Formulario de búsqueda

Sección 2. Investigación participativa basada en la comunidad

  • ¿Qué es la investigación participativa basada en la comunidad?

  • ¿Por qué utilizar la investigación participativa basada en la comunidad?

  • ¿Quiénes deben involucrarse en la investigación participativa basada en la comunidad?

  • ¿Cuándo utilizar la investigación de participativa basada en la comunidad?

  • ¿Cómo instituir y llevar a cabo la investigación participativa basada en la comunidad?

Una clase de GED (equivalencia de secundaria) en un centro de aprendizaje para adultos estaba estudiando cuadros y gráficos. Un día, los miembros de la clase empezaron a conversar acerca de sus gastos de vivienda y cómo estaban aumentado los costos de alquiler en los pequeños pueblos en los que todos vivían.  Los estudiantes eran principalmente mujeres de bajos ingresos, muchas de ellas madres solteras y con algún tipo de asistencia social, y ellas se quejaban del hecho de que frecuentemente tenían que escoger entre pagar la renta o hacerse cargo de otros gastos necesarios.

La profesora, a quien le interesaba otorgar poder a los estudiantes y sabía reconocer una buena oportunidad de aprendizaje, sugirió que los miembros de la clase dibujaran gráficos circulares de sus gastos. Cuando lo hicieron, se hizo evidente que el alquiler consumía una enorme porción de los ingresos de la mayoría de las personas.

Una de las estudiantes de la clase recalcó que si ella tuviera más dinero para gastar, el alquiler no tomaría dos tercios de sus gastos. Esto hizo que otras dos pensaran acerca del hecho de que entre menor son sus ingresos, una mayor cantidad parecía gastarse en alquiler. En corto tiempo, la clase se ocupó en determinar qué proporción de los ingresos de la gente en diferentes niveles se utilizaba en vivienda. Finalmente, después de llamar a agentes de bienes raíces, consultar con amigos y vecinos, revisar los datos de los censos y calcular los pagos de hipotecas; las estudiantes confirmaron que entre más pobre fuera una persona, más cantidad de los ingresos se utilizaban para cubrir gastos de vivienda… frecuentemente más del 60%. Una mujer dijo, “Pensé que era solo yo, que había algo malo conmigo porque no podía llegar a fin de mes; pero ahora entiendo por qué es tan difícil, estoy pagando casi 2/3 de mis ingresos de alquiler.  Si tuviera más ingresos, estaría pagando solamente 1/3 o menos, y me quedaría suficiente para otros gastos”.

La clase de GED se había convertido en un grupo de investigación participativa comunitaria y reveló algo importante. No se guardaron los hallazgos sino que los presentaron en una reunión con el representante estatal local y los compartieron también con los oficiales del pueblo. El resultado fue una mejor comprensión en la comunidad acerca de lo bajo que eran los pagos de ayuda social y la gran carga que eran los aumentos de alquiler para los pobres.

Los académicos y otros profesionales de investigación no son las únicas personas que pueden hacer investigación, y la investigación académica no es la única manera de encontrar información importante (aunque las colaboraciones académicas – comunitarias pueden ser extremadamente fructíferas). La investigación de acción participativa basada en la comunidad es una excelente manera no solo de evaluar una intervención o iniciativa, pero también de ayudar a las personas que se ven a sí mismas sin poder entender su condición y para empezar a encontrar maneras para salir de la misma. Esta sección habla acerca del concepto y le ayudará a empezar y a utilizar un proceso investigativo de acción participativa basado en la comunidad; ya sea para evaluar su intervención o iniciativa o para fomentar el cambio social en su comunidad.

¿Qué es la investigación participativa basada en la comunidad?

En términos simples, la investigación participativa basada en la comunidad (por conveniencia la llamaremos investigación de acción o P.A.R. en el resto de la sección) enlista a aquellos más afectados por un problema de la comunidad, típicamente en colaboración o alianza con otros que tienen habilidades de investigación, para llevar a cabo investigación y analizar el problema con el objetivo de diseñar estrategias para resolverlo. En otras palabras, la investigación de acción participativa agrega o reemplaza la investigación académica y de otros profesionales con la investigación hecha por miembros de la comunidad, de manera que los resultados de la investigación provengan y vayan directamente a la gente que más lo necesita y puedan hacer mejor uso de los mismos.

Utilizar P.A.R. para propósitos ya sea de evaluación o cambio a largo plazo, puede ser una buena idea por razones de tipo práctico, desarrollo personal y política. En el lado práctico, la investigación de acción participativa con frecuencia permite obtener la mejor información posible del tema, por al menos cuatro razones.

