Capítulo 37. | Sección 2.

Sección 2. Recopilación y Síntesis de Información

Aprender a recopilar información sobre el problema de su comunidad y a integrar esa información para diseñar una evaluación que responda a sus preguntas.

 

  • ¿Qué se entiende por recolección y síntesis de información?

  • ¿Por qué llevar a cabo la recolección y síntesis de información?

  • ¿Cuándo conviene realizar la recolección y síntesis de información?

  • ¿Quién debe llevar a cabo la recolección y síntesis de información?

  • ¿Cómo se lleva a cabo la recolección y síntesis de información?


Supongamos que quisiera diseñar una casa que utilizara muy poca energía, requiriera pocos recursos para construirse y mantenerse, y fuera asequible para la mayoría de las familias. Podría tener algunas ideas originales sobre cómo lograrlo, pero también querría conocer las ideas que han tenido otras personas. Probablemente leería acerca de las casas semienterradas (construidas en una ladera o montículo de tierra), los paneles solares o los molinos de viento para producir electricidad, las ventanas aislantes eficientes, el reciclaje de aguas residuales y los materiales de construcción no tóxicos que reutilizan madera y metal de desecho. Hablaría con personas que han construido o vivido en casas eficientes en energía, para conocer la realidad de vivir de manera sostenible. También aprendería sobre las barreras de algunas estrategias ecológicas, así como las formas de superarlas. Hay una enorme cantidad de información disponible, y tendría sentido recopilar la mayor cantidad posible, para poder integrarla, incorporar los elementos adecuados en tu diseño y obtener nuevas ideas a partir de lo que ya se ha hecho.

Lo mismo ocurre si está diseñando una intervención o un programa para abordar un problema de salud comunitaria u otro tipo de cuestión, o bien una evaluación de ese programa. Sin duda, otras personas también han intentado enfrentar ese problema, algunas con éxito y otras sin él. Conocer qué hicieron, cómo lo hicieron y cuáles fueron los resultados puede ayudarte a decidir cómo diseñar tu propio esfuerzo. Quizá logre encontrar un método aquí y una técnica allá que, al combinarse, se adapten exactamente al programa que mejor responda a las necesidades y condiciones de su comunidad. O bien podría darse cuenta de que algo que pensaba implementar simplemente no ha funcionado en numerosos casos anteriores, y por lo tanto, tampoco tendría muchas probabilidades de funcionar en su situación.

Recopilar y utilizar las ideas de otros no significa que no pueda usar las suyas o crear algo nuevo. De hecho, las ideas nuevas suelen surgir a partir de lo que otros han intentado. La mayoría de los artistas comienzan imitando a otros antes de desarrollar sus propios estilos. Einstein no llegó a la teoría de la relatividad por casualidad; estaba familiarizado con ella porque otros ya habían trabajado en el tema. Por lo general, se puede innovar de manera más efectiva cuando se sabe qué se ha probado previamente.

Esta sección se centra en recopilar toda la información posible sobre el problema de su comunidad y sobre los intentos de abordarlo, y en integrar esa información para diseñar una evaluación que responda a sus preguntas. Aunque este capítulo trata sobre la evaluación, gran parte del contenido de estas secciones también se aplica a la planificación de la intervención (o programa) y a la evaluación: en realidad, ambos aspectos no pueden separarse.

Una evaluación es un proyecto de investigación: lo que buscamos es descubrir qué funciona y bajo qué condiciones. Los pasos para diseñar y utilizar una evaluación, el tema de este capítulo, son, en esencia, los mismos que los de diseñar el programa que se está evaluando. Los elementos que tomé de los esfuerzos exitosos de otros, junto con los que cree por su cuenta, darán lugar a una intervención y a las preguntas de evaluación correspondientes. Aunque en esta sección se hable del diseño del programa, lo expuesto también se aplica al diseño de la evaluación. 

¿Qué se entiende por recolección y síntesis de información?

La recopilación de información se refiere a obtener datos sobre el problema que enfrenta y sobre las formas en que otras organizaciones y comunidades lo han abordado. Cuanta más información tenga acerca del problema en sí y de las maneras en que se ha intentado resolver, más probabilidades tendrá de poder diseñar un programa o una intervención eficaz propia.

Existen, por supuesto, muchas fuentes de información, que varían según lo que esté buscando. En general, puede consultar fuentes existentes o examinar “ejemplos naturales”, es decir, ejemplos de programas e intervenciones reales que han abordado el problema. Aquí mencionaremos dónde encontrar ambos tipos de fuentes y más adelante en la sección entraremos en mayor detalle sobre ellas.

  • Fuentes existentes. Este término se refiere a material publicado de diversos tipos que puede dar luz sobre el problema o alternativas de cómo enfrentarlo. Estas fuentes pueden dividirse, de manera práctica, en: publicaciones académicas, dirigidas principalmente a investigadores y a la comunidad universitaria; fuentes de divulgación, escritas en un estilo accesible y dirigidas al público en general; e información estadística y demográfica publicada por diversas organizaciones de investigación y organismos gubernamentales.
  • Ejemplos naturales. Se trata de programas o intervenciones desarrollados y probados en comunidades que han abordado su problema. Estudiarlos puede mostrarle qué les funcionó y qué no, y por qué. Al ofrecerle una visión de cómo se manifiestan los problemas en su comunidad u otras, pueden proporcionarle ideas prácticas sobre cómo (o cómo no) llevar a cabo un programa o intervención exitosa. En la mayoría de los casos, las fuentes de información aquí son las personas involucradas en esfuerzos para abordar problemas similares al suyo, o aquellas que pueden orientarlo hacia ellas. Además, existen varios ejemplos naturales (como estudios de caso individuales) que han sido descritos en la literatura de la psicología comunitaria o de la salud pública y que pueden ser relevantes para su trabajo.

