comisión, con el objetivo de no  arruinarse antes incluso de comenzar. Algunos lugares donde puede buscar son:
    • El Colegio de Abogados local. Los Colegios de Abogados suelen tener listas de abogados que incluyen su experiencia y áreas de especialización.
    • Tu propio abogado u otro conocido. Los abogados que usted conoce pueden no tener las credenciales que se necesitan, pero probablemente conozcan a alguien que las tiene, y podrán aconsejarte sobre quién es realmente bueno.
    • El Directorio Legal de Martindale-Hubbell, en la mayoría de bibliotecas y en Lawyers.com
    • Noticias de otros casos similares. Los abogados que defendieron el caso y cómo lo hicieron suele quedar archivado en hemerotecas y, a menudo, en Internet. Tenga en cuenta, de todos modos, que algunos abogados pueden no querer (o no poder) trabajar en tu área geográfica, y que conocer el sistema judicial y los jueces a los que se enfrenta es una gran ventaja para un abogado. Por ésto es normalmente una buena idea contratar a alguien local.
    • Otros en tu área de trabajo, otros defensores, asociaciones profesionales, y el boca a boca de la comunidad. Una de tus mejores fuentes de referencias puede ser la información que te den otros que hayan usado abogados en el pasado.
    • Usted puede encontrar a un abogado en la guía telefónica o en Internet, pero puede tener que entrevistar a varios antes de encontrar al idóneo. Algunas fuentes de Internet te darán información sobre abogados y bufetes.

No tema entrevistar a abogados potenciales para encontrar al correcto. A no ser que el abogado o el bufete lleven el caso como un favor, es usted quien va a pagar las cuentas. Debería enfocar la contratación de un abogado de igual modo que se contrata a un empleado.

  • Determine si realmente tiene un caso. Una vez que tiene un abogado, se debe se asegurar de que tiene un caso suficientemente fuerte como para que la acción legal valga la pena. La mayoría de abogados no aceptarán un caso (excepto en el caso tal vez de una defensa criminal) a no ser que crean que hay una probabilidad razonable de ganar. Si usted está convencido de que quiere hacer la demanda, es posible que tenga que hablar con más de un abogado antes de encontrar a uno que quiera hacerlo. Si muchos de ellos lo rechazan, tal vez debería tratar de encontrar otra forma de afrontar la situación que no pase por el juzgado.

Los pasos 3, 4 y 5 que siguen están ordenados de forma lógica, pero no es el único orden posible. Todos ellos saldrán como resultado de discusiones con tu abogado, y no necesariamente en el orden dado. Es posible que ni siquiera tenga algunas de las opciones (puede que no se tenga la base para hacer una demanda colectiva, por ejemplo, o que no pueda escoger qué sistema judicial usar). De todas formas, todos tratan temas a tener en cuenta.

  • Decida qué quiere conseguir a través de la acción legal. Como defensor, muchas veces tu meta no será algo para usted, si no más bien una acción o cambio de acción de la otra parte, y/o un pago u otro tipo de compensación a alguien que fue perjudicado por las acciones de la otra parte.
  • Decida si está demandando en nombre propio, en nombre de un pequeño grupo de demandantes, o si quiere hacer una demanda colectiva. Una demanda colectiva es aquélla que se hace en nombre de todo un colectivo de gente. La palabra “colectivo” se refiere aquí a cualquier grupo de gente que tiene algo en común por lo que han sido perjudicados, física, económica o políticamente, por las acciones o políticas de la otra parte. Algunos ejemplos de colectivo en demandas colectivas reales:
    • Fumadores que murieron o enfermaron por el uso del tabaco.
    • Familias de las víctimas del ataque del 9/11 al World Trade Center en Nueva York.
    • Los compradores del estado de California de cierto software de Microsoft, que ganaron un reembolso porque Microsoft usó injustamente su monopolio virtual sobre los sistemas operativos para fijar precios y forzar la compra  de sus sistemas operativos.
    • Veteranos retirados de las fuerzas armadas americanas que han perdido su derecho a asistencia médica gratuita y están demandando al Gobierno para recuperarla.
    • Inversionistas que perdieron dinero cuando la corporación Enron cayó. Alegan que Enron encubrió su situación financiera y defraudó a los inversionistas.
    • Granjeros afroamericanos que fueron discriminados en programas de créditos agrarios operados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
    • Ucranianos forzados por los Nazis a trabajar como esclavos durante la Segunda Guerra Mundial presentaron una demanda colectiva contra las empresas alemanas que se beneficiaron de su trabajo.

