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  • ¿Qué es una manifestación pública?

  • Acerca de las manifestaciones públicas

  • ¿Por qué puede desear organizar una manifestación pública?

  • ¿Cuándo puede necesitar organizar una manifestación pública?

  • ¿Cómo organizar una manifestación pública?

¿Qué es una manifestación pública?

Ciertas imágenes están grabadas en las mentes de muchos estadounidenses: protestas de sindicatos frente a una fábrica en la época de la Depresión, con pancartas exigiendo mejoras salariales y derechos para los trabajadores; hombres de color, mujeres y niños marchando hacia los dientes de los perros de la policía y las boquillas de las mangueras para apagar incendios en su búsqueda de derechos civiles y decencia humana; jóvenes de cabello largo vistiendo prendas batik con cuentas, protestando contra la guerra de Vietnam.

Todos estos son ejemplos de manifestaciones públicas, grupos de personas que se organizan para reunirse en un lugar y día determinado a fin de llamar la atención sobre una causa específica. Si bien con frecuencia asociamos las manifestaciones como algo negativo –“en contra” de algo–, pueden ser también positivas, en apoyo a determinados políticos y sus ideas, ciertas iniciativas o programas existentes. Generalmente, están destinadas a influenciar el modo en que se hacen las cosas o la manera en que piensan las personas. Ya sea que apunten a políticos, funcionarios, corporaciones o al público en general, pueden adoptar muchas formas. Desde grandes marchas con cobertura de los medios de comunicación hasta pequeñas reuniones para obligar a contestar a los legisladores en el Congreso o teatro callejero en la plaza de la ciudad, los estadounidenses han utilizado desde hace mucho las manifestaciones públicas como una manera de hacer que quienes están en el poder escuchen sus puntos de vista.

¿Puede –y debe– su organización o iniciativa utilizar una manifestación pública para promover su causa? Si puede, ¿qué debe hacer para reunir a las personas indicadas en el lugar indicado y en el momento justo? Después de la manifestación, ¿qué debe hacer para sacar algo productivo de ella?

En esta sección, aprenderá...

  •  Los muchos objetivos posibles de una manifestación pública.
  •  Las diferentes formas que puede adoptar una manifestación.
  •  Por qué y cuándo su organización o iniciativa puede desear organizar una manifestación.
  •  Cómo organizar una manifestación pública.
  •  Qué clase de seguimiento se debe hacer al finalizar la manifestación.

Acerca de las manifestaciones públicas

Objetivos posibles de una manifestación

Las manifestaciones pueden estar destinadas a lograr uno o más objetivos, según la duración de la manifestación, los temas involucrados, quién la organiza y qué ha ocurrido anteriormente. Es importante establecer su objetivo claramente ya que a menudo este indicará qué forma debe adoptar la manifestación, a quién debe estar dirigida y otros elementos cruciales. Los objetivos comunes para las manifestaciones incluyen...

  • Defensoría: para instar a los legisladores o al público a tener una visión favorable de un proyecto, adoptar una determinada idea, política o servicio, o prestar atención a las necesidades de un cierto grupo de personas (destinatarios de bienestar social o personas con discapacidad, por ejemplo).
  • Apoyo: para expresar aceptación de o solidaridad con una persona o grupo, con una idea o política o con una causa en particular. Por ejemplo, un grupo de organizaciones que ofrecen diferentes servicios pueden realizar una manifestación comunitaria en apoyo de la creación de más y mejores servicios para las personas sin vivienda en la comunidad.
  • Protesta: para denunciar alguna injusticia, ocasión, figura pública, un posible acontecimiento, etc. Un grupo puede manifestarse en contra del posible establecimiento de una planta de tratamiento de residuos peligrosos en su comunidad o para protestar sobre el trato que los habitantes reciben de la policía.
  • Repudio a una manifestación: en respuesta a una manifestación u otro evento público ya programado por una organización antagonista. Un grupo de defensa de los derechos civiles puede organizar una manifestación para equilibrar otra organizada por el Ku Klux Klan, por ejemplo, o un grupo de manifestantes puede organizarse para contrarrestar la campaña de un político cuya visión es opuesta a la del grupo que se desea manifestar.
  • Relaciones públicas: para hacer publicidad o dar a conocer un acontecimiento, una cuestión, una organización, un segmento de la población, etc.
  • Acción: para alcanzar verdaderamente un propósito específico, prevenir o cambiar un determinado evento o influenciar el desarrollo de los acontecimientos. Estas acciones pueden incluir a trabajadores en una protesta bloqueando el acceso de trabajadores suplentes a una fábrica o pacifistas que se encadenan a los portones de una base militar; además pueden incluir a los participantes de una manifestación que se dividen en grupos de electores para visitar a sus legisladores.
  • Una combinación de todo lo anterior.

En verdad, la mayoría de las manifestaciones sirven para más de un propósito. Sin importar cuáles sean sus objetivos, la mayoría de los organizadores buscan la cobertura de los medios de comunicación en la manifestación para, por ejemplo, llamar la atención sobre su causa. La mayoría de las manifestaciones abogan y apoyan o protestan en contra de algo.  La diferencia reside en el énfasis, el que puede tener un gran efecto en la forma y en el momento de la manifestación.

Algunas formas que puede adoptar una manifestación

Si bien muchos de nosotros estamos acostumbrados a pensar en las manifestaciones como marchas o reuniones masivas, a menudo con pancartas, existen en realidad muchas maneras de plantear una manifestación. Algunas, en especial las que apuntan a cuestiones muy locales, como el uso de un lote vacío en el vecindario, no requieren de una gran cantidad de personas para ser efectivas. Otras no apuntan directamente a cuestiones, pero utilizan el humor, el teatro, la música u otros métodos para plantear un punto de vista. Las formas más comunes de manifestaciones son...

