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Sección 3. Planificación social y cambio en políticas

  • ¿Qué significa “planificación social y cambio de política”?

  • ¿Por qué los formuladores de políticas deben involucrarse en un proceso participativo de planificación social?

  • ¿Por qué la comunidad debe involucrarse en un proceso participativo de planificación social?

  • ¿Cuándo son apropiados la planificación social y el cambio de política?

  • ¿Quiénes deben involucrarse en la planificación social y en el cambio de política?

  • ¿Cómo pueden los formuladores de políticas involucrarse en la planificación social y en el cambio de política?

  • ¿Cómo pueden las comunidades involucrarse de forma efectiva en la planificación social y en el cambio de política?

El alcalde de Parkerville estaba preocupado. El crecimiento de la ciudad durante las últimas dos décadas había acarreado muchos problemas urbanos que la comunidad había logrado evitar hasta hacía poco. Un barrio, the Flats, se estaba transformando en un lugar donde nadie quería vivir, dominado por traficantes de drogas y pandillas juveniles, y marcado por un número cada vez mayor de casas protegidas con tablas.

El barrio the Flats, hasta hacía poco había sido una comunidad muy cerrada de clase obrera, y muchas personas todavía vivían en las casas que sus familias habían ocupado por cincuenta años o más. Sin embargo, poco a poco comenzaban a irse debido a los altos índices de criminalidad y al deterioro del barrio. El alcalde no quería ver que lo que había sido una parte vital de la ciudad se convirtiera en un barrio de miseria.

En un esfuerzo para salvar el barrio, el alcalde decidió presionar para elaborar una política de desarrollo para el área. Instó al ayuntamiento a que otorgara fondos para esta tarea e hizo presión en la legislatura estatal para obtener dinero del estado también. Su razonamiento fue el siguiente: si se pudieran salvar y mejorar las viviendas y si hubiera negocios que se instalaran en el barrio the Flats, eso detendría el deterioro, convencería a las personas que habían residido allí por largo tiempo para que se quedaran y atraer a familias jóvenes que renovarían el espíritu de la comunidad que había existido allí por tanto tiempo.

El alcalde sabía que, aún cuando pudiera conseguir el dinero, el plan funcionaría solamente con el apoyo de los vecinos del barrio. Por esta razón, se puso en contacto con gente que él conocía en the Flats, además de miembros del clero y líderes de varias hermandades y organizaciones de servicios, culturales y religiosas, para formar un comité para ayudar a crear un plan para revivir el barrio.

A veces, las ideas y la motivación para el desarrollo comunitario provienen de planeadores sociales y de los responsables de formular políticas. Dicho desarrollo puede ser positivo, siempre y cuando no se impongan esas ideas en la comunidad sin el consentimiento de ésta, y sin que ella tenga voz y voto en las decisiones que la afectarán.

En la sección anterior, acerca de desarrollo local, tratamos el tema de la organización comunitaria que a menudo surge de la misma comunidad, o de personas u organizaciones individuales dentro de ella, en respuesta a un problema o una necesidad. En la próxima sección, trataremos situaciones donde la comunidad tiene que actuar para movilizar a los líderes y a otras personas para que produzcan un cambio. Esta sección es acerca de cómo una organización comunitaria, en la forma de planificación social o cambio de política, puede funcionar bien cuando el impulso proviene de las esferas de poder, más que de las personas a las que este cambio afectará.

 Analizamos cómo los grupos locales y las organizaciones basadas en la comunidad pueden iniciar y producir un cambio de política. En esta sección, nos ocupamos de situaciones en las cuales el impulso inicial proviene de los mismos responsables de formular políticas, es respuesta a lo que ellos ven como una crisis o problema que se necesita resolver.

¿Qué queremos decir con planificación social y cambio de política?

La planificación social es el proceso por el cual los formuladores de políticas (legisladores, organismos gubernamentales, planeadores y, a menudo, financistas) tratan de resolver los problemas de la comunidad o mejorar las condiciones de ésta diseñando e implementando políticas que tengan por objetivo obtener ciertos resultados. Estas políticas pueden tomar la forma de leyes, reglas, incentivos, campañas en los medios de comunicación, programas o servicios e información (un amplio rango de posibilidades). Un Consejo de Salud comunitario o estatal que adopte reglas para regular la prohibición del cigarrillo en lugares particulares, por ejemplo, está tratando de proteger a los fumadores pasivos y de reducir la cantidad de fumadores en general.

Existe una larga historia de planificación social en los Estados Unidos y en otros lugares. Tradicionalmente esto ha querido decir que los formuladores de políticas decidían lo que ellos pensaban que era bueno para la comunidad o para una población, e imponían políticas que tenían como objetivo lograr los resultados que ellos querían. En el mejor de los casos, esto produjo programas que beneficiaban a grandes cantidades de personas. En el peor de los casos, la planificación social se ha usado en gran medida para beneficio (económico y político) de los formuladores de políticas, sus amigos y partidarios.