Síntesis proviene del griego; significa “juntar” o “reunir”. En inglés su significado es el mismo: la acción de juntar algo a partir de dos o más fuentes distintas. Por ejemplo, las telas sintéticas tienen ese nombre porque están construidas de varios componentes químicos.

En esta sección hablamos de ideas. La síntesis, en este contexto, se refiere a analizar lo que ha aprendido durante la recopilación de información y a construir un programa o enfoque coherente tomando ideas de diversas fuentes y uniéndolas para crear algo nuevo que responda a las necesidades de la comunidad y la población con las que trabaja. 

Sintetizar de esta manera requiere identificar los elementos funcionales de cada idea o programa que haya revisado y que parezcan aportar enseñanzas útiles para su trabajo. Los elementos funcionales son los componentes centrales de cada programa, los métodos, el marco, las actividades, las técnicas y otros aspectos que conforman el programa específico que está analizando. Una vez que haya separado estas partes, puede combinar aquellas que respondan a sus necesidades con lo que ha aprendido sobre el problema y con sus propias ideas, para construir un programa que se ajuste específicamente a su situación.

Como ya hemos mencionado, las actividades de recopilación y síntesis de información son necesarias tanto para crear el programa original como para desarrollar una evaluación que le ayude a mantenerlo y mejorarlo. Ambos procesos parten, en realidad, del mismo lugar: de lo que piensa que permitirá abordar el problema, la forma que debería adoptar el programa o intervención, con quién debería aplicarse y qué conductas o condiciones busca cambiar. Esto también orienta cuáles deben ser sus metas a corto y largo plazo, y por qué medios intentará alcanzarlas. Una vez que estas metas se han definido, a su vez determinan sus preguntas de evaluación. No se puede construir una evaluación sin saber exactamente qué es lo que se intenta evaluar.

¿Por qué llevar a cabo la recolección y síntesis de información?

Si está en proceso de iniciar un programa para abordar un problema comunitario, como la violencia o la educación en la primera infancia, probablemente ya sepa bastante sobre ese tema. Tal vez lo haya enfrentado de diferentes maneras y tenga ideas bastante claras acerca de qué tipo de programa podría funcionar. Entonces, ¿por qué dedicar tiempo y esfuerzo, suyo y de otras personas involucradas en una planificación participativa, a leer mucho material escrito por otros y a contactar a quienes ya han dirigido programas? Si piensa de esa manera, hay muchas buenas razones para considerarlo. Recopilar información de antemano y organizar lo que ha aprendido podría ser lo más importante que haga para que su programa sea efectivo. Aquí le explicamos por qué:

  • Le ayudará a evitar descubrir el hilo negro. Es muy probable que muchas organizaciones hayan abordado este problema antes que usted. Algunas quizá hayan tenido éxito y otras no, pero todas seguramente aprendieron algo en el proceso que podría serle útil. No tiene por qué cometer los mismos errores que alguien más ya cometió si conoces su experiencia, ni tiene que crear algo desde cero, que puede o no funcionar, cuando ya existe un modelo que sí ha funcionado.

Le permitirá distinguir entre buenas y malas ideas. No está nada mal que tenga algunas de las mismas buenas ideas que otros ya han tenido, pero es útil saber que realmente son buenas. También existe la posibilidad de que tenga algunas de las mismas malas ideas que otros han tenido, y en ese caso resulta aún más valioso reconocer que son malas. Esto puede ahorrarle muchos problemas y, quizás, marcar la diferencia entre crear un programa que cumpla bien su función y uno que fracase estrepitosamente y desaparezca. Eso es como querer descubrir el hilo negro; alguien ya lo sabía.

  • Le ayudará a comprender profundamente el problema para poder abordarlo adecuadamente. El primer paso para resolver un problema es saber exactamente con qué está tratando. Cuanto mejor lo entienda, sus causas, cómo ocurre, cómo reaccionan las personas cuando se ven afectadas, cuáles son sus consecuencias para los individuos y la comunidad, y quién puede influir en él, mayores serán las probabilidades de que pueda determinar cómo enfrentarlo.​​
  • Necesita todas las herramientas posibles para crear el mejor programa que pueda. Y, ante todo, las herramientas más importantes para planificar e implementar un programa o intervención son: información, información y más información. Al igual que con el problema en sí, cuanto más sepa sobre qué funciona y para quién, cómo lograr que las cosas sucedan, y cómo establecer o eliminar ciertas condiciones, más probabilidades tendrá de diseñar un programa exitoso que aborde todos los aspectos del problema y no deje nada al azar. Diversos tipos de habilidades profesionales e interpersonales pueden ayudarle a implementar un programa, pero si lo que implementa no es efectivo, da igual cuán hábilmente lo lleve a cabo.
  • Es probable que la mayoría de las soluciones no sean de talla única. Cuanta más información recopile, mayor será la variedad de enfoques, métodos y marcos de referencia entre los que podrá elegir. Armar la combinación adecuada le ayudará a responder con éxito a las necesidades particulares de su comunidad y de la población con la que trabaja.
  • Puede ayudarle a ser culturalmente sensible. No solo podrá aprender más sobre la(s) cultura(s) de las personas con las que trabaja, sino que también es probable que encuentre una serie de enfoques que hayan funcionado con el grupo cultural al que espera beneficiar. Y quizá lo más importante: podrá aprender a evitar errores costosos que podrían requerir mucho tiempo y esfuerzo, o incluso ser imposibles de reparar.
  • Conocer lo que se ha hecho en una variedad de circunstancias y comprender el problema desde diferentes puntos de vista puede darle nuevas perspectivas e ideas para su programa. Como mencionamos al inicio de esta sección, las ideas nuevas rara vez surgen de la nada. Se estimulan a partir de su propia experiencia y de las ideas y experiencias —buenas y malas, positivas y negativas— de otras personas. Vea la experiencia de otros campos, comunidades y países. Cuantas más ideas distintas conozca, y más formas encuentre de combinarlas, mayores serán las posibilidades de que genere algo nuevo que sea más efectivo que lo que se ha hecho antes.