  • Es más probable que la gente en la población afectada esté dispuesta a hablar y dar respuestas directas a investigadores que conocen o que saben que están en circunstancias similares a las propias y no a extraños con los que tienen poco en común.
  • Las personas que en la realidad han experimentado los efectos de un problema, o una intervención, pueden tener ideas e información acerca de aspectos que no se les ocurrirían a personas que lo están estudiando desde afuera. Por tanto, los investigadores de acción de la comunidad se pueden enfocar en los elementos del problema o hacer preguntas o dar seguimiento que los investigadores no harían y obtener información crucial que otros investigadores encontrarían solamente por accidente o del todo no encontrarían.
  • Las personas profundamente afectadas por un problema, o los participantes en un programa, pueden conocer intuitivamente o más directamente, lo que es importante. Lo que parece un comentario a la ligera a un investigador externo, puede revelar su verdadera importancia a alguien que es parte de la misma población a la cual pertenece la persona que hizo el comentario.
  • Los investigadores de acción de la comunidad están en la escena todo el tiempo.  Su contacto tanto con el tema o intervención como con la población afectada es constante, y como resultado, pueden encontrar información aún cuando no están oficialmente involucrados en la investigación.
  • Los hallazgos pueden recibir más apoyo comunitario pues los miembros de la comunidad saben que la investigación se llevó a cabo por personas en sus mismas circunstancias.

Cuando se está llevando a cabo una evaluación, estas ventajas le pueden proveer un panorama más acertado de la intervención o iniciativa y sus efectos. Cuando se está estudiando un asunto comunitario, todas estas ventajas pueden llevar a un verdadero entendimiento de su naturaleza, sus causas y sus efectos en la comunidad, y puede proveer una base sólida para una estrategia para resolverlo.  Y eso, por supuesto, es el verdadero objetivo de la investigación comunitaria, identificar y resolver el asunto o problema y mejorar la calidad de vida para la comunidad como un todo.

En la esfera del desarrollo personal, la P.A.R. puede tener profundos efectos en el desarrollo y las vidas de los investigadores comunitarios, particularmente cuando quienes se benefician de una intervención o quienes son afectados por un asunto, son pobres o en desventaja de alguna otra manera, tienen carencia de educación o habilidades básicas, y/o sienten que el problema está muy lejos de su influencia.  Al involucrarse en la investigación, no solo aprenden nuevas habilidades sino que se ven a sí mismos en una posición de capacidad, obtienen conocimiento valioso e información acerca de un tema importante para ellos y ganan poder y confianza para ejercer control sobre este aspecto de sus vidas.

Dos resultados políticos comunes del proceso p.a.r:

  • A través de la investigación de acción, los ciudadanos pueden tomar más control de la dirección de sus comunidades.
  • Los investigadores comunitarios, especialmente aquellos pobres o en desventaja de alguna otra manera, llegan a ser vistos de manera diferente por los profesionales y aquellos en posiciones de poder. Ellos tienen información vital y la habilidad para utilizarla; por tanto son aceptados como miembros contribuyentes de la comunidad y no como observadores sin voz o dependientes. Han ganado voz, pues entienden que tienen algo que decir.  Además, la investigación y otras habilidades y la autoconfianza que la gente adquiere en la investigación participativa de acción puede transferirse a otras partes de sus vidas, dándoles la habilidad y la seguridad de comprender y trabajar para controlar las fuerzas que los afectan.  Las habilidades investigativas, la disciplina y el pensamiento analítico frecuentemente se traducen en habilidades laborales, lo que hace que los investigadores participativos de acción tengan más posibilidades de ser empleados. Más importante aún, las personas que siempre se han visto a sí mismas como testigos o víctimas ganan la capacidad de convertirse en activistas que pueden transformar sus vidas y sus comunidades.

La investigación activa frecuentemente se utiliza para considerar problemas sociales, por ejemplo reforma de asistencia social o indigencia, pero puede tornarse hacia muchas áreas con resultados positivos.

Algunos ejemplos primordiales:

  • El medio ambiente. Un miembro de la comunidad fue el primero en hacer preguntas y en empezar el sondeo que descubrió el hecho de que la comunidad de Love Canal en Niagara Falls, Nueva York, había sido contaminada por el depósito de desecho tóxico.
  • Asuntos médicos/de salud: La investigación activa puede ser útil en sociedades tanto desarrolladas como subdesarrolladas, para recolectar información acerca de las prácticas de salud, rastreo de epidemias o mapeo de la ocurrencia de una condición particular; por nombrar tres de las numerosas posibilidades.
  • Asuntos políticos y económicos: Los ciudadanos activistas frecuentemente llevan a cabo su propia investigación para sorprender a políticos o corporaciones corruptas, rastrear contribuciones de campaña, etc.

La P.A.R. puede ser utilizada para diferentes propósitos, y también puede ser estructurada de diferentes maneras. Las diferencias tienen mucho que ver con quién tuvo la idea en primera instancia y con quién controla o toma las decisiones acerca de la investigación. Cualquiera de estas posibilidades puede involucrar una colaboración o alianza y un grupo comunitario podría contratar o reclutar como voluntario a alguien con habilidades de investigación para ayudar a guiar su trabajo.

