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Sección 2. Desarrollo comunitario (local)

  • ¿Qué es un desarrollo comunitario local?

  • ¿Por qué se debe participar en un desarrollo comunitario local?

  • ¿Cuándo se debe participar en un desarrollo comunitario local?

  • ¿Quién debe participar de un desarrollo comunitario local?

  • ¿Cómo participar en un desarrollo comunitario local?

Supongamos que la calidad de vida en su comunidad está empeorando. El empleador principal ha juntado sus cosas y se ha mudado a un lugar en el que los costos laborales y los servicios públicos son menos costosos. Sin un sueldo estable, muchas personas en la ciudad no tendrán el dinero para mantener sus casas y campos, ni para apoyar a organizaciones de caridad. Muchas personas han encontrado otros empleos pero tienen que viajar largas distancias hasta sus puestos de trabajo. En algunas de las peores situaciones, las personas y familias han perdido sus viviendas y viven en refugios o en sus automóviles. Se ha incrementado la violencia, en parte porque esas personas que pasan tanto tiempo viajando hasta sus trabajos dejan a muchos jóvenes sin supervisión y debido al aumento de las adicciones que son causa de las circunstancias difíciles que transitan las personas. La comunidad se ha convertido en un lugar deprimente, y la mayoría de los habitantes sienten que no pueden hacer nada al respecto. ¿Cómo se puede modificar esta situación, de manera que las personas comiencen a reaccionar para mejorar sus vidas?

Una respuesta es convencer a las personas de que pueden hacer una diferencia y lograr que trabajen juntas para pensar qué pueden hacer y hacerlo. ¿Pero qué ocurriría si existieran serias divisiones en la comunidad o si la mayoría de las personas no se consideraran capaces de cambiar algo? Tal vez algunos grupos han sido excluidos del proceso político o son discriminados económica o socialmente. Es posible que los muchos grupos diversos en la comunidad tengan poco contacto o conocimiento mutuo. Antes de poder reunir a las personas para que trabajen en equipo, deberá ayudarlas a hacer contacto y a empezar a confiar las unas en otras.

Esta es una situación en la que se necesita con urgencia el desarrollo comunitario local.

Si los miembros de la comunidad pueden aprender a comunicarse más allá de los límites clasistas, étnicos y raciales, y a establecer organizaciones, sistemas y políticas para aprovechar sus recursos y abordar sus problemas, podrán hacer que todos tengan una vida mejor. En esta sección, y en las dos siguientes, comentaremos tres enfoques diferentes, pero que se superponen, para la organización comunitaria y el cambio en la comunidad.  En esta sección, comentaremos cómo sentar las bases para un esfuerzo de cooperación que abarque toda la comunidad.

¿Qué es un desarrollo comunitario local?

Como mencionamos en la primera sección de este capítulo, el desarrollo comunitario o desarrollo local es la construcción de la comunidad mediante la mejora del proceso por el que se realizan las cosas. Esto puede ser un fin en sí mismo, pero también puede entenderse como el comienzo de un proceso más grande.

Si bien se puede definir al desarrollo local como a la mejora del proceso, este, al igual que toda organización comunitaria, se debe focalizar en la acción y los resultados. No se puede lograr que las personas participen de un proceso, o creen un proceso, a menos que exista un objetivo a alcanzar, ya sea persuadir al gobierno de la ciudad para que instale un nuevo semáforo o terminar con la pobreza. Es por ello que, cuando comentamos cómo participar en y utilizar el desarrollo local, incluimos cuestiones seleccionadas que se dirigen a necesidades de la comunidad. Únicamente si se centra en hacer algo para alcanzar los resultados que aborden esas cuestiones será posible lograr la participación de los ciudadanos.

La sección 1 identifica cuatro tipos de organización en la comunidad:

  • El desarrollo comunitario local crea una infraestructura para el activismo y la acción en la comunidad.
  • La planificación social y el cambio de políticas utiliza los sistemas políticos y otros sistemas para la creación de políticas que trabajen para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.
  • La acción social y la abogacía sistemática hacen que los ciudadanos se dediquen a comprender y construir un poder, y que lo utilicen para abogar y negociar por los intereses de la comunidad.
  • La formación de coaliciones crea grupos de organizaciones y personas en toda la comunidad ya sea para trabajar en cuestiones específicas o para abordar necesidades de la comunidad más generales.

