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Sección 11. Promover políticas empresariales y gubernamentales favorables para la familia

  • ¿Qué son las políticas favorables para la familia?

  • ¿Por qué fomentar políticas favorables para la familia en los ámbitos laborales y gubernamentales?

  • ¿Quién debería fomentar políticas favorables para la familia?

  • ¿Cuándo fomentar políticas favorables para la familia en los ámbitos laborales y gubernamentales?

  • ¿Cómo fomentar políticas favorables para la familia en los ámbitos laborales y gubernamentales?

Imaginemos el siguiente caso:

A Luz,  la vida se le hacía extremadamente difícil. Su trabajo en la limpieza del hospital era duro, y eso junto con el cuidado de sus cuatro hijos hacía que siempre cayera exhausta al final del día, para levantarse a las cinco de la mañana y hacer de nuevo lo mismo. Aun así, siempre lograba llevar a sus hijos a la escuela y a las niñeras y  llegar a trabajar a tiempo. Hacía bien su trabajo y de buen humor, y su jefe le dijo que la iba a recomendar para un ascenso como líder de grupo.

Ahora, sin embargo, ella enfrentaba una complicación. A su hijo de tres años le habían diagnosticado asma, y su prima, que lo cuidaba, tenía miedo de seguir haciéndolo, por lo que le dijo: “¿Qué pasa si deja de respirar? No sé qué hacer. No tengo auto para llevarlo a una sala de emergencia, no tengo a quién llamar. Tú estás en el hospital, pero estás lejos de aquí y no tienes auto tampoco. No quiero tanta responsabilidad”.

Luz no sabía qué hacer. Su prima había trabajado como niñera gratis, por amor y sentido de obligación con la familia. Luz no tenía idea dónde obtener dinero para el cuidado del niño (en su situación actual, cada centavo que tenía iba para comprar comida y pagar alquiler, servicios públicos, ropa y otros gastos para los niños). Simplemente no podía dejar a su hijo con cualquiera, especialmente ahora que sabía que era asmático. Y sabía que no lo podía llevar con ella a su trabajo.

Desesperada, Luz convenció a su prima de continuar como niñera por unos días más y decidió hablar con su jefe, el supervisor de limpieza. Cuando le explicó la situación, él se mostró serio. Luz empezó a llorar diciéndole: "Quizás tenga que dejar mi trabajo, pero si lo hago, ¿cómo voy a alimentar a mis hijos? No sé qué hacer".

"No eres la primera persona que me dice tener ese tipo de problema", dijo el supervisor. "Hablaré con la directora del hospital, pero no sé lo que me dirá". Unos minutos más tarde, el supervisor volvió, sonriente: "La directora ha escuchado sobre problemas con el cuidado de los niños también, de parte de muchas personas: de limpieza, técnicos, enfermeras, incluso algunos doctores. Recurrió al Consejo la semana pasada, y han decidido establecer una guardería en el hospital para los hijos de los empleados; ya está en trámite. Lo van a anunciar la próxima semana."Mientras tanto, me sugirió ascenderte inmediatamente. Eso significará un gran aumento en tu salario, y debería ser suficiente para que puedas costear el cuidado del niño hasta que se abra el centro en el hospital”.

En el caso ficticio de Luz, el problema se resolvió y ella pudo seguir trabajando. Sin embargo, para mucha gente de la vida real, las situaciones como ésta no se resuelven fácilmente. Es posible que en muchos hospitales u otras empresas, Luz hubiera tenido que renunciar y quizás terminar dependiendo de la asistencia social o conseguir de alguna forma el dinero necesario para costear el cuidado del niño. El hecho de que su empleador hubiera decidido implementar una solución favorable para la familia frente a un problema común a muchos empleados hizo la diferencia.

Los objetivos de una comunidad saludable son ámbitos laborales y una sociedad favorable para la familia. En esta sección, analizaremos lo que puede significar la palabra “favorable” para la familia, consideraremos por qué es un beneficio para todos los involucrados y exploraremos cómo esto se puede promover como política en las empresas y el gobierno.

¿Qué son las políticas favorables para la familia?

Hay en realidad dos definiciones para la expresión “favorables para la familia” en esta sección. Una tiene que ver con la operación en el ámbito laboral, la otra con las políticas gubernamentales que afectan la operación:

  • Un ámbito laboral o empleador favorable para la familia es aquel cuyas políticas hacen posible para los empleados equilibrar más fácilmente la familia y el trabajo, y cumplir tanto con las obligaciones familiares como laborales. Mientras que esta definición a menudo se aplica al gobierno, un empleador importante, al igual que el gobierno, cumple otra función en la promoción de políticas favorables para la familia.
  • Muchas de las políticas de gobierno favorables para la familia son las  leyes, reglamentaciones y políticas sociales que reconocen la importancia de las familias para la sociedad, y actúan para satisfacer, directa o indirectamente, las necesidades de hijos, padres de familia, miembros de la familia con impedimentos y personas mayores.

Consideraremos estas situaciones de a una.

Políticas laborales favorables para la familia.

Las políticas laborales favorables para la familia pueden adoptar muchas formas. La guardería en la empresa de la que hablamos en el ejemplo de la introducción es quizás lo primero sobre lo cual mucha gente piensa, porque es muy claramente favorable para la familia. ¿Qué podría estar más directamente orientado a las necesidades de padres trabajadores y sus hijos que una guardería que sea cómoda y segura, que les permita a los padres estar inmediatamente allí si hay algún problema, y le brinde al niño una experiencia de alta calidad? Si, como sucede a menudo, la guardería de la empresa es gratis para el empleado, eso es la cereza del postre.

