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Sección 1. Visión general de tácticas para mejorar servicios

  • ¿Qué significa desarrollo y mejora de los servicios comunitarios?

  • ¿Quién debería estar involucrado en el desarrollo y mejora de los servicios comunitarios?

  • ¿Cuándo buscar desarrollar y mejorar los servicios comunitarios?

  • Opciones para el desarrollo y mejora de los servicios comunitarios

Todo comenzó el día en que dos doctores de la sala de emergencias del Hospital Comunitario St. Mary, al coincidir en un momento de sus turnos laborales, se tomaron un café juntos.  El Dr. Kowalski, quien acababa de salir de servicio, estaba cansado. “Creo que he visto unos 45 niños hoy,” le dijo a su colega, la Dra. Liu.  “Entiendo,” le respondió ella. “Yo también he visto una gran cantidad de niños, muchos por problemas médicos de rutina. ¿Es que ya nadie lleva a sus niños al pediatra? “

A medida que continuaba la conversación, ambos decidieron revisar los números y consultar a pediatras del área sobre sus volúmenes de trabajo.  Resultó que demasiados padres –en particular aquellos sin seguro o bajo el programa médico estatal –utilizaban la sala de emergencias como si fuera el médico familiar para sus hijos. Esta situación era perjudicial para el hospital, ya que el personal de la sala de emergencias se veía sobrecargado y  también para los pacientes de la sala de emergencias, quienes a menudo sufrían mientras esperaban largos periodos de tiempo para recibir tratamiento. Además, los niños también se veían afectados, ya que no eran tratados por doctores especializados en desarrollo infantil, los cuales están capacitados para localizar problemas que un médico general podría pasar por alto.

Un grupo de pediatras y doctores de la sala de emergencias contactaron varias agencias que trabajaban con niños o que se relacionaban con la salud, para discutir posibles soluciones al problema. Finalmente, como producto de dichas discusiones se creó la Clínica de Salud para Niños y Padres del Hospital St. Mary, conformada por pediatras y médicos de familia.  Dicha clínica proporciona atención médica de manera gratuita o a un precio asequible para las familias con niños. La creación de esta clínica es un ejemplo del desarrollo de un servicio para la comunidad que mejora la vida de un número significativo de personas.

Este capítulo de la Caja de Herramientas ilustra diversas formas en que se pueden desarrollar y mejorar los servicios públicos en una comunidad. Esto puede ser cualquier cosa, desde reemplazar la bombilla de un candil en la vía pública hasta formar una iniciativa comunitaria que involucre varios nuevos programas. Cualquiera de los ejemplos anteriores puede ser efectivo al solucionar un problema y mejorar la calidad de vida en un área residencial. Una mejora en los servicios de una comunidad no necesariamente representa una forma de intervención en sí, pero podría ser una parte importante de la base para un cambio en la comunidad.

El desarrollo y mejora de servicios también prepara el terreno que a la larga puede generar cambios mayores y facilitar otras formas de intervención.

Esta sección introductoria analiza lo que significa para nosotros mejorar los servicios y discute algunas formas en que una organización puede utilizar su ambiente comunitario para tratar dichas mejoras. La sección también proporciona un contexto para la información específica que aparecerá en el resto del capítulo, así como en capítulos posteriores.

¿Qué significa desarrollo y mejora de los servicios comunitarios?

En una comunidad sana, la gente tiene acceso a los servicios que necesita para vivir decentemente. Hay realmente tres clases de servicios públicos en la mayoría de las comunidades, a pesar de que puede haber un poco de superposición entre ellos. Llamémoslos nivel A, nivel B y nivel C.

  • Nivel A son los servicios que la mayoría de la gente ve como esenciales para la vida de la comunidad, por ejemplo – bomberos, policía, escuelas, trabajos públicos, gobierno local. La existencia de estos servicios se da por entendido. Son considerados necesarios para el bienestar de cualquier comunidad.
  • Nivel B son los servicios que existen para prevenir problemas y para mantener la calidad de vida en una comunidad. Por lo general, abordan cuestiones que, si no son atendidas, pueden dar lugar a problemas o deficiencias en el futuro, tales como la salud, la alfabetización de adultos, la capacitación para el empleo, la vivienda y el desarrollo juvenil. También suelen incluir servicios para mejorar la calidad de vida, tales como lo de recreación y fomento a las artes.

Estos servicios pueden variar de una comunidad a otra. Una coalición comunitaria en Carolina del Sur, una ciudad industrial, descubrió que el tema más importante era la contaminación del agua. Para esta coalición, los servicios del nivel B incluían establecer límites de contaminación, limpiar los recursos acuíferos locales y monitorear que el agua potable de la comunidad fuese segura.

  • Finalmente, los servicios del nivel C existen específicamente para resolver problemas actuales y corregir deficiencias. A menudo son de corta duración y pueden tratar los síntomas de los problemas de la comunidad - comida para los hambrientos o refugios para las personas sin hogar, por ejemplo - pero puede o no llegar a las causas subyacentes de los síntomas - pobreza, escasez de vivienda accesible, falta de servicios de salud mental y desconexión de las personas en la sociedad moderna.