Estos cuatro aspectos de la organización comunitaria son a menudo vistos como ítems separados, pero sería más útil considerarlos como partes de un todo que se superponen.  Si hace un buen trabajo con el desarrollo local, tendrá una base sólida de personas con la capacidad de actuar en cualquiera de las maneras. La verdadera organización comunitaria trabaja para crear una comunidad que esté lista para todo. El desarrollo local es la construcción de una infraestructura inclusiva basada en la comunidad que pueda responder de la forma que sea necesaria para afrontar los desafíos, aprovechar los recursos y crear un cambio social positivo.

Concepciones anteriores de la separación del campo en tres modelos –desarrollo local, planificación social y acción social– han abierto camino a una visión más integral que considera a los tres modelos como interrelacionados y superpuestos.

La Caja de Herramientas Comunitarias acepta y amplía esta última visión. Considera a los tres modelos como a una sucesión de elementos –una continuidad en la que las distinciones entre los modelos no siempre son diferentes– todos los cuales se nutren de una postura inclusiva y participativa que involucra a muchos sectores de la localidad o comunidad. Cualquiera de los tres puede constituir una base para el fortalecimiento y aprendizaje de la comunidad, pero cada uno se orienta a una clase diferente de situación y resultado.

  • El desarrollo local sirve como base para otra organización y está en sí mismo generalmente orientado a cuestiones de la comunidad entera que afectan a todos: desarrollo económico, salud pública, etc. Su objetivo es la construcción de la capacidad comunitaria para manejar cualquier necesidad o cuestión que surja. También se muestra a sí mismo en proyectos comunitarios más pequeños –limpiezas del vecindario, la construcción de un patio de juegos en la comunidad, etc.– que pueden ayudar a definir y construir un sentido de comunidad entre habitantes diversos de una localidad.
  • La planificación social y el cambio de políticas está orientado hacia soluciones políticas –modificación o sanción de leyes o reglamentaciones que resuelvan los problemas o situaciones– particularmente aquellas que proponen funcionarios y otros líderes dentro y fuera de la comunidad. Estas políticas se deben determinar mediante un proceso participativo que incluya a todos los que beneficien o de lo contrario afecten. Este modelo generalmente involucra a personas especializadas ajenas a la comunidad que trabajan con los miembros de la comunidad en estrategia y planificación.
  • La acción social se basa en la suposición de que la fuerza reside en la cantidad. Al agruparse y actuar en conjunto, las personas comunes ganan el poder político y económico para crear el cambio. A menudo se necesita la acción social –y en general se la utiliza– en situaciones en las que existe una grave desigualdad y no hay voluntad por parte de quienes están en el poder para corregirlas. El grupo que se perjudica con esta situación, puede ganar y ejercer poder, mediante la acción colectiva, y lograr una distribución más equitativa de la atención de los funcionarios y los recursos.

Un factor común a nuestra interpretación de todos estos modelos es la suposición de que la comunidad ha desarrollado, o puede desarrollar, la capacidad de resolver muchos o gran parte de sus problemas internos y de determinar el rumbo que debe tomar el desarrollo de la salud y la comunidad. Esto implica que cuenta con –o puede conseguir, con ayuda y experiencia– las personas, las instituciones, el conocimiento, la inteligencia y el saber político y económico para superar las cuestiones que enfrenta.

Los términos “desarrollo comunitario” y “desarrollo local” se utilizan a veces indistintamente, no obstante una comunidad y una localidad no son lo mismo y el trabajo con cada una requiere su propio enfoque. (Por conveniencia, utilizaremos en esta sección el término desarrollo local para referirnos al trabajo en una manera particular tanto en localidades como en comunidades autodefinidas).

Una localidad es un lugar –una ciudad, un vecindario, un complejo habitacional, una zona rural– y el desarrollo local observa ese lugar como a una comunidad.

La palabra “comunidad” se utiliza comúnmente para referirse a una localidad en la que viven personas, así como a todas las personas que viven allí; una comunidad puede referirse también a un grupo de personas que se auto identifican como a una comunidad debido a experiencias, historias, valores, religiones o culturas compartidas. El alcalde de una ciudad puede llamarla comunidad, pero la mayoría de las ciudades comprenden una cantidad de comunidades autodefinidas –una comunidad ítaloamericana, una comunidad homosexual, una comunidad judía, una comunidad afroamericana, una comunidad empresarial, etc. Si bien no todos los integrantes de estas comunidades comparten los mismos puntos de vista o actúan de manera similar, se consideran ellos mismos como un grupo que tiene algo importante en común con los otros miembros de la comunidad.