Sin embargo, la guardería dentro de la empresa, especialmente gratis, rara vez es una de las políticas favorables para la familia más comunes. Este servicio está casi exclusivamente restringido a grandes empresas o instituciones (o lugares donde se entrenan maestros para este servicio), porque es caro, requiere permisos e instalaciones y personal autorizado. Existen, sin embargo, un gran número de otras políticas, muchas de las cuales se pueden adoptar incluso en empresas familiares pequeñas, que ayudan a los empleados a equilibrar trabajo y familia. Algunas están directamente orientadas a resultados favorables para la familia, mientras que otras pueden beneficiarla casi accidentalmente. En cualquier caso, hacen del ámbito laboral un mejor lugar para trabajar. Algunas posibles políticas favorables para la familia en el ámbito laboral:

  • Horario flexible. Para empleados con obligaciones familiares, el control de su tiempo puede ser la prestación más valiosa que un empleador puede darles. El horario flexible (un cronograma flexible de trabajo) le permite a la gente elegir cuándo trabajan, siempre y cuando cumplan con la cantidad de horas por semana. Dependiendo del empleador, eso puede significar libertad absoluta para diseñar su propio cronograma de trabajo, o  poder elegir entre varias opciones (semana de cuatro días en vez de cinco, por ejemplo, o días libres entre semana en vez de los fines de semana, o comenzar y terminar la jornada laboral varias horas más temprano o más tarde de lo normal).
  • Compartir el trabajo. Dos (o más, pero eso es muy inusual) empleados pueden compartir un mismo puesto y cada uno de ellos trabaja una fracción del tiempo necesario. De esa forma, la gente puede retener o seguir reteniendo el puesto que quiere, y aún así tener tiempo para pasar con hijos o con padres ancianos o para hacerse cargo de otras responsabilidades familiares.
  • Cambio temporal o permanente a medio tiempo. Un empleado de tiempo completo puede tener permiso para cambiar a un puesto de medio tiempo (ya sea como parte de un trabajo compartido o simplemente como una reducción en las horas de trabajo) y continuar así en el mismo puesto. Una madre con un bebé recién nacido, por ejemplo, puede querer cambiar a tiempo parcial durante el primer año de su bebé para afianzar el vínculo, pasar tiempo con su hijo y adaptarse a las obligaciones de la maternidad.
  • Permitir trabajo fuera del lugar de trabajo. Un empleado puede trabajar desde su casa o desde otro sitio distante durante parte o la totalidad del tiempo. Puede comunicarse o analizar problemas laborales con sus colegas y supervisores pasando cada semana algunos días específicos o una cierta cantidad de tiempo en el lugar de trabajo, o puede “trabajar a distancia” usando el teléfono y el correo electrónico. El trabajo a distancia le permite a la gente trabajar en cualquier parte del mundo, independientemente de la ubicación de su lugar real de trabajo.

El trabajo a distancia por lo general es posible únicamente cuando el trabajo del empleado se puede hacer de forma independiente y cuando el trabajo (programación, por ejemplo, o escritura) se puede traducir a una computadora o a una impresión (la excepción a esto es el tipo de trabajo que a menudo se publica en los anuncios clasificados: “¡Trabaje desde su casa! Simple. ¡Gane hasta $20 por hora!", lo cual generalmente implica trabajos tediosos o correos masivos, y requiere velocidad y largas horas a fin de obtener un poco más del sueldo mínimo). Se tiene que confiar también en que el empleado trabaje eficiente e independientemente.

En un ejemplo inmediato, el centro administrativo de la Caja de Herramientas Comunitaria tiene sede en Kansas, mientras que el autor y editor de esta sección viven y trabajan en Massachusetts. Las audio conferencias regularmente programadas y el correo electrónico mantienen a los miembros de la Caja de Herramientas, que se encuentran dispersos geográficamente, trabajando juntos.

  • Permiso por maternidad/paternidad. Una parte del paquete de prestaciones para un empleado puede ser el permiso con o sin goce de sueldo por nacimiento, adopción de un niño. También existe la posibilidad de una combinación de permiso con y sin goce de sueldo.

La Ley de Permiso Médico y Familiar de EE.UU. (FMLA) garantiza 12 semanas de baja sin goce de sueldo en esta situación, así como también por razones médicas personales o familiares, pero sólo para empleados en empresas con una nómina de 50 personas o más. La garantía es que, si uno se toma un permiso, su trabajo (y su antigüedad) lo estarán esperando cuando regrese.

  • Permiso para padres. Ésta es una opción de un periodo corto que le permite a un padre tomarse una tarde o un día libre para buscar a un hijo enfermo de la escuela o atender a otro en su casa, asistir a un evento escolar o deportivo o atender de alguna otra forma las necesidades de un hijo.
  • Permiso por enfermedad familiar. Un empleado puede usar esta clase de licencia para cuidar a un padre anciano o a un miembro de la familia con una enfermedad prolongada o para atender sus propios problemas médicos crónicos o temporales (puede ser desde tratamientos de cáncer hasta salud mental). De nuevo, puede ser con o sin goce de sueldo o una combinación, y por lo general se limita a un cierto número de semanas o meses. Estos permisos, en la mayoría de los casos, también están cubiertos por la ley FMLA.
  • Permiso flexible por emergencia. Ofrece un cierto número de días al año para atender emergencias médicas o de otra naturaleza, generalmente con goce de sueldo.
  • Prestaciones médicas para el empleado y su familia. Pueden incluir no sólo generosos seguros de salud y dentales, sino también centros de bienestar y entrenamiento en la empresa o subsidios para asociarse a un gimnasio e incluso programas de salud o entrenamiento para los hijos y cónyuge del empleado.
  • Cuidado de los hijos. La guardería en la empresa no es la única opción en este sentido. Un empleador puede subsidiar el cuidado de los niños, pagando el total o una parte de las opciones aprobadas. Otras posibilidades son recomendar servicios en centros de cuidado confiables o reservar lugares en instalaciones específicas para los hijos de los empleados.
  • Cuidado de ancianos. Aunque muy pocos empleadores, si es que existen, brindan realmente centros de cuidado para ancianos o en el hogar, muchos proveen recursos y recomendaciones (e incluso subsidios) para este tipo de cuidado.
  • Eventos para la familia. Muchos empleadores organizan días al aire libre de la empresa, fiestas de Navidad y otros eventos para incluir a las familias de los empleados.
  • Ambiente orientado a la familia. Algunos empleadores, especialmente los más pequeños, dejan que la gente traiga a sus hijos al lugar de trabajo cuando es necesario. Estos empleadores pueden disponer una sala de juegos, con juguetes y videos para niños para mantenerlos ocupados en esos momentos.
  • Educación para los empleados.
  • Becas universitarias o préstamos para los hijos de los empleados. Un empleador puede otorgar una o más becas al año, según el mérito o la necesidad, a los hijos de los empleados o puede en realidad pagar o prestar parte del dinero de las colegiaturas para los hijos de los empleados que asisten a la universidad.
  • Incluir problemas familiares como parte de un programa de asistencia al empleado. Un empleador puede ofrecer seminarios y talleres sobre educación de los hijos, cómo mantenerlos alejados de las drogas, orientación y otros temas orientados a la familia.