Como se puede ver, los colectivos pueden definirse de muchas formas, pueden representar tanto a individuos como a grandes entidades, y pueden ir de números relativamente pequeños de miembros a millones. Generalmente, el colectivo en sí mismo está representado por uno o unos pocos demandantes que pertenecen al colectivo, y que son nombrados en el juicio.

Una cuestión importante aquí es el derecho. No se puede poner una denuncia a no ser que el denunciante tenga derechos sobre el asunto. Esto significa que el denunciante debe haber experimentado o estado expuesto al problema del que se está quejando. Si, por ejemplo, se conoce una situación donde se estuvieron vendiendo productos defectuosos a sabiendas, pero usted no compró ninguno, puede que no tengan derecho a presentar la demanda. Sólo alguien que haya comprado los productos defectuosos puede actuar como demandante.

Los defensores, organismos de control y fiscales que quieren hacer demandas colectivas deben a veces buscar a alguien con derechos que quiera actuar como demandante. Esto puede ser difícil si los demandantes potenciales tienen miedo de algún tipo de represalias (pérdida de empleos, cancelaciones de préstamos, amenazas físicas o de otro tipo, desaprobación por parte de sus vecinos).

Los abogados en demandas colectivas (que suelen suponer grandes cantidades de dinero, ya que un colectivo puede incluir miles de personas u organizaciones) suelen trabajar a comisión, de forma que sus honorarios serán un porcentaje del acuerdo total. Esto significa que cuando un acuerdo suculento parece posible se pueden conseguir los servicios de los mejores abogados.

Como defensor, usted puede querer hacer una demanda colectiva porque atraerá mejor la atención y el interés públicos, porque conseguirás indemnizaciones para todas, o casi todas, las personas afectadas, o porque el resultado supondrá una carga económica superior para la otra parte, o las tres.

  • Decida dónde y en qué juzgado presentar la demanda. Tal vez pueda elegir el área geográfica (en qué estado o país) donde presentar la demanda, o pueda elegir si usar el sistema judicial federal o estatal.
    • Área geográfica. En general, un caso debe ser demandado donde la acción a la que se refiere aconteció. En situaciones en las que las acciones ocurrieron en varios lugares (diferentes casos de contaminación industrial por la misma empresa, ventas nacionales de un producto defectuoso o peligroso) puede existir la posibilidad de elegir dónde hacer la demanda. Debería hacer esta elección en función de dónde tenga más posibilidades de ganar o de conseguir tus objetivos. Un estado puede tener buena reputación por ser más favorable a las demandas de fraude a los consumidores que otro, por ejemplo, o puede ser más duro en sus leyes medioambientales.
    • Juzgado federal o estatal. Si tanto las leyes o regulaciones federales como las estatales afectan al caso, o en algunas otras circunstancias es posible que usted pueda elegir presentar la demanda en el juzgado estatal o el federal. Nuevamente, debería determinar qué sistema puede ser más favorable a tu caso y/o puede ayudar de mejor manera a conseguir tus objetivos. También debería considerar dónde podría conseguir un juicio más rápido. Algunos juzgados están tan ocupados que puede tener que esperar más de un año antes de que el caso pueda ni siquiera comenzar, y puede aún faltar varios años para llegar al juicio.

Otro asunto a tener en cuenta es qué tribunal de apelaciones atenderá tu apelación en el caso de que pierdas el caso inicial. Algunos tribunales de apelaciones estatales, y algunos Circuitos federales, son conocidos por ser particularmente liberales o particularmente conservadores, o por ser más favorables a ciertos temas. Si tiene la opción, usted puede considerar la posibilidad de apelar.

  • Prepárese para discutir los argumentos de la otra parte. Ésta es otra forma de decir “Investigue”. Usted es el experto en los temas que abarcan el caso. Puede ayudar mucho a tu abogado y al caso si tiene toda la información necesaria: la historia del caso, documentos u otras evidencias tangibles, conocimientos sobre el tema, tanto académicos como prácticos, regulaciones gubernamentales, etc.
  • Anticípese a lo que la otra parte pueda usar en tu contra. Como se ha comentado anteriormente, usted personalmente o la organización (o los demandantes en tu demanda colectiva, si no es usted mismo el demandante) pueden ser el blanco de preguntas dirigidas para desacreditaros. La otra parte puede indagar información sobre usted o su organización que usted no que se hiciera pública, y no puede hacer nada para evitarlo.