Algunos escenarios comunes son:

  • Los investigadores académicos o de otro tipo conciben y construyen un estudio, y emplean a gente de la comunidad como recolectores de datos o analistas.
  • Un problema o asunto es identificado por un investigador u otra entidad (por ejemplo, una organización de servicios humanos) y se reclutan personas de la comunidad para llevar a cabo la investigación y desarrollar una solución.
  • Una organización basada en la comunidad u otro grupo, reúne a personas de la comunidad para definir y trabajar en un asunto comunitario de su elección, o para evaluar una intervención comunitaria dirigida a ellos o gente similar a ellos.
  • Un problema es identificado por un miembro o grupo comunitario, otros afectados e interesados les ayudan y el grupo resultante realiza la investigación y resuelve el problema por sí mismo.

¿Por qué utilizar la investigación participativa basada en la comunidad?

Ya hemos hecho alusión a un número de razones por las cuales la P.A.R. puede ser útil en la evaluación de una intervención o iniciativa comunitaria o para abordar un problema de la comunidad. A continuación las repetiremos brevemente y, así mismo, incluiremos algunas otras.

La investigación activa produce información superior, más completa y exacta de la comunidad.

  • Las personas hablarán más libremente con sus iguales que con extraños, especialmente con aquellos que conocen personalmente.
  • Los investigadores que son miembros de una comunidad conocen la historia y relaciones que rodean a un programa o asunto, y por tanto pueden ponerla en contexto.
  • Las personas que experimentan una situación o participan en una intervención conocen lo que es importante para ellos con respecto al asunto a tratar; lo que interfiere, la parte de sus vidas que se ve afectada, cómo han cambiado como resultado, etc. El conocimiento les permite formular preguntas de entrevistas que llegan al corazón de lo que ellos, como investigadores, están intentando aprender.

El involucramiento de la comunidad en la investigación tiene más probabilidades de satisfacer las necesidades de la comunidad.

La investigación activa da una resolución razonable o una evaluación acertada más probable mediante dos caminos. Primero, involucrando a las personas directamente afectadas por el asunto o intervención, pone en buen uso la información disponible acerca de lo que está sucediendo en la actualidad. Segundo, motiva a la comunidad a aceptar y apoyar los planes o las intervenciones desarrolladas. Si las personas se involucran en la planificación e implementación de soluciones para los asuntos comunitarios, se sentirán dueñas del proceso y trabajarán para hacerlo exitoso.

La investigación activa crea más visibilidad del esfuerzo de la comunidad al involucrar a los miembros comunitarios.

Los investigadores son familiares a la comunidad, hablarán acerca de lo que están haciendo (así como sus amigos y familiares) y por tanto correrán la voz acerca del esfuerzo.

Hay mayor probabilidad de que los miembros de la comunidad acepten la legitimidad de la investigación y reconozcan sus hallazgos si saben que fueron llevados a cabo por gente como ellos, a lo mejor, personas que ellos mismos conocen.

Los ciudadanos son más capaces de confiar en la veracidad y los motivos de sus amigos y vecinos que los de los extraños.

La investigación activa entrena a ciudadanos investigadores que pueden aplicar sus habilidades en otros problemas también.

Las personas que descubren el poder de la investigación para explicar condiciones en sus comunidades y para desenmascarar lo que realmente está sucediendo, se percatan de que pueden llevar a cabo investigación en otras áreas aparte de las que se abarcan en su proyecto de P.A.R. Frecuentemente se convierten en activistas comunitarios, que trabajan para cambiar las condiciones que les causan dificultades a ellos y a los demás. Por tanto, el proceso de investigación activa puede beneficiar a la comunidad no solo al tratar temas particulares, sino también al crear, a largo plazo, un núcleo de personas dedicadas al mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos en general.

El involucramiento en P.A.R. cambia las percepciones de las personas acerca de sí mismas y acerca de lo que pueden hacer.

Un proyecto de investigación activa puede tener un profundo efecto en los investigadores de la comunidad que tienen desventajas económicas, educativas o de otro tipo.  Puede contribuir a su desarrollo personal, a ayudar a que desarrollen una voz y un sentido de su poder para cambiar cosas y a expandir su visión de lo que es posible para ellos y para su comunidad.  Una visión tan ampliada lleva a un incremento en su voluntad para tomar acciones y a un incremento en el control de sus propias vidas.

Las habilidades aprendidas en el curso de acción de la investigación se traslapan a otras áreas de la vida de los investigadores.

Tanto las habilidades como la confianza obtenidas en un proyecto de p.a.r pueden transferirse al empleo, educación, crianza infantil y otros aspectos de la vida, mejorando enormemente los prospectos y bienestar de las personas.

Un proceso de investigación activa puede ayudar a derribar barreras raciales, étnicas y de clase.

La p.a.r puede eliminar barreras de dos formas. Primero, los equipos de investigación activa son, con frecuencia, diversos y cruzan líneas raciales, étnicas y de clase. De manera que personas con diferentes antecedentes trabajan juntas, se promueve la tolerancia y la amistad, y generalmente esto quita el miedo y la desconfianza.

