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Sección 3. Superar los efectos de la opresión interna

  • ¿Qué son la discriminación y la opresión internalizada?

  • ¿Por qué los desarrolladores comunitarios necesitan entender qué son la discriminación y la opresión internalizada?

  • ¿Cómo ayudar a la gente a superar los efectos de la discriminación y de la opresión internalizada?

A continuación presentamos algunos resultados de investigaciones, los cuales nos ponen en qué pensar:

Un estudio reciente descubrió que en EE.UU., los estudiantes de color a quienes se les pidió que se identificaran por raza al tomar un examen estandarizado tuvieron notas más bajas que otros estudiantes de color a quienes no se les pidió que lo hicieran.

En otro estudio, algunas mujeres que tomaban una prueba de conocimientos matemáticos fueron divididas al azar en tres grupos. A un grupo se le pidió que contestaran una lista de preguntas que claramente las identificaba como mujeres; a otro se le dio una lista que las identificaba como residentes del noreste de los Estados Unidos; y el tercero contestó preguntas que las identificaba como estudiantes de un exclusivo colegio privado. Las mujeres que se identificaron como estudiantes del colegio exclusivo se desempeñaron sistemáticamente mejor en la prueba que las otras – a menudo mejor que los estudiantes varones, quienes, a través de los años, habían tenido casi invariablemente mejores puntajes que las chicas (los resultados de la prueba usada en este estudio han sido tan parciales que son frecuentemente citados como prueba de que los hombres son genéticamente superiores a las mujeres en matemáticas).

Investigadores de la Universidad de Nueva York trabajaron con chicas estudiantes de colegio y miembros de minorías que estaban por inscribirse en universidades que requerían exámenes de admisión. Ellos pudieron ayudar a las estudiantes a elevar significativamente sus puntuaciones en la prueba y sus tasas de ingreso (comparadas con los promedios para su raza/origen étnico y género) al ayudarlas a comprender que quiénes eran estaba determinado por lo que podían hacer y realmente hacían, no por sus características raciales o de género.

En ninguno de estos casos estaba en discusión la instrucción sobre la materia objeto de las pruebas, ni la técnica para tomar las mismas. La diferencia crucial en todos los casos estaba en cómo se identificaban a sí mismos los que tomaban las pruebas. ¿Por qué el revelar o pensar en su raza o género puede hacer tanta diferencia en una prueba de conocimientos o habilidades de razonamiento? La respuesta a menudo se encuentra en los prejuicios sociales y en una larga historia de discriminación. En esta sección, examinaremos los efectos que la discriminación y la opresión tienen sobre las personas y pensaremos en cómo contrarrestarlas.

¿Qué es la discriminación?

La palabra “discriminación” significa simplemente distinguir entre una cosa y otra. Cuando hablamos de discriminación como un problema social, nos referimos a distinguir entre grupos de población definidos por características específicas – raza, género, religión, nacionalidad de origen, opiniones políticas, orientación sexual, clase social – y a tratar a los grupos de manera diferente como resultado de ellas. Aunque la discriminación puede se tanto positiva como negativa – se puede discriminar a favor o en contra de un grupo determinado –, nuestro objeto de estudio aquí es la discriminación negativa.

Lamentablemente, la discriminación es demasiado conocida en todas las sociedades, desde la antiquísima discriminación contra los intocables en la India, los indígenas latinoamericanos o las personas de color en Estados Unidos. A los blancos se les prefiere para algunos trabajos – a menudo inconscientemente –sobre los negros y los asiáticos. Los trabajadores de Oriente Medio son acosados en Europa, los estadounidenses de color son detenidos por ser negros en las grandes ciudades. Los pobres son a menudo culpados por su pobreza y se les niegan servicios básicos porque no son “merecedores”.

