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  • ¿Qué es un boicot?

  • ¿Por qué organizar un boicot?

  • Ventajas de un boicot

  • ¿Cuándo se debería organizar un boicot?

  • ¿Cómo organizar un boicot?

Vivimos en un mundo cada vez más corporativo. Los temores hacia el Gran Hermano están siendo reemplazados por la realidad del Gran Capital. Habitualmente, lo único que parece importar es cuánto dinero se gana. Ocuparse de cualquier otra cosa (derechos humanos, derechos de los animales, medioambiente) es, en el mejor de los casos, una preocupación secundaria. 

Afortunadamente, los consumidores y los activistas tienen medios para cambiar aquellas políticas y prácticas con las que no están de acuerdo.  Una de las herramientas más poderosas para producir un cambio es el boicot. Hacer un boicot a una persona o a una organización no es una idea nueva. Durante gran parte del siglo pasado, los boicots fueron una forma muy efectiva y popular de producir cambios para mejorar el mundo.  Piensen en los siguientes ejemplos:

  • Una mujer afro americana llamada Rosa Parks, que se sentía muy cansada, se negó a entregarle uno de los primeros asientos del colectivo a un hombre blanco.  Esto provocó el Boicot a los Autobuses de Montgomery, lo cual disminuyó el ingreso de la compañía en un 65% y produjo una decisión de la Corte Suprema que sentó precedente por la cual la discriminación en los autobuses es inconstitucional.
  • Durante las décadas del ’60 y del ’70, Cesar Chávez dirigió el boicot de los granjeros a la uva de California lo que obligó a los terratenientes a mejorar las condiciones laborales de sus empleados.
  • En la década del ’80, los boicots contra el atún que no fuera “sin dañar delfines” hicieron que los principales vendedores de atún enlatado tuvieran que cambiar su política.

Los boicots funcionan porque existen muchas personas dispuestas a participar. De acuerdo con un artículo en Newsweek (ver Recursos), se calcula que casi el veinte por ciento de  los norteamericanos participan de los boicots por algo en lo que creen. Es más, la gente que participa de los boicots son normalmente personas con una alto grado de educación formal. Desde el punto de vista de un dirigente empresarial, eso significa personas con grandes billeteras.  Y pueden estar seguros de que, si hay algo a lo que le prestan atención los dirigentes empresariales, es a las grandes billeteras. 

¿Qué es un boicot?

En pocas palabras, es un esfuerzo por convencer a un gran número de consumidores de que no comercien con una determinada persona o empresa. Ocasionalmente, puede realizarse un boicot a un país, cuando otro país se niega a establecer relaciones comerciales. 

Un boicot tiene dos objetivos fundamentales. En primer lugar, produce mucha publicidad negativa en contra de la organización que está recibiendo el boicot. En segundo lugar, como resultado de la publicidad negativa, amenaza con afectar el balance de la persona u organización, es decir, su flujo de caja.

Si un boicot tiene éxito convencerá a una persona o corporación de que cambie determinadas políticas.

Ejemplo:  Un boicot exitoso

En la década del ’70, la Corporación Nestlé recibió la crítica de todo el mundo debido a su práctica de vender fórmula infantil en países subdesarrollados. Esta práctica fue responsable de la muerte de una gran cantidad de niños. En lugar de darles leche materna a sus hijos, las madres usaban la fórmula de Nestlé.  Desafortunadamente, el agua que se usaba para diluir la fórmula no siempre era potable, de modo que causó muchas infecciones.  Por otro lado, muchas madres no tenían el dinero suficiente para comprar la cantidad adecuada de fórmula para sus hijos, y les suministraban la fórmula que había sido diluida en exceso. La combinación de estos dos factores, en muchos casos, llevaron a los niños a la desnutrición y a la muerte.