En otros casos, una planificación bien intencionada trajo consecuencias negativas. Las medidas de la renovación urbana de los años 50 y los 60, por ejemplo eliminar barrios de miseria, tenía como objetivo convertir a las ciudades en mejores lugares para vivir (más seguros, más atractivos y más saludables económicamente). En realidad, por lo general esto tuvo tal efecto sólo para las personas que se mudaron a viviendas y negocios nuevos después de que se había desplazado a la población original dejándoles sin ningún otro lugar a dónde ir. En muchos casos, este proyecto destruyó comunidades vitales y prósperas.

Sin embargo, la planificación social no tiene que emanar completamente de los rangos más altos de autoridad hacia los más bajos. Muchos programas que comenzaron en los años 60 requerían que la comunidad participara en la planificación e implementación de programas e iniciativas (el Programa Ciudades Modelo, una pieza clave en la Guerra contra la Pobreza de Lyndon Johnson, es un ejemplo importante). Aun cuando se pasaron por alto estos requisitos más de lo que se respetaron, ellos reconocían que las iniciativas sociales funcionan mejor y producen mejores políticas cuando las personas a las que afectan participan de su creación.

La planificación proveniente de los rangos más altos de autoridad, aunque bien intencionada, puede no tener en cuenta las realidades de la situación que está tratando. Esto puede deberse a:

  • La ignorancia de la comunidad, y el hecho de que lo que funciona en una comunidad puede no funcionar en otra. Los modelos sociales, la historia (especialmente los intentos anteriores para tratar el asunto en cuestión) y la economía de la comunidad pueden funcionar individualmente o en forma conjunta para crear una situación única. Se tiene que entender esa situación antes de que se pueda proceder a crear políticas exitosas.
  • Ignorancia acerca de la vida de aquellas personas a quienes va dirigido el plan. Las creencias o costumbres culturales de grupos de inmigrantes o de aquéllos de orígenes étnicos o raciales particulares, pueden ser totalmente ajenos a las personas encargadas de la planificación para ellos. Aun cuando la división entre los responsables de formular políticas y la población a la cual se dirigen las políticas sea solamente económica, puede que haya grandes diferencias en la forma en que ven el mundo, así también como grandes diferencias en los mundos en los que viven. Si los responsables de formular políticas no comprenden la cultura y las costumbres (y las necesidades reales) de la gente a la que desean incluir, sus políticas están destinadas al fracaso.
  • Las consecuencias no intencionales que no son aparentes inicialmente. A veces, un plan o política que parece positivo trae resultados que son profundamente negativos. Los complejos de viviendas públicas que se construyeron en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial tenían como objetivo ser residencias limpias, seguras y cómodas para ciudadanos de bajos ingresos. Sin embargo, su carácter institucional y aislamiento de los lugares principales de la vida de las comunidades provocaron desesperación en sus residentes, lo que trajo aparejado crimen y condiciones de vida horribles.
  • La falta de experiencia en el tema por parte de los responsables de formular políticas. Los médicos (especialmente aquellos que además tienen credenciales académicas) saben que la diferencia entre la teoría y la realidad por lo general puede ser grande. Cuando las iniciativas o intervenciones lógicas y en la mejor situación posible chocan con la falta de financiación, la cultura de las calles, los manejos políticos, el abuso de substancias, la falta de confianza en las personas de afuera y las batallas territoriales, no funcionan de la forma que los planeadores piensan que deberían hacerlo.

Además, se puede usar la planificación social para alcanzar objetivos que no tienen nada que ver con el bienestar o el mejoramiento de aquellos a quienes afectan. Estos objetivos pueden tener la intención de beneficiar a amigos o partidarios de políticos poderosos, o simplemente generar capital político. En estos casos, es probable que estén mal planeados y administrados, y que tengan poco efecto. Por otro lado, los objetivos pueden ser apropiados y dignos de elogio, pero no se realizan en forma efectiva debido a falta de habilidad o voluntad de las personas a las que se asignó para llevarlos a cabo. La participación de los ciudadanos puede ayudar a prevenir que el proceso de planificación social fracase de las maneras mencionadas.

La Caja de Herramientas Comunitarias ve la planificación social y el cambio de políticas como una sociedad entre la comunidad y los formuladores de políticas, la cual tiene como objetivo la creación de políticas que produzcan cambios sociales positivos. Como resultado consideraremos la planificación social y el cambio de políticas desde dos ángulos diferentes:

  • Desde la perspectiva de los responsables de formular políticas, o sea cómo utilizar el proceso de planificación social para crear políticas que consigan sus objetivos con los mejores resultados positivos tanto para todos los miembros de la comunidad como también para los responsables de formular políticas.
  • Desde una perspectiva local, es decir cómo puede uno acercarse a los responsables de formular políticas al comienzo del proceso para que aquellas personas de la comunidad a quienes el cambio de política afecte puedan participar en la planificación e implementación.

