Ejemplo Nº 1: Johanna Woodchild, División del Condado de Greenville de la Cruz Roja Estadounidense, discute acerca del reconocimiento a los voluntarios
Johanna Woodchild de la División del Condado de Greenville de la Cruz Roja Estadounidense en Carolina del Sur conoce la importancia de reconocer el servicio de voluntariado. Johanna trabaja con más de mil voluntarios y para ella celebrar es un asunto de todo el año. Desde las visitas navideñas hasta las cenas de reconocimiento, Johanna siempre organiza la manera de agradecer a los voluntarios y permitirles conocerse, recrearse, y mantenerse en contacto.
Una de las maneras en que Johanna reconoce la labor de sus voluntarios es ofreciendo ceremonias de reconocimiento. En esto trabajaba Johanna cuando conversamos con ella. Esperaba que unos cientos de personas asistan a la reunión anual y cena de reconocimiento. “Invitamos a todos nuestros voluntarios y hay varios pasos a seguir para esto. Anteriormente, contratábamos un entretenimiento bastante interesante e incentivábamos a que los voluntarios trajeran a sus familias. Se trata de un comité voluntario que selecciona lo que se hará, cuál será el menú y demás. Este año decidieron prescindir del entretenimiento externo y hacer un gran juego para romper el hielo debido a que consideran que estamos demasiado aislados en nuestros servicios y necesitamos conocer a voluntarios de la Cruz Roja que trabajan en otros sectores. No tenemos muchos gastos en lo que se refiere al lugar (el evento se realiza en gimnasios, iglesias, cafeterías), la comida (donaciones) o su preparación. Los voluntarios adolescentes se encargan de servir la comida. Gran parte de nuestros gastos son los premios. Creo que el año pasado gastamos mil doscientos dólares. Algunos de los premios son certificados enmarcados y entregamos unas cuantas placas”.
“Contamos con muchos voluntarios realmente dedicados y muy trabajadores. Para cada uno de ellos ser individualizado como el arquetipo de lo debe ser un voluntario de la Cruz Roja tiene mucha importancia”, explicó Johanna. “Recientemente hablé con dos voluntarios acerca de sus premios, cada uno ganó el Premio al Voluntario Masculino Sobresaliente del Año. Uno de ellos colocó su placa en una pared de su departamento de manera tal que al ingresar es lo primero que se ve. El otro, un empresario ya retirado que ha sido parte de muchas juntas, participa con nosotros a través de un programa para Aprender a Nadar. Colocó [su placa] en el centro de su sala de estar arriba del sofá. De manera que, el premio en sí es muy prestigioso y un gran honor”.
Para distinguir a sus voluntarios la división otorga varios tipos de premios: premios competitivos, al mejor voluntario y mejor voluntaria, voluntario que presta diversos servicios y a los voluntarios nuevos sobresalientes. También se otorgan premios a organizaciones y empresas. El número de premios varía entre 8 y 50. “Otorgamos insignias, insignias según la antigüedad (cinco, diez, quince, veinte años) a los voluntarios que han estado con nosotros durante ese de tiempo. Este año, mientras revisaba la lista, descubrí que hay 66 personas que han sido voluntarios activos durante cinco años. Siempre tenemos unas cuantas personas en esa categoría pero nunca han sido tantas. Otorgamos premios al reconocimiento a aquellas personas que han brindado la mayor cantidad de horas en servicios destinados a desastres. El ganador del año pasado fue quien brindó 1452 horas. También otorgamos certificados a los voluntarios de las Fuerzas Armadas en reconocimiento por sus horas de servicio. Logramos retener a las personas y eso es realmente alentador”.
El reconocimiento va más allá de los límites de su organización, según Johanna. “Se trata de un proceso en desarrollo y nominamos a nuestros voluntarios como candidatos a premios fuera de la Cruz Roja. Por ejemplo, el Premio Jefferson es un premio importante que se otorga a cinco personas en un área que cubre entre tres y cuatro condados, en los últimos cinco años hemos tenido tres ganadores. En los últimos dos años nuestro joven voluntario ha sido ganador del Premio Joven Voluntario del Año, otorgado por el "Voluntariado de Greenville" (una división de la organización United Way) y la empresa J.C. Penny Co".
Johanna considera que distinguir y agradecer a los voluntarios es una de las maneras más importantes para retenerlos. “Los premios son muy importantes”, dijo. “Intentamos que los periódicos y la televisión reconozcan a estas personas. Cada vez que hay un desastre lejos de aquí, un desastre a nivel nacional, los canales de la televisión local vienen a filmar a nuestros voluntarios en todo el país mientras se trasladan en los vehículos de emergencias. Es estupendo, vernos en las noticias. La gente se siente valorada. Además tenemos un boletín que se publica cuatro veces al año. Es muy familiar y resalta a los voluntarios, además de tratar de enseñarles de qué se ocupan las diferentes áreas. Tratamos de formar una familia, así que necesitamos saber quién es cada uno y qué hacemos”.
Ejemplo Nº 2: Nota de agradecimiento
Además, Johanna envía cada año una nota de agradecimiento a sus voluntarios. El texto a continuación figuraba en el frente de la nota de 1998, dentro Johanna escribe una nota personal (de su puño y letra).
NUESTRA DIVISIÓN DE LA CRUZ ROJA ES COMO UNA GRAN FAMILIA EXTENDIDA
Cada area de servicio representa a una familia nuclear mas pequeña y a veces ni siquiera somos conscientas de que hacen los otros miembros de nuestra familia, los otros servicios de nuestra división.
Nuestra cena anual de reconocimiento es nuestra reunión familiar. Nos saludamos, abrazamos, y aplaudimos el trabajo que cada uno hacemos. Festejamos el gran impacto positivo que nuestra familia, los 12,000 de nosotros
provocamos en nuestra comunidad de Greenville, para nuestro país, y el mundo. ¡Gracias por ser una parte esencial de esa celebración! Gracias por hacer de nuestra reunión familiar un acontecimiento tan especial- una ocasión que siempre apreciaremos.
Un mensaje personal es escrito aquí