Visión general
¿A qué nos referimos con este proceso?
Mantener el trabajo es un proceso en el cual se busca desarrollar la ayuda financiera, comunitaria y organizacional para que las intervenciones continúen siendo viables a largo plazo. Los cambios pretendidos por las comunidades requieren a menudo más tiempo que el financiado por los agentes externos. Además, aunque no todos los esfuerzos ameritan una continuación, los problemas pueden reaparecer cuando las intervenciones- e incluso el proceso de colaboración que las apoya- ya no estén en operación. Muchas fundaciones y otras agencias externas proveedoras de fondos esperan que los esfuerzos realizados generen resultados que permitan continuar con mejoras e intervenciones de cambio exitosas. Sin embargo, cuando el financiamiento y la ayuda concluyan, el encontrar los medios para darle continuidad a los programas exitosos y sus resultados es responsabilidad de la comunidad. El proceso de mantener el trabajo puede ayudar a las iniciativas de las comunidades en el proceso de planeamiento e implementación de esfuerzos a largo plazo. Cuando los grupos se comprometen con el proceso de mantener el trabajo, estos son capaces de desarrollar el compromiso, la capacidad y los recursos necesarios (por ejemplo, fondos, líderes comunales y organizaciones) para asegurar que (a) los valores, ideas y procesos de la iniciativa sean ampliamente compartidos, y arraigados profundamente, (b) las relaciones importantes sean alimentadas y permanezcan fuertes, (c) las políticas e innovaciones prácticas sean institucionalizadas y se conviertan en la norma, y (d) los recursos humanos y financieros sean asegurados a largo plazo (Cornerstone Consulting Group, 2002).
Mantener el trabajo es un procedimiento clave para ayudar a los grupos hacia cambios de conducta y mejoras en el nivel de población que se busca.
¿Cómo funciona?
El cambio a nivel de población requiere a menudo más tiempo del financiado por los agentes externos proveedores de fondos. De tal modo, capacitar a las comunidades para mantener las intervenciones y los resultados obtenidos es una prioridad (Thompson, Lichtenstein, Corbett, Nettekoven & Feng, 2000). Aun siendo prometedores, los primeros resultados obtenidos no conllevan necesariamente al deseo o la capacidad de continuar con las actividades de intervención. Mantener la participación comunitaria, las actividades del proyecto y sus efectos resulta difícil de alcanzar ante la ausencia del tiempo suficiente, los fondos, la ayuda comunitaria y otros recursos (Merzel & D’Affliti, 2003). El proceso de mantener el trabajo puede ayudar a las comunidades a “institucionalizar” el esfuerzo - esto quiere decir, continuar con el proceso de construcción de capacidades para mantener los procesos, los programas y sus resultados (Sorensen, Emmons, Hunt & Johnston, 1998).
Aunque los mecanismos exactos de cómo mantener el trabajo contribuye al cambio y al mejoramiento no son claros, la participación en el proceso puede ayudara los grupos a:
- Extender actividades de prevención que se prolonguen más allá del tiempolimitado de duración de la mayoría de los estudios, el cual es a menudo insuficiente para cambiar y mantener comportamientos complejos (Sorensen, Emmons, Hunt & Johnston, 1998). Muchos estudios comunitarios cuentan con un tiempo de duración menor al de los 5 años recomendados como necesarios para la movilización, cambio y acción comunitarias (Mittlemark, Hunt, Heath & Schmid).
- Utilizar los recursos existentes y generar otros para producir cambios duraderos en el ambiente (Lewis et al., 1996; Paine-Andrews, Fisher, Campuzano, Fawcett & Berkley-Patton, 2000).
- Planear la implementación continua durante los tiempos de cambio. Muchos grupos descubren que la lucha para encontrar nuevos recursos y la incertidumbre sobre la continuidad pueden limitar la implementación de actividades durante los dos últimos años de las iniciativas; a menudo se cita la pérdida de impulso y la partida de personal clave (Cornerstone Consulting Group, 2002).
- Refinar e institucionalizar intervenciones con otros recursos y socios comunitarios para ayudar a asegurar que la comunidad continúe con el tratamiento de determinados asuntos (Merzel & D’Affliti, 2003).
- Establecer las bases de una organización capaz de continuar con el trabajo (Cornerstone Consulting Group, 2002).
Además, no resulta realista asumir que los miembros de la comunidad están dispuestos y/o son capaces de prolongar una intervención comunitaria a largo plazo. El cambio comunitario y los esfuerzos para el mejoramiento requieren de pasión por los asuntos tratados, conocimiento en planeamiento y el desarrollo de programas; así como la estimación de las redes comunitarias existentes, las capacidades de liderazgo y el tiempo (Goodman,Steckler,Hoover & Schwartz, 1993). Asimismo, los proveedores de fondos no se encuentran necesariamente dispuestos a financiar, en un proceso continuo,las principales cosas necesarias para un esfuerzo comunitario fuerte – competencias y procesos como planeamiento estratégico, creación de capacidades, información y retroalimentación (Cornerstone Consulting Group, 2002). El proceso de mantener el trabajo puede requerir también la atención de asegurar asistencia técnica.