¿Por qué los responsables de formular políticas deben involucrarse en un proceso participativo de planificación social?

Ya hemos mencionado que muchos subsidios federales y de otro tipo estipulan la participación comunitaria como un requisito para la financiación. También mencionamos, sin embargo, que ciertos políticos pueden pasar por alto ese requisito con la formación de “consejos comunitarios”, los cuales simplemente aprueban cualquier política que proponen los políticos. Además, la participación comunitaria, como analizaremos más adelante en esta sección, es un proceso que requiere tiempo, dedicación, organización y mucho trabajo para todos los involucrados. ¿Por qué, entonces, vale la pena para los responsables de formular políticas (que generalmente tienen la capacidad de imponer sus propios planes) involucrar a la comunidad en la planificación social y el cambio de política?

Existen, de hecho, un número de razones convincentes, tanto a corto como a largo plazo:

  • La participación comunitaria hace más probable que se proponga una política efectiva. Sin el conocimiento de la historia y de la estructura social de la comunidad que los miembros de la comunidad pueden proveer existe un riesgo de error serio. Intentar repetir algo que no funcionó en el pasado o asumir que grupos particulares van a trabajar juntos, cuando en realidad han estado en desacuerdo por años, puede echar por tierra un emprendimiento de desarrollo comunitario antes de que éste comience. Es más, los miembros de la comunidad pueden informar a los responsables de formular políticas y a los planeadores acerca de las necesidades reales de la comunidad para que se puedan tratar los problemas y asuntos más importantes.
  • La participación comunitaria lleva a un sentimiento de pertenencia/titularidad y apoyo a cualquier tipo de iniciativa que surja de un emprendimiento de planificación social. Cuando las personas tienen voz y voto en la planificación y en la toma de decisiones, sienten que cualquier tipo de plan que se implemente les pertenece, y de esta forma trabajarán para hacerlo funcionar. Lo mismo rara vez (o nunca) es cierto sobre planes que se imponen en una comunidad desde afuera.
  • Los responsables de formular políticas (en particular los funcionarios elegidos) pueden salir ganando políticamente al involucrar a la comunidad. La gente considerará que respetan a su electorado, y también ganarán respeto y credibilidad si se prueba que las iniciativas que ellos apoyan son efectivas. Si pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los miembros de la comunidad, su capital político crecerá.
  • Los miembros de la comunidad pueden informar a los responsables de formular políticas sobre cambios en las circunstancias que requieran cambios en la política a lo largo del tiempo. Lo que es efectivo o apropiado hoy, puede no serlo en cinco años. La participación comunitaria pone todos los sentidos en la comunidad para detectar cambios que los formuladores de políticas desconozcan y para evitar que los programas e iniciativas pasen de moda o se vuelvan obsoletos.
  • La participación comunitaria puede crear relaciones y sociedades comunitarias entre grupos diversos los cuales podrán trabajar juntos. El involucrar a todos los sectores de la comunidad puede acercar a grupos e individuos que normalmente no habrían estado en contacto (o no habrían querido estarlo) y puede ayudarlos a comprender cuáles son sus intereses comunes.
  • La participación comunitaria ayuda a que se mantenga la creación de la comunidad a largo plazo. Al entregar en su totalidad o en parte el poder de planificación y toma de decisiones a la comunidad, el proceso asegura que aquellas personas que comenzaron con el emprendimiento se mantendrán interesadas e involucradas, y que otros asuntos o cambios en el área política no las distraerán.
  • La participación comunitaria contribuye a la institucionalización de los cambios surgidos de cambios de política. Es mucho más probable que los miembros de la comunidad confíen en políticas creadas con la participación de todos los sectores de la misma. Su apoyo a lo largo del tiempo producirá un cambio permanente.
  • La participación comunitaria le da energías a la comunidad para continuar cambiando en direcciones positivas. Una vez que los miembros de la comunidad vean lo que pueden lograr, estarán listos para participar en nuevos desafíos. La participación comunitaria puede cambiar su actitud acerca de lo que es posible (lo cual es probablemente el elemento más importante para producir el cambio).

¿Por qué la comunidad debe involucrarse en un proceso participativo de planificación social?