¿Cuándo conviene realizar la recolección y síntesis de información?

La recopilación y síntesis de información es crucial para el éxito del programa y para la pertinencia y efectividad de la evaluación. Debe comenzar desde el inicio de cualquier esfuerzo y contribuir a la planificación inicial. También debe continuar a lo largo de toda la vida del programa, de manera que pueda seguir ajustándolo mediante la incorporación o modificación de elementos que mejoren los resultados y generen nuevas ideas.

Los ajustes principales, en general, deberían realizarse al final de un ciclo de evaluación, cuando ya se cuenta con información sólida sobre lo que funcionó y lo que no. Sin embargo, esto no significa que no se puedan hacer ajustes menores durante la implementación del programa para mejorar los resultados en el camino.

Existe aquí una tensión entre cambiar continuamente un programa para mejorarlo y obtener resultados de evaluación precisos. Si modifica un método o una actividad a mitad del proceso, su evaluación no podrá darle una valoración clara de su efectividad.

La cantidad de cambios que haga durante el desarrollo de un programa depende de su intención. Si su primera responsabilidad es averiguar qué funciona mejor, para luego transmitirlo, entonces es importante no hacer cambios hasta que se complete la evaluación. En cambio, si su responsabilidad principal es con los participantes actuales del programa, debería hacer los cambios necesarios en el momento en que sean necesarios para asegurar los mejores resultados para ellos.

Aquí también pueden surgir cuestiones éticas. En los experimentos médicos con nuevas terapias o fármacos, por ejemplo, algunos participantes reciben el nuevo tratamiento y otros no (todos aceptan voluntariamente esta condición y el hecho de no saber a qué grupo serán asignados). Si el nuevo tratamiento demuestra ser dañino, existe la obligación ética de suspender su aplicación. Por otro lado, si resulta ser notablemente eficaz, los investigadores suelen sentirse éticamente obligados a extenderlo a los demás participantes en cuanto pueden demostrar sus efectos positivos. No todos los programas plantean necesariamente dilemas éticos tan claros como los que surgen en los estudios médicos, pero siempre se deben tener en cuenta las consideraciones éticas.

¿Quién debe llevar a cabo la recolección y síntesis de información?

La premisa a lo largo de este capítulo es que todo el proceso —planificación, diseño, implementación y evaluación— involucra a múltiples actores interesados.

Los actores típicos en un programa o intervención comunitaria pueden incluir:

  • Participantes o beneficiarios del programa
  • Personal y administradores del programa
  • Otras personas afectadas por el programa —policía, personal médico, docentes, etc.
  • Académicos u otros investigadores
  • Funcionarios locales
  • Activistas comunitarios

Recopilación de información

En un proceso participativo, la recopilación de información puede potenciarse mediante una división del trabajo determinada por las habilidades y la experiencia de los participantes. Si hay académicos u otros investigadores profesionales involucrados, probablemente tenga más sentido que ellos —u otras personas con experiencia en investigación— revisen la literatura de evaluación. Los miembros de la población afectada podrían ser los más indicados para recopilar información sobre la historia del problema en la comunidad y sobre cómo afecta actualmente a las personas. Los directores y el personal del programa probablemente tengan los mejores contactos en el campo, y por lo tanto, mayores posibilidades de encontrar información sobre otros programas similares. Quienes tengan acceso a Internet y experiencia con computadoras podrían ser los buscadores en línea más lógicos, o bien actuar como apoyo técnico para ayudar a otros a encontrar lo que necesitan. Aquellos con conocimientos en derecho y legislación podrían ser los responsables de examinar políticas.

También existe la posibilidad de que se brinde capacitación a todo el grupo, o a distintas personas, para permitirles desarrollar diversas líneas de investigación. No hay razón, por ejemplo, para que personas sin experiencia en investigación no puedan aprender a comprender e interpretar información demográfica o a ponerse en contacto con programas en otros lugares. (Existen algunas limitaciones aquí: los niveles de educación relacionada, la disponibilidad de materiales o computadoras y/o la imposibilidad de conectarse con otras personas pueden influir en el tipo de investigación que tiene sentido pedir a otros que realicen).