Así mismo, como contribuyentes integrales de un esfuerzo investigativo o evaluativo, los investigadores comunitarios interactúan en condiciones de igualdad con profesionales, académicos y líderes comunitarios. Una vez más, la familiaridad derriba barreras y permite a los grupos ver cuánto tienen los demás para ofrecer. También permite a la gente entender cuán frecuentemente juzgan mal a los demás basados en preconcepciones y empiezan a considerar a cada uno como un individuo, en vez de cómo “uno de aquellos”.

La investigación activa ayuda a la gente a comprender mejor las fuerzas que influencian sus vidas.

Tal como Paulo Freire descubrió en su trabajo en América Latina, los investigadores comunitarios, algunas veces como resultado de su investigación y algunas veces como beneficio secundario, empiezan a analizar y comprender cómo las grandes fuerzas económicas, políticas y sociales afectan sus propias vidas. Esta comprensión les ayuda a utilizar y controlar los efectos de esas fuerzas y a ganar más control sobre sus propios destinos.

La investigación participativa basada en la comunidad puede llevar a las comunidades hacia un cambio social positivo.

Todos los razonamientos anteriormente citados, describen las razones para utilizar la P.A.R. para reestructurar las relaciones y las líneas de poder en una comunidad. Contribuyen al respeto mutuo y al entendimiento dentro de los miembros de la comunidad y a una profunda comprensión de los asuntos que guían, como resultado,  hacia cambios sociales positivos y significativos.

¿Quiénes deben involucrarse en la investigación participativa basada en la comunidad?

La respuesta corta sería personas de todos los sectores de la comunidad, pero hay algunos grupos específicos que, en la mayoría de las circunstancias, es importante incluir.

  • Las personas más afectadas por el tema o la intervención en estudio. Estas son las personas cuya inclusión es la más importante en un esfuerzo participativo, tanto porque su inclusión lo hace participativo como por lo que aportan. Esta gente, como lo discutimos antes, está más cercana a la situación, tiene mejor acceso a la población más preocupada y puede tener apreciaciones que otros no tendrían. Además, su apoyo es crucial para la planificación e implementación de una intervención o iniciativa. Este apoyo tiene más probabilidad de ser de ayuda si se involucran en la investigación o evaluación.
  • Otros miembros de la población afectada. Las personas que no se ven directamente afectadas por el asunto o intervención, pero que son de confianza entre la población afectada, pueden ser miembros útiles de un equipo de P.A.R.
  • Personas que toman decisiones. Involucrar oficiales locales, legisladores y otras personas que toman decisiones desde el principio puede ser crucial, tanto para proteger su apoyo como para asegurarse que, de hecho, su apoyo es lo que se necesita. Si ellos son parte el equipo, y tienen toda la información que éste recolecta, se convierten en defensores del abordaje del asunto y del reconocimiento e implementación de la solución o intervención que mejor satisface las necesidades reales de la población afectada.
  • Académicos con interés en el tema o intervención en cuestión. Los académicos que han estudiado el asunto frecuentemente tienen información importante que puede ayudar al equipo de p.a.r a comprender mejor los datos que recolecta.  Usualmente también tienen habilidades de investigación y pueden ayudar a entrenar a otros miembros del equipo. Al mismo tiempo, pueden aprender mucho de los investigadores comunitarios, acerca de la comunidad en general, sobre cómo abordar a la gente, a dejar las suposiciones y preconcepciones de lado; y tal vez como resultado aumenten la efectividad de su propia investigación.
  • Empleados y voluntarios de agencias de salud, humanas o públicas. Tal como los dos grupos previos, estas personas tienen mucho que ofrecer y, frecuentemente, mucho que aprender que a la larga los hará más sensibles y más efectivos en sus trabajos. Pueden tener una perspectiva en temas de la comunidad que los residentes carecen por su cercanía con la situación. Al mismo tiempo, pueden aprender más acerca de las vidas de las personas con quienes trabajan y a comprender mejor las circunstancias y presiones que afectan sus vidas.
  • Miembros de la comunidad en general. Esta categoría nos lleva de nuevo al enunciado al principio de esta porción de la sección, que menciona que los miembros de todos los sectores de la comunidad deben tener la oportunidad de involucrarse. Esa afirmación cubre el conocimiento, habilidades y talento que las diferentes personas traen al proyecto; la importancia de la aceptación de todos los sectores de la comunidad si se espera alcanzar cambio a largo plazo y lo que los miembros del grupo aprenden y retroalimentan a sus familias, amigos y vecinos como resultado de su participación.

¿Cuándo utilizar la investigación  participativa basada en la comunidad?

Hay ocasiones en las que la investigación participativa no es apropiada, y hay otras en las que es la mejor opción. ¿Cómo decidir?

Un criterio es la cantidad de tiempo con el que se cuenta para hacer la investigación del tema o intervención. La investigación de acción puede tardar más que los métodos tradicionales, debido a la necesidad de entrenamiento y por el tiempo que usualmente toman los investigadores comunitarios para ajustarse a la situación (por ejemplo para darse cuenta que sus opiniones e intuiciones son importantes, aunque no siempre sean correctas, y que sus conclusiones son legítimas). Si su tiempo es limitado, puede que la P.A.R. no sea la opción acertada.