Aunque podría parecer obvio que las comunidades y los grupos locales quieran participar en la planificación y llevar a cabo las políticas, éste no es siempre el caso. Pueden sentir que es el problema de otra persona o que simplemente no tienen el tiempo y la energía para involucrarse en una iniciativa de planificación. Aquellos que nunca han tenido la oportunidad de tomar decisiones, a menudo encuentran que el proyecto es intimidante. Se sienten incómodos porque nunca han tenido la experiencia de trabajar en reuniones, en la planificación y en otras actividades similares, y consideran que es más fácil que otros tomen las decisiones. Pueden sentir, además, que tienen poco para contribuir, o que no serán escuchados aun cuando estén presentes en la reunión.

Puede tomar tiempo y esfuerzo para que sea posible la contribución de miembros de la comunidad. Quizás necesiten capacitación y / o asistencia para sentirse cómodos con los procedimientos y supuestos de un proceso participativo. Quizás tengan las condiciones para participar pero necesiten motivación para hacerlo. Poner la confianza en el proceso y en los responsables de formular políticas puede requerir mucha organización comunitaria (campañas puerta a puerta, conversaciones personales, reuniones pequeñas en los domicilios de las personas) hasta que la comunidad esté lista para asumir el riesgo o la carga de la participación.

Sin embargo, las recompensas para la comunidad pueden ser enormes. Muchas de las razones para que la comunidad participe son reflejo de las razones por las que los responsables de formular políticas quieren hacerlo. Algunas de ellas son:

  • La participación ofrece la oportunidad de educar a los responsables de formular políticas acerca de las necesidades y preocupaciones reales de la comunidad. Como dijimos anteriormente, cuando los responsables de formular políticas planean sin contexto, sus planes generalmente fracasan porque no tienen en cuenta las realidades de la situación y las necesidades reales de la población a las que éstos van dirigidos. Los miembros de la comunidad pueden ayudar a los responsables de formular políticas a comprender sus vidas (las dificultades que enfrentan, las fuerzas que aportan y lo que piensan que se debe tratar).
  • La participación permite a los miembros de la comunidad ayudar a crear una política que realmente funcione para cubrir sus necesidades. Al participar en el desarrollo, los miembros de la comunidades pueden asegurarse de que se lleven a cabo políticas que en efecto mejoren sus vidas en lugar de que no tengan efecto o que les impongan cargas extras.
  • La participación ofrece a los miembros de la comunidad el respeto que se merecen. En vez de ser vistos como víctimas o molestias, los miembros de la comunidad que se involucren en un proceso participativo de planificación social serán considerados colegas y ciudadanos que se preocupan por trabajar para mejorar la comunidad. Se los respeta tanto como seres humanos (esto siempre debe ser así, pero a menudo no es el caso) y por las cualidades, conocimientos y esfuerzo con los que contribuyen al proceso.
  • La participación hace que los miembros de la comunidad tomen el control de su destino.  El proceso participativo de planificación social y desarrollo de políticas tiene como resultado que los ciudadanos decidan qué políticas van a funcionar para ellos, y les da la oportunidad de cambiar estas políticas si no están funcionando. En total, pone en práctica la frase del Consejo del Barrio Back of the Yards de Chicago, fundado por el legendario organizador Saul Alinsky: “Nosotros, el pueblo, forjaremos nuestro propio destino”.
  • La participación construye el liderazgo comunitario interno. Aquellas personas que participan en el proceso aprenden y ejercitan cualidades de liderazgo, y también comienzan a ver que tienen la capacidad para ser líderes. El paso más importante hacia el liderazgo, y para tener influencia en los sucesos que estén afectando, es estar convencido de que se tiene la capacidad para hacerlo.
  • La participación le da energía a la comunidad para que, en el futuro, trate otros asuntos o decisiones sobre políticas y para que se dé cuenta de que tiene el control de su futuro. Así, el proceso de desarrollo de la comunidad continuará a lo largo del tiempo.
  • La participación trae como resultado un cambio social a largo plazo. A medida que los miembros de la comunidad controlan más áreas de sus vidas, como resultado de las aptitudes y actitudes que ganaron en el proceso participativo, crearán e institucionalizarán cambios que mejorarán la calidad de vida de todas las personas de la comunidad.

¿Cuándo son apropiados la planificación social y el cambio de política?