Todo esto probablemente se remonta a tiempos prehistóricos, cuando nuestros ancestros se unían en grupos para tener seguridad y ayuda mutua, y cualquier otro grupo era un potencial rival en cuanto a conseguir la comida y otros recursos. En la mayoría de las sociedades modernas hay leyes contra varios tipos de discriminación, sin embargo persiste, y mucha de ella está tan arraigada que ni siquiera la vemos como discriminación.  Los roles de los géneros y el tratamiento de las mujeres en general es todavía desigual: las mujeres casi globalmente todavía ganan, en promedio, menos que los hombres por el mismo trabajo, y a las mujeres en muchos países se les niega la educación y otras oportunidades. Según la Organización de las Naciones Unidas, no hay ningún país donde los hombres y las mujeres sean tratados igualitariamente.

Para nuestros propósitos, entonces, la discriminación es la denegación de oportunidades, derechos, y/o libertades a uno o más grupos. Es, en otras palabras, no tratar a todo el mundo como de igual valor y no reconocer su plena humanidad.

¿Qué es la opresión?

La opresión es la discriminación llevada al extremo. Las personas oprimidas no son sólo discriminadas, sino que son también objeto de brutalidad física y psicológica (y ocasionalmente, de genocidio), algunas veces por desobedecer o disgustar a los que tienen el poder; algunas veces por desalentarlos y otras por tratar de cambiar su condición y algunas veces solamente por puro odio. Ejemplos modernos son el tratamiento a los judíos en Alemania en los años treinta, el cual culminara en el Holocausto; las leyes de segregación racial en Sudáfrica entre 1948 y 1990; la esclavitud y sus secuelas en el Sur de Estados Unidos; las desapariciones y otras atrocidades cometidas por los gobiernos militares contra sospechados izquierdistas en Argentina y Chile; la violencia genocida en la ex Yugoslavia; la matanza de Tutsis por los Hutus en Ruanda; y el sistemático asesinato y muerte por inanición de cerca del 20% de la población de Camboya por los Jemeres rojos, con la excusa de que estaban contaminados por el capitalismo.

La distinción entre discriminación y opresión es importante.  En la mayoría de los casos, los grupos que sufren discriminación tienen algún tipo de recurso, tanto por ley como por acción política.  En muchos países, grupos que eran discriminados han superado sus situaciones mediante la educación, la organización, los avances económicos, o alguna otra vía.  Para la gente oprimida, a menudo el único remedio ha sido la fuerza de algún tipo – tanto la acción revolucionaria como la intervención externa militar o económica.

Los desarrolladores comunitarios que trabajan con gente oprimida a menudo tratan de ayudarlos a comprender su situación, de modo que puedan decidir qué acción tomar para cambiarla.

Paulo Freire, un organizador y educador brasileño, en su libro Pedagogía del oprimido, afirma que los oprimidos pueden cambiar sus circunstancias a través de la praxis – reflexión y acción – y que con el objeto de hacer esto, ellos tienen que aprender a analizar sus vidas y a deshacerse de la opresión internalizada. Aunque Freire trabajó con gente que era explotada y oprimida, y escribió sobre ella, los que son discriminados pueden tener que lidiar con la discriminación internalizada también

¿Qué es la opresión internalizada?

Cuando la gente es señalada, discriminada u oprimida durante un período de tiempo, a menudo internaliza (cree y convierte la opresión en parte de su propia imagen – su visión interna de sí misma) los mitos y la desinformación que la sociedad les comunica acerca de su grupo. Los campesinos explotados pueden internalizar las ideas de que ellos no pueden hacer ningún otro tipo de trabajo, de que sus vidas fueron hechas para ser como son y de que ellos valen menos que la gente con fortuna o educación. Las mujeres pueden internalizar el estereotipo de que no son buenas en matemáticas y ciencias o la gente de color puede internalizar el mito de que no son buenos trabajadores.

Cuando la gente de los grupos señalados internaliza los mitos y la desinformación, eso puede hacerlos sentir (a menudo inconscientemente) que de alguna forma ellos son intrínsecamente menos valiosos, capaces, inteligentes, hermosos, buenos, etc. que la gente de fuera de su grupo. Ellos vuelcan la experiencia de la discriminación o la opresión hacia su interior. Comienzan a sentir que los estereotipos y la desinformación que les comunica la sociedad son verdaderos y actúan como si fueran verdaderos. A eso se le llama opresión internalizada.