La diferencia surge cuando se intenta organizar una localidad que no es una comunidad autodefinida, sino simplemente un conjunto de personas que viven en el mismo lugar.  Los miembros de una comunidad autodefinida comienzan con algo de confianza mutua y con la suposición de al menos una idea, experiencia o valor principal compartido. Los ciudadanos de una localidad pueden sentir que tienen poco en común con el resto o incluso que sus intereses son contrapuestos. De esta manera, el desarrollo en una comunidad autodefinida puede iniciarse relativamente con facilidad una vez que los miembros de la comunidad hayan aceptado el hecho de que es una buena idea. En una localidad, nada parece poder ocurrir hasta que los habitantes estén dispuestos a conectarse, identificar intereses comunes y empezar a verse como a una comunidad...y esto puede llevar mucho tiempo.

Por supuesto que una localidad puede de igual modo ser una comunidad. Muchas ciudades pequeñas, en especial aquellas pobladas en gran medida por familias que han vivido allí por generaciones, tienen fuertes identidades comunitarias.

El mismo pueblo en el que vive el autor tiene sus conflictos y divisiones, sin embargo cuando se incendió un establo o tambo, las personas del pueblo de toda clase donaron dinero, materiales y aportaron su trabajo para la reconstrucción. Algo similar ocurrió años antes en un aserradero y en una carpintería, incluso a pesar de que el carpintero era “nuevo” en el pueblo, alguien que se había mudado allí en las últimas décadas. El hecho de vivir y participar en la vida del pueblo lo convirtió en miembro de la comunidad, aún cuando los habitantes que nacieron allí no conocieron a sus abuelos.

¿En qué consiste realmente el desarrollo comunitario local? ¿A qué tipo de infraestructura se refiere? En resumen –entraremos en detalles más adelante cuando comentemos cómo participar en el desarrollo local– se trata de crear sistemas y procesos inclusivos y participativos que reúnan a la comunidad para trabajar en un problema común o hacia objetivos comunes. Implica también promover el liderazgo desde dentro de la comunidad, desarrollar redes de comunicación que se extiendan a todos los sectores y establecer el proceso como una parte aceptada de la vida comunitaria.

El desarrollo local –a menudo, aunque no siempre, a diferencia de la acción social– resalta el accionar positivo de la comunidad entera, en vez de suponer la necesidad del conflicto. El propósito puede ser ganar estabilidad económica, mejorar las condiciones sociales y/o políticas, proteger a la comunidad frente a una amenaza –la demolición de un vecindario para dar lugar a una autopista o a residencias costosas– o preservar su naturaleza histórica, cultural o ambiental.

Cualquiera sea la forma que adopte, el proceso está destinado a construir la comunidad y fortalecerla para permitir que sus integrantes vean la necesidad de trabajar juntos para alcanzar propósitos comunes y para motivarlos a formular las maneras de lograrlo.

La acción social, que se explica más en detalle en la sección 4 de este capítulo, apunta generalmente a los miembros de una comunidad que de alguna manera son perjudicados, marginados, ignorados o tratados injustamente. Su propósito casi siempre es obtener poder y utilizar ese poder para eliminar las desigualdades y/o cambiar las políticas y prácticas injustas o perjudiciales que se han utilizado en contra de esa comunidad. Se trata por lo general, al menos al comienzo, de un proceso contencioso que se basa en la construcción y consolidación del poder político.

El desarrollo local es un proceso de cooperación que incluye a todos los sectores de la comunidad y se basa en encontrar un espacio común así como definir y perseguir una visión compartida. (Se puede, de hecho, superponer con la acción social cuando toda la comunidad está en desventaja o sufre discriminación y debe adquirir el poder para negociar con el estado o con otras comunidades).

Ambas cosas son aspectos necesarios de la organización de la comunidad, de acuerdo con las circunstancias en una comunidad en particular. Cuanto más marcada sea la brecha y mayor la desigualdad, habrá mayor posibilidad de que la acción social –la que generalmente es considerada una organización clásica de la comunidad– sea el paso apropiado a seguir. Una vez que una comunidad organizada haya ganado un espacio al demostrar su habilidad para mantenerse firme y ganar batallas políticas, la acción social puede convertirse eventualmente en desarrollo comunitario local. (O, si fallan otros métodos para alcanzar los resultados, el desarrollo local se puede transformar en acción social).

¿Por qué participar en el desarrollo comunitario local?