  • Marchas y desfiles. Estas son las imágenes clásicas: cantidades de personas marchando por las calles desde un sitio significativo hasta otro para resaltar su compromiso con una causa en particular. A nivel local, tal manifestación puede implicar una marcha desde el lugar propuesto para una clínica de atención gratuita hasta el edificio municipal, en la que las preocupaciones de los manifestantes se expresan a través de discursos u otras maneras.  Las marchas y desfiles están con frecuencia asociadas con la defensoría, el apoyo o la protesta, y a menudo sirven también para establecer relaciones públicas. En algunos casos, pueden además ser de utilidad como manifestaciones en contra de otras manifestaciones.
  • Campañas. Los manifestantes se reúnen por su cuenta en un determinado lugar para escuchar discursos o participar en otras actividades en las que expresan sus preocupaciones (es común que personas famosas contribuyan con su música, actuación o comentarios).  Las campañas, al igual que las marchas, están por lo general asociadas con la defensoría, el apoyo, la protesta y manifestaciones en repudio a otras manifestaciones, además de brindar oportunidades para hacer importantes declaraciones ante la prensa.

En Massachussets, se realizó una campaña para abogar por el financiamiento para la alfabetización de adultos en las escalinatas de la Legislatura. Cientos de estudiantes, empleados y partidarios de los programas de alfabetización para adultos se acercaron para ver a los organizadores presentar una petición con miles de firmas de estudiantes adultos solicitando el financiamiento a fin de poder continuar con sus esfuerzos para adquirir las habilidades que necesitaban. Luego, los estudiantes y empleados se dividieron por distritos e ingresaron al edificio para ver a sus senadores. La campaña sirvió para varios propósitos: demostró que existe un electorado grande y activo en apoyo de la alfabetización para adultos; llamó la atención de los medios de comunicación; llenó de energía a quienes trabajan en ese campo; fue muy efectiva como actividad de defensoría, haciendo que muchos senadores que habían sido indiferentes pasaran a ser defensores activos del financiamiento para la alfabetización de adultos y otorgó a los estudiantes la oportunidad de ejercer la democracia. Un estudiante extranjero le comentó a un amigo a la salida del despacho del senador, “En mi país, te disparan por esto”.

  • Bloqueos. Imágenes más clásicas: un grupo de personas con pancartas que expresan sus preocupaciones y, a menudo, identifican a sus aliados u opositores, se paran o caminan frente a un edificio u establecimiento que constituye el objetivo de su manifestación. En un conflicto laboral, el esfuerzo puede consistir en convencer a los trabajadores suplentes de no entrar al edificio durante una huelga; un grupo de consumidores puede hacer un bloqueo en la puerta de una tienda para tratar de persuadir a los posibles clientes de que es mejor comprar en otro lugar. A diferencia de las formas anteriores, un piquete o bloqueo siempre implica una acción directa y a veces conlleva la posibilidad de acciones violentas y de ser arrestado.
  • Sentadas. En una sentada, los manifestantes hacen justamente eso: toman un espacio en un edificio gubernamental, una calle, un edificio determinado, un parque, etc. y se sientan.  A veces, una sentada está acompañada de discursos u otras actividades; otras veces, los manifestantes se sientan en silencio. Puede implicar el ingreso a un lugar sin autorización y por lo tanto ser ilegal, puede simplemente ser una expresión del derecho de las personas a estar en un determinado lugar o puede estar destinada a expresar una opinión moral.

Cuando los manifestantes actúan en una forma que saben es contraria a la ley, ya sea para demostrar su punto de vista de manera extrema o para señalar una inmoralidad o error de la ley misma, cometen una resistencia pasiva. Esta estrategia era utilizada por Gandhi y Martin Luther King y sus seguidores, por ejemplo, para expresar que no tolerarían leyes o condiciones que eran tan claramente contrarias a la moral que debían ser resistidas. La resistencia pasiva está arraigada a la tradición norteamericana – Henry David Thoreau escribió el ensayo “Resistencia Pasiva” a mediados del siglo XIX durante su estancia en prisión por negarse a pagar un impuesto por sufragio al que consideraba injusto para los pobres. Sin embargo, conlleva la obligación de enfrentar las consecuencias de las acciones propias, es decir, arresto, acciones legales y posible condena. De lo contrario, sólo consiste en violar la ley y no implica fuerza moral alguna.

  • Una vigilia es similar a una sentada, pero rara vez quebranta la ley y por lo general se lleva a cabo en silencio. Los manifestantes generalmente se reúnen para llamar la atención o ser testigos de un acontecimiento o situación, para recordar u homenajear a una persona y sus ideas, y/o para fortalecerse u obtener fuerza moral mutuamente. Pueden involucrarse en alguna actividad como encender y/o marchar con velas o llevar fotografías de personas encarceladas por delitos políticos. Las vigilias se emplean con más frecuencia cuando una cuestión es considerada como moral. (Un ejemplo son las vigilias en silencio de activistas por el derecho a la vida frente a las clínicas que practican el aborto).
  • Teatro callejero. El uso de actores o marionetas, por lo general con vestuario absurdo, para ridiculizar o desacreditar a políticos y a otras personas en el poder se remonta por lo menos a la antigua Grecia. El teatro callejero puede ser efectivo porque reúne a una multitud, a menudo logra expresarse en una manera humorística que las personas pueden fácilmente comprender y apela tanto a la desconfianza que las personas tienen de la autoridad como a su sentido del humor.