La opresión internalizada afecta a muchos grupos de personas: mujeres, gente de color, gente de la clase baja y  obrera, gente con impedimentos físicos, gente joven, ancianos, católicos, inmigrantes, homosexuales y muchos otros grupos (podemos quizá pertenecer a algunos de estos grupos, incluso si no están mencionados aquí.

No todos los miembros de los grupos que son discriminados u oprimidos necesariamente vuelcan los estereotipos hacia su interior. Algunos permanecen orgullosos de su herencia cultural o logran llegar a ocupar lugares prominentes en la sociedad a través del ejercicio de su esfuerzo, inteligencia, talento, habilidades interpersonales y respeto personal. Muchos miembros de grupos oprimidos tratan de escapar de sus situaciones emigrando o por otros medios, y muchos tienen éxito. Algunos se sublevan y derrocan a sus opresores, aunque esto puede causar casi tantos problemas como los que soluciona.

No debemos suponer que sólo porque alguien sea miembro de un grupo que ha experimentado prejuicios en su contra, está sufriendo los resultados de una opresión interna. Los individuos son diferentes y tienen diferentes experiencias y antecedentes. Si suponemos opresión interna en todos los casos sin llegar a conocer al individuo por lo menos un poco, podemos descubrir que al tratar de de ayudarlo, se están siendo condescendiente u ofensivo con él.

Hay dos maneras en que funciona la opresión internalizada:

1. La opresión internalizada opera sobre una base individual. Una persona cree que los estereotipos y la desinformación que escucha son verdaderos acerca de ella.  Se refrena de vivir la vida en su potencial total o actúa de maneras que refuerzan los estereotipos y son en última instancia autodestructivas.

2. La opresión internalizada ocurre entre miembros del mismo grupo cultural. La gente en el mismo grupo cree (a menudo inconscientemente) en la desinformación y los estereotipos que la sociedad comunica sobre otros miembros de su grupo. Entonces, la gente dentro del grupo vuelca esa opresión en otros miembros de su mismo grupo. El resultado es que la gente se trata de maneras que están lejos de ser plenamente respetuosas. Normalmente, las personas de un mismo grupo cultural se hieren, se menoscaban, se critican, desconfían, se pelean o se aíslan unos de otros.

En la película de Spike Lee de 1988 Aturdimiento Escolar, unos estudiantes afroestadounidenses de tez clara en una prestigiosa universidad de negros miraban con desprecio a sus compañeros de piel más oscura.

Es importante notar que la opresión internalizada no es culpa de la gente a quien afecta. Nadie debe ser culpado o debe culparse por haber sido afectado por la discriminación.  Sin embargo, como activistas comunitarios, debemos afrontar estas barreras si queremos lograr nuestros objetivos.

A pesar de que los estereotipos que la gente internaliza son impuestos por la sociedad, todos nosotros, en tanto miembros de la mayoría favorecida o de la minoría oprimida o tratada injustamente, tenemos la responsabilidad personal de confrontar dichos estereotipos. Como miembros de la mayoría, debemos ayudar y apoyar a las minorías a ver que su valor personal no tiene nada que ver con los prejuicios actuales o pasados de la sociedad. Y como miembros de la minoría, tenemos la responsabilidad de escuchar a los que entre nosotros desafían la opinión de la mayoría y analizarla y desafiarla nosotros mismos. Podremos necesitar apoyo y orientación para hacerlo – eso es lo que Paulo Freire proporcionó a los que trabajaron con él y sobre lo que él escribió.

Ejemplos de opresión internalizada tal como ocurre en los individuos:

  • Las mujeres, la gente de bajos recursos y la gente de color no habla mucho en las reuniones porque piensan que su contribución no es importante o “correcta”. A menudo los participantes de estos grupos tienen una idea de cómo solucionar un problema, pero se abstienen de compartirla.
  • Como respuesta a bajas expectativas y falta de aliento, algunos adolescentes de los grupos oprimidos creen que nunca tendrán éxito; consecuentemente, dejan de estudiar y de perseguir sus sueños.
  • La gente de los grupos oprimidos a menudo no se atreve a tomar roles de liderazgo. No se ven a sí mismos como poseedores de capacidades de liderazgo, y su estilo no concuerda con el “tradicional” de los modelos de liderazgo.
  • Una persona que no consigue acceder a un trabajo con un sueldo decente puede tratar de aliviar su desconsuelo con alcohol.
  • Una persona que habla con acento extranjero siente que no debe construir relaciones con gente de afuera de su propia cultura porque tiene miedo de que los otros no quieran ser sus amigos.