Políticas gubernamentales favorables para la familia.

Hay dos formas en que el gobierno puede favorecer a la familia. La primera es establecer políticas favorables para la familia, como las descritas anteriormente en otros ámbitos laborales, para sus propios empleados. Los empleados federales de EE.UU. por ejemplo, no están incluidos en la FMLA, pero el gobierno federal les brinda una prestación similar.

La otra forma en que el gobierno en cualquier nivel puede favorecer a la familia es fomentar (mediante leyes u otros métodos) políticas favorables para la familia en las empresas y en la vida pública en general. Algunas formas de lograr esta finalidad incluyen:

  • Exigir a las empresas que establezcan políticas favorables para la familia. Un ejemplo es la FMLA. Otro ejemplo es un Consejo de Salud local que prohíbe fumar en lugares generalmente frecuentados por niños y mujeres embarazadas, para evitarles la exposición al humo del tabaco.
  • Exigir un plan de seguro de salud para todas las familias. Como se ha discutido durante años, hay muchas formas de hacerlo, como pueden ser un plan de pago individual (donde el gobierno o alguna otra entidad actúa como asegurador para todos) o un plan donde todos los empleadores deban brindar seguro médico como una prestación a sus empleados.
  • Usar deducciones de impuestos y subsidios para estimular a las empresas y otras entidades a que adopten políticas favorables para la familia. Una empresa podría obtener un importante descuento tributario por mantener una guardería para niños, por ejemplo, u obtener un subsidio para costear el cuidado de los hijos de los empleados.
  • Brindar fondos públicos para intervenciones y servicios orientados a la familia. Otorgar subsidios y fondos para la educación pública son formas obvias de lograrlo, pero es igualmente valioso financiar servicios tales como “Padres anónimos” (grupos para padres con antecedentes de maltrato a sus hijos), programas de alfabetización familiar,  programas de nutrición familiar para mujeres, bebés y niños y cuidado a largo plazo para las personas mayores.
  • Financiar y mantener instalaciones públicas orientadas a la familia. Además de instalaciones médicas y de naturaleza similar, el gobierno (especialmente el gobierno local) puede construir o administrar pistas de patinaje, piscinas, centros comunitarios, parques públicos y otras instalaciones donde las familias se puedan reunir para hacer actividades comunitarias.
  • Estimular las políticas favorables para la familia y la juventud entre los organismos y servicios públicos. En vez de permitir (u ordenar) a la policía que arreste o disperse a los patinadores, por ejemplo, un gobierno local podría reservar zonas donde los patinadores pudieran practicar sin que se los molestara y sin molestar a nadie. Una entidad gubernamental local podría organizar salvavidas u otros servicios de seguridad en un balneario familiar popular, en vez de simplemente prohibir nadar. Se puede poner barandas a lo largo de los senderos en un parque local, para que sea más fácil para la gente mayor usarlos. El tema real aquí es que todos los funcionarios deberían estar considerando formas de construir una comunidad orientada a la familia y a los jóvenes, y hacer que todos se sientan valorados, en vez de establecer situaciones adversarias (chicos/policías, gente mayor/gente que sale a trotar).
  • Usar la influencia para estimular políticas favorables para la familia. Los estudios patrocinados por el gobierno o comisiones que señalan las ventajas de una postura favorable a la familia de parte de las empresas y otras entidades pueden tener algún efecto sobre la forma en que funcionan esas entidades. El apoyo individual de parte de políticos influyentes puede tener aun más efecto.

El gobierno del Reino Unido, por ejemplo, financia estudios que respaldan las políticas favorables para la familia en el ámbito laboral, ayuda a las empresas y organizaciones a construir esas políticas y se involucra en otras actividades orientadas a la familia. Aunque no exige políticas y prácticas favorables para la familia, deja muy en claro su postura, aplica políticas orientadas a la familia en sus propios organismos y estimula a los empleadores a hacer lo mismo.

¿Por qué promover las políticas favorables para la familia?

Las políticas favorables para la familia son, en general, parte de una situación en donde todos ganan: todos los involucrados se benefician de ellas. Son buenas para los hijos, los padres de familia y la gente mayor; representan una ventaja para los empleadores; y, a largo plazo, benefician comunidades y a la sociedad en general. Algunas de las razones específicas por las que vale la pena luchar por las políticas favorables para la familia:

Permiten a los padres pasar más tiempo, y de mejor calidad con sus hijos.

Pasar más tiempo con los niños ayuda a los padres a establecer lazos afectivos con los bebés, fortalece los vínculos familiares en general y contribuye al aprendizaje de los niños. Conduce a una mejor crianza, ya que permite a los padres interactuar con sus hijos sin la carga de la culpa (por no pasar suficiente tiempo con ellos) o el estrés de la presión del tiempo (“realmente debería estar trabajando en ese informe; tengo que ir a una reunión”).

Una razón puede ser que, al reducir el estrés en cuanto a la crianza, las políticas favorables para la familia posibilitan que los padres vean a sus hijos como un placer así como también como una responsabilidad. Esto reduce la posibilidad del maltrato hacia los niños y aumenta el potencial de relaciones más estrechas (entre esposos y entre padres e hijos) así como también los resultados positivos de los niños a medida que crecen.

Existen otros resultados favorables para los niños, los cuales se derivan de ciertas políticas orientadas a la familia. Una guardería en el lugar de trabajo, por ejemplo, elimina las dudas que los padres pueden tener sobre las guarderías donde dejan a sus hijos; en este caso, pueden ver cómo es. Si la situación es buena, entonces es seguro que el cuidado es de calidad.

Los horarios flexibles de salida de los padres les permiten participar en la vida de sus hijos. Puede ser un juego de fútbol o actuaciones teatrales que son tan importantes, especialmente para los niños más pequeños. Todo esto contribuye a la paz mental de cada uno e implica que cuando los padres están trabajando pueden concentrarse en su trabajo sin distracciones por exigencias familiares.