Mientras que los servicios del nivel A son financiados en forma automática en el presupuesto de prácticamente todas las comunidades, no importa cuán grande o pequeña, los servicios del nivel B y C, aunque pueden ser igualmente importantes, rara vez lo son. Ellos son el centro de nuestra atención en este Capitulo, aunque a veces los servicios del nivel A también deben mejorarse para satisfacer las necesidades de la población objetivo y de la comunidad en su conjunto.

Una comunidad con una excelente prevención de servicios (es decir, nivel B) puede necesitar  un número mucho menor de correcciones o de servicios de emergencia (nivel C), por lo que parte de la mejora de los servicios debe incluir el establecimiento, mantenimiento y ampliación de los servicios de nivel B hasta que sean obtenidos por todos los que los necesitan. Igualmente importante, sin embargo, es asegurarse de que las personas no se mueran de hambre o de frío - o reciban disparos – mientras trabajan para ganar competencias básicas o destrezas de empleo. Los servicios de corrección y emergencia también deben estar disponibles cuando sean necesarios.

Los servicios de corrección y prevención a veces son combinados. Los mejores refugios para las personas sin hogar, por ejemplo, proveen, ya sea a través de la colaboración o a través de sus propios recursos, educación básica para adultos, formación profesional, clases para padres, instrucción presupuestaria y otros recursos para ayudar a los residentes a adquirir las habilidades y estrategias para mantenerlos independientes cuando abandonan el refugio.

Con demasiada frecuencia, sin embargo, estos ejemplares programas sólo pueden servir a un número pequeño de personas a la vez. Si hay cientos de personas sin hogar en una comunidad, al trabajar con diez de ellos sólo se abordará el problema de esas personas específicamente. La mejora de los servicios en esa comunidad puede significar la ampliación del programa de vivienda para una parte mucho mayor de la población sin hogar.

En este contexto, el desarrollo y la mejora de los servicios de la comunidad puede significar establecer servicios donde antes no existían, hacer los servicios existentes más efectivos o más ampliamente disponibles, mejorar el acceso a servicios efectivos y/o coordinar los servicios a fin de que todos los proveedores en una comunidad estén trabajando juntos. Cada uno de estos acarrea sus propias prioridades y problemas.

El establecimiento de servicios que antes no existían.

El énfasis en este caso tiene que ser en la planificación y la búsqueda de recursos. Si se está empezando desde cero, se tiene que:

  • Crear una organización o trabajar con una organización existente o coalición, cada una de las cuales aporta sus propios desafíos.
  • Hacer una cuidadosa evaluación de la comunidad para comprender exactamente qué servicios deben ser prestados.
  • Planificar la iniciativa o intervención – incluyendo la participación de la población y otros sectores de la comunidad - a fin de que ésta realmente esté haciendo accesibles los servicios y proporcionándolos a las personas adecuadas de la mejor manera posible.
  • Encontrar el dinero y las personas para hacer todo esto posible.

Hay una serie de funciones que podemos tener en esta situación. Una sería como líder o miembro de una coalición, iniciativa u otro grupo de trabajo para obtener un nuevo servicio para la comunidad. Otra podría ser como director o miembro del personal de una organización existente que quiere ampliarse para la prestación de este servicio necesario, además de lo que ya hace. O podríamos ser directores o miembros del personal de una nueva organización fundada para prestar el servicio en cuestión. Obviamente, dependiendo de la función, lo que realmente se tiene que hacer puede ir desde la participación en reuniones de planificación hasta asumir la responsabilidad de todo o la mayor parte del proceso.

Hacer los servicios existentes más eficaces.

Es decir, los servicios necesarios existen, pero son inadecuados, porque no hacen lo que la población objetivo necesita. La mejora de los servicios en esta circunstancia es muy diferente a comenzar un nuevo servicio, no por ello menos importante, debido a la cantidad de resistencia que se puede encontrar.

El cambio es siempre difícil y muchos de los participantes que realmente están prestando los servicios no reconocen la necesidad de él. La comunidad, o algunos de los elementos de la comunidad –tal vez incluso aquellos que se benefician de la mejora del servicio - no pueden ver la necesidad o tienen razones para oponerse al cambio. La planificación para el cambio necesita implicar a la gente que tendrá que hacer que funcione, y probablemente tome más tiempo del que se anticipa. Asimismo, tomará algún tiempo determinar si los cambios que se han realizado, de hecho, mejoraron el servicio (es decir, para evaluar el trabajo) y si es necesario hacer ajustes.

Hacer los servicios existentes más ampliamente disponibles.

En este caso, el servicio es insuficiente ya que el volumen de los servicios no cubre las necesidades de las personas que deben beneficiarse de ellos. Tratar de aumentar la cantidad de servicios disponibles puede ser en gran medida una cuestión de búsqueda de financiación o bien puede depender de la formación y la búsqueda de más voluntarios o incluso la búsqueda de una forma diferente de ofrecer los servicios.