Consternados por estas prácticas, los consumidores de todo el mundo comenzaron a realizar un boicot en contra de Nestlé en 1974. Después de diez años, la corporación cedió y acordó cambiar su práctica de comercializar la fórmula a madres en los países en vías de desarrollo. Una importante nota al margen en relación con esta victoria, sin embargo, es que la compañía no mantuvo su promesa. En los últimos años, se ha vuelto a realizar el boicot.

Existen dos tipos de boicots: los boicots primarios y los boicots secundarios. Un boicot primario es la decisión de no comprar mercaderías o servicios de una compañía determinada con las cuales ustedes no están de acuerdo. Por ejemplo, la Convención Bautista del Sur les solicitó a sus miembros que realizaran un boicot a la Compañía Walt Disney, ya que Disney adoptó políticas más comprensivas hacia sus empleados homosexuales, lesbianas, bisexuales, y transexuales. En general, cuando la gente habla de boicot se refiere al boicot primario.

Un boicot secundario va dirigido a una tercera parte. Es decir, negarse a comprar cualquier cosa de alguien que vende productos fabricados por la compañía a la cual se le está realizando el boicot. Por ejemplo, a principios y mediados de la década del ‘90, se realizó un boicot contra Nike. Su objetivo era poner fin a las violaciones a los derechos humanos que se producían en  las instalaciones de Nike en Indonesia. Como vimos anteriormente, éste es un boicot primario.

Sin embargo, si las personas que estaban enojadas con Nike realizaran un boicot a una tienda, como puede ser Foot Locker, la cual importa los calzados de Nike, entonces sería un boicot secundario. De acuerdo a la ley laboral de los Estados Unidos, los boicots secundarios son ilegales.

Por último, cuando los empleados realizan un boicot contra un empleador deteniendo o disminuyendo su trabajo, se llama huelga

Un poco de historia:

El término boicot apareció por primera vez a fines del siglo XIX, cuando un grupo de arrendatarios irlandeses se enfurecieron ante las crueles políticas de recaudación de impuestos de un agente de tierras inglés, el capitán Charles Boycott.  Los arrendatarios furiosos se negaron a trabajar las tierras y aislaron a Boycott, tanto económica como socialmente.

¿Por qué organizar un boicot?

Si bien los boicots usualmente se organizan de la misma manera, pueden usarse por diferentes motivos, persiguiendo distintos fines. Algunos de sus usos más comunes son:

  • Como un fin en sí mismo. A veces, un grupo puede organizar un boicot sin esperar que la organización a la cual va dirigida el boicot realice ningún cambio. En este caso, el grupo puede sentir que dar a conocer su punto de vista (expresar su desaprobación hacia la compañía) puede justificar el tiempo y el esfuerzo que requiere un boicot. Puede realizarse un boicot simplemente como ardid publicitario. Por ejemplo, un grupo ambientalista, puede querer que se registre que estuvo en contra de las prácticas de determinada compañía.

Otra forma en la que puede utilizarse el boicot como fin en sí mismo, es cuando un grupo quiere que la gente deje de comprar un producto determinado. Los miembros del grupo pueden no estar enojados necesariamente con una compañía dada, simplemente quieren que los consumidores dejen de comprar algo. Este tipo de boicot va dirigido al producto y no a las personas detrás de este producto. Por ejemplo, un grupo puede pedirles a los padres que dejen de comprar pañales desechables. En lugar de pedirles a las empresas que fabrican pañales desechables que dejen de hacerlos (un panorama no muy probable) el grupo estaría pidiéndole a los consumidores que modifiquen sus prácticas.

Este uso del boicot como un fin en sí mismo es muy habitual en un caso de David vs. Goliat, es decir, cuando el grupo que organiza el boicot, siente que pueden hacer una pequeña diferencia pero que probablemente no podrán cambiar las políticas de una corporación mucho más poderosa.