Las políticas favorables para la familia reducen el estrés, no sólo para los padres, sino para todos los que cuidan a un integrante de la familia, o que están lidiando con un problema médico personal difícil.

Los estudios demuestran que una cierta cantidad de estrés controlado puede ser productivo, pero demasiado puede ser destructivo. Ya sea que las responsabilidades familiares de un empleado involucren niños, un esposo enfermo o un anciano de cuidado, las políticas que facilitan el equilibrio entre el trabajo y la familia harán su vida más llevadera. Mantener el estrés a un nivel razonable ayuda a mantener la salud, contribuye a la curación y aumenta la cantidad de energía que el empleado puede canalizar tanto para las obligaciones laborales como familiares.

Permiten más opciones, haciendo posible que los empleados ejerzan mayor control sobre sus vidas.

Varios estudios han demostrado que es el control, incluso más que el estrés, lo que influye sobre la salud de los empleados y sus sentimientos acerca del trabajo. Un puesto de alto estrés no es necesariamente un problema en tanto el empleado tenga también un buen control sobre lo que hace. Las personas con alto estrés y poco control en sus trabajos, sin embargo, están más expuestas a riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés y a dejar sus empleos.

Los empleados que aprovechan las políticas favorables para la familia son más productivos.

Los estudios tanto en EE.UU. como en el Reino Unido parecen demostrar que las políticas orientadas a la familia en el ámbito laboral conducen a una mayor productividad. Un artículo de 1996 en la revista Business Week, disponible en Internet:  http://www.businessweek.com/1996/38/b34931.htm, menciona una serie de empresas donde un cambio a un ámbito laboral orientado a la familia tuvo como resultado un aumento de productividad y ganancias. Saber que las obligaciones familiares están atendidas y que el tiempo de trabajo es más limitado, hace que los empleados se puedan concentrar de forma más completa en su trabajo.

Al crear un mejor equilibrio trabajo-familia, las políticas favorables para la familia les permiten a los empleados en familias con doble ingresos o de padre/madre soltero/a mejorar su situación económica y su calidad de vida.

Cuantas más familias puedan prosperar económicamente, mejor será para la sociedad, así como también para las familias mismas.

Las políticas favorables para la familia ayudan a los empleadores a conservar empleados valiosos.

El artículo de la revista Business Week mencionado anteriormente, así como también una serie de estudios demuestran una relación entre las políticas orientadas a la familia y la retención de los empleados. Al mantener a la gente durante largos períodos, los empleadores reducen los costos de capacitación y evitan perder el conocimiento y la experiencia que se van junto con cualquier empleado veterano.

Los empleadores favorables para la familia tienen más para ofrecer a los nuevos candidatos de empleo y, por lo tanto, pueden contratar a los mejores.

En muchos casos, las políticas favorables para la familia son tan importantes para los que buscan trabajo que están dispuestos a recibir menos dinero a cambio de flexibilidad y otras prestaciones que se ofrezcan.

Las políticas favorables para la familia generan lealtad en el empleado.

Aquellas personas que han aprovechado la política del permiso para ocuparse de un padre moribundo o de un esposo con una enfermedad crónica, por ejemplo, a menudo sienten que les deben a sus empleadores, por entender sus situaciones.

Las políticas favorables para la familia son buenas para la sociedad.

Confieren una serie de ventajas a la comunidad y a la sociedad en general:

  • Son mejores para la estabilidad familiar y para los niños y mejoran de este modo la perspectiva para la próxima generación.
  • Le permiten a más gente trabajar y de este modo contribuir a la sociedad. Se podrían perder muchas de estas contribuciones, algunas de las cuales son cruciales,  si no fuera por la oportunidad de equilibrar trabajo y familia.
  • Las políticas favorables para la familia son más justas para los empleados, reflejan mejor que muchas otras prácticas en el ámbito laboral los valores de una sociedad igualitaria y democrática.

En muchos casos, las políticas favorables para la familia todavía no son lo suficientemente justas. A menudo, opciones tales como el horario flexible y el trabajo compartido se ofrecen sólo a nivel gerencial o a empleados administrativos, lo cual deja con menos recursos a los empleados en las áreas peor pagadas y con puestos menos satisfactorios, cuando son quienes más los necesitan. A medida que las políticas favorables para la familia se vuelven más comunes, se debe prestar más atención a este problema.

¿Quién debería fomentar políticas favorables para la familia?

¿Quién se encuentra en la mejor posición para abogar por las políticas favorables para la familia con los empleadores, el gobierno y el público? Las respuestas probablemente difieren de alguna manera para cada audiencia, pero hay grupos o personas que pueden ser más efectivos que otros.

Empresarios. Los integrantes de la comunidad empresarial cuentan con una serie de ventajas para promover políticas favorables para la familia.

  • Conocen personalmente a otros dentro de la comunidad empresarial y comercial.
  • Tienen un alto grado de credibilidad en esa comunidad porque tienen que hacer frente a los mismos problemas que otros empresarios (atención al cliente, destreza y rotación de los empleados, preocupaciones en cuanto a pérdidas y ganancias, impuestos y otras reglamentaciones gubernamentales, etc.).
  • Hablan el mismo idioma que a quienes tratan de convencer.
  • Quizás lo más importante es que quienes promueven las políticas favorables para la familia muy probablemente las hayan implementado y puedan dar testimonio de sus beneficios, particularmente los que se traducen en los resultados de la empresa. Ésta es la clase de testimonio más factible de convencer a otros empresarios.

Políticos y otros responsables de formular políticas. Estas personas cuentan con algunas ventajas inherentes, en cierto modo similar a la del grupo empresarial:

  • Conocen personalmente a otros en la política y en los organismos legisladores (y a menudo a mucha gente de negocios, líderes cívicos así como también a otras personas influyentes).
  • Con frecuencia (aunque no siempre) cuentan con un grado de credibilidad entre otros responsables de formular políticas y el público.
  • Si tienen la suficiente convicción con respecto a este tema tienen la capacidad de recurrir a algunos favores para hacerlo realidad.
  • Comprenden cómo negociar el sistema para cambiar las políticas.