Aumentar el acceso a los servicios.

Esto puede referirse a hacer los servicios físicos accesibles a los participantes con discapacidades (rampas, baños accesibles, teléfonos para las personas con deficiencias auditivas, etc.), pero también puede implicar la accesibilidad de otros tipos. El transporte puede ser una cuestión importante para los participantes. La ubicación de los servicios puede excluir a un grupo que no se siente cómodo o seguro en esa zona o barrio. El horario en que los servicios están disponibles pueden crear dificultades para un gran número de personas. Todos éstos pueden ser factores para tratar de aumentar el acceso.

Coordinar los servicios.

Otra faceta de la mejora de los servicios es tratar de hacer todo el sistema de servicios lo más unificado posible. Esto significa que incluso si hay muchas organizaciones que proporcionan una variedad de servicios a un número de diferentes poblaciones objetivo, deben ser coordinados lo suficiente para que un participante en un programa que necesita de otros servicios los reciba de forma rápida y adecuada. También significa que las organizaciones son conscientes de lo que otras están haciendo, y que trabajan juntas tanto como sea posible para asegurar una gama de servicios para todos los que los necesitan.

Estas cuatro maneras de mejorar los servicios también incluyen la promoción, la educación pública y llegar a la comunidad. Es importante que la comunidad en general - por no hablar de los legisladores, los funcionarios locales y otros encargados de formular políticas - comprenda la necesidad de los servicios, los beneficios que confieren a la comunidad en su conjunto y el hecho de que los que utilizan los servicios son sus vecinos (o, potencialmente, ellos mismos). El apoyo de la comunidad se traduce en financiación, voluntarios y una voz local en la formulación de políticas tanto para los proveedores de servicios como para la población objetivo.

¿Quién debería estar involucrado en el desarrollo y la mejora de los servicios comunitarios?

La mejora de los servicios, como es obvio, no es un trabajo para una sola persona, o incluso una sola organización. Funciona mejor con el mayor número posible de individuos y grupos involucrados.

La población objetivo.

La participación de aquellos que se benefician más directamente de los servicios tiene sentido en diversas maneras.

  • Contribuye a garantizar, a través de información de primera mano, que los servicios prestados respondan a las necesidades de las personas para los que están destinados.
  • Otorga a los miembros de la población objetivo voz para decidir lo que es apropiado para ellos, y los establece como parte de un equipo para hacer políticas.
  • Puede cimentar el apoyo de la población objetivo, dándoles un sentido de propiedad por los servicios en cuestión.
  • Proporciona canales de comunicación para quienes necesitan saber acerca de los servicios y su disponibilidad.
  • Puede aliviar el impacto de las diferencias culturales y dar a los proveedores de servicios una entrada a la comunidad objetivo.

Otros organismos, organizaciones comunitarias y grupos de base.

Trabajar con otros proveedores de servicios y organizaciones puede mejorar significativamente los servicios.

  • Permite la coordinación y articulación de los servicios de la comunidad en un todo coherente.
  • Hace posible que un número de organizaciones se centre en una cuestión desde distintos ángulos, y por lo tanto permite acercarse a ella de manera más eficaz.
  • Permite formar relaciones de cooperación, coaliciones, colaboraciones y alianzas con otras organizaciones.
  • Facilita el intercambio de información y recursos.

Funcionarios locales y estatales.

La participación de los funcionarios locales electos y nombrados, legisladores estatales y personal de la agencia del estado en la mejora de los servicios de la comunidad, puede tener consecuencias de largo alcance.

  • Da la oportunidad de educar a los funcionarios acerca de los problemas de la comunidad.
  • Los legisladores estatales y otros funcionarios pueden ser capaces de ayudar a obtener financiación o aumentar la financiación para el problema.
  • Ayudar a mejorar los servicios les da a los políticos un sentido de propiedad sobre la iniciativa, lo cual garantiza su apoyo a esos servicios en el futuro.
  • Pone a los legisladores y a otras personas en deuda, ya que se les da la oportunidad de crear relaciones públicas positivas, o - como en el caso de la policía, por ejemplo – se les facilita el trabajo.

La comunidad empresarial.

Los empleadores suelen ser muy conscientes de por lo menos algunas de las necesidades de la comunidad, ya que esas necesidades se muestran en su mano de obra. Ellos pueden ser planificadores creativos y eficaces defensores de los servicios.

  • Su permanencia en la comunidad puede ayudar a proporcionar apoyo comunitario para los servicios.
  • Mejorar las condiciones de las personas y grupos en la comunidad también mejora las condiciones para las empresas, ya que proporciona una mejor y mayor mano de obra calificada, más contribuyentes, más clientes potenciales y un mejor entorno para hacer negocios.
  • También a menudo pueden ser efectivas recaudadoras de fondos, y tener acceso a otros recursos - donaciones en especie, voluntarios, espacio.