  • Para destruir a un individuo o corporación. Los boicots pueden también tener un objetivo mucho más mortal, obligar a una corporación o a un individuo que deje de comercializar. Si bien los boicots rara vez son utilizados de esta manera, éste puede ser el objetivo final de los organizadores.
  • Como herramienta de negociación. El uso más común de un boicot se encuentra entre estos dos extremos. Un grupo usa un boicot para convencer a un individuo, una empresa o un país de que cambie ciertas prácticas con las cuales están en desacuerdo. Desde este punto de  vista, el boicot se usa como herramienta para forzar cambios en las políticas. A través de un boicot se le puede pedir a la compañía que desarrolle envoltorios menos contaminantes para sus productos; se les puede obligar a que traten mejor a sus empleados, y muchas cosas más.

Ventajas de un boicot

La mayor ventaja de un boicot, por supuesto, es el éxito que puede obtener en obligar a un individuo o a una empresa a que cambie aquellas políticas que su organización considera que deben cambiar.

¿Por qué motivo pueden los boicots resultar tan efectivos?  Básicamente, porque un boicot es una herramienta económica, y está siendo utilizada contra quienes están acostumbrados a tener el control de la economía. Los billetes y las monedas son el idioma que mejor entienden las corporaciones con fines de lucro,  un boicot les habla en su propio idioma (incluso cuando no quieran escuchar el mensaje). De hecho, una encuesta realizada en todo el país en 1991 reveló que los líderes empresariales consideraban más efectivos los boicots que las campañas mediante el envío de correspondencia, hacer lobby o incluso los juicios colectivos para convencerlos a que modifiquen su prácticas. (Ver Mousy Magazine en Recursos.)

El uso del boicot tiene otras ventajas que no son tan obvias.  Si bien ningunas de estas razones son por sí solas suficientes para iniciar un boicot, constituyen beneficios importantes que se deben conocer.

  • Los boicots le permiten a la gente poner su dinero donde se encuentran sus valores. Los boicots le ofrecen a la comunidad una manera de estar firmes por lo que creen. Si el boicot está bien organizado, le permite a la gente dar la cara a favor de sus creencias de una forma fácil y relativamente sin daños.  En pocas palabras, un boicot alienta la responsabilidad civil de los miembros de la comunidad.
  • Los boicots atraen mucha atención hacia ustedes y hacia sus causas. Cuando alguien inicia un boicot, otro presta atención. Normalmente un boicot es un hecho que se considera digno de ser informado por los medios locales. Cuando el boicot los pone en escena, es una buena oportunidad para dar explicaciones acerca de su grupo y sus razones a todos en la comunidad.
  • Finalmente, otros grupos sabrán que es preferible negociar con ustedes antes que arriesgarse a un boicot.

¿Cuándo se debería organizar un boicot?

Los boicots son, desde un punto de vista muy real, un acto de guerra. Uno está atacando al “enemigo” donde es más vulnerable. Y por lo tanto, recomendamos que organicen un boicot como último recurso, cuando ya han probado acciones mucho más gentiles y no han funcionado. Cuando estén enfrentándose tanto contra un almacén local, como contra una corporación multinacional, el primer paso debe ser intentar trabajar unidos en pos de un acuerdo en común.

A veces, sin embargo, esto no funciona. No siempre es posible convencer a los otros de que vean las cosas como lo hacen ustedes, o incluso de que se comprometan, sin poner todos los obstáculos posibles. En casos como estos, en los que nada parece funcionar, es cuando su organización podría considerar organizar un boicot.

Si están considerando la posibilidad de organizar un boicot, asegúrense de haber analizado todos los aspectos. Responder las siguientes preguntas puede ayudarlos a decidir si es el momento correcto para entrar en batalla.