A diferencia del desarrollo local y la acción social (los otros dos tipos de organización comunitaria que se trataron en este capítulo, ver secciones 2 y 4), la planificación social tiene su origen en los responsables de formular políticas o en sus contratistas. Desde el punto de vista de los primeros, la planificación social es apropiada cuando:

  • La comunidad lo pide. Quizás un problema de la comunidad haya llegado a un punto en el que la comunidad siente que se debe hacer algo y no cree saber qué, o no cree tener los recursos para hacerlo. Puede pedir ayuda a un responsable de formular políticas o a una fuente externa.
  • Un asunto o problema ha alcanzado proporciones críticas y es obvio para todos que se debe hacer algo. A veces hace falta que ocurra uno o más sucesos específicos (por ejemplo los disturbios en ciudades estadounidenses en la primavera de 1968 o el ataque terrorista del once de septiembre) para poner en movimiento un proceso de planificación social. Sin embargo, en otros casos, el proceso puede ser la respuesta a un problema corriente (por ejemplo el aumento del desempleo o los niveles crecientes de criminalidad juvenil).
  • Existe un problema de importancia desde hace mucho tiempo (pobreza, violencia, vivienda, hambre, etc.) que atrae la atención de los responsables de formular políticas. Debido a la publicidad de los medios o a la opinión pública, los funcionarios y organismos electos u otros en posición de hacer algo acerca de esto sienten la necesidad de responder.
  •  Existen recursos que están disponibles para enfrentar el problema. El gobierno federal, estatal o local puede decidir adjudicar fondos para un propósito específico, por ejemplo, o una fundación grande puede fijar su atención (y sus recursos financieros) en un problema en particular.
  • Un funcionario poderoso (un presidente o primer ministro, un líder del Congreso o Parlamento, un gobernador, un alcalde) está preocupado por un problema, asunto o población en particular y se propone hacer algo al respecto.
  • Un proceso de planificación estratégico o económico en el que se involucran los formuladores de políticas, el cual determina que se debe solucionar un problema en particular o qué comunidades o poblaciones particulares necesitan algún tipo de asistencia.
  • Se vuelve aparente (a nivel municipal, estatal, provincial o federal) que existe algún deterioro en el área económica, social y/o medioambiental, el cual se debe detener.

Además, una planificación social puede ser apropiada desde el punto de vista de la comunidad en todos estos momentos. Si la comunidad no ha iniciado todavía alguna acción (tanto para solucionar el problema o para obtener ayuda para hacerlo) puede necesitar asistencia externa para que algo suceda.

¿Quiénes deben involucrarse en la planificación social y en el cambio de política?

Una vez más, la planificación social es diferente tanto del desarrollo de localidades como de la acción social. En el desarrollo de localidades, todos los sectores de la población de una ciudad o área (ricos y pobres, jóvenes y ancianos, mujeres y varones, todas las razas y etnias, etc.) deben estar representados en el emprendimiento. En la acción social, los participantes necesarios son solamente personas y organizaciones que representan la población particular que está trabajando para ganar poder. El número y carácter de los participantes importantes en el proceso de planificación social se hallan en algún punto entre estos dos extremos.

Para que la planificación social funcione bien, se debe por lo menos invitar a participar tanto a los responsables de formular políticas como a todos los interesados: mientras a más se represente, mejor. "Interesados" es un término que incluye a todos aquellos afectados por los cambios potenciales de la política u otros problemas en discusión. Algunos ejemplos de interesados son:

  • Aquellos a quienes una política busca beneficiar.
  • Aquellos a quienes una política intenta controlar de alguna manera. Por ejemplo, la política sobre el uso de la tierra puede imponer restricciones a las constructoras. Por esto, es necesario que ellos tengan representación al discutir y crear la política, aunque su voz no debe dominar la situación. Son una de varias partes interesadas.
  • Aquellos que tendrán que administrar o hacer cumplir la política.
  • Aquellas personas que ayuden o trabajen con una población que se ve directamente afectada por una política. Esta categoría puede incluir a trabajadores de salud o servicios sociales, educadores, miembros del clero (Miembros de la iglesia), etc.
  • Organizaciones o negocios que vayan a ganar o perder ingresos u otros recursos, o que tendrán que alterar su modus operandi debido a un potencial cambio de política.
  • Los responsables de formular políticas y otros funcionarios públicos.
  • Otros residentes interesados.

¿Cómo pueden los formuladores de políticas involucrarse en la planificación social y en el cambio de política?

Como responsable de formular políticas, usted puede tener preocupaciones acerca de los resultados de toda política que establezca. Probablemente se tenga que seguir de cerca los costos, fechas límites, consecuencias políticas negativas y otros factores con influencia en la política, pero que no se relacionan necesariamente con el hecho de que una política sea factible o si beneficia o perjudica a quienes va dirigida. Puede parecer tentador evitar completamente la participación comunitaria y simplemente crear un plan e imponerlo en la comunidad.

Por más tentador que sea ahorrar tiempo y ser “eficiente”, generalmente tiene más sentido pasar el tiempo necesario para que todos se involucren con entusiasmo, apoyando (o al menos aceptando) cualquier nueva política y deseando apoyarla cuando se ponga en vigor. Se tendrán más posibilidades de éxito si se piensa y actúa más como organizador comunitario y menos como el experto que sabe lo que es bueno para la comunidad.