La comunidad en general.

Llegar a la comunidad en su conjunto para ayudar en la planificación y la mejora de los servicios puede ser importante por una serie de razones.

  • Puede ofrecer una gama más amplia de ideas e información.
  • Puede ayudar en la comprensión de la historia de la comunidad, lo que puede, a su vez, tener un efecto sobre cómo los servicios pueden ser estructurados y utilizados eficazmente.
  • Puede generar el apoyo de la comunidad por los servicios.
  • Puede generar recursos - dinero, voluntarios, etc.
  • Puede aumentar la comprensión entre los miembros de la comunidad acerca de lo que se necesita para crear una comunidad saludable en la cual vivir y trabajar.

¿Cuándo buscar desarrollar y mejorar los servicios comunitarios?

Tratar de mejorar los servicios debe ser un esfuerzo en cualquier comunidad, y un plan estratégico hará mucho para determinar en qué momento actuar. Sin embargo, hay veces cuando es, particularmente urgente o favorable, tratar de hacer cambios positivos.

  • El inicio de una iniciativa comunitaria amplia a largo plazo. Tratar de mejorar los servicios en el plan para la iniciativa, asegurará que los servicios sean atendidos y aumentará las posibilidades de que la iniciativa tenga éxito.

Una iniciativa para poner fin a la carencia de vivienda, por ejemplo, podría incluir, además de soluciones a corto plazo, tales como una mayor divulgación y más camas en los albergues, nuevos programas o aumento de la capacidad de los programas existentes que ofrecen capacitación para el empleo, las competencias básicas, servicios de salud mental y física, tratamiento de consumo de drogas y habilidades para la vida (presupuesto, crianza de los hijos, etc.). También podría incluir el desarrollo de vivienda accesible, así como programas y educación dirigida específicamente a los jóvenes sin hogar.

  • Cuando la necesidad se hace evidente. Cuando es obvio que los servicios en un área en particular son inadecuados o cuando un nuevo problema de repente se convierte en aparente - un gran aumento en las tasas de infección por el VIH, por ejemplo - a menudo es posible obtener el apoyo de la comunidad para el cambio y la mejora.
  • Cuando lo que se ha estado haciendo no está funcionando. Si está claro que los actuales servicios no están teniendo el efecto deseado, es el momento de tomar medidas para mejorarlos.
  • Cuando la comunidad solicita un servicio. Un grupo de planificación de la comunidad - una coalición, un consejo comunitario, la Cámara de Comercio - puede identificar una necesidad y pedir que sea atendida, o un público interesado puede crear una iniciativa para determinados servicios.
  • Cuando se dispone de financiación para algo que ha sido necesario por mucho tiempo. Los vientos de cambio político y la atención de los medios de comunicación a veces "revelan" asuntos que han sido problemas durante años. Cuando esto sucede, a menudo la financiación se vuelve disponible y lo lógico es aprovecharla para mejorar los servicios para las personas de la comunidad.

En EE.UU., en 1984, la publicación del libro de Jonathan Kozol, Estados Unidos analfabeto, hizo titulares por un hecho del que educadores y otros habían estado conscientes por décadas: que había una gran población de ciudadanos estadounidenses que no podían leer ni escribir lo suficientemente bien como para funcionar plenamente en la sociedad de finales del siglo 20. De repente, parecía que cada una de las principales publicaciones y cada organismo de gobierno habían descubierto el analfabetismo como un problema, y este descuidado asunto tuvo finalmente su gran momento en la luz pública. Se llevaron a cabo más estudios, se incrementó la financiación y muchas comunidades finalmente tuvieron los medios para crear o mejorar sus servicios de educación para adultos.

Opciones para el desarrollo y la mejora de los servicios comunitarios

Las opciones descritas en el resto de este capítulo cubren tanto algunas pautas generales para la mejora de los servicios como algunas formas de abordar la mejora de determinados servicios básicos en la comunidad. Vamos a describir brevemente cada uno de ellas y discutir cómo se podrían aplicar en una comunidad determinada.

Elaboración y aplicación de programas para ayudar a las personas a establecer y alcanzar metas personales.

Estos programas pueden ir desde la capacitación para el empleo hasta el tratamiento de adicciones (incluyendo fumar), desde el bienestar (ejercicio físico y metas de peso) hasta la crianza de los hijos  y cambios de la vida en general. Sea cual sea el enfoque, el objetivo del programa es mejorar la vida de las personas y, al hacerlo, mejorar también la calidad de vida de la comunidad en general.

Así como existe un amplio espectro de programas de este tipo, las posibilidades en la forma de tales programas son amplias también.  Algunos requieren intervención profesional (por ejemplo, para el tratamiento de adicciones) y otros pueden llevarse a cabo mediante el apoyo mutuo (programas de bienestar y de crianza de los hijos), la asistencia de voluntarios (ayudar a los ancianos a permanecer en sus propios hogares) y/o las campañas de los medios de comunicación. Los tipos de programas que se podría desarrollar dependen de las necesidades y la naturaleza de cada comunidad.