  • El desarrollo local puede romper las barreras dentro de la comunidad al promover y mejorar la comunicación entre las diferentes personas y grupos de la población. Cuando los habitantes de varios sectores de la comunidad trabajan juntos para evaluar bienes y necesidades, se conocen mutuamente como seres humanos, en vez de categorías abstractas (“jóvenes”, “pobres”, “empresarios”). Esta interacción no sólo hace posible que personas de entornos y circunstancias diferentes trabajen en equipo, sino que fomenta el respeto y la empatía por el otro.
  • El desarrollo local puede reunir a personas que normalmente no tienen contacto y definir a la comunidad como inclusiva de todas ellas. De igual manera que rompe barreras, el desarrollo local une a los miembros de la comunidad y permite que se vean mutuamente como parte de una unidad que sólo funciona bien cuando todas sus partes poseen lo que necesitan.
  • El desarrollo local puede sentar una base sólida para el apoyo de la comunidad al activismo sobre cuestiones de importancia. Cuando una comunidad tiene un proceso mediante el cual se incluye a todos en la discusión de estrategias sobre cómo abordar cuestiones, los planes de acción resultantes pertenecen a la comunidad. Cuando sientan que los planes son propios, los miembros de la comunidad trabajarán duro para verlos realizados.
  • El desarrollo local puede ayudar a que las personas y los grupos adquieran capacidades y conocimiento nuevos. Algunos ejemplos son:
    • Capacidades de liderazgo y administración.
    • Una mejor comprensión de, y la habilidad de comunicarse con, personas de una variedad de entornos.
    • Habilidades interpersonales.
    • Habilidades de facilitación.
    • Capacidad de análisis.
    • Una visión general de cómo interactúan los sistemas para influir en la vida de la comunidad.
    • Una comprensión de cómo las economías, tanto a gran y a pequeña escala, afectan la vida de las personas.
  • El desarrollo local puede hacer que surjan líderes naturales de entre la comunidad. Esto ocurre ya sea en forma natural, como resultado del proceso de desarrollo local, como mediante el estímulo a los líderes actuales.
  • El desarrollo local puede promover que la comunidad identifique sus propios recursos y comprenda sus propias fortalezas. Una vez que las personas tengan un claro sentido de qué cosas tienen a su disposición y qué pueden ellas mismas hacer, podrán utilizar sus recursos en su mayor beneficio.
  • El desarrollo local puede hacer que la comunidad sea autosuficiente y capaz de identificar y resolver sus propios problemas. Las ventajas de estar en esta posición incluyen:
    • Un aumento en la confianza y autoestima de la comunidad, lo que motiva a los habitantes a tratar o mitigar y resolver problemas serios.
    • La disminución o eliminación de la necesidad de depender de fuentes externas de ayuda y de esta manera no necesitar que “expertos” determinen lo que es bueno para la comunidad.
    • Un incremento en la velocidad con la que la comunidad puede responder a los problemas y movilizar los recursos.
    • La seguridad de que los problemas que trata la comunidad son aquellos que realmente le preocupan.
  • El desarrollo local puede otorgarle a todas las personas voz y voto, y hacer que la democracia participativa sea el método habitual para la toma de decisiones en la comunidad. Construir una infraestructura inclusiva y participativa asegura que todas las opiniones y necesidades sean escuchadas y conduce al establecimiento de sistemas comunitarios que involucren a todos los sectores.
  • El desarrollo local puede construir una base para una verdadera comunidad y equidad, lo que lleva a una comunidad saludable y un cambio social positivo a largo plazo. Cuando las personas trabajan juntas como una comunidad, es mucho más difícil excluir a ciertos grupos o ignorar sus necesidades y es mucho más fácil imaginar y trabajar para una comunidad en la que toda la estructura básica necesaria de la salud esté al alcance de todos.

¿Cuándo y dónde se debe participar en un desarrollo comunitario local?

En la mayoría de las secciones de la Caja de Herramientas Comunitarias, la respuesta a la pregunta “¿cuándo?” comienza de manera similar a “Si bien esta actividad es casi siempre oportuna, existen ciertos momentos en los que resulta especialmente útil”. Sin embargo, en este caso, haremos una excepción a esa costumbre. Si bien el desarrollo local generalmente se inicia debido a una necesidad específica o a situaciones difíciles, es de hecho requerido en casi todo momento y en casi todo lugar en el que existan desigualdades en el sistema social, en el que la calidad de vida de aunque sea algunos miembros de la comunidad sea inaceptable, en el que los sistemas o recursos sean inapropiados para satisfacer todas las necesidades de la comunidad o en el que la comunidad se vea amenazada dentro o fuera de ella. Es incluso adecuado cuando las cosas van bien, debido a que puede ser un buen momento para hacer cambios positivos que serían más difíciles en tiempos duros (mejoras en las condiciones medioambientales, por ejemplo, o un empuje para lograr zonas aptas para peatones). En otras palabras, el desarrollo local es necesario en casi todo momento, en prácticamente toda comunidad o localidad.