Síntesis

Es especialmente importante que todos los participantes en el proceso estén involucrados en la integración de la información. Capacitar a nuevos participantes para sintetizar información dará frutos al final, porque ellos pueden ser capaces de ver cosas en la información que no son evidentes para los investigadores experimentados. Pueden saber cosas sobre la comunidad que arrojen luz sobre qué elementos de otros programas podrían ser apropiados y cuáles no.

En cualquier caso, la recopilación y la síntesis de información, al igual que cualquier otra parte del proceso, deben reflejar las necesidades, intereses y capacidades de todos los actores involucrados.

¿Cómo se lleva a cabo la recolección y síntesis de información?

Existen varios pasos para recopilar e integrar la información que necesita. La mayoría de estos pueden realizarse como actividades grupales, formando parte del proceso participativo. La recopilación de información en sí misma puede asignarse a personas o subgrupos específicos.

Decidir qué necesitas saber

No es sorprendente que el primer paso en la recopilación de información sea determinar qué información se debe obtener. Existen varias áreas que se pueden explorar:

  • Detalles sobre el problema. Estos pueden incluir sus causas inmediatas y de raíz; sus efectos generales en las personas y en las comunidades; sus consecuencias; su desarrollo a través de diferentes etapas; su historia; y la historia de los intentos de abordarlo.
  • Cómo se ha abordado el problema en otros lugares. Prácticas recomendadas o enfoques que cuentan con una base de evidencia; otros enfoques que han sido al menos parcialmente efectivos; y lo que no ha funcionado, lo cual puede brindarle información tan importante como lo que sí ha funcionado.
  • Personas que pueden ayudar. Esta categoría abarca a expertos en el tema y a personas u organizaciones que han llevado a cabo o participado en intentos exitosos de abordar el problema.
  • Quiénes se ven afectados localmente, y de qué manera. En realidad, esto comprende dos preguntas:
    a) ¿Qué grupos poblacionales – geográficos, étnicos, culturales, raciales, de clase, etc. – se ven particularmente afectados por este problema?
    b) ¿Qué otros grupos se ven afectados, aunque de manera menos visible? Estos podrían incluir a quienes trabajan con el(los) primer(os) grupo(s) en la comunidad (por ejemplo, maestros o trabajadores sociales), quienes dependen de ellos, y aquellos de quienes ellos dependen.
  • La importancia del problema para la comunidad. Nuevamente, esto implica dos preguntas:
    • ¿Qué tan importante percibe la comunidad que es el problema? y
    • ¿Cuánto y de qué maneras afecta realmente el problema a la comunidad en su conjunto?
  • Necesidades de la comunidad relacionadas con el problema. ¿Qué debe añadirse o eliminarse de la comunidad para mejorar la situación? ¿A qué tipos de enfoques responderá la comunidad o rechazará?
  • Otra información contextual. Historia de la comunidad, relaciones entre grupos e individuos que puedan ser relevantes para su trabajo, cultura comunitaria, etc.
  • Quién, si alguien, tiene cierta influencia o control para cambiar la situación. Los funcionarios públicos y otros responsables de formular políticas suelen estar en esta posición. Los líderes empresariales, los propietarios, las agencias gubernamentales de control, las escuelas, los empleadores, los hospitales y el personal de salud, así como los propios miembros del grupo afectado, también podrían estar en condiciones de cambiar la situación (aprendiendo nuevas habilidades o modificando prácticas).

Determine sus fuentes probables de información

Como se mencionó anteriormente, estas abarcan fuentes existentes (es decir, publicadas) y ejemplos naturales (es decir, experienciales). Las fuentes publicadas pueden dividirse en académicas, de consumo masivo y estadísticas, cada una de las cuales puede aportar información y una perspectiva diferente sobre el tema y los intentos de abordarlo. Dependiendo de lo que decida que está buscando, podría utilizar todas, o cualquier combinación, de estas fuentes.

El depósito de información más grande disponible es Internet. Muchos artículos académicos se publican en línea y son accesibles – a menudo de forma gratuita, a veces con costo – para cualquier persona interesada. Prácticamente todas las leyes y regulaciones de EE. UU., en todos los niveles de gobierno, se encuentran fácilmente, la mayoría en varios sitios web. El conocimiento general sobre casi cualquier tema está ampliamente disponible, al igual que las listas de prácticas recomendadas, organizaciones exitosas y los sitios web de esas organizaciones. Los datos del censo y otra información estadística similar también están disponibles. A esto se suma la información proporcionada por fuentes tan completas como Wikipedia (que recientemente, a pesar de sus peculiaridades, se ha comprobado que es casi tan precisa en sus más de un millón de entradas como la Enciclopedia Británica), lo que constituye un pozo casi inagotable de hechos y opiniones de donde extraer.

Como siempre, hay que ser cautelosos: la mayor parte del ciberespacio no está editado, y la calidad de la información varía. Si se ciñe a sitios razonablemente confiables, es probable que encuentre casi todo lo que necesite, o al menos una guía hacia ello.

Fuentes existentes

Las fuentes académicas pueden incluir:

  • Revistas académicas y algunas revistas profesionales.
  • Libros escritos para el mercado académico.
  • Tesis doctorales – estas son accesibles para investigadores a través de bibliotecas universitarias y algunas fuentes en Internet.
  • Ponencias e informes presentados en conferencias académicas y profesionales – a menudo disponibles en línea, ya sea en los sitios web de los autores o en las actas electrónicas de los congresos.
  • Artículos ocasionales en revistas científicas de divulgación respetadas, como Nature o Scientific American.
  • Archivos de periódicos.
  • Contacto directo con académicos y otros investigadores que hayan trabajado en el tema de su interés, o que hayan realizado estudios sobre intentos de abordarlo.
  • Listas de distribución (listservs) y grupos de noticias en Internet relacionados con el tema o el campo en cuestión.