Otro aspecto que debe tenerse en cuenta respecto a una manifestación es su tono, el tipo de emociones que pretende producir en sus participantes y en aquellos que la presencian o escuchan sobre ella. Las manifestaciones pueden adoptar un tono positivo o negativo, sin importar si su contenido es positivo o negativo. Por ejemplo, una protesta puede tener un tono positivo si invita a la oposición a trabajar con los manifestantes para resolver un problema, por otro lado, una manifestación de apoyo puede ser negativa si ataca a la oposición por su aparente insensibilidad y naturaleza nociva. Una organización puede intentar ocupar una elevada posición moral o puede tratar de verse dura y combativa. Si es realmente buena, puede lograr ambas cosas, aunque eso es difícil de alcanzar.

Los organizadores pueden establecer una estructura para mantener el tono que desean. La comida y el entretenimiento pueden mantener contenta a la multitud, incluso en condiciones climáticas adversas, mientras que los discursos provocadores pueden hacerla enojar y posiblemente violentarla. La presencia de vigilantes (personas que no parecen intimidantes en lugar de los Ángeles del Infierno) y de insignias pacifistas indica a los manifestantes lo que los organizadores esperan de ellos, de igual modo lo hacen los carteles que se refieren a los opositores como algo menos que humano. Sea cual sea su decisión, los organizadores de manifestaciones deben tomar conciencia de que el tono que promueven, el efecto que tendrá en los manifestantes y la forma que adoptará la manifestación (y en consecuencia su causa) a la larga serán observados.

¿Por qué puede desear organizar una manifestación pública?

Una manifestación pública puede dirigirse de muchas maneras diferentes para lograr los objetivos. ¿Por qué utilizar ese método en vez de otro? La respuesta depende de la historia de sus esfuerzos, la duración de determinados acontecimientos, a quién desea llegar y qué desea alcanzar específicamente. ¿Por qué puede su organización desear emplear una manifestación pública?

  • Otros métodos no han tenido éxito. Puede haber intentado una cantidad de métodos diferentes para transmitir su mensaje al público o para convencer a los legisladores de modificar o implementar una política y no haber llegado a ningún lado. Una manifestación pública puede ser necesaria para obtener el tipo de atención que necesita para impulsar su iniciativa.
  • Tiempo. El tiempo es particularmente crucial: la Legislatura o la Municipalidad está a punto de votar; se están por recortar los beneficios de bienestar social para algunos de los integrantes de su organización; se están tomando decisiones sobre el presupuesto. Debe hacer llegar su mensaje de manera impactante en este momento preciso.
  • Impacto público. Desea dar la mayor impresión posible en la conciencia del público.  Una manifestación bien planeada y bien llevada a cabo puede brindar esa impresión.
  • Desea llenar de energía a sus colaboradores. A veces el efecto público de una manifestación puede ser menos importante que su efecto sobre aquellos que ya apoyan y trabajan para su causa. El impacto emocional de una manifestación sobre quienes forman parte de ella puede llenar de energías a una iniciativa a largo plazo y mantener a las personas trabajando y llenas de esperanza durante esos períodos (toda causa o iniciativa los atraviesa) en los que nada parece ocurrir.
  • Para llamar la atención del público y de la prensa sobre una cuestión descuidada o su organización o iniciativa. Una manifestación pública efectiva puede hacer que las personas tomen conciencia de la existencia de una cuestión o un problema, la necesidad de hacer algo al respecto y la existencia del apoyo a esa actitud. Además, puede mejorar el perfil de su organización e identificarla como un referente cuando se trata de su cuestión.

El SIDA, incluso luego de ser detectado y diagnosticado a principios de los 80s, no era considerado una prioridad de investigación ni por el gobierno ni por el público en general.  Muchas personas lo veían como una enfermedad que afectaba “sólo” a homosexuales y adictos a drogas intravenosas. El público y los legisladores sentían que no los afectaba a ellos y que a quienes sí afectaba no eran dignos de preocupación.  Activistas de la lucha contra el SIDA, a través de marchas, manifestaciones de grupos como ACT UP, la exhibición en Washington del edredón del SIDA (también un tipo de manifestación pública), etc., cambiaron la actitud del país frente a la enfermedad e investigación. Al otorgarle a la enfermedad un rostro humano, estas manifestaciones provocaron un giro en las actitudes no sólo hacia los enfermos de SIDA, sino hacia la comunidad homosexual en general. Si bien corrieron el riesgo de ganarse la antipatía del resto de la sociedad, los activistas de la lucha contra el SIDA lograron, mediante manifestaciones, cambiar el curso de la política de salud pública.

¿Cuándo puede necesitar organizar una manifestación pública?