Personas afectadas por políticas favorables para la familia o gente asociada a estas personas. Entre otras:

  • Gremios obreros.
  • Grupos comunitarios populares o grupos de empleados de una empresa o instalación específica.
  • Asociaciones profesionales.
  • Organizaciones comunitarias u otros organismos de servicios médicos y sociales.
  • Personas que, como Luz al principio de esta sección, han tenido alguna experiencia con políticas favorables para la familia…o la falta de ellas. El testimonio personal puede ser un persuasor muy poderoso.

Personas clave en la comunidad. Cada comunidad cuenta con algunas personas (o a veces más que algunas) que tienen una gran influencia sobre los demás. Pueden ser algunas de las personas que se mencionaron aquí o pueden ser líderes en otros aspectos (el clero, activistas ciudadanos, funcionarios jubilados respetados o pilares de muchos años en la comunidad o simplemente integrantes comunitarios cuya integridad, inteligencia y justicia los han convertido en líderes de opinión). La mayoría de las veces, si se puede contar con algunas de estas personas, las cosas se harán realidad.

Los medios de comunicación. Siempre es importante contar con los medios de comunicación, pero es aun mejor si éstos deciden adoptar la causa. Si se puede convencer al periódico o el canal de TV de que patrocine la idea de las políticas favorables para la familia, se puede al menos estar seguro de que la gente se enterará de este tema y sus ventajas.

Una coalición amplia. Como sucede con todos los cambios de políticas, una coalición que incluya el mayor número de los grupos y personas mencionadas anteriormente es probablemente el promotor ideal. Si todos están representados, hay un alto grado de credibilidad y es posible que las ideas se propaguen a todos los segmentos de la comunidad. Existen más posibilidades de que la mayoría de la comunidad acepte como propio lo que un grupo propone.

¿Cuándo fomentar políticas favorables para la familia?

La respuesta simple a esta pregunta es: "Cuando sea necesario", lo cual implica cuando dichas políticas no están disponibles para todos los trabajadores y ciudadanos. Hay algunas ocasiones, sin embargo, en que los esfuerzos pueden ser particularmente fructíferos.

  • Cuando los empleados y/o los miembros de sus familias plantean el tema. Esto puede variar desde personal de una organización que hace consultas sobre situaciones laborales hasta gente que llega a la organización en busca de ayuda para cambiar su ámbito laboral o política del lugar de trabajo en general.
  • Cuando se puede demostrar que las familias están pasando por un mal momento. Cuando se produce una depresión económica, por ejemplo,  muchos trabajadores pueden perder su trabajo y otros se encuentran en apuros. Ése es un buen momento para llamar la atención a formas en que los empleadores y el gobierno pueden ayudar a las familias, al mismo tiempo que se ayudan a sí mismos.
  • Cuando los problemas familiares están en las noticias y en la mira pública. Si un libro sobre: “La crisis en la familia estadounidense" está ganando publicidad; si en la TV se emite un informe especial sobre la familia o si una revista de noticias nacionales publica un artículo en primera plana sobre el tema ("¿La muerte de la familia nuclear?" fue el título real de un tema de portada en Newsweek hace varios), quizás sea el momento de actuar de inmediato. Cuando la gente piensa acerca de las familias, está más  propensa a considerar formas de beneficiarlas y fortalecerlas.

Entre los variados temas orientados a la familia que a menudo ocupan las primeras páginas y las pantallas de TV se encuentran la violencia doméstica, la tasa de divorcios, las dificultades para hacerse cargo de padres que van envejeciendo y la participación de los padres de familia en las escuelas y en la educación de sus hijos.

  • Cuando los temas familiares se destacan en una campaña política. Los candidatos a menudo tratan de destacar  para parecer más “a favor de la familia”, especialmente cuando la campaña involucra temas familiares tan controvertidos como el matrimonio homosexual o el aborto. Ese tipo de campañas presentan una oportunidad preciada para decir: “¿Usted está a favor de la familia? Respalde y declárese públicamente a favor de las políticas favorables para la familia que hagan más fácil para éstas sobrevivir y pasar más tiempo juntos”.
  • Durante las negociaciones laborales. Se puede incluir el punto de las políticas laborales favorables para la familia dentro de las negociaciones de contrato. Ésta puede ser una oportunidad particularmente buena de abordar la justicia de esas políticas y la necesidad de que sean accesibles para todos los empleados, no sólo para los ejecutivos.
  • Durante una campaña de desarrollo económico. Una comunidad que está tratando de atraer nuevas empresas o de contribuir a que las empresas locales crezcan y mejoren puede aumentar sus posibilidades adoptando, y convenciendo a los empleadores locales de adoptar, políticas favorables para la familia. Las empresas nuevas están mucho más dispuestas a ubicarse en una comunidad donde existen opciones para los empleados con responsabilidades familiares (buenas escuelas, cuidado de calidad y a largo plazo para los ancianos, oportunidades recreativas, instalaciones orientadas a la familia). Las empresas locales existentes tienen más capacidad para atraer a los mejores empleados disponibles si tienen algo especial que ofrecer…como ser un ámbito laboral favorable para la familia. Una buena razón puede ser el hecho de que la adopción de políticas favorables para la familia constituye una estrategia básica para cualquier esfuerzo de desarrollo económico.

¿Cómo fomentar políticas favorables para la familia en los ámbitos laborales y gubernamentales?

En muchos casos, ya sea para los empleadores o para el gobierno, la adopción de políticas favorables para la familia representa más que una simple decisión de hacer las cosas de una forma en contraposición a otra. Involucra un cambio en la percepción sobre la naturaleza de un ámbito laboral o comunidad y sobre lo que es importante para las empresas, otros empleadores y la sociedad. Por esa razón, las políticas favorables para la familia pueden tomar tiempo y una cuidadosa consideración. Los siguientes pasos toman esto en cuenta.

Decidir por dónde comenzar

El éxito puede depender del tema que se elija abordar primero y el escenario y la escala en que se aborda (¿Un ámbito laboral único? ¿Una industria completa? ¿La comunidad?). No se puede cambiar un ámbito laboral o una comunidad de un día para el otro, y no se va a convencer a nadie de cambiar todo de una sola vez. ¿Cuál es un buen primer paso hacia un entorno totalmente favorable a la familia?