Fuentes de información de consumo masivo:

  • Libros de amplia distribución, a menudo comercializados como de “autoayuda” o “transformadores de vida”, dirigidos al público en general.
  • Artículos en revistas populares, tanto las dedicadas a la ciencia o al comportamiento como las de interés general.
  • Noticias en periódicos, a menudo en las secciones de revistas de los domingos.

Dónde encontrar información estadística y demográfica:

  • Datos censales – disponibles en la web y en muchas bibliotecas.
  • Informes comunitarios, como boletines de calificaciones de la comunidad, autoestudios y evaluaciones de necesidades, todos los cuales deberían poder obtenerse a través de las oficinas municipales correspondientes, y a veces también en la web.
  • Datos de organizaciones y agencias, que por lo general son de dominio público si la agencia es pública o recibe fondos públicos.

Además de estas fuentes, los medios de difusión suelen presentar historias sobre temas críticos o sobre esfuerzos exitosos para abordarlos. En la mayoría de los casos, dichas historias solo rozan la superficie, ya que deben ajustarse a espacios de tiempo reducidos (la radiodifusión pública, tanto en radio como en televisión, rompe este molde más que otros medios). Sin embargo, pueden servir como introducción para investigaciones posteriores, resaltando la importancia de uno o más aspectos de un tema, o brindando información sobre programas efectivos con los que luego puedes ponerte en contacto.

Ejemplos naturales

Algunas de las fuentes más probables de ejemplos naturales incluyen:

  • Directores de programas.
  • Amigos o colegas en el campo.
  • Financiadores (en particular las agencias públicas, porque sus transacciones –incluido a quién financian y por qué– son de dominio público).
  • Líderes y miembros de coaliciones o asociaciones comunitarias.
  • Funcionarios que coordinan esfuerzos comunitarios a gran escala.
  • Miembros de la población más directamente afectada por el problema en cuestión.
  • Participantes actuales o anteriores, o beneficiarios de programas efectivos.
  • Personas que colaboran con los programas – policía, personal médico, docentes, etc.
  • Informantes clave de la comunidad.
  • Expertos – algunos de ellos los mismos académicos y otros investigadores mencionados en las fuentes académicas – que tengan experiencia con tu problema y con los intentos de abordarlo.
  • Su propia experiencia en la comunidad.

No tema ampliar su búsqueda de modelos exitosos o de nuevas ideas. Sal de su propio campo y de su propia región, y observe lo que se ha hecho en otros lugares. Un modelo de trabajo social o de diseño urbano podría funcionar en salud pública, o viceversa. Hay suficiente solapamiento entre los campos que se ocupan de la salud y el desarrollo humanos como para que, a menudo, pueda encontrar exactamente lo que necesita en lugares que, a primera vista, parecen poco probables.

Diseñar un plan para recopilar información

Hay varias consideraciones aquí:

  • ¿Quién recopilará qué información? Como hemos comentado, el grupo ideal es multisectorial y diverso en trayectorias y habilidades. La recopilación de información debe asignarse de acuerdo con las destrezas, intereses y contactos en la comunidad de los participantes. Hemos sugerido, por ejemplo, que las fuentes académicas podrían ser exploradas por académicos u otros investigadores con experiencia, mientras que los miembros de la población afectada podrían tener más éxito al acercarse a informantes clave de la comunidad. Sin embargo, esto no significa que, en un grupo determinado, estos y otros roles aparentemente lógicos no puedan o no deban variar, dependiendo de las personas involucradas.
  • ¿Cómo se recopilará la información? Otra cuestión es cómo se obtendrá la información. Encontrar y leer material escrito es relativamente sencillo: está en la biblioteca o en la web, y puede leerlo y tomar notas sobre las partes relevantes. Obtener información directamente de otras personas, sin embargo, puede ser más complicado. ¿Realizará entrevistas formales o informales? ¿Observación? ¿Llevará a cabo encuestas o reuniones públicas? ¿Cómo contactará a personas que no conoce: por carta, por teléfono, a través de conocidos en común? Sus métodos de recopilación de información estarán determinados por el tiempo disponible, la información específica que necesite, la profundidad de la información requerida y las habilidades de los participantes.
  • ¿Qué ajustes se harán para cubrir vacíos específicos de experiencia o habilidades? Las personas que no leen, escriben y/o hablan el idioma con fluidez quizá tengan que idear formas creativas de registrar la información. Los investigadores con experiencia pueden tener que traducir la escritura académica para casi todos los miembros del grupo que no sean académicos. En muchos casos, la mayoría o todos los integrantes del grupo pueden necesitar una orientación o capacitación antes de que pueda comenzar la recopilación de información. Será necesario identificar, como grupo, cuáles son las necesidades y diseñar maneras de satisfacerlas.
  • ¿Cuál es el cronograma para la recopilación de información? Si bien la recopilación de información debería continuar a lo largo de toda la vida de un proyecto, la fase inicial debe tener un límite de tiempo, de modo que la acción no se retrase demasiado. El plazo depende de sus propias limitaciones de tiempo, de la gravedad e intensidad del problema, de la percepción de urgencia en la comunidad y de si existen restricciones externas de tiempo (por ejemplo, pasantes estudiantiles que solo estarán disponibles hasta el final del verano). Tener una fecha límite clara ayudará a enfocar las actividades del grupo y aumentará su eficiencia.