Ha decidido que tiene buenas razones para utilizar una manifestación pública como parte de su iniciativa. Ya hemos visto que el tiempo es importante. Más adelante, comentaremos cuánto tiempo puede necesitar para planificar su manifestación: se trata de un tema principal. Sin embargo, supongamos que ya se ha ocupado de ello, ¿cuándo será más efectiva una manifestación? Si es posible, tiene más sentido programar la manifestación para que coincida con un acontecimiento o un momento que le permitan llamar la atención sobre su causa o que deba tomar notoriedad pública. Algunas posibilidades incluyen…

  • Justo antes o durante un acontecimiento importante que la manifestación pueda influenciar. Una votación local, estatal o nacional sobre un proyecto de ley que afecta a su causa, elecciones o una campaña para establecer un servicio local pueden ser el momento oportuno para llevar a cabo una manifestación.
  • La visita de una figura o grupo político o controversial. El visitante puede ser visto como un aliado, un opositor o alguien que puede ser influenciado por una manifestación. Las características de la manifestación misma dependerán, por supuesto, de su visión sobre esta persona o grupo.
  • Una manifestación de otro grupo opositor a su causa o punto de vista. En esta circunstancia, puede planear que su manifestación en repudio comience antes de la del otro grupo, para que de esta manera los medios de comunicación le presten más atención a su mensaje que al del otro grupo. Programar a su orador o acontecimiento principal para la mitad de su manifestación puede también servir para mantener a la prensa allí durante el comienzo de la otra manifestación.
  • Un feriado nacional en homenaje o conmemoración de su causa. El 1 de mayo, el día del trabajador en todos los países excepto en los Estados Unidos, ha sido tradicionalmente la ocasión para las marchas de trabajadores y los discursos de defensores del trabajo en gran parte del mundo. En el Día Internacional de la Alfabetización, en septiembre, a menudo se ven manifestaciones públicas optimistas por parte de programas de alfabetización y defensores.
  • Como parte de una campaña de financiamiento para su organización o causa. A fines de los 80s, cuando se recortaban los presupuestos para el servicio público y el dinero escaseaba, una coalición de servicios de un condado puso en marcha un esfuerzo local para recaudar fondos con una bien producida obra de teatro callejero sobre las cosas que realmente se financiaban en lugar de los servicios públicos. La inteligencia y actualidad de la actuación atrajo la atención a nivel estatal y mejoró los esfuerzos locales para la recaudación de fondos.
  • Como parte de una campaña publicitaria para su organización o causa. Un grupo que pretende vacunar a todos los niños pequeños del área puede llevar a cabo una manifestación pública para resaltar la importancia de la vacunación y tratar de hacer que todo el proceso parezca algo divertido e inofensivo para los niños. Este acontecimiento puede incluir payasos, maquillaje artístico, personas disfrazadas de jeringas, etc., así como información para los padres sobre dónde, cuándo y cómo vacunar a sus hijos.

¿Cómo organizar una manifestación pública?

Si desea que su manifestación se desarrolle sin inconvenientes y logre su propósito, será necesario que la organice cuidadosamente. Existen en verdad cuatro puntos principales a cubrir cuando se organiza una manifestación pública:

  • Planificación, planificación, planificación
  • Tiempo de preparación
  • Comunicación
  • Seguimiento

Planificación, planificación, planificación: cómo considerarlo

Si existe una sola parte principal para organizar una manifestación, esa es la planificación completa con anterioridad. Debe haber un coordinador y un grupo de organizadores que trabajen juntos antes, durante y después de la manifestación para planearla y llevarla a cabo. Será necesario decidir cómo será la manifestación, así como también anticipar los posibles problemas y planear una solución.

Decida lo que quiere lograr. ¿Cuál(es) es (son) el (los) objetivo(s) preciso(s) de la manifestación?  Es importante decidir si va a reclamar o apoyar una posición, protestar por algo o planear una acción específica. Su propósito ayudará a determinar el tono y la forma de la manifestación. Si su objetivo es abogar por algo, la manifestación puede ser alegre, elogiando lo que se está solicitando. Si su propósito es protestar, o corregir algo que está mal, entonces el tono será diferente. El tono es importante, ya que lo que se logra puede depender de cómo se vea la manifestación. Si su manifestación se inclina a ser demasiado entretenida y con un sentimiento demasiado positivo, puede no ser tomada en serio. Si es intimidante, las personas pueden no escuchar su mensaje.

Decida qué cosas específicas desearía que ocurran realmente (y que no ocurran) en la manifestación. ¿Cómo llegan las personas al lugar en el que se desarrollará la manifestación? ¿Con qué facilidad se podrán ir de allí? ¿Cómo desea que se comporten en el lugar? ¿Habrá algún tipo de acción y llevará esto a un posible arresto u otra confrontación con las autoridades? ¿Cómo manejará esta situación? Se puede mantener a una multitud contenta con comida y entretenimiento o molesta con un discurso con tono agresivo: está en los organizadores pensar qué desean.

Es importante consultar a las autoridades de antemano sobre el uso del lugar, a fin de obtener los permisos necesarios y resolver con la policía y otros funcionarios cómo se manejarán las cosas para que no haya malos entendidos. Asegúrese de que aquellos que posiblemente asistan a la manifestación sepan qué esperar y qué se espera de ellos. Si las personas comprenden que la violencia es inaceptable, o que es importante que todos sigan un determinado rumbo, habrá una mayor posibilidad de que se comporten como corresponde.

Decida a quién trata de llegar con el mensaje de la manifestación y quién desea que acuda a ella. Contacte a otras organizaciones, coaliciones, etc. con bastante anticipación y haga que se adhieran (y concurran a) la manifestación. La fecha y hora, el lugar y el programa deben estar dirigidos al público deseado.