Una posibilidad es encuestar a trabajadores y/o integrantes de la comunidad para saber qué es más importante para ellos. Se pueden encontrar distintas preferencias para distintas personas: los empleados administrativos pueden valorar el tiempo flexible, mientras que los obreros pueden necesitar cuidado para los niños. Se debe intentar ser justo en lo que se propone: ¿Cuál es el mayor beneficio para todos?

Basándose en la investigación, se puede intentar plantear un objetivo claro y bien definido. ¿Qué es lo que se quiere lograr que suceda, dónde y para cuándo? Lo ideal es comenzar con algo que tenga un impacto real, pero que no sea tan ambicioso que se torne imposible (o prohibitivamente caro) de lograr. Si el cuidado infantil parece ser una necesidad primordial, por ejemplo, quizás se necesite comenzar con un pequeño subsidio del empleador para los costos del cuidado de los niños o un arreglo mediante el cual la gente pueda traer a sus hijos al trabajo debido a circunstancias específicas. Comenzar exigiendo el cuidado gratis de los niños para todos puede condenar los esfuerzos desde el principio.

Esto no quiere decir que no se pueda plantear la idea y dar ejemplos de otros empleadores o comunidades que brindan cuidado para los niños (vea debajo). En general, sin embargo, el camino hacia un cambio social profundo y duradero (y de esto es lo que estamos hablando aquí) es lograr objetivos factibles poco a poco. Intentar cruzar un puente de un salto puede en realidad hacer que se avance más lento a largo plazo.

Hacer la tarea

Especialmente si hay un debate público sobre el tema de políticas favorables para la familia, se necesita no sólo tener ideas, sino también datos específicos a la mano. Algunas de las áreas en las que se debe investigar:

  • Necesidades particulares de la comunidad.
  • Políticas que se han implementado en otro lado y los resultados.
  • Empleadores o comunidades donde se han adoptado políticas favorables para la familia.
  • Beneficios potenciales para todos los involucrados.
  • Costos posibles y formas de costearlos.
  • Objeciones potenciales que se puedan enfrentar y cómo refutarlas.
  • Alternativas  a lo que se propone inicialmente.

Esta investigación puede incluir la búsqueda en bibliotecas e Internet, hablar con gente que ha tenido una experiencia directa en el tema (funcionarios locales, directores de recursos humanos, activistas gremiales, empleados, etc.), consultar con investigadores u otros expertos y hablar con organizaciones de servicios médicos y sociales que han establecido sus propias políticas favorables para la familia y/o que han trabajado con empresas o comunidades como socios en la implementación de estas políticas. Recoger ejemplos de políticas que han funcionado en otros lugares puede ser útil de varias maneras. Como ejemplos: establecerán que tales políticas existen, servirán de respuesta ante argumentos de que estas políticas cuestan demasiado o que no funcionan y darán ideas para crear programas o políticas favorables para la familia propios.

Es mucho más probable que el esfuerzo sea exitoso si los representantes del grupo saben de qué están hablando y cuentan con respuestas ante las objeciones de opositores o escépticos. Cuantas más ideas e información se tengan, más seriamente tomará la gente los argumentos.

Ofrecerse para ayudar a encontrar soluciones que funcionen.

Como se explicó anteriormente, parte de la investigación debe estar orientada a generar algunos escenarios alternativos de políticas favorables para la familia. Se los puede usar como puntos de partida en un debate sobre qué clases de prácticas o políticas favorables para la familia podrían funcionar en la comunidad o lugar de trabajo en particular. Como alternativa, se puede ofrecer participar en una coalición o en un comité establecido para considerar las posibles innovaciones favorables para la familia. Algunas formas de hacer que las políticas favorables para la familia funcionen:

  • La guardería dentro de la empresa puede sonar imposible, pero puede no ser financiada en su totalidad por el empleador. Los empleados podrían pagar, ya sea una tarifa fija o ajustada a la escala salarial, para contribuir a compensar los costos del servicio.
  • Los empleados que trabajan desde su casa pueden pagar su propio proveedor de Internet y gastos telefónicos, en vez de que el empleador cubra esos costos. El empleado puede deducir el gasto de sus impuestos y ahorrar también en costos de transporte (costos de combustible o transporte público, desgaste de un vehículo, tiempo).  El empleador puede lograr que se haga el trabajo al mismo costo que si el empleado trabajara en la empresa. Ambos se beneficiarían de esta forma.
  • Los empleadores pueden retener dinero de los sueldos como contribución para pago durante los periodos de permisos (si no se toman permisos, el empleado podría posteriormente recuperar el dinero).  A la inversa, un empleador puede acordar pagar un salario reducido durante varias semanas de modo que un empleado pueda seguir recibiendo al menos un pago regular reducido durante un permiso sin goce de sueldo.

Otro mecanismo que se sugiere en una ley de California del 2002 exige que los empleadores garanticen hasta 14 semanas de permiso de maternidad o paternidad con goce de sueldo. El costo del permiso se cubre, al menos en parte, con impuestos pagados por los empleados.

  • En las instalaciones orientadas a la familia mantenidas por el gobierno se puede cobrar una tarifa de admisión para contribuir a cubrir los costos o se las puede mantener con impuestos más altos.
  • El gobierno local, la Cámara de Comercio o alguna otra organización de empleadores podría otorgar una denominación de: “Favorable a la familia”.
  • Los gobiernos pueden financiar o subsidiar (con un pago de escala móvil de parte de los empleados que cubra la mayoría o todo el resto de los costos) seminarios en el ámbito laboral sobre temas relativos a la familia, o terapia de parejas y familiar en la empresa, del mismo modo en que subsidia la educación en el lugar de trabajo.

Señalar y recompensar los lugares de trabajo y organizaciones gubernamentales que respaldan y se comprometen con las prácticas favorables para la familia.

Un reconocimiento de “héroe comunitario” o “empresa destacada”, con mucha publicidad, puede elevar el perfil de la causa e identificarla como algo a lo que los demás aspiran.

Formular el debate como una situación en la que todos ganan.