Recopilar información

Cuando su plan esté completo, es momento de ponerlo en práctica. Tendrá que llevar a cabo las capacitaciones necesarias y asegurarse de que todas las tareas relevantes estén asignadas de manera adecuada. También puede ser útil programar reuniones periódicas a lo largo del proceso de recopilación de información, con el fin de dar al grupo la oportunidad de revisar los avances, hacer sugerencias y compartir lo que han ido encontrando. Además de brindar apoyo a quienes son nuevos en la investigación, estas reuniones, al ofrecer un adelanto de los resultados del proceso, evitarán que todos tengan que digerir una cantidad abrumadora de información de una sola vez.

Sintetizar: Analizarlo en partes 

El proceso de síntesis implica dividir la información en sus componentes, analizar cuáles se ajustan mejor a su contexto y luego integrarlos en un enfoque que tenga probabilidades de funcionar en su comunidad.

Por lo general, hay tres áreas principales que deben considerarse:

  • Lo que se sabe sobre el problema en sí. ¿Qué factores personales y ambientales contribuyen al problema? ¿Cuáles son sus causas fundamentales? ¿Tiene los recursos para abordarlas, o están más allá de su alcance (por ejemplo, las fuerzas económicas globales o el cambio climático)? ¿El problema tiene diversos efectos y, de ser así, cuáles son? ¿Cuáles son las consecuencias probables para la comunidad en su conjunto si el problema no se resuelve? (Un riesgo ambiental para la salud no solo puede causar la muerte o enfermedad de individuos, sino que también podría afectar la productividad empresarial, la disponibilidad y las tarifas de los seguros, los costos hospitalarios, el mercado de la vivienda o incluso –como en el caso del vecindario Love Canal en Niagara Falls, NY– la existencia misma de un vecindario o comunidad).
  • El contexto comunitario del problema. ¿Cuáles son los efectos locales específicos del problema? ¿Quiénes son exactamente los afectados? ¿De qué manera exacta se ven afectados? ¿Cuáles son las consecuencias para esos individuos? ¿Para sus familias, amigos, vecinos y otras personas con quienes se relacionan? ¿Para la comunidad en su conjunto? ¿Cuál ha sido la experiencia de la comunidad con este problema en el pasado? ¿Cómo se ha abordado, si es que se ha hecho? ¿Qué condiciones locales cambiarían si el problema se resolviera y de qué manera cambiarían? ¿Existen condiciones subyacentes que deban cambiar antes de que el problema pueda abordarse? ¿Qué actitudes y/o comportamientos necesitan cambiar para tener un efecto sobre el problema (por ejemplo, entre los responsables de formular políticas, los afectados o ciertos funcionarios específicos)?
  • Intentos exitosos y no exitosos de abordar el problema. Estos pueden haberse obtenido tanto de la literatura sobre prácticas recomendadas como directamente o de manera indirecta de quienes participaron en ellos. Aquí es importante desglosar los elementos de los distintos enfoques. ¿Qué procedimientos específicos – métodos y componentes de intervención – se utilizaron? ¿Qué tipos de capacitación – retroalimentación, juegos de roles, modelado, etc. – se proporcionaron a los participantes? ¿Se ofreció información a los participantes sobre cuándo, por qué y cómo actuar? ¿Hubo consecuencias positivas o negativas que ayudaron a establecer o mantener el cambio (o su contrario)? ¿Se implementaron o eliminaron barreras ambientales, políticas o regulaciones? ¿Cuál era la filosofía general detrás del enfoque? ¿Qué aspectos del problema abordaba? ¿En qué tipo(s) de comunidad se probó? ¿Qué grupos poblacionales (en términos de cultura, edad, clase social, etc.) participaron? ¿A quién debía beneficiar el enfoque? ¿Cuáles fueron los resultados específicos a corto plazo? ¿Y a largo plazo? ¿Qué hace que un programa, política o práctica en particular sea exitoso o no exitoso? ¿Qué eventos, si los hubo, fueron críticos para el éxito (o el fracaso)? ¿Qué condiciones – características organizacionales, de los participantes o factores ambientales más amplios – fueron determinantes? ¿Existe un modelo de programa exitoso? ¿Existe un modelo de programa no exitoso?

La existencia de un programa modelo no exitoso no significa que, si hace lo opuesto a todo lo que ese programa hizo, tendrá éxito. Incluso si fracasó estrepitosamente, gran parte del programa pudo haber sido potencialmente eficaz, pero uno o dos elementos – la manera en que se abordó, reclutó o trató a los participantes, o un método en particular – anularon lo que podría haber funcionado. De la misma manera, es posible que la mayoría de los elementos del programa hayan estado bien, pero que su premisa básica haya sido equivocada o ineficaz – por ejemplo, “Solo diga no” como estrategia para prevenir el SIDA entre adolescentes. Lo importante es tratar de averiguar por qué el programa no tuvo éxito. Un verdadero programa modelo no exitoso es aquel que hizo todo mal, pero esos casos son muy poco frecuentes.