  • Legisladores u otros funcionarios electos: la manifestación debería llevarse a cabo donde ellos se encuentran (Municipalidad, Legislatura) en un día en el que están en sesión. Los funcionarios electos prestan atención a los votantes. Ésta es una gran oportunidad para que los miembros de la población objetivo, en especial quienes son del distrito de los legisladores clave, cuenten sus historias y para que los defensores utilicen sus conocimientos de las estadísticas para resaltar la magnitud de una cuestión y la cantidad de votantes que se ven afectados por ella.
  • Público general:  si usted apunta su mensaje al público en general, entonces puede desear una manifestación muy grande o una que sea particularmente inusual o interesante, que se desarrolle en un lugar público en horas en que haya mucho movimiento, de manera de atraer tanto la atención de los espectadores como la de los medios de comunicación. Es mejor aun si hay un sorteo, a manera de entretenimiento y/o personas famosas. Asimismo, la manifestación debería ser publicitada, mediante volantes y carteles en los vecindarios, anuncios públicos en radio y televisión, clubes e iglesias, etc.
  • Población objetivo: si trata de darle publicidad a una iniciativa para aquellos que usted espera se beneficien de ella, debe hacerlo en su vecindario y en el idioma que hablan.  Puede ser útil si se promueve la ayuda de los niños y las familias, y si algún personaje familiar del mismo grupo objetivo forma parte del programa. Las presentaciones deben estar orientadas a brindar información práctica y a ayudar a que las personas comprendan la cuestión y cómo se relaciona con ellas.

Planifique su programa. Lo que en verdad va a hacer en la manifestación depende también de qué desea lograr y quién es su público. Debe haber una estructura clara para lo que sucederá y todo en el programa debe estar dirigido directamente a los resultados deseados de la manifestación. Divida el cronograma en segmentos y deje que los participantes sepan de antemano cuanto tiempo tienen en el programa.

Algunas posibilidades para programas o elementos de programas son:

  • Los discursos pueden convencer a algunos y aburrir a otros, a pesar de que algunos oradores y discursos (“Tengo un sueño” de “Martin Luther King” viene de inmediato a la mente) son tan poderosos que podrían electrizar a cualquiera que los escuche. Los oradores famosos pueden atraer la atención de las personas a la manifestación y a su causa. Los discursos pueden estar destinados a transmitir información, convencer a quienes no están convencidos o simplemente entusiasmar a la multitud y a los seguidores. Los miembros de la población objetivo (las personas que han aprendido a leer de adultos, los enfermos de SIDA, etc.) pueden ser los oradores más elocuentes para su causa.
  • Las marchas u otros movimientos de manifestantes pueden servir para demostrar la magnitud del apoyo a su causa y puede dramatizar –mediante el rumbo elegido–dónde reside el problema y quién debería involucrarse en una solución. Además pueden ayudar a la construcción de un espíritu de grupo, a exponer la existencia de una cuestión a una gran cantidad de personas y a atraer la atención de los medios de comunicación.
  • Entretenimiento. La música puede llenar de energía a las personas, apelar a sus emociones y ayudar a desarrollar un espíritu de grupo. Por lo general, está orientada al tema de la campaña, con canciones escritas para la ocasión, por ejemplo. Se puede utilizar el teatro para ridiculizar ideas contra las cuales se protesta, como lo han hecho durante años grupos como la Compañía teatral de mimos de San Francisco. Si el entretenimiento es particularmente bueno o incluye las actuaciones de famosos, es casi seguro que atraerá a la prensa y a los transeúntes.
  • Una actividad simbólica, tal como que cada persona encienda una vela, canciones grupales o el canto de un slogan, la muestra de una fotografía o documento, una oración, etc., puede ser una manera poderosa de comunicar un mensaje, fortalecer a un grupo y captar la atención del público. También puede ser vista como nada más que un recurso para captar la atención. Este tipo de actividades deben tener sentido para una causa y manifestación determinada.
  • También se puede hacer uso de los piquetes o bloqueos para establecer un punto de vista o para evitar que las personas ingresen o apoyen a un determinado edificio o lugar, debido a que sienten simpatía por la causa de los piqueteros. En cualquiera de estos casos, se requiere un alto grado de organización, sin embargo, crea un cuadro pintoresco en el pensamiento de las personas y hace que la causa se fortalezca. Además, puede hacer que su organización parezca más militante de lo que es o de cómo desea que la perciban los demás.
  • Las acciones civiles o la resistencia pasiva pueden variar desde acciones legales diseñadas para lograr un propósito específico (grandes cantidades de personas que presencian un hecho cuyos autores hubieran preferido mantener en secreto, tal como la destrucción de un sitio histórico del vecindario), pocas personas que se comprometen en una acción simbólica destinada a hacer que las arresten o, de lo contrario, confronten (encadenándose al portón de un edificio gubernamental, rehusándose públicamente a pagar impuestos, etc.) hasta acciones en masa como las marchas por los derechos humanos o el bloqueo a las tropas en Tien An Men Square. Los manifestantes que toman parte en la resistencia pasiva deben estar dispuestos a ser arrestados y a enfrentar las sanciones, y los organizadores deben capacitarlos de antemano para que reaccionen en forma adecuada ante la policía y todo el procedimiento de arresto.  Los organizadores deben además ser conscientes del impacto que estas acciones tienen en la manera en que el público percibe su causa.

Decida dónde será la manifestación. Su decisión dependerá de la duración, el tamaño del espacio que necesita (¿cuántas personas espera que asistan?) si su manifestación es una reacción frente a algo específico en un lugar específico y a quién desea transmitir su mensaje. No obstante, existen algunas cuestiones generales importantes que necesitan tener una respuesta al escoger el lugar. ¿Está disponible el lugar para el momento en que lo necesita? ¿Necesita, y puede obtener, un permiso para utilizarlo? ¿Le costará algo, puede pagarlo? ¿Tiene acceso preparado para personas discapacitadas? Las respuestas a estas interrogantes le permitirán determinar dónde llevar a cabo la manifestación.