Fomento de la coordinación, acuerdos de cooperación y acuerdos de colaboración entre los organismos.

Es casi una verdad universal que los servicios estarán mejor en una comunidad donde los organismos y organizaciones están en estrecho contacto, y, por lo menos, coordinen sus servicios. En los casos en que un programa o intervención requiere de múltiples servicios, o cuando un participante en el programa está trabajando con más de una organización, es absolutamente necesario que las organizaciones y organismos se comuniquen y trabajen juntos con el mismo plan hacia los mismos objetivos.

Una coalición comunitaria puede ayudar a fomentar las relaciones y acuerdos mutuos entre los organismos con reuniones periódicas, un coordinador de centro de salud y servicios sociales o con requerimientos de financiación para la colaboración. Si el impulso original de cooperación es iniciado por  uno mismo, por los organismos o por necesidades externas (tales como especificaciones de un financiador), el fomento y el mantenimiento es un factor clave para la mejora de los servicios comunitarios.

En un condado rural en el oeste de Massachusetts, un grupo de más de 20 agencias de salud, educación y servicios sociales se reunieron, tal como lo requería la fuente de financiación, para solicitar una subvención para servir a niños y sus familias. Cuando la concesión se materializó, muchos organismos que apenas sabían de la existencia del otro comenzaron a trabajar juntos. Con el transcurrir del tiempo, se dieron cuenta de que había una gran cantidad de terreno común en otros ámbitos distintos de los cubiertos por la subvención. Un número de acuerdos de cooperación y colaboración resultaron de su asociación, muchos de ellos no vinculados a servir a las familias que abarcaba la subvención. La calidad del servicio, en particular en la salud de la familia, en la zona fue mejorada como resultado de las relaciones establecidas entre los diversos organismos.

Desarrollo de colaboración multisectorial.

Así como las relaciones y acuerdos entre los organismos mejora los servicios, así también las relaciones y los acuerdos entre todos los sectores de la comunidad. Aunque los servicios en cuestión podrían ser prestados por organismos particulares, el apoyo de la comunidad ayudará a darlos a conocer, atraer participantes y a facilitar la financiación. La cooperación de la comunidad empresarial, por ejemplo, podría dar lugar a servicios en los lugares de trabajo (bienestar, educación básica de adultos, capacitación para el empleo), tiempo libre a los empleados para aprovechar los servicios o provisión de espacio o de financiación. Los servicios orientados a la juventud pueden beneficiarse en gran medida de la coordinación y colaboración entre los organismos de desarrollo juveniles, la policía, las organizaciones para la recreación, las escuelas y las empresas locales.

Desarrollo de programas de empleo.

Uno de los pilares de una comunidad estable es la disponibilidad de trabajo decente que pague lo suficiente como para mantener a una familia.  Los programas  para el empleo pueden incluir una serie de diferentes enfoques:

  • Disposición para el empleo. Escribir el curriculum vitae, llevarse bien con los compañeros de trabajo y los supervisores, llegar puntual todos los días, etc. Esto también puede requerir la coordinación interinstitucional o multisectorial para ayudar a los participantes a adquirir capacidades más generales y credenciales necesarias para el empleo (lectura y matemáticas, manejo de dinero, licencia de conducir, etc.)
  • Capacitación para el empleo. Capacitar a los empleados potenciales para puestos de trabajo, a veces en determinadas industrias o empresas (por ejemplo, trabajar en la fábrica de automóviles local), a veces en formas más generales (secretariado, computación, etc.)
  • Determinar el empleo. Encontrar puestos específicos para personas específicas.
  • Desarrollo del empleo. Trabajar con los empleadores para crear puestos de trabajo o para contratar a determinados grupos de personas (beneficiarios recientes de asistencia social, por ejemplo, jóvenes recién graduados).

Desarrollo de programas de actividad física y recreación.

La actividad física – hacer deportes, caminar, andar en bicicleta, nadar, etc. - es importante para el bienestar de las personas, pero la recreación de diversos tipos también es parte integral de una vida digna.  Se alivia la tensión, brinda oportunidades a las familias de jugar juntos, fomenta las relaciones entre personas de diversos orígenes y ofrece la diversión y la relajación que todo el mundo necesita para vivir una vida equilibrada.

La recreación de la comunidad puede abarcar mucho más que los deportes o los lugares para participar en ellos. Algunas otras posibilidades incluyen actuaciones públicas de teatro, música y danza gratuitas o de bajo costo; programas supervisados para niños y jóvenes después de la escuela y en el verano; teatro comunitario, bandas y coros donde los miembros de la comunidad reciben instrucción y la oportunidad de participar, y la preservación de espacios verdes y naturales para el disfrute de todos.

La recreación es a menudo difícil de “vender” en las comunidades que luchan con una serie de problemas. Puede ser visto como un adorno, pero, al igual que otros servicios básicos, es importante en la mejora de la calidad de vida comunitaria.