En algunas comunidades, la necesidad puede ser evidentemente inmediata: los empleadores principales se han ido, el total de las viviendas se deteriora, los establecimientos en la calle principal están vacíos y se deterioran, la violencia está en aumento o ya ha alcanzado niveles preocupantes. Pueden existir tensiones raciales o étnicas, muchas personas sin hogar que viven en las calles o problemas importantes relacionados con las escuelas públicas, el medioambiente o la corrupción en el gobierno local. Cualquiera sea la situación, es evidente que la comunidad necesita hacer algo antes de que las cosas empeoren.

En muchos casos, sin embargo, se ocultan o no se reconocen los problemas. Puede haber un acuerdo implícito, por ejemplo, de que el abuso de alcohol y la violencia familiar generalizados son aceptables como parte de la vida comunitaria. Los integrantes de la comunidad pueden optar por mirar hacia otro lado y no notar el hambre y la pobreza que existen en lugares aislados o simplemente no darse cuenta de que una gran cantidad de habitantes de su misma comunidad no tiene acceso a la atención médica. Muchas comunidades no podrán ver o no verán los problemas que enfrentan hasta que haya una crisis. Puede ser necesario que ocurra un desastre –como en el caso de la inundación y devastación de Nueva Orleans debido al paso del huracán Katrina en 2005– para que una comunidad (o un país) enfrente su realidad.

Un proceso de desarrollo comunitario local continuo puede no sólo conducir a una comunidad más sana, sino que puede ayudar a una comunidad a hacer frente a los malos tiempos, e incluso a prepararse para una desgracia, y aprovechar los buenos tiempos para mejorar aún más las cosas. Por ese motivo, el desarrollo local es adecuado en toda comunidad, en cualquier momento.

¿Quién debe participar de un desarrollo comunitario local?

Para ser más efectivo, un proceso de desarrollo local debe ser inclusivo y participativo.  Esto significa que debe incluir a todos los sectores de la comunidad (y otorgarles a todos la misma importancia); y que su función no debe ser la solamente consejeros o consultores, sino también de participantes en todas las fases para abordar las cuestiones comunitarias y trabajar en vista de su resolución y una mejor calidad de vida.

Es importante no pensar en las comunidades autodefinidas como a un todo. La “comunidad afroamericana” de cualquier ciudad no se compone únicamente de personas que piensan igual o que tienen los mismos ingresos o nivel educativo. Puede tener líderes, pero no necesariamente representen a todos los miembros de esa comunidad más de lo que lo hace cualquier otra persona. Puede tener instituciones u organizaciones que ocupen un lugar importante en la comunidad, pero que no representan a todos. La diversidad se refiere a algo más que el color de la piel o el entorno: abarca las opiniones, las posturas políticas, los ingresos, las actitudes y una gran cantidad de otros factores, y se debe incluir la mayor cantidad posible de estos factores al convocar a las personas a formar parte de un desarrollo local.

Algunos de los factores que debe tener en cuenta un esfuerzo de desarrollo local al reunir a un grupo de base son:

  • Interés en el esfuerzo
  • Raza
  • Origen étnico
  • Género
  • Orientación sexual
  • Geografía. Esta puede incluir a las personas de una variedad de vecindarios, desde personas de varias zonas rurales hasta incluso de diferentes cuadras de la ciudad. La geografía es especialmente importante cuando las personas de diferentes áreas tienen intereses diversos debido a las diferencias en puntos de vistas, ingresos, cultura, etc.
  • Ingresos. Esta es una medida puramente económica.
  • Identificación con una clase social. La identificación con una clase social puede o no estar ligada a los ingresos. Algunos obreros pueden tener ingresos superiores a los de la mayoría de los ejecutivos de rango medio, pero aún así se identifican con la clase trabajadora en vez de con la clase media. Esos ejecutivos de rango medio, así como los docentes y otros profesionales y trabajadores administrativos con ingresos similares, por el contrario, probablemente se sientan más identificados con la clase media. Una mujer que recibe un subsidio de la Seguridad Social que ha asistido a la universidad puede tener un concepto de ella misma muy diferente que el de otra mujer en circunstancias similares que ha abandonado la escuela secundaria. La identificación con una clase es una cuestión tanto de actitud, historia personal y otros factores, como de ingresos.
  • Edad
  • Religión
  • Cultura. Este aspecto puede estar relacionado al entorno étnico o racial (los factores que generalmente vienen a nuestra mente cuando se menciona la cultura), la edad, la religión, etc. Los adolescentes tienen su propio idioma, sus normas y estilos, por ejemplo, al igual que muchos grupos de inmigrantes y comunidades religiosas. Cada uno es una cultura en sí misma y se debe tener en cuenta al embarcarse en un desarrollo local.
  • Idioma
  • Organizaciones e instituciones. Se debe incluir a los clubes de servicios, las organizaciones fraternales, las organizaciones que se basan en la comunidad, los hospitales, las universidades, las bibliotecas y otros organismos. Pueden aportar valiosos recursos e interesados.
  • El gobierno local y los organismos de gobierno. Se debe convocar no sólo a los funcionarios electos y designados, sino a policías y bomberos, trabajadores sociales y otras personas en posiciones similares. A medida que cambien las políticas y los sistemas, cargarán con gran parte de la carga y deben compartir la autoría del proceso de desarrollo desde un principio.