Ejemplos de opresión internalizada entre miembros del mismo grupo cultural:

  • Las mujeres del comité de una organización de caridad compiten por la atención del integrante de sexo masculino y se abstienen de tomar roles de liderazgo. Ellas ven que sus mejores capacidades son las de organizar cenas y crear decoraciones para eventos, aun cuando todas ellas tienen títulos universitarios.
  • Los miembros de una organización local de bajos ingresos no puede apoyar a nadie de su propia comunidad que trate de tomar un rol de liderazgo en la organización. Ellos dicen que la gente en el rol de liderazgo se vuelve demasiado “formal” y “autoritaria”. El rol del líder es discutido eternamente y la organización no termina de abocarse al asunto de definir y lograr objetivos.
  • Las mujeres que trabajan en la construcción se unen a los hombres en menospreciar a otras mujeres que tienen problemas con el cuidado de los niños o que no pueden hacer determinados trabajos porque no son tan fuertes como algunos de los hombres.
  • Cuando inmigrantes latinoamericanos de distintos países tratan de organizarse para crear una base de poder político, la desconfianza y los prejuicios entre ellos les hacen difícil el trabajar juntos.
  • Temiendo que sus hijos no tengan éxito en la cultura mayoritaria, una madre inmigrante es demasiado severa al disciplinarlos para que "se integren".
  • Un adolescente estadounidense de color no es aceptado entre su grupo de iguales porque trabaja duro y le va bien en la escuela.

Como podemos ver, la opresión internalizada puede tener serias consecuencias para las comunidades. Refrena a la gente de pensar bien de sí misma, de vivir vidas plenas y de sublevarse ante la injusticia. Puede ser la fuente de enfermedades mentales o físicas y de comportamiento autodestructivo. La opresión internalizada puede servir para dividir a las personas dentro del mismo grupo, lo cual puede provocar que no se apoyen entre ellas ni se unan para lograr un cambio. También puede causar que la gente desconfíe de los de afuera de su propio grupo, volviendo difícil la creación de alianzas.

¿Por qué los desarrolladores comunitarios necesitan entender qué son la discriminación y la opresión internalizada?

Entender qué es la opresión internalizada es invalorable para los desarrolladores comunitarios. La gente simplemente no puede luchar sola con eficacia cuando cree que el problema es culpa de ellos o que algo está intrínsecamente mal en ellos.  Para facultar a las comunidades a ser más efectivas al luchar las batallas por mejor cuidado de la salud, buena educación, ambiente seguro y trabajos adecuados, los miembros comunitarios tienen que aprender a vencer el desaliento, la confusión y las divisiones que son el resultado de la opresión internalizada.

Afortunadamente, hay métodos para vencer a la opresión internalizada. La gente puede curarse de la desinformación que ha internalizado y ayudar a otros en sus grupos culturales a hacerlo también. A medida que la gente comprende y supera la opresión internalizada, se sentirá con más poderes para vencer las desigualdades e injusticias presentes en nuestra sociedad en general.

¿Cómo ayudar a la gente a superar los efectos de la discriminación y de la opresión internalizada?

Hay diferentes maneras en que la gente puede trabajar junta para vencer a la opresión internalizada. A continuación veremos algunos pasos que se pueden tomar. Están primero enumerados, y posteriormente descritos en mayor detalle.

Volverse amigo cercano, aliado o mentor de individuos que luchan con la opresión internalizada.

  • Sentir orgullo de la diversidad cultural y celebrarla.  Debemos aprender y celebrar nuestra propia diversidad y aprender sobre otras tambiénColocar nuestra propia cultura en un contexto mundial puede ayudarnos  a comprender su desarrollo y su valor.
  • Reunirnos en grupos con gente con una historia similar para curarse de las heridas emocionales de la opresión internalizada.
  • Ejercer acción contra la injusticia y la opresión.  La toma de acciones positivas en favor propio es la más poderosa cura para la discriminación y la opresión tanto internalizada como externa.
  • Cuando notemos opresión internalizada en algunos grupos, señalarla y ayudar al grupo a cambiar de dirección.
  • Proteger a los jóvenes de los efectos de la opresión.