Desarrollo y mejora del acceso a la salud y a los servicios comunitarios.

Los mejores servicios en el mundo son inútiles si nadie los aprovecha. La falta de acceso puede ser, al menos parcialmente, una cuestión de financiación, es decir, tener el dinero para iniciar o ampliar los programas para responder a una necesidad de la comunidad.  Por otra parte, sin embargo, el acceso falta si el servicio es ineficaz, si - justificadamente o no - tiene una mala reputación en la comunidad, si la divulgación es inadecuada o mal implementada, si el servicio se provee en una ubicación de difícil acceso o intimidatoria, si los participantes reales y potenciales son tratados con desprecio o si el servicio no es accesible a grupos específicos - personas con discapacidad, por ejemplo.

Independientemente de los servicios ofrecidos, el acceso es una cuestión importante, y mejorarlo es una piedra angular en la mejora de los servicios comunitarios.

Establecimiento de programas de educación entre pares.

A veces la mejor manera de informar a grupos específicos - los jóvenes, por ejemplo, o a un grupo cultural o lingüístico - es a través de la utilización de los miembros de la comunidad de ese mismo grupo.  La capacitación de adolescentes para educar a otros adolescentes sobre el sexo seguro o el consumo de drogas, por ejemplo, o la enseñanza de mujeres para ayudar a sus compañeros a aprender sobre el autoexamen mamario y mamografías son dos de las muchas maneras de desarrollar un programa de educación entre iguales.

Acercarse a las personas en sus propios vecindarios, con educadores de la comunidad que están familiarizados con ellos, pueden frecuentemente aumentar tanto la participación como la probabilidad de que un servicio logre su propósito.

Aumento de la supervisión de actividades alternativas para los jóvenes.

En muchas comunidades - particularmente en las zonas rurales o barrios de bajos ingresos de la ciudad - hay poco para hacer para los pre-adolescentes y los adolescentes. Los niños de esa edad tienden a pasar mucho tiempo juntos y, sin supervisión, pueden ser negligentes y participar en actividades peligrosas o ilegales.  Especialmente en las zonas urbanas, los jóvenes están en riesgo de convertirse en presas del consumo de drogas o alcohol, formar parte de pandillas, caer en tentaciones y sucumbir ante el atractivo de las calles.

Las actividad supervisadas - actividades que en realidad son divertidas y / o absorbentes y vistas por los jóvenes como mejores que las alternativas que la calle ofrece - pueden hacer mucho para cambiar la dinámica de la relación entre los niños y la comunidad. Pueden también proporcionarles a los adolescentes tutores adultos, que también actúan como modelos, y ayudar a la comunidad a ver a la juventud como un recurso, más que como una molestia o un peligro.

Muchos de estos programas les enseñan a los jóvenes sobre autosuficiencia y solución de problemas, compromiso cívico o habilidades interpersonales (resolución de conflictos y mediación entre pares).  Puede involucrar a los jóvenes en las artes, en los deportes o en las pasantías de trabajo y el empleo. Sea cual sea su forma, el aumento de los servicios para los jóvenes beneficia a la comunidad y contribuye a un ambiente propicio para la mejora de los servicios.

La planificación de programas para la juventud debe ser abordada con la plena participación de los jóvenes a los que están destinados. Frecuentemente, los adultos crean programas producto de mentes que aparentemente nunca han sido adolescentes. Los chicos evitan estos programas, porque no se relacionan con las realidades de sus vidas, y porque tratan de hacerlos encajar en moldes de adultos, los cuales son simplemente de la forma equivocada. Con un proceso de planificación participativa, se puede evitar este problema, y desarrollar actividades en que los adolescentes querrán participar.

Establecimiento de programas de salud vinculados a la escuela.

Los jóvenes en edad de escuela secundaria y media superior, incluyendo los desertores, a menudo se cuelan a través de las grietas del sistema de atención de salud. A menos que sus padres insistan en hacerse exámenes médicos periódicos y en su bienestar, normalmente no van al doctor más que sólo esporádicamente. Al mismo tiempo, estos jóvenes están a menudo en situación de riesgo debido a enfermedades de transmisión sexual, embarazos, consumo de drogas, violencia y mala alimentación.

Los programas de salud vinculados a la escuela llegan a esta población mediante el establecimiento de relaciones con las escuelas y detectando las necesidades de los adolescentes. Estos centros tratan de evitar los comités escolares escolar y la regulación estatal (que a menudo restringen el acceso a los anticonceptivos, la salud mental y el tratamiento contra las drogas, y otras necesidades de salud de los adolescentes), por lo que operan fuera de la escuela. Ellos y las escuelas actúan como agentes mutuos de referencias, pero pueden estar conectados sólo informalmente.  Los servicios de salud vinculados a la escuela son generalmente de  eficaces en cuanto a costos (una clínica por lo general sirve a estudiantes de varias escuelas, así como a los que dejan la escuela y a los adolescentes sin hogar) y llegan a una población difícil para reducir el embarazo adolescente, la incidencia de enfermedades de transmisión sexual y otros graves problemas de salud entre los jóvenes.