La investigación de acción es particularmente útil para la investigación cualitativa. Si se está obligado a entregar resultados cuantitativos complicados a un patrocinador, por ejemplo, se puede depender de investigadores o evaluadores profesionales. La mayoría de las investigaciones de acción no están orientadas hacia la producción de resultados expresados en términos de procedimientos estadísticos. (Esto no significa que los equipos de investigación de acción no pueden hacer investigación cuantitativa, simplemente que requiere de más entrenamiento, y por tanto de más tiempo, y puede requerir de fuentes externas o de académicos miembros del equipo para hacer los números.)

Utilizar la investigación participativa es probablemente mejor y más efectivo cuando:

  • Hay tiempo para entrenar apropiadamente y aclimatar a los investigadores comunitarios.
  • La investigación y el análisis necesarios dependen de entrevistas, experiencias, conocimiento de la comunidad y un entendimiento interno del problema o intervención, más que de las habilidades académicas o el conocimiento de estadísticas (a menos que tenga el tiempo y los recursos para enseñar esas habilidades o el equipo incluye a alguien que ya las tiene).
  • Necesita una entrada a la comunidad o grupo desde la cual se está recolectando la información.
  • Hay preocupación por la aceptación y apoyo de la comunidad.
  • Parte del propósito de utilizar la p.a.r es tener un efecto u otorgar poder a los investigadores comunitarios.
  • Parte del propósito de utilizar la p.a.r es establecer la plataforma para el cambio social a largo plazo.

¿Cómo instituir y llevar a cabo investigación participativa basada en la comunidad?

Una vez que se ha decidido llevar a cabo un proyecto de investigación de acción, hay un número de pasos para echarlo a andar.  Hay que encontrar y entrenar a los participantes, determinar exactamente qué información se está buscando y cómo buscarla, planear y llevar a cabo la investigación, analizar y reportar los hallazgos, traducir los hallazgos a recomendaciones; tomar o provocar acciones basadas en esas recomendaciones, evaluar el proceso y darle seguimiento.

A continuación se muestra un proyecto ideal de investigación de acción con una estructura, tal vez iniciada por una organización de salud o servicio humano. Un grupo comunitario que se une por interés común  probablemente reclutaría a los propios amigos de las personas involucradas y probablemente no haría ningún entrenamiento formal a menos que hayan invitado a un investigador a ayudarlos específicamente de esa manera.  La naturaleza del grupo lo ayudará a determinar cómo, o si seguir cada uno de los pasos siguientes.

Reclutar un equipo de investigación comunitario.

La manera de reclutar un equipo dependerá tanto del propósito del proyecto como de quiénes pueden ser más efectivos para obtener y analizar información. Un equipo ya puede existir, como en el ejemplo al principio de esta sección. O un equipo simplemente puede ser un grupo que se une por intereses comunes.  Muchos proyectos P.A.R. apuntan a un equipo diverso, con la idea de que una mezcla de gente proveerá el más amplio rango de beneficio y permitirá la mayor cantidad de aprendizaje de los miembros del equipo.  Otros proyectos pueden tomar individuos solamente de una población particular, como una minoría de lenguaje, aquellos atendidos por cierta intervención, aquellos que experimentan una condición física particular.

Generalmente tiene sentido que al menos la mitad del equipo esté compuesto de personas directamente afectadas por el asunto o intervención en cuestión. Este número asegura un buen contacto con la población de la cual se necesita obtener la información y hace menos probable que los investigadores comunitarios se vean abrumados o intimidados por otros miembros (profesionales) del equipo o por sus tareas.

Reclutar desde dentro de una organización o programa puede ser relativamente sencillo, por que el grupo de potenciales investigadores tiene un poco de audiencia cautiva: se sabe dónde encontrarlos y ya se tiene una relación con los mismos. Por otra parte, reclutar personas de una población más general requiere de atención a ciertas reglas básicas de comunicación.

  • Utilizar lenguaje que la audiencia pueda entender, ya sea que esto signifique presentar su mensaje en un idioma diferente al español ó presentarlo en un español simple y claro sin jerga académica o de otro tipo.
  • Utilizar los canales de comunicación con los cuales hay más probabilidad de que la audiencia preste atención.  Un mensaje en la iglesia que alcance a una gran proporción de la población, un boletín o comunicación de boca en boca, son todos buenos canales por los cuales llegar a una población específica.
  • Ser culturalmente sensible y correcto. Expresar el mensaje de manera que no sea irrespetuoso para la cultura de la audiencia y que además hable de lo que es importante en esa cultura.
  • Ir a donde se encuentra la audiencia.  Reunirse con grupos de personas de la población con la que se quiere trabajar, mostrar información en los barrios o lugares de reunión.  No hay que esperar a que ellos lleguen a usted.

Dado todo esto, el mejor método de reclutamiento sigue siendo el contacto cara a cara con alguien familiar a la persona que está siendo reclutada.