Volverse amigo cercano, aliado o mentor de individuos que luchan con la opresión internalizada.

La amistad y el cariño son dos de las armas más poderosas que tenemos para combatir la opresión internalizada. Todas las opresiones tienen un mensaje en común – que algunas personas no son valiosas.  La amistad proporciona una negación fuerte y efectiva a ese mensaje. Lo que comunicamos en nuestras relaciones y compromisos interpersonales es más poderoso que el mensaje de la opresión.

Nos importa lo que sucede con nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo y otros miembros de la comunidad. Es doloroso verlos tratándose mal a sí mismos o no viviendo a la altura de sus capacidades.  Podemos ayudar a nuestros amigos cuando los vemos actuando autodestructivamente o siendo pasivos ante condiciones que los afectan negativamente.

Por ejemplo, si entablamos amistad con un joven y hacemos el compromiso de pasar tiempo con él regularmente en actividades que disfrutamos, podemos hacer una gran diferencia en cómo esa persona pueda manejar las injusticias que encuentra al crecer en una sociedad difícil. Si cualquier persona sabe que aunque sea una sola persona está de su lado,  puede lograr creer en sí misma, aun cuando todos y todo lo demás  le digan lo contrario.

Sentir orgullo de la diversidad cultural y celebrarla.

El ser miembro de un grupo cultural puede ser una fuente de fortaleza. Nuestras culturas nos dan nuestros valores, nuestro sentido de nosotros mismos en la historia, nuestro humor, nuestras identidades y nuestra visión del mundo. Dependemos de nuestras culturas para que nos proporcionen una comunidad, un punto de referencia, un hogar y un lugar para orientarnos y para recordar qué es importante para nosotros.

Hasta la discriminación que la gente ha experimentado y soportado como miembros de grupos culturales les da fuerzas. La gente aprende a sobrevivir, a defenderse, a ser ingeniosos, a tener sentido del humor y a recuperarse.  La gente aprende de qué se trata tener un compromiso a largo plazo.

El sentir orgullo de nuestras culturas y celebrarlas es esencial para combatir la opresión internalizada, porque nos da una visión más acertada de nuestras culturas que la que transmiten los medios de comunicación o la sociedad en general.

¿Cuáles son algunos modos de expresar orgullo por nuestras culturas?

  • Leyendo y aprendiendo más sobre nuestras culturas nos ayuda a la gente a obtener una perspectiva sobre cómo lucharon nuestros ancestros por sus vidas, a menudo ante grandes obstáculos. Organizar un grupo de estudio o un club de lectura con este propósito puede ser especialmente útil para construir la comunidad alrededor del orgullo cultural.
  • Realizar celebraciones culturales y la práctica de rituales da a la gente un sentido de esperanza, alegría, orgullo y significado. Les ayuda a recordar qué representan sus culturas, cuán ricas son y cuánto han logrado. Las celebraciones de artes culturales pueden mantener a flote el espíritu de la gente y recordarles su fuerza, bondad y creatividad.

Nota: El invitar gente de otras culturas a estos eventos puede ser útil a veces. Cuando la gente de afuera comprende nuestra cultura, esto se vuelve un importante primer paso en el desarrollo de un grupo de aliados activos que están dispuestos a defender nuestro grupo.

Reunirnos en grupos con gente con una historia similar para curarse de las heridas emocionales de la opresión internalizada.

Las terapias de grupos de revaloración consisten en un modelo en el que la gente con historias similares se reúnen para curarse de la opresión internalizada. En estos grupos la gente se alienta ayudan a recordar que son buenos, valiosos, capaces, inteligentes, hermosos, etc. y que los otros de su cultura son también buenos. En estos grupos, la gente habla por turnos sobre cómo la opresión cultural les ha afectado personalmente.