¿Cómo participar en un desarrollo comunitario local?

La “regla inquebrantable” de la organización comunitaria es nunca hacer por las personas lo que estas pueden hacer por ellas mismas. De este modo, el proceso será participativo por definición.

La naturaleza participativa de la organización es crucial sin importar el tipo de organización a la que se refiera. El proceso inclusivo que describimos puede finalmente depender de la acción directa y del ejercicio del poder político para ser efectivo, pero puede además depender de la colaboración. El desarrollo local también puede ser un ejercicio para reunir a todos los sectores de una comunidad –incluso aquellos que normalmente ejercen el poder– en un esfuerzo para mejorar las condiciones y la calidad de vida de todos.

A quienes se incluye en la definición de “comunidad” depende en principio de la situación que exista. Si el propósito de la organización es obtener una igualdad de condiciones y un trato justo para un grupo que no los tiene, entonces ese grupo es la comunidad en cuestión. Si el objetivo es revivir a una ciudad cuya economía lo tiene todo pero ha decaído o mejorar las condiciones de salud en general, entonces todos los habitantes son los interesados.

Lo ideal es una comunidad en la que se pueda convencer a todos en la localidad a que trabajen juntos y en la que se atiendan los intereses de todos. En la realidad, esta situación puede no ser común, pero es algo por lo que vale la pena luchar.

Se necesita la construcción de la comunidad y el desarrollo de una infraestructura que haga posible que las personas trabajen en equipo sin importar el objetivo de la organización. Comentaremos una serie de pasos básicos para el desarrollo local en el orden aproximado que se debe seguir.

“Aproximado” porque cada comunidad y situación es única. En algunos casos, puede ser necesario trabajar en varias cosas a la vez o realizar un paso determinado sin seguir ese orden o incluso obviarlo por completo. Es importante responder a las circunstancias existentes.

Conocer a la comunidad. El término “conocer” significa tres cosas:

  • Aprender acerca de su historia, sus relaciones, cuestiones, facciones y otros aspectos de la comunidad o localidad en la que está trabajando antes de comenzar a hacerlo.
  • Familiarizarse con las personas de la comunidad. Desarrollar relaciones, de manera que las personas sepan quién es usted, lo que hace allí y por qué deben hablar con usted, sin mencionar que confíen en usted.
  • Comprender qué concepto tienen las personas en la comunidad de ellas mismas y de los demás.

Examinaremos brevemente lo que cada una de estas cosas significa en la práctica.

Historia de la comunidad

Conocer algo de la historia de la comunidad es absolutamente necesario. Si no comprende las alianzas, las rivalidades, los conflictos y los éxitos de la comunidad, en especial aquellos de los años recientes, es probable que cometa grandes errores. El tiempo que emplee en remediar esos errores será mayor que el tiempo que invierta en asegurarse de no hacer un mal trabajo en primer lugar.

Para aprender la historia de la comunidad, debe hablar con quienes la han experimentado o han escuchado sobre ella directamente de la fuente. Conversar con los ancianos de la comunidad o con quienes residen allí desde hace tiempo puede proporcionarle una basta información, aunque no necesariamente sea completamente precisa u objetiva. Si se contacta con un gran espectro de personas, puede al menos determinar en qué punto concuerdan o difieren las historias. También puede ser de utilidad investigar en los archivos de los periódicos o en Internet.

Familiarizarse y construir confianza

En muchas comunidades –ya sean definidas por geografía o por clase social, etnicidad o algún otro criterio– es difícil para alguien ajeno a ella hacer avances. En especial si se es evidentemente distinto de los miembros de la comunidad, estos pueden ser reservados acerca de pasar tiempo con usted o escuchar lo que tiene para decir. Aun si ya es un miembro de la comunidad, o proviene de un entorno o cultura similar al de esa comunidad con la que trabaja, no ganará automáticamente su confianza. Deberá hacerlo demostrando su compromiso y poder permanente.

