Ejemplo: El “Southern Poverty Law Center” (Centro Legal para la Pobreza Sureña)
Fundado en 1971 por los abogados Morris Dees y Joe Levin, el “Southern Poverty Law Center” (SPLC) ha estado a la cabeza del uso de la ley en el avance de los derechos civiles y la lucha contra el racismo y la intolerancia. Además de presentar (y ganar) varias demandas de derechos civiles, el Centro ha sido pionero en el uso de demandas civiles para desintegrar grupos discriminatorios.
Presentando demandas de “muerte injusta” contra organizaciones como el Ku Klux Klan, el Centro ha podido despojar a estas organizaciones de sus activos, y de esta forma destruir su efectividad. En casos donde una organización discriminatoria no haya participado directamente en un asesinato o acto de violencia, el Centro ha podido demostrar que aún así estaban involucrados en el acto por su apoyo a la violencia de los que lo hicieron. Las organizaciones discriminatorias, por lo tanto, han tenido que pagar indemnizaciones a las víctimas o sus familias. Pero el trabajo del Centro no se detiene a la puerta del juzgado, si no que investiga los activos de la organización para que así puedan ser confiscados, incluso si han sido inteligentemente escondidos por prácticas contables o transferencias a simpatizantes.
Un buen ejemplo de ésto es un caso que ocurrió en Portland, Oregón. En 1988 tres jóvenes cabezas rapadas, miembros de un grupo llamado “East Side White Pride” (Orgullo Blanco de la Zona Este) golpearon a un estudiante etíope con un bate de béibol hasta matarlo. Los tres fueron detenidos y convictos, pero ésta fue la parte fácil. El hecho importante para SPLC era que el “East Side White Pride” estaba afiliado a un grupo mucho mayor y más poderoso llamado “White Aryan Resistance” (Resistencia Blanca Aria) o WAR, originado en California.
Tom Metzger, el líder de WAR, entrenó a racistas jóvenes en técnicas de violencia e incitación, y después los mandó a otras áreas para que entrenasen a otros. El personal del Centro pensó que podría hacer una contribución significante en el freno a la violencia racista, así como conseguir la justicia que la familia de la víctima del asesinato se merecía, poniendo a WAR fuera de juego.
Uno de los tres jóvenes implicados en el caso, de hecho, había sido reclutado y entrenado por John Metzger, el hijo de Tom Metzger y líder de las Juventudes de WAR, tras lo cual fue enviado a Portland para establecer contacto con “East Side White Pride”. El SPLC incluso fue capaz de obtener la carta de presentación que trajo de WAR para facilitar su aceptación en el grupo de Portland. Otro de los asesinos (el que blandía el bate) llamó a Tom Metzger desde la cárcel tras ser arrestado. Existían suficientes evidencias para perseguir a los Metzger y WAR por su responsabilidad en el crimen.
Usando el estatuto de muerte injusta de Oregón, el Centro demandó a WAR en nombre de la familia del estudiante asesinado. El SPLC consiguió demostrar que, aunque los Metzger estaban a 1500 millas de distancia en el momento del asesinato, y ni siquiera sabían que estaba ocurriendo, tenían parte de responsabilidad, por haber instado y entrenado al cabecilla para cometer este tipo de actos violentos y discriminatorios. A través de un meticuloso trabajo detectivesco, y consiguiendo el apoyo del cabecilla, que testificó en contra de sus antiguos mentores, el Centro consiguió una indemnización de 12,5 millones de dólares para la familia del estudiante etíope, y pusieron a WAR efectivamente fuera de juego.
Morris Dees y Ellen Bowden, en un artículo sobre el caso publicado en la página web de SPLC, explican la razón de este tipo de acción legal:
“Nuestra meta en el caso Portland y otros juicios similares ha sido hacer responsables a los líderes de grupos discriminatorios de los actos de violencia de sus miembros. Primero, queremos provocar la bancarrota de las organizaciones o individuos responsables de los crímenes discriminatorios. Segundo, buscamos separar a los simples mercenarios de los líderes, que son menos reemplazables debido a su carisma e inteligencia. Por estos medios, no sólo esperamos poner a los grupos discriminatorios fuera de juego, si no conseguir que sus líderes paren de instigar a tantos jóvenes a perpetrar este tipo de violencia.”
Usando leyes existentes, en vez de intentar cambiar la ley, y usando demandas tanto civiles como criminales, SPLC ha conseguido desmantelar varios grupos discriminatorios, ganado un juicio de millones de dólares contra la Iglesia del Creador, partidaria de la raza blanca, y ganado un juicio contra las Naciones Arias neo-Nazis que les obligó a ceder los edificios que usaban de cuartel general y sus tierras a una víctima de su propia violencia. El SPLC, por lo tanto, es un extraordinario ejemplo del uso exitoso de la acción legal al servicio de la defensa del pueblo.