Uno de los resultados más útiles de los encuentros en grupos de gente con historias similares es que la gente comprende que no están solos en sus experiencias de opresión o en la manera en que se sienten mal acerca de sí mismos. El compartir, por ejemplo, la experiencia de crecer en medio del   racismo, anti-semitismo o clasismo, ayuda a la gente a entender que tienen sentimientos comunes a otros en su grupo. Esto elimina la ilusión de que la experiencia es de alguna manera intrínsecamente sólo su problema – y que ellos son la única fuente de sus propias dificultades, más que problemas de la sociedad en general.

A continuación presentamos el formato estándar para un grupo de sanación de opresión internalizada:

  • Reunirse en grupos de 6-10 personas a una hora regular.
  • Es mejor tener un acuerdo de confidencialidad.
  • Cada grupo debería tener un líder principal, pero todos deben sentirse responsables de que el grupo marche bien.
  • Para empezar, cada persona tiene su turno para hablar sobre lo que ellos aprecian de su cultura/grupo y sobre algo en lo que les ha ido bien desde la última vez que el grupo se reunió.
  • Cada persona tiene su turno en cada encuentro para pensar/hablar/sentir mientras el grupo le presta su atención. Nadie la interrumpe durante este tiempo.Durante este turno, la persona tiene la oportunidad de hablar sobre sus experiencias como miembro de ese grupo. Puede ser útil hablar sobre sus más antiguos recuerdos de haber sido señalado u oprimido.
  • La gente puede experimentar sentimientos emotivos al hablar acerca de estas experiencias. Sentir emociones es parte del proceso curativo. Reírse, llorar, temblar, todo ayuda a la gente a curarse de las heridas de la opresión y recuperar su orgullo, humanidad y poder.
  • Cuando estos grupos se reúnen durante un período extenso de tiempo, la gente siente más seguridad para hablar sobre asuntos importantes.

Los grupos de apoyo pueden ser muy útiles, pero sólo si los miembros en última instancia pasan de solamente discutir cómo fueron perseguidos a realmente apoyarse para tomar el control de sus vidas y crear estrategias para hacerlo. Los buenos grupos de apoyo pueden ser sumamente útiles; los inefectivos pueden ser sólo oportunidades de compartir malas experiencias y sumirse más en la impotencia. Un buen líder o facilitador puede hacer la diferencia.

Ejercer acción contra la injusticia y la opresión.

Que la gente le haga frente a la injusticia y la opresión puede ser un fuerte antídoto a la opresión internalizada.  Hacerse cargo de una situación injusta y corregirla hace avanzar kilómetros en la curación de la opresión e injusticia que la gente ha soportado.

En el libro El boicot a los autobuses de Montgomery y las mujeres que lo empezaron: Memorias de Jo Ann Gibson Robinson, la Sra. Robinson habla sobre el sentimiento de orgullo que ella y otras sintieron cuando personas de color decididas y comprometidas se unieron para el boicot a los autobuses como parte de las protestas contra la segregación racial en EE.UU.:

Antes de que hubiera pasado la mitad del lunes, los negros ya habían hecho historia. Nunca antes se habían unido de esa manera. Había abierto respeto y admiración en los ojos de muchos blancos que antes se les quedaban mirando, dudosos y divertidos. Hasta los empleados de las tiendas de baratijas, todos blancos, eran más cordiales. Incluso se les escuchó decir, luego de que un cliente negro hiciera una compra ahí, “Vuelva a visitarnos”, cosa que era muy inusual que ocurriera. Los clientes negros tenían la frente en alto. Se sentían renacidos, por primera vez importantes. Se exhibía un mayor grado de orgullo racial. Muchos de ellos mismos estaban sorprendidos ante la respuesta de las masas y no podían explicar, aunque quisieran, qué los había convertido de la noche a la mañana en gente intrépida, valerosa, orgullosa, que defendía junta su dignidad humana, sus derechos civiles y, sí, ¡el respeto a sí mismos! Había un sentimiento de unidad que los atraía como un imán. Se mostraban genuino cariño mutuamente. ¡Eran realmente libres -libres por dentro! ¡Lo sentían! ¡Lo ejercían! ¡Lo manifestaban con todo su ser! Sentían un gran orgullo de ser negros.