Decida un día específico, la fecha y la hora. A veces, usted determina el día, la fecha y la hora: una manifestación en repudio de otra, por ejemplo, se llevará a cabo al mismo tiempo que la manifestación que se intenta contrarrestar, una determinada votación en la legislatura ocurrirá en un día específico. Sin embargo, en general, estos elementos están determinados por tres cosas:

  • La disponibilidad de las personas a las que desea llegar (una campaña en la Legislatura, un día sábado no atraerá a muchos legisladores, tampoco atraerá a muchas mujeres trabajadoras la manifestación por la “Solidaridad con las mujeres trabajadoras” si esta se lleva a cabo un martes a las 14.00 hs…cuando la mayoría de ellas están trabajando).
  • El clima (Es probable que no desee organizar una manifestación en un espacio abierto en Minnesota en enero…o en Florida en julio). ¿Necesita un día de lluvia o de nieve?
  • La superposición con otros eventos (No querrá competir con el recital gratuito de los Rolling Stones en el Central Park).
  • Decida cómo hará que las personas asistan. En cierto modo, esto depende del tiempo y el dinero que tiene para publicitar el evento y cuántas personas desea convocar. Debe llegar a las personas mediante métodos a los que prestarán atención, en un idioma en el que se sientan cómodos. De ser posible, es mejor transmitir el mensaje varias veces de diferentes maneras y llegar personalmente a tantas personas como sea posible. Los métodos incluyen volantes, carteles, llamadas telefónicas, correspondencia, anuncios en periódicos e iglesias locales y boletines organizacionales, anuncios públicos en la radio y televisión local, anuncios en iglesias, clubes y organismos, etc.
  • Desarrolle la logística. La logística es la pieza fundamental de todo evento, el quién, cómo, cuándo y qué se hace. Cada manifestación tiene sus propios interrogantes respecto a la logística, pero algunos interrogantes importantes son:
    • ¿Necesita, cómo pagará, quién estará a cargo de y dónde conseguirá… un sistema de sonido que funcione? ¿Baños? ¿Servicios médicos y personal en caso de emergencias?  ¿Estacionamiento? ¿Recipientes para basura? ¿Carteles o pancartas? ¿Una manera de movilizar a los oradores y artistas desde y hasta la manifestación y el escenario?
    • ¿Cómo se movilizan las personas en general desde y hasta la manifestación, y dentro y fuera del lugar?
    • ¿Cómo llegan a sus casas?
    • ¿Se necesita controlar a la multitud (es decir, existe la posibilidad de violencia o de terribles problemas con el tráfico) antes, durante y/o después de la manifestación?
    • ¿Se necesita limpiar? ¿Quién limpiará y cómo?
    • ¿Cuáles son los planes para reunirse con la prensa antes, durante y después del evento?
    • ¿Hay planes para actividades posteriores a la manifestación (reuniones de votantes con los legisladores, vacunación en el lugar para niños pequeños, inscripción para clases de alfabetización, etc.)? De ser así, ¿cómo se manejará todo esto?

Trate de pensar en todas las cosas posibles que puedan salir mal que todavía no haya tratado y resuelva qué hacer al respecto. ¿En dónde conseguirá los baños si no le entregan los que ha ordenado? ¿Qué ocurrirá si hay una manifestación para contrarrestar la suya?  ¿Qué pasará si asisten pocas personas? ¿Y si los medios de comunicación no asisten o se van de la manifestación demasiado temprano? Todo lo que pueda anticipar y planificar es otra crisis de la que no tendrá que preocuparse: sabrá qué hacer.

Tiempo de preparación

De ser posible, es mejor tomarse más que el tiempo suficiente para planificar una manifestación, para así manejar todos los detalles y arreglar todo. Los famosos o figuras públicas de todo tipo generalmente tienen compromisos asumidos con mucha anticipación y a menos que (o incluso si) se trate de su proyecto favorito, no asistirán si no lo saben con la antelación adecuada (por lo menos varios meses, no varias semanas). A veces, obtener, o incluso encontrar, un lugar puede llevar más tiempo del que pensaba. Es difícil planificar cómo manejar a grandes cantidades de personas y llevar a cabo lo que ha planificado es incluso más difícil (la primera o segunda empresa que contacte puede no facilitarle el equipo de sonido que necesita y ¿qué debe hacer si el equipo no aparece el día que se estaba acordado?)

Es fundamental agregar tiempo adicional a la planificación si es posible. El tiempo de preparación más que necesario significa generalmente meses y nunca es demasiado tiempo.

No obstante, a veces, una manifestación debe planearse en días o incluso horas. La clave para planificar algo exitoso bajo cualquier circunstancia es ser honesto consigo mismo.  ¿Qué puede hacer realmente en forma efectiva en el tiempo que tiene? No trate de abarcar demasiadas cosas y habrá una buena probabilidad de que logre una manifestación tal vez modesta, pero que cumpla con sus objetivos. Piense en grande sin tener el tiempo adecuado para lograrlo y probablemente falle en todo.

Comunicación

Diseñe un sistema efectivo de comunicación general. La cosa más importante que puede hacer cuando comience a planificar una manifestación es, si aún no lo tiene, establecer un sistema de comunicación eficiente y utilizable. El sistema debe estar disponible no sólo para manifestaciones y emergencias, sino para la utilización general así como entre las personas directamente involucradas en y relacionadas con su causa.

Sistemas como éste demuestran que valen la pena cuando surge la necesidad de influir rápidamente en la opinión de legisladores. Una persona, que envía un correo electrónico o llama a un número de organizaciones, puede, en cuestión de horas, generar cientos, e incluso miles, de llamadas telefónicas y cartas a las oficinas del gobierno. Por lo general, el personal de la legislatura considera que cincuenta cartas o llamadas sobre la misma cuestión son una gran cantidad. Si reciben cientos, eso significa una cantidad importante; mil o más sería una cantidad aplastante.