Lisbeth Schorr (Common Purpose) hace una distinción útil entre “lo que funciona” y las condiciones bajo las cuales lo que funciona realmente funciona. A veces, la presencia de un líder o campeón carismático motiva al personal y/o a los participantes a lograr el éxito. Cuando ese líder o los miembros originales del personal se marchan, algunos programas colapsan, mientras que otros logran renovarse mediante contrataciones cuidadosas y una implementación fiel de los elementos que los hicieron funcionar.

Al buscar programas de los cuales inspirarse, es necesario comprender los componentes y elementos de intervención que hacen que dichos programas funcionen. Asimismo, conviene entender las condiciones que permiten que una intervención sea exitosa.

Sintetizar: Volver a armarlo

Analice los elementos que ha encontrado para determinar cuáles de ellos serían apropiados para la situación y el grupo con el que está trabajando.

  • ¿Qué se ha utilizado específicamente con su población en sus circunstancias?
    ¿Los programas exitosos que ha revisado han sido específicos de su contexto (es decir, diseñados para sus comunidades y poblaciones particulares)?
    ¿Pueden adaptarse a su propio contexto si no fueron diseñados para él?
  • ¿Qué puede adaptarse, si no estaba dirigido originalmente a su población?
    (Por ejemplo, técnicas utilizadas con niños o adolescentes que podrían modificarse para aplicarse con adultos, o viceversa).
  • ¿Qué falta? ¿Qué aspectos del problema en su comunidad no están siendo abordados por lo que ha encontrado? ¿Son lo suficientemente importantes como para que deban ser atendidos?
  • ¿Lo que ha encontrado confirma o contradice lo que pensaba que ya sabía?
  • ¿Existen factores en su situación particular que hagan que el problema sea sustancialmente diferente para usted y sus participantes en comparación con otros programas o enfoques sobre los que ha obtenido información? ¿Cómo lo enfrentará?
  • ¿Qué le dice la información que ha recopilado acerca de la posibilidad de abordar con éxito las causas fundamentales del problema (por ejemplo, la desigualdad de ingresos, la exclusión social, la falta de poder)?
  • En general, ¿la mayoría o todos los programas exitosos dirigieron sus esfuerzos de cambio al mismo grupo de personas (por ejemplo, los responsables de formular políticas), o hubo variedad? Si fue lo segundo, ¿qué cree que es más probable que funcione en su comunidad?
  • Quizá lo más importante, ¿cuál es su definición de éxito y qué programas de los que conoció se acercaron más a lograrlo? ¿Qué componentes y elementos de esos programas abordaron lo que se necesita en su comunidad?

Responder a estas preguntas le dará una buena idea de cuáles componentes de otros programas podrían funcionar para usted, y también deberían coincidir con lo que ya sabe, para proporcionarle ideas sobre nuevos elementos que pueda agregar o para confirmar (o advertirle en contra de) ideas para nuevos elementos que ya había considerado.

No queremos dar a entender que simplemente tomar muchos componentes diferentes de programas y mezclarlos proporcionará una forma eficaz de abordar un problema comunitario. Usted debe comenzar con un marco claro, basado en su visión y misión, y construir un programa que sea coherente y tenga sentido. Todos los elementos deben encajar; si encajan lo suficiente, el resultado será algo más grande que la simple suma de sus partes. Si los elementos no encajan entre sí o no forman parte de un programa con un marco bien definido, lo más probable es que termine con un resultado desordenado.

Siga adelante

La recopilación de información y la síntesis de conocimientos deben continuar a lo largo de todo el programa. Aunque pueda esperar a los resultados de una evaluación inicial para realizar algún cambio, siempre debe estar buscando mejoras y enfoques más efectivos. Ningún programa o esfuerzo es perfecto: todo puede mejorarse. Mientras usted siga intentando aprender más y profundizar en su comprensión de su trabajo, este continuará mejorando. Si se vuelve complaciente (es decir, si siente que ya sabe lo que está haciendo y puede relajarse), su programa podría empezar a perder efectividad.

En resumen

Recopilar la información que ya existe sobre su problema y sobre los intentos de abordarlo es uno de los aspectos más importantes al planificar un programa o una evaluación. Al reunir lo que se sabe sobre el problema y la historia de los éxitos y fracasos de distintos enfoques, usted puede construir una estructura de programa que incluya sus propias innovaciones y elementos que han funcionado para otros en situaciones similares. Esta síntesis también le permite evitar enfoques ineficaces e incorporar ideas y métodos que han sido particularmente apropiados, culturalmente o de otra manera, para la población y la comunidad con la que trabaja.

La recopilación de información y la síntesis deben continuar durante toda la vida del programa. Cuanta más información tenga y más cuidadosamente la organice, mayores serán sus probabilidades de implementar un programa exitoso.

Colaborador

Stephen B. Fawcett

Phil Rabinowitz

Recursos

 

Recursos en línea 

El Departamento de Salud y Medio Ambiente de Colorado (Colorado Dept. of Health and Environment) cuenta con una amplia lista de mejores prácticas en salud.