Orientar y entrenar al equipo de investigación.

La orientación y el entrenamiento pueden ser parte del mismo proceso o pueden ser separados.  Los dos tienen diferentes propósitos. La orientación está ideada para dar a la gente oportunidad de hacer preguntas y una idea general de lo que se espera.

Puede incluir:

  • Introducciones generales y una actividad introductoria para ayudar a que los miembros del equipo se conozcan.
  • Explicación de la investigación de acción participativa basada en la comunidad e información básica acerca de este proyecto o evaluación.
  • Compromiso de tiempo de los participantes y apoyo disponible para los mismos, si lo hay. ¿Se proveerán o pagarán los servicios de cuidado de niños, transporte u otros?
  • Oportunidad de hacer preguntas o discutir cualquier parte del proyecto o evaluación que los miembros del equipo no entienden o con la que no concuerdan.

El entrenamiento está ideado para transmitir información y habilidades específicas que las personas necesitarán para poder llevar a cabo el trabajo de la investigación. Hay tantos modelos de entrenamiento como grupos para entrenar. Como se mencionaba arriba, la orientación puede servir como toda o una parte de la sesión introductoria de entrenamiento. El entrenamiento puede ocurrir todo seguido, en sesiones de una o varias horas en días consecutivos, o durante todo el período del proyecto con cada pieza de entrenamiento ligada con la actividad a la que concierne. Puede ser conducido por una persona (quien puede ser interna a la organización o un facilitador externo), por una serie de expertos en diferentes áreas o por los mismos miembros del equipo.

En este último caso, los miembros del equipo podrían por ejemplo, determinar lo que necesitan saber y luego decidir e implementar una manera adecuada de aprenderlo.

  • Encontrar un espacio cómodo para llevar a cabo el entrenamiento.
  • Suministrar o asegurarse de que la gente lleve comidas y bebidas.
  • Hacer recesos cortos con frecuencia.  Es mejor para la concentración de las personas tomar un receso de unos 3 minutos cada media hora que no un receso de 20 minutos cada 3 horas.
  • Estructurar el espacio para la máxima participación e interacción.  Sillas en círculo, espacio para moverse, etc.
  • Variar las maneras de presentar el material. Las personas aprenden en una variedad de formas, escuchando, observando, discutiendo, con ejemplos o con acciones. A mayor cantidad de estos métodos que pueda incluir, mayor probabilidad tendrá de mantener la atención de la gente y de involucrar a todos en el equipo.
  • Utilizar el entrenamiento para construir el equipo. El entrenamiento es una gran oportunidad para que las personas se conozcan y confíen entre sí, y para que absorban los principios de trabajo.

El contenido real del entrenamiento dependerá, por supuesto, del proyecto emprendido pero las áreas generales deberían incluir:

  • Habilidades necesarias de investigación. Estas pueden incluir técnicas de entrevista, búsqueda en internet, construcción de encuestas y otros métodos básicos de investigación y recolección de información.
  • Información importante acerca de la comunidad o intervención en cuestión.
  • Habilidades de reunión y negociación. Muchas de las personas de su equipo pueden no haber tenido experiencia de participar en reuniones numerosas. Necesitan tiempo y apoyo para desarrollar sus habilidades para reunirse, seguir discusiones, saber cuando es oportuno interrumpir, sentirse lo suficientemente seguro para expresar su opinión; y para sentirse cómodo con el proceso de reunión.
  • Preparar un reporte. Esto no necesariamente significa hacer un borrador de un trabajo formal. Dependiendo de los miembros del equipo, un organigrama, una presentación con diapositivas, un video o un collage pueden ser maneras informativas y poderosas de comunicar los resultados de la investigación. También podría serlo un testimonio oral o una grabación de sonido.
  • Hacer una presentación. Saber que esperar y aprender cómo hacer una presentación clara y convincente, puede hacer la diferencia en que sus hallazgos y recomendaciones sean aceptados o rechazados.

Determinar las preguntas que la investigación o evaluación pretenden responde.

Las preguntas que se escogen para responder modelarán la investigación. Hay muchos tipos de respuestas en cualquiera de estos casos.

Una evaluación se puede enfocar en el proceso: ¿Qué se está haciendo realmente y cómo se compara esto con lo que la intervención o iniciativa se propuso hacer? Se puede enfocar en los resultados: ¿Es el resultado final de la intervención lo que se pretendía que fuera? O puede intentar contemplar ambos y decidir si el proceso de hecho funciona para alcanzar el resultado deseado. Una evaluación puede también estar dirigida a identificar elementos específicos del proceso que tienen que ser cambiados, o a identificar un proceso totalmente nuevo para reemplazar uno que parece no estar funcionando.

La investigación sobre un tema de la comunidad también se puede abordar en una variedad de formas. Simplemente, se puede estar intentando averiguar si cierta condición existe en la comunidad o en qué extensión existe. Se puede estar preocupado en cómo o cuánto afecta a la comunidad ó a qué partes de la comunidad afecta. Se puede estar buscando un resultado particular y las preguntas de investigación que se hagan pueden estar diseñadas para ayudar a alcanzar ese resultado.