El sistema de comunicación ideal tiene como coordinador central a una persona o pequeño comité. En el mejor de los casos, el coordinador usaría el correo electrónico, que llega a grandes cantidades de personas con un sólo envío, para lograr una comunicación rápida y eficiente. Si no es posible utilizar el correo electrónico para mantener a todos informados, la siguiente mejor posibilidad es una cadena telefónica o de fax que el coordinador puede iniciar llamando a un pequeño grupo de personas confiables que luego llamarán a otras personas, que luego llamarán a otros hasta que todos en la lista estén al tanto del mensaje.  Estos sistemas no son perfectos, pero aumentan significativamente las posibilidades de que pueda llegar rápidamente a quienes necesita llegar. El coordinador debe además mantener una lista de correo actualizada y computarizada, si es posible, para enviar correspondencia de interés e importancia general.

Desarrolle un plan para dar a conocer la manifestación. El coordinador debería ser la persona responsable de informar a los seguidores, al público deseado y al público en general sobre la manifestación.  Según a quién trate de llegar, el coordinador puede diseñar y asignar la distribución de volantes; enviar uno o más correos desde la lista computarizada de seguidores y organizaciones importantes; preparar y distribuir comunicados de prensa, noticias, notas y/o anuncios impresos, en radio y en televisión; enviar correo a una lista de correos electrónicos; iniciar la cadena telefónica o de fax y facilitar todo lo que sea necesario para hacer correr la voz. No es necesario que el coordinador haga todo por sí mismo, pero es importante que haya un lugar que se responsabilice de la publicidad y comunicación.

Instrumente la cobertura mediática del evento. Nuevamente, una persona (probablemente el coordinador de comunicaciones o un organizador de la manifestación) debe supervisar la cobertura de los medios. Una buena manera de asegurar la cobertura precisa antes del evento es escribir sus propias historias sobre él, ya sea en forma de comunicados de prensa o, si tiene una buena relación con los representantes de los medios, de cualquier otra forma.

Si aún no lo ha hecho, debe comenzar a forjar una relación a largo plazo con los medios de comunicación, de manera que cuando los necesite (como usted ya sabe que lo hará) le responderán. Sea generoso con su tiempo e información cuando se lo soliciten y ofrezca información cuando pueda. Ubíquese en la posición de “experto” en su causa particular, de manera que se convierta en la persona a la que recurrirán cuando deseen información sobre ella. Trate de establecer relaciones personales con periodistas de diferentes medios; es más probable que apoyen su causa si conocen a su organización y tienen algún contacto directo con la causa.

Asegúrese de que los periodistas y medios de difusión sepan exactamente cuándo y dónde se llevará a cabo la manifestación y qué encontrarán probablemente allí. Haga que los organizadores, oradores, famosos, miembros de la población objetivo, etc. puedan hacer comentarios antes, durante y después del evento. Piense en la oportunidad de tomar fotografías o aparecer en televisión: si desea que se tomen fotografías o la cobertura en televisión, la manifestación debe brindar imágenes visuales. Trate de facilitar tanto como sea posible el trabajo de los representantes de los medios de comunicación: ubíquelos en lugares desde donde puedan fácilmente ver, escuchar, filmar, etc.; asigne a una persona (tal vez la misma persona que ha coordinado la cobertura de los medios) para que se ocupe de sus necesidades; preséntelos a las personas adecuadas; ayúdelos a desplazarse por el lugar. Si desea una buena cobertura, entonces está en usted hacer que el evento sea tan apto para la prensa como sea posible.

Asegure una buena comunicación antes, durante y después de la manifestación. Es fundamental que los organizadores puedan comunicarse entre sí, con los participantes del programa y con la multitud mientras se prepara, desarrolla y culmina el evento, en especial si se lleva a cabo en un amplio espacio abierto. Explicar los cambios en el programa, dar instrucciones sobre el tráfico o la recolección de residuos y contactar a personas en caso de emergencias son sólo algunos de los motivos por los que una buena comunicación resulta esencial. Los organizadores y otras personas clave deben llevar teléfonos móviles, buscapersonas o algún dispositivo que permita una comunicación rápida. También puede tener sentido, según la situación, designar a un grupo de “mensajeros”, personas que puedan llevar mensajes y recados mientras se desarrolla el evento. Una buena comunicación puede hacer la diferencia entre una manifestación exitosa y un desastre.

Seguimiento

Seguimiento inmediato: su trabajo no termina cuando termina la manifestación. Debe asegurarse de que la manifestación se disuelva en un modo ordenado, que todo quede limpio, que las personas puedan llegar a sus hogares. Puede haber otros eventos programados después de la manifestación (visitar a los legisladores, registrar personas para inmunizaciones, etc.). Puede ser importante asegurarse de que los representantes de los medios de comunicación hablen con los famosos que participaron, los miembros de la población objetivo y/o los organizadores de la manifestación. Además pueden haber cuestiones organizacionales o legales (pagar a proveedores o a los organismos gubernamentales que otorgaron el permiso, por ejemplo) que deben atenderse antes de dar por terminado el trabajo.

Seguimiento a largo plazo: la manifestación en sí misma es tan sólo un primer paso hacia algo.  Si no continúa el trabajo que ha empezado, ¿para qué haberse molestado?