  • ¿Puede un boicot alejar a alguien que ha apoyado a su organización y, por lo tanto, amenazar con sus propios intereses económicos? Por ejemplo, quizás su grupo quiere realizar un boicot a una pequeña empresa local que maltrata a sus trabajadores, que son en gran parte inmigrantes que han llegado recientemente a los Estados Unidos.  Sin embargo, una corporación mayor que ha ayudado a su grupo en gran medida en el pasado, es un socio silencioso del grupo más pequeño. Si siguen adelante con el boicot, se arriesgan a enojar al grupo que los ha apoyado, y que no les vuelvan a hacer donaciones. De ser así, ¿qué hacer? ¿Su organización quiere continuar con el boicot, encontrar otras formas menos agresivas de resolver el problema, o abandonar del todo la batalla y dedicarse a otro asunto?
  • ¿Existe la posibilidad de que una organización o empresa que ustedes desean boicotear pueda tener un recurso legal para reclamar por los daños y perjuicios que resulten del boicot? ¿Podrían demandar a su organización? Los boicots primarios son legales en los Estados Unidos y Canadá, así como en muchas otras partes del mundo. Aún así, recomendamos conversarlo con un abogado para estar seguros de comprender las posibles consecuencias de esta acción.
  • ¿Su organización cuenta con el tiempo y los recursos necesarios para realizar un boicot? Un boicot requiere de mucho tiempo y energía, recursos que se podrían aprovechar en otras campañas, otros objetivos. Y los boicots no tienen éxito de la noche a la mañana, la mayoría llevan años antes de triunfar. ¿Están dispuestos a poner todo ese esfuerzo en eso?

Probablemente no existan respuestas sencillas a estas preguntas, y por sí sola, la respuesta a una de estas preguntas puede no significar una decisión definitiva de boicotear o no boicotear a la organización.  Pero considerando toda la situación, su organización debería estar en condiciones de determinar si quieren, o no, comenzar un boicot en este momento. 

¿Cómo organizar un boicot?

Si han considerado las ventajas y dificultades que discutimos anteriormente, y han tomado la decisión de realizar un boicot, entonces ¡adelante! Los puntos a continuación les darán un panorama general de lo que necesitan para realizar un boicot exitoso.

Tengan objetivos claros y realistas.

Como mencionamos anteriormente en esta sección, existen tres razones por las cuales un grupo puede decidir realizar un boicot: como un fin en sí mismo, para producir cambios específicos o para que una compañía o empresa cierre. ¿Qué es lo que su grupo desea lograr?

Además, piensen qué estarían dispuestos a ceder (si es que hay algo) o a que se podrían comprometer. Por ejemplo, ustedes quieren que una compañía aumente el número de mujeres y grupos minoritarios en los cargos jerárquicos en un 100%, pero estarían dispuestos a conformarse con un número menor.

Alternativamente, pueden tener un objetivo a largo plazo, pero estar dispuestos a conformarse con algo menor, especialmente a corto plazo.  Por ejemplo, un pequeño grupo local, podría tener como objetivo final que una corporación deje de empacar usando policloruro de vinilo (PVC), el plástico segundo en ventas que dificulta mucho más el reciclaje.  Sin embargo, pueden tener metas mucho más pequeñas que consideran que el grupo tiene la posibilidad de alcanzar. Pueden tener como objetivo concientizar al público sobre qué es el PVC, sobre la necesidad de reciclar y sobre lo que realiza su organización. Incluso cuando la gran corporación no cambie todas sus políticas como resultado del boicot, pueden considerar que su esfuerzo ha sido un éxito.

Cualquiera sea su meta, se debe comprender muy bien qué se requiere para que un boicot sea efectivo. De acuerdo a Cesar Chávez, quien dirigió boicots muy exitosos contra los cultivadores de uva de California, en las décadas del ‘60y del ‘70, se necesita convencer aproximadamente al cinco por ciento de los consumidores de que realicen un boicot contra una organización para lograr impacto financiero. Si logran convencer al diez por ciento de los consumidores, el efecto es devastador para la empresa.