Evidencias empírica y experimental
La atención sobre el tema de mantener intervenciones e iniciativas para la comunidad se está incrementando; sin embargo, existe muy poco consenso en cuantoa qué se debe mantener y sus contribuciones hacia la efectividad. Dentro de los pocos estudios basados en datos sobre el mantenimiento, el estudio del COMMIT examinó las actividades sobre el control del tabaco dos años después del final de la fase de intervención. Anteriormente todas las once comunidades de intervención redactaron un plan para la continuación de las actividades del proyecto al inicio del año final del proyecto. En general, tanto las comunidades de intervención como las de comparación reportaron cantidades similares de actividades preventivas; las comunidades de intervención mostraron escasos aumentos en la disponibilidad de eventos para la detención del fumado y la aplicación de prohibiciones contra el fumado juvenil. Los investigadores indicaron que el COMMIT no dedicó el tiempo necesario para el planeamiento de la sostenibilidad. Las comunidades recibieron muy poco o ningún entrenamiento o asistencia técnica para asegurar la continuación de las actividades. Además, los esfuerzos para institucionalizar los programas compitieron con las actividades para recolectar fondos que demandan mucho tiempo, las cuales podrían haber reducido las energías para crear las condiciones para las actividades en progreso. (Thompson, Lichtenstein, Corbett, Nettekoven, & Feng, 2000).
Por el contrario, el análisis empírico de las iniciativas comunitarias financiadas por la Fundación para la Salud de Kansas indicó que el apoyo inicial y el actual a la sostenibilidad hicieron posible la institucionalización de los programas, políticas y prácticas (el cambio comunitario). Durante intervenciones de 4 años para la prevención del embarazo juvenil y el uso de sustancias en seis comunidades de Kansas, los miembros participaron en la asistencia técnica y actividades de apoyo (talleres de sostenibilidad, visitas a sitios, el desarrollo de un plan de sostenibilidad financiero) para facilitar medidas concretas respecto a la sostenibilidad después de la rescisión de la ayuda económica. Un año después de haber finalizada la financiación, los datos de las entrevistas y encuestas indicaron que las comunidades habían confiado en 7 de las 13 estrategias propuestas para la sostenibilidad (la influencia en las posiciones comunitarias compartidas, la presentación de propuestas, la incorporación de actividades en organizaciones con objetivos similares) (Paine-Andrews, Fisher, Campuzano, Fawcett, & Berkley-Patton, 2000). Un año después de la intervención, muchos esfuerzos diferentes, tales como los programas de mentoría y las políticas del departamento de salud, fueron institucionalizadas junto con diferentes organizaciones a lo largo de las comunidades. El apoyo a agencias líder y el liderazgo de las comunidades fueron a menudo factores que se asociaron con la sostenibilidad. Cinco años después de que finalizó el financiamiento de la intervención, los datos posteriores provenientes de entrevistas indicaron que ciertos componentes (ciertos programas y líderes comunales) continuaron enfocando prioridades para la prevención de embarazos en adolescentes, y que las tendencias en las tasas estimadas de embarazos continuaron decreciendo más allá de las comparaciones estatales y nacionales. (Boothroyd, Paine-Andrews, Fisher, & Ransom, 2003)
Implicaciones para la Investigación y la práctica
Actualmente, mucha de la información disponible en mantener el trabajo no manipula o examina explícitamente este proceso y sus efectos en el cambio y el mejoramiento comunitario. Aunque este proceso ha sido identificado como un ingrediente clave en los análisis empíricos y experienciales para la promoción del cambio, existe una necesidad de más evaluaciones sistemáticas sobre sus efectos. Tales investigaciones proveerían una mejor comprensión de los factores que permiten a las comunidades unirse y abordar los problemas y metas en común.
Dentro de las preguntas claves de investigación se incluyen: a) ¿Cómo la estructura de la iniciativa de financiación por ejemplo requisitos de contrapartidas por parte de la comunidad, cantidades definidas en las contribuciones,reducciones en las recompensas anuales, influye en el apropiamiento por parte de la comunidad y el planeamiento para la sostenibilidad? b) ¿Cuáles características de las agencias líder o de organizaciones patrocinadoras como tamaño, estructura, relación dentro de la comunidad, influyen en las oportunidades para la continuación de iniciativas? c) ¿Cómo las características de la comunidad: rural/urbana, ingresos, recursos disponibles, influyen en la institucionalización del programa y en los esfuerzos de sostenibilidad financiera? y d) ¿Cuáles áreas de creación de capacidades son necesarias para originar una iniciativa sostenible?
Recomendaciones generales para la práctica
Basados en las investigaciones y experiencia, nosotros recomendamos (con restricciones) mantener el trabajo como un proceso clave para promover el cambio y progreso comunitario. Los investigadores y profesionales presentaron el proceso como una importante herramienta para incrementar el impacto en las intervenciones del cambio y la mejora comunitaria. A pesar de todo, el predominio de la evidencia empírica y experiencial en cuanto a su efectividad está en una etapa temprana en comparación con lo que ya se conoce acerca de los otros mejores procesos para el cambio.