Cuando notemos opresión internalizada en algunos grupos, señalarla y ayudar al grupo a cambiar de dirección.

En algunas organizaciones la gente tiende a criticarse entre ellos, a pelearse, les falta disciplina, y desautorizan o atacan al liderazgo. Estos problemas tienen una serie de causas. Muchas veces la causa es, hasta cierto punto, debida a la opresión internalizada. Esto es particularmente cierto si todos o la mayoría de los miembros del grupo u organización provienen de orígenes culturales similares. Desafortunadamente, cuanto más duramente ha sido tratado un grupo, más opera esta dinámica. Repetimos, esto no es culpa del grupo que ha sido señalado. De todas maneras, para conseguir que un grupo sea exitoso, es necesario que dicha dinámica sea reconocida y revertida.

¿Cómo se puede saber que la opresión internalizada es la fuente de las dificultades en un grupo? Aunque no hay una fórmula segura, se pueden buscar algunas pistas que podrían ayudar a sacar conjeturas razonables. Algunas preguntas que pueden dar pistas son:

  • ¿El grupo está actuando internamente de manera similar a como los maltrata a ellos la sociedad en general? Por ejemplo, si el grupo determinado tiene el estereotipo de no ser inteligente, la gente ¿actúa como si no fueran inteligentes?
  • ¿Existen estos problemas a través de toda la organización?  Si el problema aparece en varios escenarios diferentes, es más probable que la opresión internalizada sea la mayor dificultad, más que problemas entre unos pocos individuos.

Hay que tener cuidado en este punto. Los problemas sistemáticos en la organización pueden señalar discriminación u opresión internalizada o pueden ser indicadores de problemas con el liderazgo, la estructura o el carácter de la organización misma. Muchas organizaciones que no incluyen gente que haya sido discriminada tienen problemas sistémicos. Tiene sentido suponer que muchas que sí involucran a grupos marginados también los tengan. Sólo si los problemas parecen reflejar el mismo tratamiento que el grupo en cuestión recibe de la sociedad más grande, se deberían considerar que dichos problemas derivan de dicho tratamiento.

  • ¿Los individuos en la organización tienen problemas con su autoestima, dificultades en cuidar de sí mismos o de tratarse a sí mismos bien en otros sentidos?

Aunque no sepamos con seguridad si la opresión internalizada es el problema mayor, ésta puede ser al menos parte de la dificultad.  En cualquier caso, muchas de las siguientes recomendaciones ayudarán a cualquier grupo que sufra de continuas discusiones, críticas, menoscabos y otros problemas relacionados.

¿Qué hacer cuando se nota o sospecha opresión internalizada en un grupo?

  • Visiblemente podemos mostrar cómo tratar a los otros con respeto y fijar un tono armonioso. Por ejemplo, si todos están criticando al líder, podemos señalar sus buenas cualidades y sus logros. Si marcamos el camino al hacer esto, los demás lo notarán. Una sola persona puede, por lo general, ayudar a un grupo entero a salirse de un patrón negativo.
  • Tomar algo de tiempo durante las reuniones para que la gente se reconozca y tome en cuenta lo que el grupo ha logrado. Cuando la gente se siente desalentada sobre su progreso, están más proclives a tratarse de mala manera.
  • Señalar las dificultades sin culpar a nadie. Se podría decir algo como: “Demos un paso atrás y miremos cómo está marchando esta reunión. ¿No les parece que si todos acordáramos no interrumpir o criticar a los otros, tendríamos mejores resultados? ”.
  • Explicarle a la gente qué es la opresión internalizada y cómo vemos que opera en la organización. Se puede explicar cómo la gente se lastima entre sí y señalar la similitud de esto con cómo la sociedad lastima al grupo en su conjunto.
  • Si el problema ocurre en una reunión, hacer que la gente se divida en parejas en las cuales cada persona tiene su turno para expresar sus sentimientos mientras la otra persona escucha.  Luego hacer volver a la gente al asunto de la reunión.
  • Plantarse y ser firmes. Toda vez que los miembros del grupo se estén menospreciando o actuando de un modo que tenga consecuencias negativas, podemos plantarnos y asumir una posición en contra de lo que está ocurriendo. Dicha  posición fijará un tono que otros podrán sentirse inclinados a seguir.
  • Dar la bienvenida al grupo a nuevos miembros. A menudo grupos con historias similares se vuelven cerrados. Pueden tender a excluir a la gente nueva de una manera muy parecida a la que el grupo es excluido por la sociedad. Se puede establecer una política de bienvenida a los nuevos miembros y llevarlos rápidamente al centro de la organización.