Debe invertir tiempo en la comunidad y conocer a personas en los lugares que frecuentan: en las calles, en eventos de la comunidad, en tiendas, bares y restaurantes, en sus casas.  Existen razones por las que los Cuerpos de paz y organizaciones similares insisten en que los voluntarios vivan en las comunidades en las que trabajan. La familiaridad produce…familiaridad. Si los miembros de la comunidad lo conocen y se relacionan con usted –han conversado con usted sobre su familia, las cosas que le gustan y que no, sus valores e ideales– será mucho más probable que confíen en usted y lo escuchen cuando les pida que se unan a un esfuerzo de desarrollo.

Comprender qué concepto tienen los miembros de la comunidad de ellos mismos y de otros

Comprender cómo los miembros de la comunidad se ven a ellos mismos y a otras personas tanto dentro como fuera de la comunidad lo ayudará a comprender cuál es el punto de partida para usted y la comunidad. Algunos de los factores que puede explorar son:

  • ¿Cuánto interactúan entre sí los miembros de la comunidad? ¿Qué tanto se conocen mutuamente? ¿Existe un sentido de solidaridad comunitaria o hay divisiones profundas entre los nativos y los nuevos residentes o entre las personas de diferentes razas o etnias? ¿Existen mecanismos en la comunidad que sirvan para acercar a las personas o mantenerlas alejadas?
  • ¿Se consideran los miembros mismos de la comunidad como una comunidad? La mayoría de nosotros somos miembros potenciales de varias comunidades. ¿Se identifican las personas con la comunidad como usted la ha definido o con cualquier comunidad? ¿O acaso su mundo se limita a los familiares, las amistades o el trabajo?
  • ¿Qué concepto tienen los miembros de la comunidad respecto al cambio y de sus propias capacidades para realizarlo? ¿Desean los cambios? ¿Sienten que el cambio es posible? ¿Están molestos? ¿Asustados? ¿Tienen una actitud apática?
  • ¿Tiene la comunidad un sentimiento de orgullo o una sensación de inferioridad?  ¿Siente que fuerzas externas se están aprovechando de ella?

La percepción que tengan los miembros de la comunidad respecto al cambio y su sentido de la fortaleza de su comunidad son factores sumamente importantes de comprender. Si las personas sienten que no pueden influir en los acontecimientos o que no tienen la capacidad para mejorar sus vidas y comunidades, no harán el intento. Convencer a los habitantes de que pueden hacer una diferencia es por lo general la primera tarea –y la más difícil– que deben enfrentar los organizadores y constructores de la comunidad.

Puede ser incluso más difícil cuando una parte de los miembros de la comunidad creen que pueden hacer el cambio y otra parte lo considera una causa perdida (“Ellos” tienen demasiado poder, no sabemos cómo funcionan las cosas, todo se decide a puertas cerradas de todas formas, etc.). Evitar el dominio o toma de control del grupo seguro de sí mismo –lo que únicamente reforzará la idea de impotencia de los demás– mientras que se les mantiene comprometidos es una tarea de equilibrio difícil pero necesaria.

  • ¿Qué tipo de conexiones tienen los miembros de la comunidad con los formadores de políticas y otras personas o grupos influyentes? ¿Creen que esas conexiones son posibles o útiles?

Identificar los motivos por los que la comunidad pueda llegar a estar dispuesta a organizarse.

La razón por la que en 1930, en Chicago Saul Alinsky, considerado comúnmente como el padre de la organización comunitaria moderna, fue capaz de reunir a grupos de vecindarios que habían sido hostiles los unos a otros es que todos ellos compartían un interés común en mejorar las condiciones de trabajo en los corrales de ganado y un resentimiento común hacia los jefes que los explotaban. Si se va a reunir a una comunidad, deben existir buenas razones para hacerlo y esas razones deben ser determinadas por la comunidad misma, no por una autoridad, un experto o un organizador externo, sin importar sus buenas intenciones.

Esas razones pueden ser pequeñas cuestiones específicas –el deterioro de un parque en el vecindario, la necesidad de más luminarias en las calles– o cuestiones más grandes: el miedo de que la comunidad muera económica o socialmente; sentimientos de resentimiento e impotencia; una sensación de falta de oportunidades; discriminación y desigualdad generalizadas; hostilidad por parte de agentes externos a la comunidad; etc. Más aún, las razones pueden no ser comprendidas o compartidas por todos. Es fundamental descubrir cuáles son las inquietudes de los miembros de la comunidad y determinar lo que puede movilizarlos a unirse y accionar para abordar esas inquietudes.