A veces, sin embargo, no es necesario. La sola idea de un boicot resulta muy amenazante para las organizaciones, especialmente cuando es realizado por una organización que parece capaz de lograrlo. Esta amenaza de pérdida en los negocios puede ser suficiente para que los líderes empresariales se sienten en una mesa a negociar.
Investiguen. Si van a realizar un boicot contra una organización, deben conocer todo sobre esa organización (quiénes son, qué están haciendo y por qué lo están haciendo. Deben estar preparados para responder preguntas difíciles de todo tipo, provenientes desde científicos hasta de mamás futboleras.

Investiguen.

Si van a realizar un boicot contra una organización, deben conocer todo sobre esa organización (quiénes son, qué están haciendo y por qué lo están haciendo. Deben estar preparados para responder preguntas difíciles de todo tipo, provenientes desde científicos hasta de mamás futboleras.

Asegúrense de que sus fundamentos sean sólidos.  Generalmente, las personas que se preocupan lo suficiente como para participar de acciones sociales son personas pensantes. Se debe considerar cuidadosamente una situación y tomar una decisión mesurada con respecto a lo que debería suceder.  Si bien, las reacciones emocionales pueden ser muy fuertes, deben estar siempre fundadas en los hechos y en la lógica.

Además, asegúrense de que sus actos estén apoyados por recursos confiables y aceptados. Por ejemplo, un liberal podría estar muy poco entusiasmado en los últimos hallazgos publicados en The New Republic; un republicano incondicional podría desmentir su informe extraído de Mother Jones.

  • Conozcan a todos aquellos que vayan a ser boicoteados. Este punto es muy importante cuando van a realizar un boicot contra una corporación de gran magnitud. Esto se debe a que con frecuencia los grupos grandes poseen muchas compañías más pequeñas. Por ejemplo, en el caso de Nestlé, es una organización madre de un gran número de filiales más pequeñas.  Si quieren participar de un boicot a Nestlé, deberían conocer a todas las marcas y productos (desde Stouffer's hasta Libby's, Friskies y Perrier) que deberían pedirle a la gente que no compren.
  • Asóciense con otros grupos que comparten su mismo punto de vista. Si bien este paso es importante cuando realizan un boicot local, es esencial para que un boicot a una gran corporación tenga éxito. Ya sea que estén boicoteando a un almacén local o a una corporación multinacional, mientras más personas estén involucradas en el boicot, mayores serán las probabilidades de que sea efectivo. Es lógico asociarse con grupos que tienen muchas personas que los escuchan.

Ya existen muchas líneas de comunicación disponibles en nuestra comunidad (clubes, organizaciones, iglesias, etc.). Úsenlas. Piense cuánto más poderoso podría ser un boicot si cuatro, cinco o cincuenta grupos como el suyo le pidieran a todos sus miembros que se unan al boicot. Reúnanse con grupos que pueden colocar convocatorias en sus periódicos mensuales, hablen sobre el boicot en sus reuniones de junta, o discútanlo en la iglesia. ¿Cuál es la lección aquí? No pasen por alto el poder de la colaboración.

  • Permitan que los responsables conozcan lo que tienen intenciones de hacer. Una vez que hayan investigado, encontrado socios, y estén listos para atacar, es recomendable que empiecen por comunicarle a la compañía lo que van a hacer. Esta amenaza es a veces, aunque no siempre, todo lo que necesitan. Cuando la compañía descubre que están absolutamente dispuestos a boicotearlos, quizás decidan sentarse a negociar con ustedes.

La mejor manera de informar a la organización sobre su intención de boicotearlos es a través de una carta, ya sea enviada por correo o por fax a la oficina del grupo. Las llamadas telefónicas pueden no ser respondidas y los correos electrónicos pueden no ser tomados seriamente. Las cartas pueden circular en la sala de reuniones y hay menos posibilidades de que sean malinterpretadas que en el caso de las llamadas telefónicas. 