Lo que sí puede hacer es prepararse para lo peor. Sea honesto con su abogado sobre cualquier cosa que los abogados de la otra parte puedan encontrar, y piense en estrategias para afrontar la situación si lo hacen. Prepare respuestas razonables (y posibles contraataques) a cualquier cargo o revelación embarazosa. Una posible respuesta, muchas veces excelente, puede ser que son temas irrelevantes para el caso. A veces, los abogados que tratan de avergonzar o desacreditar a la otra parte acaban dañando su propio caso, si llegan a hacer evidente que están tratando de distraer la atención del juez o el jurado de los hechos del caso.

  • Decida si quiere aceptar un trato, y la cantidad o concesión mínima que está dispuesto a aceptar.

Si está involucrado en un caso civil probablemente no vaya nunca a juicio. La mayoría de casos que implican daños materiales son acordados antes de que el caso llegue a juicio. La mayoría de abogados prefieren no arriesgarse a un juicio si es posible, a no ser que tengan un caso absolutamente aplastante y (igual de importante) que pueda llegar a un jurado típico.

Cuando grandes corporaciones o instituciones son demandadas, normalmente tratan de negociar fuera del juzgado porque los jurados suelen favorecer al más débil… y las grandes corporaciones e instituciones pocas veces son vistas como el más débil. Los demandantes temen que un jurado no sólo decida en su contra (lo que puede suponer un desastre en cuanto a las relaciones públicas, especialmente si se trata de un caso importante) sino que además se les sancione con grandes indemnizaciones por daños y perjuicios. Si el demandante puede hacer un trato, incluso si es por una gran suma de dinero, puede muchas veces evitar la publicidad negativa y ahorrar dinero. En estos casos los abogados de las dos partes negocian. Si la oferta del acuerdo es razonable, el abogado del demandante normalmente aconsejará a su cliente que acepte, ya que no hay ninguna garantía de que un juez o jurado falle a su favor. El abogado quiere asegurarse una suma de dinero decente para él mismo (su comisión será un porcentaje del acuerdo) y tanto una suma de dinero decente como un sentimiento de satisfacción para el cliente. Un trato bien negociado suele ser una manera de conseguir las dos.

  • Sea consciente de que este juicio puede formar parte de tu vida y la de tu organización durante todo el tiempo que dure, que pueden ser años. Pueden haber períodos de tiempo (meses, o incluso años) en los que nada pase. Lo mejor que puede hacer es seguir los pasos anteriores, y una vez que haya encontrado a un abogado en quien confíe y hecho todo lo posible, déjele el caso para él. Él le avisará cuando lo necesite.

Si tomar acción legal es la opción correcta en tu situación particular, puede tener resultados positivos y duraderos. Puede significar un cambio en las leyes que favorezcan la resolución a largo plazo de tu causa, indemnizaciones a tu población objetivo por daños y perjuicios, la eliminación de la capacidad de una organización de dañar el interés público, a individuos o a grupos. Probablemente sea costoso y arriesgado, pero puede merecer la pena.

En resumen

Los juicios son costosos, arriesgados y llevan tiempo. Por esto, sólo deberían ser usados como última opción. De todas formas, hay veces en que tomar acción legal es la única forma posible de cumplir tus objetivos.

Si se empieza un proceso judicial, no lo haga sin un abogado. En general, la gente que se defiende a sí misma en un juicio, incluso si son abogados ellos mismos, suele tener las de perder. Hay un dicho entre los profesionales en leyes que dice que el abogado que se representa a sí mismo tiene a un estúpido de cliente.

Si se empieza un juicio, puede tener varias opciones. Primero tiene que determinar si se trata de un caso civil o criminal. Un caso criminal generalmente se presenta contra un individuo, más que contra una entidad más grande, y debe ser presentado por el gobierno estatal o federal, dado que supone un quebrantamiento de la ley estatal o federal. Por esto, incluso si es presentan evidencias de un crimen frente a la policía, FBI o un fiscal estatal o federal, no hay garantía de que el caso se lleve a cabo. Las penalizaciones en casos criminales, dependiendo de si se trata de un delito grave o menor, pueden ir desde servicios a la comunidad hasta multas, prisión o incluso ejecución (como defensor, difícilmente tendrá que enfrentarte a un caso de pena de muerte).