No todos los servicios de salud vinculados a las escuelas salen de un molde: cada uno está diseñado específicamente para cada comunidad. Una escuela ligada al centro de salud puede ser una parte importante de la mejora de los servicios de salud en una comunidad, en caso de que la salud de los adolescentes sea una preocupación.

Aplicación de programas de visitas.

Una forma de mejorar los servicios es otorgándolos directamente a las personas que los necesitan. Los programas caseros de visita - para los recién nacidos y sus padres, para las personas mayores, para las personas con discapacidad, para niños con necesidades especiales – presta servicios en los hogares de la gente, evitando así los problemas que los beneficiarios puedan tener, ya sea con el transporte, el cuidado de los niños o el tiempo fuera de casa. Además, dan al visitante la oportunidad de ver cómo una madre interactúa con su hijo o cuán efectivamente una persona mayor o con discapacidad puede manejarse en su casa y cuidar de sí misma.  El visitante puede entonces intervenir de inmediato con una sugerencia, con el equipo, con una demostración, etc. para mejorar la situación que se está analizando.

Los programas visitas a domicilio - especialmente los que actúan para mejorar la crianza de los hijos y mantener independientes a las personas de la tercera edad y/o con discapacidades - pueden tener un profundo efecto en la vida de la comunidad, ya que previenen posibles problemas, ahorran dinero público y privado, enriquecen la vida social y ayudan a algunas personas a permanecer en la comunidad, en vez de ser institucionalizadas.

Planificar y establecer un programa de alfabetización de adultos.

La alfabetización de los adultos puede ser no sólo una preocupación educativa para las comunidades., sino social y económica. La alfabetización es un requisito para la capacitación en el empleo, la crianza y la educación para la salud y otros servicios.  =Al ofrecer un programa de alfabetización de adultos, una comunidad puede aumentar las posibilidades de que las personas con problemas de lectura, escritura, o problemas de matemáticas sean capaces de aprovechar estos servicios, ayudándolos a obtener y mantener puestos de trabajo que servirán de apoyo a ellos y a sus familias, mejorará sus roles como padres y miembros de la familia y fomentará su participación como ciudadanos.

Algo para pensar mientras se planea un programa en una propia comunidad es qué tipo de necesidades educativas son más importantes y qué tipos de programas servirán mejor a los alumnos. En EE.UU., por ejemplo, algunas comunidades con un número importante de inmigrantes pueden necesitar más de un programa de inglés como segunda lengua que de un programa que enseña a leer, escribir y matemáticas para hablantes nativos de inglés, por ejemplo. Los programas que dan a los alumnos el control de su propio aprendizaje son muy diferentes en forma y contenido, sin mencionar la filosofía, de los que se utilizan en una escuela, donde el profesor está completamente a cargo. Se deben evaluar las necesidades reales de la comunidad para ver qué tipo de programa podría funcionar mejor.

Enriquecimiento de los valores de desarrollo infantil.

Las investigaciones sugieren que existe un número de factores comunitarios, familiares y familiares que ayudan a los niños a gozar de un desarrollo saludable y una vida adulta exitosa. Mediante la evaluación de sí misma, una comunidad puede descubrir cuáles de estos recursos ya está proporcionando o apoyando de manera adecuada y cuáles necesitan ser mejorados. En algunos casos, la mejora puede implicar la institución o la ampliación de los servicios. En otros, puede significar alentar el apoyo público o la desaprobación para maneras particulares de comportamiento, el cambio de políticas o leyes o cambiar el medio ambiente para que sea más seguro o más saludable para los niños.  Sea cual sea la situación, el concepto de enriquecimiento de los valores de desarrollo infantil se basa en el supuesto de un proverbio africano: se necesita un pueblo para criar a un niño.

Enriquecimiento de los valores de desarrollo juvenil.

Esto es similar, pero no es lo mismo que fomentar la mejora de los valores de desarrollo. Podría incluir el suministro de recursos para esa actividad – la financiación, voluntarios, ideas, planes de estudio, puestos de trabajo, etc. También podría incluir las actividades de organizaciones como, en el caso de EE.UU., la Promesa Estadounidense, una organización de servicios para la juventud, la cual le promete cinco cosas a los jóvenes de EE.UU.: adultos responsables; lugares seguros para vivir; aprender, trabajar y jugar; un inicio saludable en la vida; destrezas útiles que les permitan mantenerse a sí mismos; oportunidades para servir. Varios fundadores afiliados y algunas comunidades proporcionan recursos para los programas e iniciativas encaminadas a una o más de estas cinco promesas.