Cuando se esté escribiendo la carta, mantenga en mente estos consejos:

  • La carta debe estar escrita en un tono claro y profesional. No amenace abiertamente a la organización pero, al mismo tiempo, sean claros con respecto a lo que van a hacer y cuales serán las consecuencias de la acción. 
  • La carta debe estar escrita en una hoja membretada.  Puede llevar el membrete de la organización que participará del boicot o de la persona u organización más poderosa o más conocida que realizará el boicot. Pero el resultado general debe ser que las personas que van a ser boicoteadas sepan que sus acciones están respaldadas.
  • Si hay varios grupos colaborando con el boicot, se debería incluir esa información en la carta.
    • La carta debe establecer claramente:
      • Por qué se realiza el boicot;
      • Qué planean lograr mediante el boicot; y
      • Cuándo tienen intenciones de iniciar oficialmente el boicot. Es recomendable darle al grupo dos semanas para que respondan antes del comienzo oficial.  Sin embargo, tengan cuidado de no caer en tácticas de “retraso”, en las que la compañía se continuará reuniendo con ustedes para intentar dilatar sus esfuerzos indefinidamente. 
  • La carta debe estar firmada por el dirigente del grupo o grupos que están organizando el boicot.
  • Revise una y otra vez la carta para asegurarse de que no contenga errores de escritura o gramaticales.
  • La persona que reciba la carta dependerá, en gran parte, del tipo de organización que se está boicoteando. De todos modos. Siempre es preferible enviar la carta al presidente o al director ejecutivo. Cuando se trata de grupos más grandes, es recomendable enviar la carta con copia a la persona a cargo de los reclamos o atención al cliente, y a cualquier otra persona que esté a cargo de las quejas que particulares puedan tener contra la organización. Por ejemplo, si quieren que cambien las políticas hacia el personal, envíen también la carta al director del personal. Pueden enviar la carta también a los miembros de la prensa, como “advertencia”, pero no esperen ningún tipo de publicación directa sobre este tema.
  • Permitan que todos sepan que ustedes están organizando un boicot, que quieren que todos participen y por qué deberían hacerlo. Cuando ya le hayan informado a la organización su intención de realizar el boicot y no hayan recibido una respuesta positiva (es decir, una invitación a negociar), es momento de incluir a todos los demás en sus planes.
    • Cuéntenle a sus amigos y colegas.  Si ellos no entienden el objetivo de hacer el boicot, probablemente les resultará más difícil convencer a otras personas.
    • Realizar una conferencia de prensa para que todos sepan lo que van a hacer y que quieren que todos se les unan. Cuando planifiquen la conferencia de prensa, hay una serie de pasos que deberán seguir, como comprender de qué manera y en qué momento dirigirse a la prensa de manera correcta y desarrollar una imagen fuerte de la campaña.

Difundir el mensaje del boicot

En otras secciones de la Caja de Herramientas Comunitarias, se discuten más ampliamente otras formas de difundir el mensaje del boicot. Las siguientes son algunas secciones que vale la pena tener en cuenta:

  • Realizar un piquete a la organización que están boicoteando o realizar otro tipo de manifestación.
  • Escribir una carta al editor del periódico local.
  • Utilizar publicidad pagada.
  • Crear pósteres y volantes que explican lo que está llevando a cabo su grupo.  .
  • Escribir sobre el boicot en su comunicado de prensa o solicitarles a otros grupos que escriban sobre el boicot en los suyos.

Cuando le informen a la gente lo que están haciendo, es igualmente importante que les expliquen por qué lo están haciendo.

Esto debe ser lo principal. La gente no solamente necesita saber qué está ocurriendo sino por qué es importante apoyarlos.