Planificar y estructurar la actividad de investigación.

La investigación se debe planear tomando en cuenta las limitaciones de tiempo del equipo y las preguntas consideradas.

El plan debe incluir:

  • El tipo y la cantidad de recolección de información que más le conviene al proyecto (por ejemplo entrevistas, investigación bibliográfica, encuestas).
  • Quién será responsable de esto
  • El cronograma, por ejemplo, las fechas límites para completar cada fase del plan
  • Cómo y por quién será analizada la información
  • Cómo se verá el reporte de la investigación o evaluación
  • Cuándo, cómo y a quién será presentado el reporte

Anticipar y preparar planes de contingencia para problemas que pueden surgir en el transcurso del esfuerzo.

Un grupo de investigación de acción, como cualquier otro, puede tener conflictos internos así como conflictos con fuerzas externas. La gente puede estar en desacuerdo, o aún peor, algunos pueden salirse o no hacer lo prometido;  pueden no entender o decidir no seguir los procedimientos acordados.  Habrá necesidad de guías para manejar estos y otros obstáculos potenciales.

Implementar el plan de acción.

Llévelo a cabo.

Preparar y presentar su reporte y recomendaciones.

El reporte, como se explicó previamente, puede ser un documento escrito o una forma alternativa. Si es una evaluación puede ser presentado de una manera al equipo de la intervención que está siendo evaluado y presentado de otra manera a los patrocinadores o a la comunidad, dependiendo de los propósitos.  Algunas de las posibilidades de presentación incluyen:

  • Comunicado de prensa
  • Conferencia de prensa
  • Presentación comunitaria
  • Artículos en periódicos o boletines
  • Reporte escrito a patrocinadores y/u otras partes interesadas

Tomar, o intentar generar acciones apropiadas sobre el tema o intervención.

La acción puede ir desde ajustar un único elemento de una intervención como resultado de una evaluación hasta escribir cartas al editor, defender junto con los legisladores, tomar acciones directas (una demostración, una demanda), e iniciar una iniciativa comunitaria que se puede convertir en movimiento nacional.  En la mayoría de los casos, un esfuerzo P.A.R. está hecho para llevar a algún tipo de acción, aún si esta acción es simplemente investigación adicional.

Seguimiento.

Un proyecto de investigación activa no termina con la presentación, ni siquiera con la acción. Con frecuencia, el propósito de la investigación tiene que ver tanto con el aprendizaje de los miembros del equipo como con los resultados de la investigación. Aún cuando este no sea el caso, las habilidades y métodos de que los investigadores de acción aprenden, necesitan ser consolidados para que puedan ser transferidos a otros proyectos.

  • Evaluar el proceso de investigación. Esto debe de ser un esfuerzo de colaboración de todos los miembros del equipo y puede incluir a otros (aquellos que realmente implementan una intervención evaluada, por ejemplo). ¿Las cosas salieron según el plan? ¿Cuáles fueron las fortalezas del proceso? ¿Cuáles fueron sus debilidades? ¿El entrenamiento fue comprensible y adecuado? ¿Qué otro apoyo hubiese sido útil? ¿Cuáles partes del proceso deben ser cambiadas?
  • Identificar los beneficios de la comunidad o grupo que surgieron (o pueden surgir) como resultado del proceso de investigación. Esto puede tener que ver con la acción, con hacer más conciente a la comunidad de asuntos particulares o con crear más activistas comunitarios.
  • Identificación del aprendizaje y percepciones de cambio de los miembros del equipo por sí mismos. Algunas áreas a considerar son habilidades básicas y otras académicas; hablar en público, habilidades para reunirse, autoconfianza y autoestima, habilidad para influenciar el mundo y sus propias vidas y autoimagen (por ejemplo, verse a sí mismo como proactivo y no como controlado).
  • Mantener los logros al mantener a los investigadores involucrados. Hay varias maneras de mantener el impulso de un equipo P.A.R., como iniciar otro proyecto si existe una razón para hacerlo; motivar a los miembros del equipo a estar activos en otros asuntos de su interés (y sugerir áreas potenciales y tal vez, ponerlos en contacto con otras personas que les facilite hacerlo); mantener al grupo unido como un consorcio investigativo (pago); o consultar como grupo con otras organizaciones interesadas en llevar a cabo una investigación activa.

La P.A.R. no siempre es la opción adecuada para una iniciativa o evaluación, pero siempre es importante de considerar. Si se puede emplear en una situación dada, los beneficios pueden ser magníficos.

La investigación de acción participativa comunitaria puede servir varios propósitos. Puede proveer información precisa y apropiada para guiar una iniciativa comunitaria o para evaluar una intervención comunitaria. Puede asegurar la aceptación comunitaria y el apoyo de la iniciativa o intervención. Puede realzar el desarrollo personal y las oportunidades de los participantes. Puede otorgar poder de análisis y cambio a aquellos más afectados por las condiciones o problemas de la comunidad. Y talvez lo más importante, puede llevar a un cambio social a largo plazo lo cual promueve la calidad de vida para todos.