Con o sin un programa como Promesa Estadounidense, una comunidad puede hacer un compromiso de proporcionar recursos para servicios dirigidos al desarrollo de la juventud. Estos servicios pueden incluir programas para después de la escuela, servicios comunitarios con goce de sueldo, programas de estudio vocacionales etc. Como se mencionó anteriormente, los recursos no necesitan ser financiados: algunos voluntarios pueden trabajar como mentores de jóvenes en riesgo, por ejemplo, y pueden constituir una valiosa herramienta para la mejora de los servicios en este ámbito.

Aumento de los programas de cuidado de niños.

Seguridad, confianza y cuidado amoroso de los chicos es una necesidad básica para las familias que buscan utilizar los servicios comunitarios o trabajar. Para las personas con asistencia social, a quienes se les requiere trabajar u ofrecerse como voluntarios, es a menudo el mayor obstáculo para el cumplimiento de sus obligaciones y para ganar independencia. Para los padres que trabajan, en particular las padres solteros, puede representar verdaderas dificultades financieras e incluso poner en peligro su capacidad de seguir trabajando. Poner el cuidado de los niños seguro, competente y accesible a disposición de todos los que lo necesitan, es una de las cosas más importantes que una comunidad puede hacer para reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El aumento de los programas de cuidado infantil puede incluir obtener financiación para la extensión de horarios y la contratación de trabajadores capacitados, la formación de nuevos trabajadores o proveedores, el suministro de espacio o convencer a empleadores de patrocinar programas, entre otras posibilidades.Como hemos recalcado reiteradamente aquí y en otros lugares de la Caja de Herramientas Comunitarias, los mejores servicios son inútiles si las personas no pueden tomar aprovecharlos. El cuidado responsable de los niños es absolutamente fundamental para la mejora de los servicios para la comunidad en su conjunto.

Todas las secciones restantes de este capítulo examinan cada una de estas opciones con más detalle. El último punto que queremos enfatizar aquí, como al final de casi todas las secciones de la Caja de Herramientas es que: es necesario mantener cualquier iniciativa a largo plazo. Si bien estas opciones van a mejorar los servicios, esa mejora no se va a sostener por sí sola. Éstas no son a corto plazo o llevadas a cabo en un solo momento. Cada una está destinada a realizarse indefinidamente una vez que alcance el nivel de las necesidades de la comunidad.

Se debe pensar en ello como, literalmente, la edificación de una comunidad. Una vez que cada uno de los edificios en una comunidad se ha completado, necesita mantenimiento y  conservación para permanecer en pie.  Las filtraciones tienen que ser arregladas; los techos, sustituidos de vez en cuando; las ventanas rotas, reparadas; las paredes, pintadas.  Sin este cuidado, el edificio se debilitará y se colapsará.  Sin el mantenimiento que necesitan, los programas comunitarios y las iniciativas harán lo mismo. El desarrollo y la mejora de los servicios y su mantenimiento requieren trabajo… por todo el tiempo que esos servicios sean necesarios.

Para resumir

Cada comunidad provee, o tiene el potencial de proporcionar, tres tipos de servicios públicos: a)  servicios esenciales, tales como el agua, bomberos, policía y escuelas, los cuales fácilmente pueden darse por sentado; b) servicios preventivos, tales como la salud, la capacitación para el empleo, la vivienda y la alfabetización de adultos, los cuales sirven para hacer frente a las necesidades que podrían dar lugar a graves problemas en el futuro; y  c) servicios correctivos y de emergencia, tales como bancos de alimentos, refugios, etc., los cuales existen para corregir los problemas específicos de la comunidad o para responder a emergencias. El desarrollo y la mejora de los servicios públicos supone hacer frente a los tres tipos (aunque con más énfasis en el segundo y en el tercero, que son menos probables que sean plenamente financiados o apoyados que los primeros), y elegir las opciones para hacerlo que tienen el mayor efecto a largo plazo sobre la calidad de vida en la comunidad.

Todo el mundo –población objetivo; servicios sociales y de salud y las organizaciones y grupos comunitarios; activistas; funcionarios locales;  comunidad empresarial; y ciudadanos en general – deben participar en planificar e implementar opciones. El desarrollo y la mejora de los servicios debe ser parte del plan de largo alcance de una comunidad, pero son especialmente importantes cuando surgen las necesidades. El comienzo de una nueva iniciativa, el descubrimiento de una necesidad, la convicción de que los esfuerzos anteriores no han funcionado, una petición pública o la disponibilidad de fondos para llenar el vacío (una o todas ellas), pueden ser buenas razones para embarcarse en la mejora de los servicios.

Algunas de las más comunes y eficaces opciones para el desarrollo y la mejora de los servicios se analizan en el resto de las secciones en este capítulo. Éstas se enfocan en áreas diferentes, pero todas tienen una cosa en común: Requieren de un esfuerzo sostenido a largo plazo para que tengan algún efecto real.

 

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos en línea

Summary of the MDRC report “Building Bridges to Self-Sufficiency: Improving Services for Low-Income Working Families,” with a link to the full report.

Making Use of Outcome Information for Improving Services: Recommendations for Nonprofits.” A report by the Urban Institute.