Y por lo tanto, asegúrense de que las campañas de concientización:

  • Expliquen de manera valedera las razones por las cuales los consumidores deberían formar parte del boicot.
  • Estén actualizadas a medida que se disponga de nueva información. Si aparece nueva información (sobre la compañía que está siendo boicoteada, sobre los resultados que están obteniendo en lo que están haciendo), la organización responsable del boicot debería difundir esa información para todos.
  • Sean lo suficientemente simples para que sean sencillas de entender. Si quieren convencer a muchas personas, la información debe ser lo suficientemente simple para que personas que no tienen un amplio conocimiento del tema puedan comprender lo que está sucediendo. Por supuesto, las personas que están organizando el boicot deben comprender todos los tecnicismos del tema, como dijimos anteriormente, estar preparados para preguntas difíciles. Sin embargo, no pueden esperar que la gente común pierda demasiado tiempo intentando comprenderlo.

Ofrecer alternativas a lo que están boicoteando.

Si alguien les pidiera que boicoteen el agua, no importarían las razones para realizar el boicot, simplemente no lo harían. Sin importar la magnitud de las razones (explotación laboral infantil, derechos de los animales, un medioambiente limpio), la realidad es que ustedes necesitan beber agua. No funcionaría.

Aunque las diferentes cosas que un grupo puede decidir boicotear no son tan necesarias como el agua, deben tener en claro que si van a boicotear algo que la gente está acostumbrada a tener, deben asegurarse de brindarles una alternativa que les agrade. La realidad es que la mayoría de las personas quieren hacer lo correcto pero no quieren dejar de hacer las cosas de la manera que las hacen.

Facilítenles la posibilidad de realizar un boicot.  Si están pidiéndole a la gente que realice un boicot contra los productos de una compañía determinada, sugieran productos similares por un valor similar o menor. Si están realizando un boicot contra un almacén, sugieran almacenes cercanos, y hablen sobre las ventajas de éstos.  (¡Esta táctica puede lograr que estos almacenes participen de su boicot también!)

Tengan la precaución, sin embargo, de investigar las compañías que sugieren como alternativas.

Si están cometiendo los mismos errores que ustedes quieren que corrija la compañía boicoteada (o si están cometiendo errores aún peores), su boicot podría tener resultados contraproducentes.

  • Valoren la publicidad. Si las corporaciones que están siendo boicoteados realizan algún cambio, comuníquenselo a la gente. En un boicot exitoso, la compañía recibe una gran cantidad de publicidad negativa. Si se rinden, agradézcanselo públicamente. Éste no es momento para guardar resentimientos. Que todos sepan qué vecino tan destacado son ellos ahora, y cuán agradecido está su grupo por apoyar sus esfuerzos por limpiar el medioambiente o lo que se haya acordado. Esto no sólo significa ser buen deportista, es una buena publicidad para su organización y para su causa.  De ser posible, realicen una conferencia de prensa para agradecerles y pedirles a todos que comiencen ahora a comprar sus productos.
  • Sean inflexibles. No abandonen. Un boicot no es un proyecto a corto plazo. Especialmente cuando se van a enfrentar a una organización mayor, puede llevar años antes de que obtengan resultados. Estén preparados y asegúrense de celebrar los pequeños logros en el camino.

Una buena señal es cuando encuentran resistencia. Si reciben muchas críticas por parte de la organización que están intentando cambiar, es una señal de que su boicot es exitoso, y que el oponente está corriendo asustado.

Si bien es importante mantener un boicot, también es importante recordar que a veces los boicots no funcionan. En algún momento, quizás quieran  minimizar las pérdidas y ponerle un cierre. Para cada grupo esto será en un momento determinante, tu grupo deberá decidir qué es más importante y en qué momento es más que suficiente.

Otra opción: Realizar un "buycot"

Un boicot es una forma bien conocida de cambiar cosas que no nos gustan.  Pero ¿qué sucede con las cosas que están funcionando bien? ¿Qué hacemos con las compañías que llevan adelante políticas que sí nos gustan?  Una compañía toma medidas para dejar de contaminar un río local, un restaurante céntrico puede optar por tener un ambiente completamente “libre de humo”.  Organizaciones que toman medidas que ustedes consideren que merecen su apoyo. Y del mismo modo en que un boicot es la última herramienta económica para usar contra una organización, un “buycot” puede ser un estímulo muy poderoso para las empresas locales.