Primero, es importante repasar la manifestación junto con los organizadores y otras personas involucradas para evaluar cómo salieron las cosas y el evento en general. Las preguntas que debe contestar incluyen...

  • ¿Tuvo éxito la manifestación (es decir, salió como se esperaba y logró lo que deseaba alcanzar)?

Es importante recordar que una manifestación es generalmente sólo una parte de un esfuerzo mayor para publicitar y/o afectar una política sobre una cuestión. Es probable que no hayan modificaciones inmediatas en la ley; que el servicio no esté disponible al instante.  Una manifestación exitosa tal vez no muestre de inmediato los resultados obvios, pero puede ayudar a sentar las bases para lo que sucederá más adelante. Si se desarrolla sin inconvenientes y parece tener un fuerte apoyo público, entonces su organización puede ser considerada como una fuerza que tiene el poder que se necesita para recurrir a ella. Es posible que lo inviten a reuniones a las que antes no se le permitía asistir y que los formadores de políticas que antes lo ignoraban le pidan consejos. Eso también es tener éxito. Tal vez deba esperar un tiempo antes de poder determinar con exactitud que tan exitosa fue su manifestación.

  • ¿Qué salió bien y qué no? ¿Cómo puede hacer mejor las cosas en el futuro?
  • ¿Quiénes hicieron bien o particularmente bien su trabajo? (Puede otorgarles mayor responsabilidad la próxima vez).
  • ¿Fue la manifestación la forma correcta de hacer conocer su punto de vista? ¿Debió haber utilizado otro método en su lugar?
  • ¿Lo haría otra vez y qué cambiaría?

El próximo paso en el seguimiento a largo plazo es construir sobre el éxito y el dinamismo de la manifestación. Existen varias maneras posibles de hacerlo:

  • Haga un seguimiento con el público objetivo de la manifestación (legisladores, por ejemplo) al seguir planteando la cuestión y referirse a la manifestación como prueba del apoyo que tiene.
  • Haga un seguimiento con sus propios colaboradores (población objetivo, seguidores, etc.) al utilizar la energía generada por la manifestación para hacer que se involucren en mantener la causa vigente entre el público.
  • Haga público su éxito. Utilice sus contactos con los medios de comunicación para hacer público lo grande y poderosa que fue su manifestación.
  • Trate de que la prensa escriba una serie de notas sobre la cuestión. Si hay famosos dispuestos, pueden también involucrarse en este esfuerzo.
  • Organice otros eventos para tratar la cuestión.
  • Institucionalice la manifestación. Muchas ciudades tienen caminatas para recaudar fondos para causas contra el hambre, el SIDA y otras causas que comenzaron como manifestaciones. En la actualidad, se desarrollan cada año para atraer a miles de participantes y decenas de miles de patrocinadores, recaudar enormes sumas de dinero y hacer que la causa siga inevitablemente vigente entre el público.

Para resumir

Una manifestación exitosa (una que logra sus objetivos ya sea inmediatamente o a largo plazo y que se lleva a cabo de la manera en que los organizadores la planearon) depende de la claridad de su propósito, la asistencia de las personas, la transmisión del mensaje a quienes necesitan escucharlo y la sensación de éxito y apoyo a la cuestión que deja en su público objetivo, sus colaboradores, el público en general y los medios de comunicación.

Si de antemano considera que una manifestación es la forma de trasmitir su punto de vista, planifíquela con cuidado, organícela correctamente y déle un seguimiento adecuado, entonces podrá llevar a cabo una manifestación pública con éxito.

Recursos en línea

Activists' Center for Training in Organizing and Networking (ACTION) (1998). Environmental Background Information Center.

Swearingen, Terry and Lipsett, Brian (1997). Generic Strategy Guide. Environmental Background Information Center.

How to Organize a Demonstration is a website put together by Global Exchange, and there are ideas and steps for a successful demonstration.

How to Organize a Protest is a blog post on the Occupy Wall Street website, and it offers six steps to organizing a protest.

Environmental Policy Task Force (1999). How-to Guide #2: How to Organize Effective Demonstrations. National Center for Public Policy Research.

National Center for Public Policy Research provides a list of tips and benefits of organizing a demonstration.

Organize a Rally for your Cause offers tips and information on successfully organizing a rally for a cause.

Floegel, Mark (1993). Speaking Truth to Power--No. 362. Rachel's Environmental and Health Weekly.

Tools for Organizers, Activists, Educators, and Other Hell-Raisers (1999). Progressive Politics Webring.

Recursos impresos

Rogers, S. (1998, Winter). Organize a Demonstration to Make Your Voice Heard. The Key, 4, 5-9.

Sen, R. (2003). Stir it up: Lessons in community organizing and advocacy. Jossey-Bass; 1st Edition. In this book, Sen goes step-by-step through the process of building and mobilizing a community and implementing key strategies to affect social change.  Using case studies to illustrate advocacy practices, Sen provides tools to help groups tailor his model for their own organizational needs.

Shragge, E. (2013). Activism and Social Change: Lessons for Community Organizing. University of Toronto Press, Higher Education Division; 2nd Edition. This book discusses community organizing in a post-9/11 context, and includes a discussion of national and transnational organizing efforts.

Milkman, R., Bloom, J., Narro, V. (2010). Working for Justice: The L.A. Model of Organizing and Advocacy. ILR Press. Working for Justice provides eleven case studies of recent low-wage worker organizing campaigns in Los Angeles. This information was acquired through interviews, access to documents, and participant observation.

Thoreau, H. (1998). Civil Disobedience, Solitude and Life Without Principle. New York, NY: Prometheus Books.