Para resumir

La investigación  participativa comunitaria es un proceso llevado a cabo por y para las personas más afectadas por un asunto o intervención que está siendo estudiado o evaluado. Tiene múltiples propósitos, incluyendo el empoderamiento de los participantes, la recolección de la mejor y más precisa información posible, obtención del apoyo comunitario para el esfuerzo y cambio social que lleva al mejoramiento de la comunidad para todas las personas.

Como con cualquier proceso participativo, la P.A.R. puede requerir gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Los participantes con frecuencia están en desventaja económica y educativa, con carencia de habilidades básicas y otros recursos.  Por tanto, el entrenamiento y el apoyo tanto técnico como personal, son elementos cruciales en cualquier acción del proceso de investigación. Sin embargo, con la preparación adecuada, la investigación  participativa puede generar no solamente excelentes resultados sino también grandes beneficios para la comunidad a largo plazo.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos en línea

Action Research Electronic Reader offers articles and links from the Graduate College of Management, Southern Cross University, New South Wales, Australia.

Basic Guide to Evaluation is a website that provides links to information about specific aspects of evaluation including methods, logic models, and overcoming major evaluation challenges.

Brown University Training Materials include the Community-Based Research and Environmental Justice Interventions: CBPR Best Practices and Intercultural Designs. The Northeast Education Partnership provides online access to PowerPoint training slides on topics in research ethics and cultural competence in environmental research. These have been created for professionals/students in environmental sciences, health, and policy; and community-based research. If you are interested in receiving an electronic copy of one the presentations, just download their Materials Request Form (found on the main Training Presentations page under "related files"), complete the form, and email it to NEEPethics@yahoo.com.

CBPR Toolkit is a detailed resource provided by the AAPCHO. It is intended to be a handbook for community health centers and researchers interested in collaborative research activities.

CDC Evaluation Resources provides an extensive list of resources for evaluation, as well as links to professional associations and key journals.

Community-Based Participatory Research is a website designed by the National Institutes of Health to assist in integrating community-based participatory research into evaluation.

Developing and Sustaining Community-Based Participatory Research Partnerships: A Skill Building Curriculum provides guidance for developing and sustaining community-based participatory research partnerships.

Highlander Research and Education Center is the grandfather of popular education and participatory action research organizations (founded in 1932). Highlander was a mainstay of the Civil Rights Movement in the US, and continues to provide training and support for participatory action research and social change.

The Society for Community Research and Action (SCRA), Division 27 of the American Psychological Association, is an international organization devoted to advancing theory, research, and social action.

The Interactive CBPR Conceptual Model is a product of "Research for Improved Health: A National Study of Community-University Partnerships", an in-depth investigation of promoters and barriers to successful Community Based Participatory Research. There are two ways to navigate the CBPR model. 1) an Instrument Matrix consisting of measurement tools that have been used, adapted or sampled by CBPR practitioners, and 2) a Variable Matrix consisting of specific individual items that have been used, adapted or sampled by CBPR practitioners based on literature.

International Center for Tropical Agriculture provides information on the use of local action research groups to improve the lives of farmers and others in Latin America.

ISSE: Community Partnership Center from the University of Tennessee, Knoxville links university resources with urban and rural grassroots community groups to understand and address the core problems facing low- and moderate-income communities.

A Short Note on Participatory Research provides a good synopsis of the principles of participatory research.

Skill-Building Curriculum is an extensive online resource to community-based participatory research developed by the University of Washington.

Participatory Approach to Research provides good information on levels of participatory involvement from the Community Adaptation and Sustainable Livelihoods program of the International Institute for Sustainable Development.

Participatory Research provides participatory research links from Dr. Bunyan Bryant, U. of Michigan.

Principles of Community Change, Second Edition, a CDC resource, is an online book that provides the principles for community engagement.

The Research for Organizing toolkit is designed for organizations and individuals that want to use participatory action research (PAR) to support their work towards social justice. PAR helps us to analyze and document the problems that we see in our communities; allows us to generate data and evidence that strengthens our social justice work and ensures that we are the experts about the issues that face our communities. In this toolkit you will find case studies, workshops, worksheets and templates that you can download and tailor to meet your needs.

The Role of Community-Based Participatory Research is a comprehensive website developed by the U.S. Department of Health and Human Services that is dedicated to providing information on CBPR.

recursos impresos

Jason, A., Christopher B., Renee R., & Davis, M.  (eds.) (2004). Participatory Community Research: Theories and Methods in Action. Washington, DC: American Psychological Association.

Minkler, M., & Wallerstein, N. (eds.) (2003). Community-Based Participatory Research for Health. San Francisco: Jossey-Bass Publishers.

Tolan, P., Christopher K., Chertok, F., & Jason, L. (eds.) (1990). Researching Community Psychology: Issues of Theory and Methods. Washington, DC: American Psychological Association.