Un caso civil es un problema directo entre individuos o entidades, y puede ser presentado directamente por el demandante. Normalmente los casos civiles se refieren a una parte pidiendo dinero (como pago o indemnización) por algún daño físico, financiero o de otro tipo causado por la otra parte.

Existen razones tanto a favor como en contra de iniciar acción legal. Algunos razones a favor:

  • La otra parte se niega a negociar con usted.
  • Ha tratado la negociación y/o negociación y te ha dado cuenta de que la otra parte no está tratando con usted de buena fe.
  • Quiere que un juez ordene mediación, investigación o arbitraje para resolver un caso.
  • La otra parte ha dejado claro que sólo aceptará la vía legal.
  • Sabe o cree que la otra parte está pensando en iniciar acción legal contra usted.
  • La otra parte está haciendo, o a punto de hacer, algo tan dañino que se tiene que actuar rápida y efectivamente.
  • Tomar acción legal es parte de una estrategia mayor para mantener la oposición a raya mientras se trabaja para conseguir la aprobación de una ley que haga tu caso innecesario.
  • Ganar podría sentar un precedente legal que ayude a tu causa a largo plazo.

Algunas razones en contra:

  • Gastos.
  • Tiempo.
  • Disgustos.
  • Destrucción de relaciones actuales o potenciales.
  • El esfuerzo puesto en el caso puede atrasar el resto de tu trabajo como defensor.
  • No existen garantías de que, tras todos los gastos en dinero, tiempo, buena voluntad, reputación, etc., se gane.
  • Perder podría sentar un precedente legal que acabe dañando a tu causa a largo plazo.

Si, tras considerar todas las opciones, decide que tomar acción legal es la opción correcta, siga estos pasos para empezar y hacer lo posible para conseguir el éxito:

  • Encuentre al abogado apropiado, a través de un riguroso proceso de búsqueda (y tal vez entrevistas).
  • Determine si tiene un caso suficientemente poderoso para continuar.
  • Decida qué es lo que quiere sacar del juicio: penas criminales, indemnizaciones, un mandato judicial, arbitraje, etc.
  • Decida si una demanda colectiva sería apropiada en este caso, y si cumpliría el propósito propuesto.
  • Si tiene elección, decida dónde y en qué sistema judicial debería presentar la demanda.
  • Prepárese para rebatir argumentos de contraataque: investigue.
  • Prevea qué trapos sucios puede sacar la oposición.
  • Prepárese para vivir con este juicio durante años, si es necesario.

Tomar acción legal puede ser difícil y costoso, pero también puede tener resultados positivos y duraderos si tiene el caso correcto.

Recursos en línea

The number of Internet sites relating to the law and legal issues is enormous. We've tried to provide a few that contain both general and specific information, and that can lead you to other sites as you need them:

Action Resources – When directed to this page, a variety of links are available, and there is a section specific to taking legal action with related resources.

Columbia Law School Library Online Resources houses a variety of documents and information related to initiating legal action.

An explanation of the lawsuit process.

Gallagher Law Library from the University of Washington School of Law provides a free law library online that offers a variety of legal resources.  

All about grand juries from the University of Dayton Law School. 

Free Legal Web Resources is a service provided by Emory University Law School, and it is organized by subject.

FindLaw. Articles, guides, and other information on a broad range of legal issues.

How to Research a Legal Problem is a guide intended for non-lawyers, and it offers information for a person with a legal problem to find legal rules that can resolve or prevent conflict.

The Legal Advocacy Fund seeks to challenge gender discrimination in higher education and the workplace; this website provides resources for legal case support and legal referrals.

The Lectric Law Library. An irreverent and useful site, including a legal dictionary with definitions of thousands of legal terms, articles, and other material on hundreds of legal topics.

The Legal Information Institute at Cornell Law School. One of the best legal information sites on the web, including all US state laws and all federal laws.

Martindale-Hubbell, including the Martindale-Hubbell Law Directory.