CHNA.org es una herramienta gratuita, basada en la web, que ayuda a hospitales, organizaciones comunitarias sin fines de lucro, departamentos de salud estatales y locales, instituciones financieras y ciudadanos comprometidos a comprender las necesidades y los recursos de sus comunidades. CHNA.org ofrece capacidades clave, que incluyen: a) una plataforma intuitiva que le guía en el proceso de realizar evaluaciones de necesidades de salud comunitarias, b) la posibilidad de crear un informe de evaluación de necesidades de salud comunitarias, c) la posibilidad de seleccionar áreas geográficas de diferentes maneras, d) la capacidad de identificar y describir áreas geográficas con disparidades significativas en salud, e) acceso centralizado a miles de fuentes de datos públicos, como la Oficina del Censo de los EE. UU. y el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales (BRFSS).

El recurso Data Collection Tools for Evaluation es una tabla útil que ofrece una visión general de los métodos de evaluación, incluyendo beneficios y limitaciones de cada técnica.

La Comisión Federal de Elecciones (FEC) supervisa la Campaign Finance Reform Act y proporciona información sobre financiamiento de campañas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrecen orientación para ayudar a los usuarios a reunir evidencia confiable en sus evaluaciones.

La Guía de Servicios Preventivos Comunitarios (Guide to Community Preventive Services) es el sitio web del Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos Comunitarios (Task Force on Community Preventive Services), designado por el Director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este grupo de trabajo es un organismo independiente que opera bajo el paraguas del Departamento de Salud y Servicios Humanos. El sitio web contiene información sobre prácticas óptimas relacionadas con una gran variedad de estrategias de prevención.

La Promising Practices Network ofrece enlaces y descripciones completas de programas comprobados (es decir, rigurosamente investigados y demostrados como efectivos) y de programas prometedores en diversas áreas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la autoridad directiva y coordinadora en materia de salud dentro del sistema de las Naciones Unidas. Es responsable de proporcionar liderazgo en asuntos de salud global, definir la agenda de investigación en salud, establecer normas y estándares, formular opciones de políticas basadas en la evidencia, brindar apoyo técnico a los países y supervisar y evaluar las tendencias de salud.

Los sitios web del Gobierno de los Estados Unidos pueden ofrecer una gran cantidad de información:

La Administración Nacional de Archivos y Registros de los EE. UU. (U.S. National Archives and Records Administration) es la entidad responsable de la conservación de documentos importantes por razones legales o históricas, poniéndolos a disposición del público.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. (U.S. Department of Health and Human Services), la principal agencia encargada de proteger la salud de los ciudadanos, está compuesto por 12 agencias que proporcionan información en sus áreas específicas, como la Administración sobre el Envejecimiento. Entre otras, se incluyen:
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que mantienen estadísticas nacionales de salud, como FastStats, una herramienta que ofrece acceso rápido a estadísticas sobre temas importantes de salud pública, además de enlaces a publicaciones y fuentes de datos adicionales. El sitio de Community Health Status Indicators, que brinda información de evaluación de la salud a nivel local mediante una colaboración financiada por la Administración de Recursos y Servicios de Salud. El sistema “WONDER”, que ofrece acceso a una amplia variedad de informes, directrices y datos de salud pública del CDC para apoyar la investigación, la toma de decisiones, la definición de prioridades y la asignación de recursos. También parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) constituyen la agencia nacional de investigación médica.

El Instituto Nacional de Salud Mental de los EE. UU. (U.S. National Institute of Mental Health) proporciona estadísticas e información educativa para el público, así como recursos para investigadores.

La Oficina del Censo de los EE. UU. (U.S. Census Bureau) ofrece información demográfica a nivel nacional, regional, estatal, de condado, municipal y por sector censal.

El Departamento de Agricultura de los EE. UU. (U.S. Dept. of Agriculture) proporciona información que abarca desde asistencia para comunidades rurales hasta recursos de alimentación y nutrición.

El Departamento de Educación de los EE. UU. (U.S. Dept. of Education) ofrece información sobre políticas educativas, investigación y oportunidades de financiamiento.

El Departamento de Trabajo de los EE. UU. (U.S. Department of Labor) ofrece estadísticas sobre la fuerza laboral, incluyendo la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA).

El Departamento del Interior de los EE. UU. (U.S. Dept. of the Interior) protege los recursos naturales y el patrimonio del país.

La Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. (U.S. Environmental Protection Agency, EPA) brinda información sobre regulaciones y estudios ambientales.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los EE. UU. (U.S. Dept. of Housing and Urban Development, HUD) busca mejorar la vida de las personas mediante la creación de viviendas asequibles en comunidades seguras y saludables, protegiendo los derechos y afirmando los valores de una sociedad diversa.

La Comisión de Bolsa y Valores de los EE. UU. (U.S. Securities and Exchange Commission, SEC) supervisa el comercio de acciones y bonos, así como las actividades corporativas.

El sitio web de la Corte Suprema de los EE. UU. (U.S. Supreme Court) almacena opiniones, disensos y otra información de las sesiones recientes (últimos tres años), disponibles de manera gratuita.

Recursos impresos

Fawcett, S., et. al. (2008). Community Tool Box Curriculum Module 12: Evaluating the initiative. Center for Community Health and Development. University of Kansas. [Módulo 12 del currículo de la Community Tool Box: Evaluar la iniciativa].

Fawcett, S., Suarez, Y., Balcazar, F., White, G., Paine, A., Blanchard, K., & Embree, M. (1994). Conducting intervention research: the design and development process. In Rothman, J., & Thomas, J. (Eds.), Intervention Research: Design and Development for Human Service (pp. 25–54). New York, NY: Haworth Press. [Realización de investigación de intervención: el proceso de diseño y desarrollo].