La participación comunitaria es un objetivo importante para casi todo organizador comunitario y la participación comunitaria comienza persona por persona. En la sección anterior, describimos el proceso para hacer contactos, cómo construir confianza en la comunidad y finalmente cómo involucrar a todos los sectores en la evaluación comunitaria y cómo planear, llevar a cabo y evaluar las actividades y políticas destinadas a mejorar la calidad de vida. Los formuladores de políticas, si toman en serio el respaldo y la participación de la comunidad, deben también involucrarse en el proceso.

Al ser un responsable de formular políticas usted tiene ventajas y desventajas en este proceso. Cuando alguien es conocido, la gente  probablemente no confunda la participación de esta persona. Sin embargo, como es alguien conocido, con una reputación en la comunidad, la cual puede ser no siempre positiva, quizás no se tengan la  confianza de la comunidad desde el comienzo. Usted tendrá que vencer esto y convencer a las personas de sus buenas intenciones para iniciar algo, lo que puede llevarlas a tener miedo de tener contacto con cualquier funcionario.

Por estas razones, y debido a que se está yendo a una comunidad con una idea acerca de qué área se va a abordar, el proceso de organización es un poco diferente de lo que sería tanto para el desarrollo local  y la acción social. Algo va a progresar; la tarea de organización aquí es involucrar a la comunidad, y particularmente a los interesados, tanto como sea posible en cada fase del emprendimiento, y que el conocimiento y las necesidades de ellos guíen de la manera más amplia posible.

Existe una sutileza aquí. El hecho de que las personas sean miembros de la comunidad no significa necesariamente que tengan buenas respuestas para todos sus problemas o las situaciones que enfrentan. Sin embargo, sí significa que generalmente ellos tienen la mejor perspectiva de cómo son sus vidas en relación con esos problemas y situaciones, y con lo que en realidad sucede en la comunidad. Si usted desea que la comunidad dirija la iniciativa completamente (y los emprendimientos dirigidos por la comunidad pueden resultar extremadamente efectivos) quizás usted tenga que auspiciar u ofrecer algún tipo de capacitación para las personas que participen. Esto depende en gran medida de la comunidad, pero si la comunidad en cuestión incluye a muchos ciudadanos de bajos ingresos o a muchos inmigrantes cuya lengua o cultura difiere significativamente de la de la población general, usted se encontrará con que muchas personas necesitarán algún tipo de apoyo para participar completamente.

Una vez que las personas tengan relativamente más conocimientos acerca de lo que es posible y sobre cómo tratar con los sistemas (político, financiero, social y de otro tipo) habrá más posibilidades de que encuentren sus propias soluciones. Una comunidad que ya haya tenido experiencia en esta área está probablemente lista para llevar a cabo el emprendimiento por su cuenta, y quizás sólo necesite apoyo financiero y/o político. Alguien que nunca haya tenido la experiencia, o a quien ni siquiera se le haya dado la oportunidad, necesitará mucho más.

Es absolutamente crucial ser respetuoso y tratar a los miembros de la comunidad como si fueran socios. Sin embargo, esto no quiere decir sacrificar las prácticas más prometedoras o la experiencia anterior ni tampoco ignorar a la comunidad. Es una delicada situación de equilibrio, pero si se afronta adecuadamente, todos quedarán encantados con el proceso y los resultados.

Quizás usted trabaje a través de una o más organizaciones locales, o a través e un gobierno u otro organismo con presencia en la comunidad. Su credibilidad puede depender de la de la organización u organismo, por lo que es necesario elegir con cuidado. Si la única consideración es política, puede terminar con un proceso que no se preocupa por la participación de la comunidad  o ni siquiera una oposición activa (El Alcalde de Chicago Richard Daley ignoró el requisito de la participación comunitaria en el Programa de Ciudades Modelo al nombrar un comité "representante de la comunidad" compuesto por partidarios políticos que solamente respondían a él).

La moraleja es que las personas tienen que estar convencidas de que usted no miente cuando les dice que las va a hacer participar, y usted no debe mentir al respecto. Si se promete participación comunitaria y no cumple, o si solamente se ofrece participación parcial, probablemente cualquier nivel de confianza que se haya ganado se evapore y se deba comenzar otra vez. Una vez más, vea la Herramienta #1 para obtener una discusión completa sobre los niveles de participación comunitaria, lo que implican, y cómo y cuándo pueden usarse.

Pasos para que los responsables de formular políticas involucren a la comunidad:

Los pasos que siguen a continuación se refieren a los responsables de formular políticas como “usted”. El “usted” que figura aquí puede ser el mismo responsable de formular políticas o quienquiera que haya iniciado el proceso de planificación social. Las personas que en realidad llevan a cabo la “organización” pueden ser empleados de un organismo público, el personal de una organización comunitaria financiada para ayudar a desarrollar políticas locales sobre un asunto en particular, funcionarios públicos, etc.

