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Sección 3. Planificación social y cambio en políticas

La escala de Arnstein y los niveles de participación

En un artículo publicado en 1969, Sherry Arnstein, quien esbozó las reglas de participación comunitaria para el Programa de Ciudades Modelo, escribió cómo la palabra “participación” puede significar lo que los responsables de formular políticas quieren que signifique, a menos que este vocablo esté claramente definido. La autora describió una escala de ocho niveles de participación ciudadana, de los cuales, a decir verdad, solamente tres implican un compromiso real.

Los primeros dos niveles, a los cuales Arnstein denomina manipulación y terapia, en realidad son no participativos.En estas instancias, los encargados de realizar políticas manipulan o “educan” a los ciudadanos para que aprueben lo que sea que propongan.

En los siguientes tres niveles, los responsables de estas políticas aplican lo que Arnstein llama varios niveles de “tokenismo” o participación simbólica:

  • La información meramente permite que los miembros de una comunidad sepan lo que ocurre, sin ningún aporte de su parte.
  • La consulta pregunta a los miembros de una comunidad si tienen ideas o sugerencias, pero no necesariamente incorpora esas ideas a una política o plan final.
  • El apaciguamiento ocurre cuando se distrae a la comunidad al tomar en cuenta alguna sugerencia u objeción particular (generalmente sin importancia), pero se procede con el plan general original.

En cada uno de estos casos, los responsables de formular políticas hacen algo a lo que le puedan llamar participación comunitaria, pero en realidad solamente apoyan los requisitos de compromiso comunitario de la boca para afuera.

Únicamente en los tres niveles superiores existe verdadera participación:

  • La asociación lleva a la negociación y a la toma de decisiones compartida.
  • El poder delegado otorga la toma de decisiones a un organismo, en el cual la mayoría de sus miembros son de la comunidad.
  • En el control ciudadano, la comunidad maneja el proceso de principio a fin.

David Wilcox, en su Guía de Participación, en la página de Internet http://www.partnerships.org.uk/guide/index.html, condensó la escala de Arnstein en cinco niveles, esencialmente los primeros seis niveles de la escala de Arnstein menos el apaciguamiento. La teoría de Wilcox es que no siempre es posible obtener una completa participación, pero es importante intentar mantener el mayor nivel de participación posible, teniendo en cuenta las realidades de la situación. El pretender involucrar a la comunidad cuando el objetivo de usted es en realidad no permitir este proceso es el peor tipo de hipocresía y también generalmente una buena forma de llevar una política a la ruina.

Lo siguiente es una explicación de los niveles de Wilcox, adaptados del Capítulo 18, Sección 2: Enfoques participativos para planificar intervenciones comunitarias.

Información
Lo menos que puede hacer es contar a las personas lo que se ha planeado.

Consulta
Ofrezca un número de opciones y escuche los comentarios que reciba.

Toma de decisiones conjunta
Aliente a otros a ofrecer algunas ideas y opciones adicionales, y reúnase con ellos para decidir la mejor forma de continuar.

Acción conjunta
Los distintos intereses no sólo deciden juntos lo que es mejor, sino que también forman una asociación para llevar esto a cabo.

  • Apoyo a las iniciativas comunitarias independientes

Ayude a otros a hacer lo que quieran, tal vez dentro de un marco de subvenciones, consejos y apoyo dados por el titular de recursos.

Cada uno de estos niveles puede ser apropiado en diferentes circunstancias o con diferentes grupos, sin embargo, el proceso se vuelve participativo en su totalidad, en el sentido que se le da al término en esta sección, solamente a partir de “toma de decisiones conjunta” hacia arriba.

¿Cuándo (y cuándo no) es apropiada la planificación participativa?

Además de lo que sea correcto ante las circunstancias, existen algunas reglas para cuándo puede ser apropiado usar cada nivel de planificación. (En general, parece existir la creencia en este caso de que cada nivel incorpora los elementos de los niveles anteriores. No se puede realizar la consulta sin tener información, por ejemplo).

La información solamente puede ser apropiada cuando:

  • Ya se ha decidido cuál será el curso de acción (a través de una ley federal, por ejemplo).
  • Simplemente se está informando al público algo que ya está en proceso.
  • Se mantiene a las personas informadas; de esa manera tienen la información para formar parte de un emprendimiento participativo más adelante.

Solamente la consulta puede ser apropiada cuando:

  • Se quiere evaluar o mejorar los servicios existentes.
  • Hay opciones limitadas y se está intentando elegir entre ellas.
  • Existen razones técnicas (otra vez, tal vez por una ley) por las cuales únicamente algunas personas o grupos pueden participar oficialmente en el proceso de planificación.

La toma de decisiones conjunta puede ser apropiada cuando:

  • Es importante que todos sientan que son dueños del plan.
  • Se desean nuevas ideas de la mayor cantidad de fuentes posibles.
  • Se puede atraer personas a quienes la intervención afectará directamente.
  • Existe un compromiso para proveer apoyo a lo largo del proceso para quienes lo necesiten.
  • Hay tiempo suficiente.

La acción conjunta puede ser apropiada cuando:

  • La intervención sea más efectiva que si la dirigiera una sola entidad.
  • Existe un requisito de supervisión por parte de la comunidad.
  • Existe el compromiso de desarrollar una asociación real.
  • Todos se benefician al actuar juntos.
  • Un objetivo de la intervención es que la  población meta y otros en la comunidad eventualmente asuman el liderazgo o el aprendizaje de habilidades de liderazgo.

El apoyo a las iniciativas locales puede ser apropiado cuando:

  • Existe el compromiso de otorgar poder a la comunidad.
  • La comunidad tiene el deseo y al menos algunas de las herramientas para comenzar y llevar a cabo una intervención exitosa.
  • Existe un compromiso para ofrecer capacitación y apoyo donde se necesite.
  •  Uno de los objetivos del emprendimiento de acción social es que lo administre la comunidad.

También hay algunas reglas generales para cuando un proceso de planificación participativo pueda no ser apropiado en absoluto, incluyendo:

  • Cuando simplemente no hay tiempo. Quizás, por ejemplo, se tenga que redactar inmediatamente una subvención o una situación (tal vez como violencia juvenil) puede haber alcanzado tales proporciones de crisis que se debe tratar de forma inmediata. En tal circunstancia, puede ser posible realizar algún tipo de planificación participativa después del hecho, ya sea para ajustar las políticas antes de que entren en vigor o para planear la segunda fase de dicha planificación.
  • Cuando una comunidad está tan abismalmente dividida es imposible conseguir que todas o incluso algunas de las partes rivales se reúnan.
  • Cuando no hay forma factible de proveer apoyo apropiado (estructura, organización, etc.) para el proceso.
  • Cuando la población meta simplemente no está interesada en participar y solamente quiere que los responsables de formular políticas se encarguen de esto. Un objetivo puede ser hacer que se interesen, pero eso puede tener que formar parte de la intervención en vez de ser parte del proceso de planificación.
  • Cuando los resultados del proceso se basan en conocimientos tecnológicos de algún tipo que los miembros de la población meta y de la comunidad simplemente no poseen.
  • Cuando sencillamente no es posible involucrar a todas o a la mayoría de las partes interesadas en cuanto a lo logístico debido a la distancia, el tiempo y otros problemas.
  • Cuando no hay confianza entre usted y la comunidad. Obviamente, usted puede y debe intentar construir esa confianza, pero puede no ser posible.

 

Contributor 
Phil Rabinowitz