Realizar un “buycot”, implica ser un consumidor cuidadoso y comprar productos de aquellas compañías que llevan adelante políticas con las cuales ustedes están de acuerdo.  Entonces, un “buycot” va un paso más adelante, al igual que en un boicot, ustedes intentan convencer a otras personas de hacer negocios con esa organización también.

Para resumir

Es fácil sentir que no tenemos el poder de cambiar nada dentro de nuestra sociedad. Esa es una de las razones por las cuales un boicot puede ser una herramienta tan poderosa. Nos da el poder de revivir nuestros ideales y, si el boicot está bien manejado, realmente cambiar las cosas. La publicación Boycott Action News, nos recuerda:

"Pero lo que yo haga no hace ninguna diferencia, soy sólo una persona”, es lo que dicen los racionalistas. Hace una gran diferencia. Vivan su vida como si importara, e importará. Como consumidores, ustedes tienen el poder. De hecho, en la actualidad, la acción de los consumidores es al menos tan poderosa como la acción política. Sí, empadrónense y voten, pero también sean consumidores inteligentes, ya que cuando cambian su manera de pensar, y luego sus acciones, estarán cambiando el mundo.”

Recursos en línea

Boycott Action News (BAN) is published by Co-op America within the Co-op America Quarterly. Co-op America supports the use of boycotts as a powerful economic strategy consumers can use to enact social change. Co-op America does not endorse or participate in specific boycotts; only boycotts called by other organizations are reported here.

Boycott Organizer's Guide is an excellent resource for planning a boycott and deciding who to target with the boycott. 

How to Organize a Boycott offers tips from Dosomething.org.

The Quick Start Guide to boycotts provides information specific to starting a consumer boycott.

On Boycotts Organized through the Internet is a study published by Paul Sergius Koku.  In the article, he analyzes use of the internet in boycott organization.

Recursos impresos

Altman, D., Balcazar, F., Fawcett, S., Seekins, T., & Young, J. (1994). Public health advocacy: Creating community change to improve health. Palo Alto, CA: Stanford Center for Research in Disease Prevention.

Avner, M., & Smucker, B. (2002). The lobbying and advocacy handbook for nonprofit organizations: Shaping public policy at the state and local level. Amherst H. Wilder Foundation. This book offers a clear step-by-step guide to implementing a successful advocacy program at both the state and local levels.

Biklen, D. (1983). Community organizing: Theory and practice. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.

Bobo, K., Kendall, J., Max, S.(1996). Organizing for social change: A manual for activists in the 1990s. Minneapolis, MN: Seven Locks Press.

Kahn, S. (1982). Organizing. New York, NY: McGraw-Hill.

Miller, A. (1992, July). Do Boycotts Work? Newsweek, 58-61.

Shragge, E. (2013). Activism and Social Change: Lessons for Community Organizing. University of Toronto Press, Higher Education Division; 2nd Edition. This book discusses community organizing in a post-9/11 context, and includes a discussion of national and transnational organizing efforts.

Sen, R. (2003). Stir it up: Lessons in community organizing and advocacy. Jossey-Bass; 1st Edition. In this book, Sen goes step-by-step through the process of building and mobilizing a community and implementing key strategies to affect social change.  Using case studies to illustrate advocacy practices, Sen provides tools to help groups tailor his model for their own organizational needs.

Milkman, R. J., & Narro, V. (2010). Working for Justice: The L.A. Model of Organizing and Advocacy. ILR Press. Working for Justice provides eleven case studies of recent low-wage worker organizing campaigns in Los Angeles.  This information was acquired through interviews, access to documents, and participant observation.