  • Haga contacto con organismos, organizaciones y particulares que conozcan bien la comunidad y utilice su conocimiento y credibilidad para facilitar su entrada. Pueden ayudarlo a evitar cometer los tipos de errores tácticos a los que su falta de familiaridad con la comunidad puede llevarlo. Pueden también presentarle gente cuya opinión importa a quienes usted quiere involucrar y a participantes potenciales.

La misma precaución que se aplica aquí se aplica para todos los organizadores comunitarios: Asegúrese de que conoce todos los ángulos de la historia y de que está contactándose con la gente con la que necesita hacerlo. Los líderes comunitarios, por ejemplo, pueden no querer, por lo menos inicialmente, trabajar con líderes de pandillas para poner fin a la violencia juvenil; sin embargo, si estos líderes no se involucran, es poco probable que el emprendimiento avance. Amplíen su red de conocidos y utilice todos sus contactos para asegurarse de que esté llegando a todos, no solamente a aquellos a quienes sus contactos iniciales quieren que usted llegue.

  • Clarifique sus objetivos y proceso en pequeñas reuniones que lleven a una más grande. Reúnase tanto con grupos formales (clubes, hermandades, equipos deportivos, grupos religiosos, participantes de programas de servicios de salud y sociales, gremios y otros grupos de obreros, clases) y con familias y grupos de amigos en salas de estar o en otros ambientes informales. Lleve con usted a un miembro de la comunidad que goce de confianza, o asegúrese de que uno de ellos está fungiendo como anfitrión en una reunión o está asistiendo a una para responder por usted.
  • Organice una reunión comunitaria para explicar sus objetivos y comenzar a reclutar miembros de la comunidad para que participen en la evaluación y la planificación. Entusiasme a la mayor cantidad de personas con las que hable para que asistan y planee pedir cierto grado de compromiso por parte de la gente que esté dispuesta a involucrarse en el proceso. Puede tener sentido para alguien local convocar y dirigir la reunión (un líder o miembro respetado de la comunidad o un organizador particularmente bueno).

La reunión debe explicar con claridad el asunto o problema que se necesita tratar y el proceso de participación por el cual usted planea tratarlo. Los asistentes deben tener la oportunidad de hacer preguntas y se les tiene que preguntar qué piensan del tema, qué resultados querrían obtener y cómo se podría llevar a cabo el proceso. Éste es el momento para reclutar miembros del grupo de planificación y para pedir a las personas que traigan a otros que conozcan. En un caso ideal, usted ya tiene una cadena de apoyo logrado a través de las reuniones más pequeñas. El objetivo de esta reunión mayor es tener a toda la comunidad a bordo y que ésta esté de acuerdo en involucrarse.

  • Programe la próxima reunión comunitaria y comience el proceso de planificación. Usted debe continuar organizando reuniones comunitarias en intervalos regulares para informarles qué está ocurriendo a aquellos que no están directamente involucrados en la planificación. Al mismo tiempo, un grupo de planificación, que represente a todos los sectores y grupos que se verán afectados por las políticas que produzcan, debe comenzar a resolver la logística (lugares y horarios de reunión, calendario), los procedimientos (cómo se toman las decisiones, cómo se coordinará el proceso y quién lo hará) y definir sus tareas. Al comienzo, parte del trabajo del grupo es determinar qué tipo de ayuda necesita. ¿Necesitan capacitación los miembros? ¿Hay cosas que deberían saber (por ejemplo las prácticas más prometedoras o los resultados de investigaciones sobre el asunto)?
  • Provea la capacitación y el apoyo necesarios. Dependiendo de la gente involucrada, usted podría  reunir a personas con poca educación o ingresos bajos con mentores provenientes de organismos de servicios sociales o de salud, o simplemente proveer capacitación sobre reuniones, planificación estratégica, resolución de conflictos y/o otras áreas para todos, para evitar aislar a algún particular o grupo. La capacitación y el apoyo sirven por lo menos a dos propósitos: para asegurarse de que todos los que estén involucrados tengan las herramientas intelectuales y sociales que necesitan para el asunto en cuestión y para asegurar la participación continua de todos los grupos afectados, no solamente la de gente educada que está acostumbrada a participar en reuniones y procesos sociales.

Dependiendo de la magnitud del cambio del que usted se ocupa y del nivel de participación comunitaria al que aspire, usted podría no necesitar realizar todos estos pasos. En algunos casos, es suficiente simplemente mantener a la comunidad informada (a través de reuniones periódicas, los medios de comunicación, listas de correo electrónico). En otros, una o dos reuniones públicas con la posibilidad de que la comunidad haga aportes puede ser todo lo que se necesite. Sin embargo, si usted espera una participación completa, tiene sentido realizar todos los pasos descritos anteriormente.