Es necesario tratar de evitar asumir una posición adversaria aquí. Se debe enfatizar el hecho de que las políticas favorables para la familia son buenas para todos los involucrados (empleados, empleadores, gobierno, la sociedad completa). Nadie pierde, todos se benefician. Se debe usar la investigación disponible (y hay mucha; en la sección de Recursos de Internet en esta sección hay varios ejemplos) para exponer los argumentos de que las políticas favorables para la familia acompañan las mejoras en la contratación, retención, lealtad, productividad y ánimo de los empleados y que también afectan positivamente el desarrollo del niño, los niveles de estrés y la salud de los empleados y la calidad de vida en una comunidad.

Es difícil debatir contra un cambio que supone beneficios universales.

Conseguir respaldo.

Se puede formar una coalición o trabajar para obtener el respaldo de un gran número de gente influyente. Sería grandioso si dicho respaldo pudiera provenir de todos los segmentos de la comunidad, pero algunos grupos y personas especialmente importantes incluyen:

  • Gremios y otras asociaciones comerciales.
  • Familias trabajadoras.
  • Empresas y asociaciones empresariales.
  • Responsables de formular políticas.
  •  Personas influyentes, particularmente en los negocios, las organizaciones sin fines de lucro y el gobierno.

Informar, informar, informar.

Hay que hacer llegar el mensaje a los responsables de formular políticas en las empresas, a las organizaciones sin fines de lucro, al gobierno, a los trabajadores y al público general. Los mejores argumentos del mundo son inútiles si nadie los escucha. Se deben usar todos los canales disponibles, especialmente:

  • Los medios de comunicación.
  • Gremios obreros.
  • Cámaras de Comercio y otras asociaciones comerciales.
  • Asociaciones profesionales.
  • Contacto directo con los responsables de formular políticas
  • Contacto directo con la gente apropiada en los lugares de trabajo. Puede ser el presidente, los directores de recursos humanos, directores de entidades sin fines de lucro, propietarios de pequeñas empresas o empleados influyentes.

Un elemento que se debe considerar aquí es que una buena parte del esfuerzo para promover las políticas favorables para la familia es cambiar las percepciones de los empleadores, los funcionarios gubernamentales y/o el público sobre lo que es normal. Hasta hace muy poco que la idea de “favorable para la familia” se convirtió en un tema tanto en el ámbito laboral como en el dominio público. Un objetivo de la publicidad puede ser ubicar el tema firmemente en la opinión pública, algo que debería ser una preocupación obvia para todos.

Esa clase de publicidad indirecta puede conducir a una forma completamente nueva de pensar. ¿Qué sucedería si las convenciones políticas estatales y nacionales (o juntas municipales, según corresponda) brindaran cuidado para los niños de modo que los padres/madres solteros/as pudieran trabajar? ¿Y si los empleadores y las escuelas coordinaran los días sin clases, para que los padres que trabajan no tuvieran que pugnar por resolver qué hacer con los niños cuando hay inclemencias climatológicas? ¿Y si la comunidad brindara, por norma, guardería o asistencia médica a domicilio para miembros discapacitados de la familia y ancianos delicados? El mundo sería distinto y mejor. Quizás el esfuerzo propuesto pueda contribuir a lograrlo.

Promover las políticas favorables para la familia según sea apropiado en cada situación.

Se debe decidir qué significa “apropiado”. Cuanta más actitud de confrontación se adopte, más difícil será restaurar la buena voluntad después. Probablemente sólo usaríamos una acción directa, por ejemplo, en una situación que es evidentemente injusta y no es probable que mejore en ningún otro aspecto. El objetivo, después de todo, es aprobado por los responsables de formular políticas en las empresas y el gobierno que están genuinamente preocupados por la gente, y que sienten, al mismo tiempo, que los cambios favorables para la familia los beneficiarán también a ellos (difícilmente una situación adversa).

Algunas formas posibles de promover las políticas favorables para la familia:

  • Las negociaciones gremiales.
  • Convencer a las asociaciones empresariales, profesionales o comerciales (la Cámara de Comercio, por ejemplo) de emitir declaraciones políticas que respalden las prácticas y políticas favorables para la familia.
  • Utilizar como voceros a empleadores que han implementado programas favorables para la familia que los han beneficiado tanto a ellos como a sus empleados.
  • Apoyo legislativo. Esto puede implicar contacto personal con los legisladores y sus asistentes, una campaña legislativa de envergadura o ambas. El objetivo podría ser una ley (tal como FMLA) que exige una política favorable a la familia o simplemente respaldo gubernamental y apoyo para las políticas favorables para la familia.
  • Una campaña de los medios de comunicación.
  • Acción directa. Nuevamente, esto sería probablemente un último recurso, y puede variar, en orden creciente de gravedad, desde entablar una demanda, realizar una marcha pública, convocar a una huelga o boicot, hasta un juicio.

Insistir en la evaluación y adaptación continua de las políticas favorables para la familia para garantizar que funcionen para los empleadores, los empleados, el gobierno y la sociedad.

Todo el concepto de políticas y programas favorables para la familia es relativamente nuevo. Evaluando cuidadosamente las políticas y los programas nuevos y los ya implementados, y cambiándolos para responder mejor a las necesidades que intentan satisfacer, los empleadores y el gobierno pueden contribuir a que evolucionen favorablemente.

Continuar promoviendo las políticas favorables para la familia en el ámbito laboral y el gobierno indefinidamente.

Como sucede con cualquier tema político, si no se mantienen, los beneficios desaparecerán porque todos supondrán que el asunto “se ha solucionado". El objetivo aquí, si se espera que las políticas favorables para la familia tengan un efecto máximo, es realmente una sociedad favorable para la familia. Si esto se puede lograr alguna vez, se tendrá que seguir promoviendo y respaldando esas políticas a largo plazo.

Para resumir

Un ámbito laboral o empleador favorable para la familia (y se puede incluir aquí al gobierno como un empleador) es aquel cuyas políticas hacen posible para los empleados equilibrar más fácilmente la familia y el trabajo, y cumplir tanto con las obligaciones familiares como laborales. Además de su rol de empleador, el gobierno puede fomentar una sociedad favorable para la familia mediante la adopción de leyes, reglamentaciones y políticas sociales que reconozcan la importancia de las familias para la sociedad, y actuar para satisfacer, directa o indirectamente, las necesidades de los niños, padres y las generaciones mayores.