Las reglas de campo pueden ser útiles aquí también. Los tipos de reglas mencionados arriba para apoyar a los grupos – no interrumpir, escuchar atentamente, discrepar con las ideas más que con las personas, etc. – pueden fijar un tono de respeto y aceptación que en sí mismo puede hacer mucho para cambiar la visión que la gente tiene de sí misma y de los otros.

Proteger a los jóvenes de los efectos de la opresión.

La opresión internalizada ejerce su más grande impresión en los niños, porque ellos no tienen ningún contexto para comprender las injusticias de la sociedad. Es fácil personalizar los mensajes negativos que les están llegando cuando no se tiene un marco para entender la opresión.

Hay unas pocas maneras de ayudar a los jóvenes a comprender la opresión y protegerlos de sus efectos. Primero, es útil explicarles a los niños cómo y por qué funciona la opresión, para que de ese modo ellos tengan un marco para entenderla. Esto puede ayudar a un joven a entender el maltrato que experimente o presencie, antes que culparse a sí mismo o a otros de su propio grupo por ello. Por ejemplo, si se les dan a niños negros de EE.UU. una explicación  de la historia de la esclavitud en los Estados Unidos, ellos podrán comprender mejor por qué el racismo opera hoy en día.

Es necesario enseñarles a los jóvenes a enorgullecerse de quiénes son y de su historia y cultura.  Igualmente importante es enseñarles el valor de fijarse metas y trabajar por ellas y de no desalentarse cuando las cosas no salen como quieren.  La gente que ha internalizado la discriminación o la opresión puede claudicar cuando se enfrenta a circunstancias difíciles, viéndose a sí mismos como incapaces de superar los reveses. Si los niños crecen con respeto por sí mismos y comprenden que los reveses ocasionales son una parte normal de la vida y que pueden ser superados con planificación y trabajo, ellos seguirán avanzando tanto en los buenos tiempos como en los malos.

Podemos también crear ambientes para nuestros niños en los que ellos y sus culturas sean valorados. Por ejemplo, podemos hacer que las escuelas sean instituciones multiculturales. Los maestros y administradores deben comprender la importancia de integrar las historias y las culturas de muchos grupos dentro del plan de estudios. El personal de la escuela debe entender cómo tratar igualitariamente a los niños y a tener altas expectativas para todos los estudiantes.

Para resumir

La gente común es tan inteligente y capaz como los "expertos". Todos tenemos la capacidad de ingeniar cómo resolver problemas y de volver nuestras comunidades lugares donde todos tienen oportunidad de vivir una vida plena y satisfactoria.

La opresión internalizada frena a la gente, ya que socava su confianza y les dificulta trabajar junta. Es doloroso cuando la gente se limita como resultado de la discriminación u opresión que ha experimentado.

Afortunadamente, podemos entender cómo funciona la opresión internalizada y qué hacer para superarla. Simplemente comprendiendo su funcionamiento podemos ayudar a la gente a revertir  a algunas situaciones. Superar y curarse de la discriminación y opresión internalizada ayuda a hacer más efectivas las comunidades. Deshacernos de la discriminación y la opresión internalizada puede ser un asunto clave para darles a las comunidades el poder total de realizar el trabajo que necesita hacerse.

Contributor 
Marya Axner

Recursos en línea

Brown University Training MaterialsPower and Privilege Issues with Culturally-Diverse Communities in Research: New Challenges of Partnership and Collaborative Research. The Northeast Education Partnership provides online access to PowerPoint training slides on topics in research ethics and cultural competence in environmental research. These have been created for professionals/students in environmental sciences, health, and policy; and community-based research.

Organizations

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400 Washington Ave.
Montgomery, AL 36104

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