¿Cómo pueden las comunidades involucrarse de forma efectiva en la planificación social y en el cambio de política?

Como ya hemos dicho, existen varias secciones de la Caja de Herramientas Comunitarias que se tratan de cómo las comunidades pueden iniciar cambios de políticas. Cuando la iniciativa proviene de los responsables de formular políticas, la situación es, de alguna forma, diferente debido a que la participación comunitaria puede no estar en los proyectos del planeador. Así que en gran parte, depende de los líderes comunitarios y activistas señalar el problema y asegurarse de que la comunidad sea parte del proceso. Si los responsables de formular políticas se resisten a la idea y no hay lógica o argumento que los convenza, entonces puede ser el momento adecuado para cambiar al modo de acción social. Sin embargo, es mucho más productivo si los responsables de formular políticas y la comunidad pudieran trabajar como socios, más que como adversarios.

Pasos para que los líderes y activistas comunitarios aseguren la participación de la comunidad

  • Conozca y mantenga contacto con los formuladores de políticas desde el comienzo, para que cuando surjan problemas de políticas, usted tenga una línea de comunicación abierta. Los congresistas, legisladores estatales, concejales de la ciudad, comisionados del condado, alcaldes, regidores, intendentes, miembros de comités municipales (todos están relacionados con lo que piensan los ciudadanos y todos están disponibles por lo menos en algún momento). Si usted hace el esfuerzo, puede conocerlos y en un grado suficiente como para que ellos lo reconozcan en una multitud, le devuelvan llamadas y tengan deseos de discutir asuntos con usted. Cuando inician un proceso de cambio de política, usted podrá acercárseles para pedir que ésta se haga participativa y ser escuchado.
  • Trate de anticiparse a las necesidades de políticas de la comunidad y acérquese a los responsables de formular políticas antes de que las emprendan. Como miembro de la comunidad, usted puede saber más que un formulador de políticas acerca de la comunidad y de qué se necesita y cuándo. Si usted inicia la conversación acerca del cambio de política, puede tener, además, una oportunidad mejor para iniciar un proceso de planificación participativo.
  • Equípese con la mayor cantidad de información posible, tanto sobre los beneficios del proceso participativo como sobre el problema mismo.  Lea la investigación y los libros sobre política de cambio social y el proceso participativo incluyente. Lea acerca de lo que otras comunidades han hecho, busque en Internet las prácticas más prometedoras, etc. Mientras más conocimientos tenga, más convincente va a ser.
  • Movilice a la comunidad. Predique el evangelio del proceso participativo a los vecinos de la comunidad para que ellos lo apoyen a la hora de pedir participación en cualquier decisión política que los afecte. Si es obvio que la comunidad quiere participar, que está lista para realizar el trabajo necesario y que apoyará la implementación de la política resultante, será difícil que los formuladores de políticas se resistan.

En resumen

La planificación social puede ser un medio efectivo de organización y desarrollo comunitario y de cambio político, si se inicia con una actitud de camaradería con la comunidad. Si, como formulador de políticas o constructor de una comunidad, usted puede convertirlo en un proceso incluyente y participativo, existen posibilidades de que tenga resultados positivos y a largo plazo tanto para los responsables de formular políticas como para la comunidad.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos impresos

Smith, A., (2006). Fundamentos de la política social: Justicia social desde una perspectiva humana. (2ª edición). Belmont, CA: Thomson Brooks/Cole. Un sólido texto general que contiene mucho más detalles sobre diferentes aspectos de la política social de los que se pueden dar en esta sección. Vea también la extensa lista de referencia sobre políticas.

Dalton, H., Maurice J. Elias, & Wandersman, A. (2007). Psicología comunitaria: Estableciendo lazos entre personas y comunidades. (2ª edición). Belmont, CA: Wadsworth/Thomson Learning. Vea especialmente el capítulo acerca de cómo organizarse para efectuar cambios comunitarios y sociales, el cual describe varios enfoques de cambio, incluyendo investigación y apoyo para políticas desde el punto de vista de la psicología comunitaria.

Meredith, J., Dunham, M. (30 Winter Street, Suite 930, Boston, MA 02108). Como el subtítulo sugiere, este manual ofrece a los lectores las bases acerca de la formación de políticas y los lleva dentro de la “fábrica” de políticas legislativas de la vida real. Los resultados a veces son para reflexionar, pero siempre informativos.

Segal, E., & Brzuzy, S. (1998). Política, programas y práctica de bienestar social. Itasca, IL: F.E. Peacock. Otro buen texto de políticas generales, el cual se centra más específicamente en el bienestar social.