Así, un empleador puede ofrecer a los empleados horarios y lugares flexibles de trabajo, cuidado para los niños, respaldo para el cuidado de los ancianos, opciones de permiso familiar y otras prestaciones favorables para la familia. Una organización del gobierno, además de ofrecer opciones similares a sus empleados puede también (como lo hicieron el Congreso de EE.UU. y otros gobiernos federales) aprobar leyes que exigen permisos por maternidad/paternidad, financiar programas sanitarios y sociales orientados a la familia, construir instalaciones para la familia y respaldar políticas generales en este sentido.

Las políticas favorables para la familia benefician a los empleadores, las familias y la sociedad. Las investigaciones demuestran que los empleadores ganan en la contratación, retención, lealtad y productividad de los empleados, y todo esto contribuye a los resultados de la empresa. Las familias se benefician con la habilidad de equilibrar obligaciones laborales y familiares, reducir el estrés y una mejor calidad de vida familiar y vida en general. La sociedad gana porque las políticas favorables para la familia conducen a familias más estables con tiempo para contribuir a sus comunidades y mejores resultados para los niños.

Los mejores promotores de las políticas favorables para la familia son las personas que cuentan tanto con conocimiento como con credibilidad para formular razones a su favor. Esto incluye a la comunidad empresarial que adoptó estas políticas y obtuvo buenos resultados, los políticos y otros legisladores que han evaluado el tema, las familias trabajadoras y las personas asociadas a ellas (gremios obreros, por ejemplo), ciudadanos influyentes interesados, los medios de comunicación o una coalición extensa que cuente con la mayoría de, o todos, estos grupos como miembros.

Los mejores momentos para promover las políticas favorables para la familia son cuando la gente está pensando acerca de las familias y los problemas que a menudo les preocupan. Cuando los trabajadores y sus familias plantean el tema, cuando muchas familias se encuentran claramente en situaciones difíciles (como ser en una recesión), cuando los temas favorables para la familia tales como violencia doméstica o hambre infantil están en las noticias o cuando la familia se convierte en un tema de campaña política, puede ser el momento apropiado para presionar por la adopción de  estas políticas. Pueden surgir otras buenas oportunidades durante cualquier campaña política, en el transcurso de negociaciones laborales o como parte de un esfuerzo de desarrollo comunitario.

Hay varios pasos que se deben tomar a fin de ganar la aceptación de las políticas favorables para la familia en la empresa y el gobierno.

  • Decidir por dónde comenzar. Elegir un objetivo que sea factible, que refleje las necesidades de las familias en su comunidad y que tenga amplio respaldo.
  • Hacer la tarea. Llevar a cabo cierta investigación de modo de contar con todos los hechos, así como también ideas sobre lo que podría funcionar en la situación particular.
  • Ofrecerse para ayudar a encontrar soluciones que funcionen. Generar y presentar alternativas que tengan en cuenta las prioridades de los grupos involucrados y que conviertan las políticas favorables para la familia en algo factible y admisible para todos.
  • Señalar y recompensar las empresas  y organizaciones gubernamentales que respaldan y se comprometen con las prácticas favorables para la familia.
  • Formular el debate como una situación en la que todos ganan. Enfatizar el hecho de que las políticas favorables para la familia benefician a todos.
  • Conseguir respaldo. Formar una coalición y/o incorporar grupos ya existentes para apoyar el esfuerzo.
  • Informar, informar, informar. Difundir el mensaje a través de todos los canales y métodos disponibles.
  • Promover las políticas favorables para la familia según sea apropiado en cada situación. Usar las técnicas de promoción necesarias que funcionen para cada situación, desde un bombardeo mediático hasta negociaciones gremiales y acción directa.
  • Evaluar y adaptar las políticas y programas favorables para la familia de modo que sean útiles para todos.
  • Continuar promoviendo las políticas favorables para la familia en la empresa  y el gobierno indefinidamente.

Si se pueden seguir estos pasos efectivamente, la campaña también debería tener éxito y las políticas de las empresas y organizaciones gubernamentales favorables para la familia serán provechosas para todos.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos en línea

Be Family-Friendly: It's Good Business. "How business can support family involvement in education," from the U.S. Department of Education. An example of how government can support the adoption of family-friendly policies without mandating them.

Charlotte (NC) Parent magazine. Contains an article on family-friendly businesses and a "Top 40" list of Charlotte-area family-friendly businesses, outlining their family-friendly practices.

Child Care Resources of King County, Washington. A non-profit that consults with business on child care issues.

A study on "Effects of Family-Friendly Policies on Business Performance."

"An examination of the Impact of Family-Friendly Policies on the Glass Ceiling," from the Cornell School of Industrial and Labor Relations, Catherwood Library.

Have Your Job and Leave It, Too - facts about Family Medical Leave Act. Frequently Asked Questions (FAQs) about the Family and Medical Leave Act from Kiplinger's Magazine.

Family-Friendly Leave Policies from the U.S. Office of Personal Management Compensation Administration. Texts of the Family and Medical Leave Act of 1993 (FMLA); Federal Employees Family Friendly Leave Act (1994); Sick Leave for Adoption (1994); Leave for Bone-Marrow or Organ Donation (1994); Federal Leave Sharing (1994); and other family-friendly laws.

Family-friendly policies at the University of California.

Family-Friendly Policies, Programs, and Practices. Family-friendly policies at the University of Waterloo (Ontario, Canada).

"Family-friendly policies help businesses." A BBC report on a study that shows family-friendly policies increase productivity for UK businesses (but not for public entities).

"Flexible hours boost for working parents." A BBC report on a UK law to allow flexible work schedules for parents.

"The nature and pattern of family-friendly employment policies in Britain." A study from the Joseph Rowntree Foundation showing the benefits for British companies of family-friendly policies.

The Work & Family Connection, a clearinghouse on work-life. Articles, links, subscription service, courses, etc.

Recursos impresos

Schorr, B. (1997). Common Purpose: Strengthening Families and Neighborhoods to Rebuild America. New York, NY: Anchor Books/Doubleday.