Determinar quiénes son los líderes de opinión y personas y grupos respetados en la comunidad.

Los líderes de opinión son personas cuyas opiniones son valoradas y cuyos consejos son aceptados por la mayoría de los miembros de la comunidad. Pueden ser líderes debido a su posición –ejecutivos, miembros del clero, dirigentes universitarios, funcionarios del gobierno–, debido a su presunta inteligencia –doctores, profesores– o simplemente porque han demostrado ser sensatos y justos en el pasado. A menudo, se trata de habitantes promedio que se han ganado el respeto de sus vecinos mediante la práctica de su sentido común, compasión y valores sólidos.

Encuentre a esas personas y comience con ellas. Ellas sabrán cómo atraer a los demás y quiénes de esas otras personas pueden a su vez atraer a otras más. Su apoyo aportará credibilidad a un esfuerzo de desarrollo local. Asimismo, es probable que puedan identificar y ayudar a negociar los conflictos personales y grupales, así como otras desventajas del desarrollo local.

Los esfuerzos de organización de Alinsky en el vecindario Back of the Yards, en Chicago, fueron exitosos al menos en parte debido a que pudo obtener el apoyo de dos de los grupos más importantes para los habitantes: los sindicatos y la iglesia Católica.

Reclutar a miembros de la comunidad para el esfuerzo.

Primero y principal, el desarrollo local se basa en el contacto personal. Reuniones en salas de estar, sondeos puerta a puerta, contactos con organizaciones, instituciones y organismos: todos estos y otros métodos son la base de un esfuerzo de organización. Es difícil convencer a cualquiera de algo sin una comunicación directa.

El reclutamiento puede y debe ser continuo. No importa en qué fase del proceso de desarrollo local se encuentre, siempre pueden ser necesarios más participantes.

En verdad no es posible separar el reclutamiento de la construcción de confianza y el ser parte de la comunidad.  Muchos organizadores creen que deben vivir realmente en la comunidad para lograr cierta credibilidad y, al menos en algunas comunidades, esto puede ser cierto. Tener el apoyo de los líderes de opinión y de otros miembros y grupos respetados de la comunidad puede servir a veces al mismo propósito, pero no remplaza al trabajo básico de cualquier organización: establecer contacto personal con tantas personas como sea posible y mantener esos contactos día tras día.

Tal vez lo más importante que pueda hacer es tratar a todos con respeto. Si puede desarrollar una reputación como alguien franco y honrado que respeta a todos, las personas estarán más que dispuestas a escuchar lo que tenga para decir. Si es condescendiente o se presenta como alguien que sabe más que los miembros de la comunidad, puede dar la vuelta y encontrar otra cosa en qué emplear su tiempo.

Construir un sistema de comunicación.

La primera de las mejoras necesarias al sistema para el desarrollo local es una red de comunicación que haga posible que todos puedan llegar al resto. Un sistema como ese no sólo puede facilitar en gran medida el trabajo en equipo, sino que ayuda además a silenciar los rumores y prevenir los problemas antes de que ocurran.

La capacidad de establecer un contacto directo con alguien y de conocer exactamente lo que esa persona quiso decir en esa cita en el periódico o si está planeando realmente lo se rumorea y el por qué, puede hacer toda la diferencia. Pudo no haber tenido la intención de que su comentario fuera tan ofensivo (o pudo ni siquiera haberlo hecho); pudo no haber querido dar a conocer su plan hasta haberlo previamente comentado con usted y otras personas. Por el contrario, si realmente existe un problema, es mejor tratarlo con franqueza y resolverlo que quejarse y esperar a que sea demasiado tarde para protestar.

Uno de los grandes milagros del siglo XX es que, después de Hiroshima y Nagasaki, nadie volvió a utilizar una bomba nuclear contra los seres humanos. Uno de los motivos posibles de que ese desastre se haya evitado fue la existencia de los teléfonos rojos en los escritorios del Presidente de los Estados Unidos y del Primer Ministro de la Unión Soviética. Este sistema de comunicación, implementado por Lyndon Johnson a mediados de los 60, fue utilizado varias veces para informar al Presidente o al Primer Ministro de acciones que podrían haberse considerado hostiles de no haberse explicado de inmediato. Una o más de esas explicaciones han prevenido realmente una guerra nuclear.

Un sistema de comunicación en este sentido no se refiere al hardware –un sistema telefónico complejo, por ejemplo, o una red de computadoras– sino a que las personas sepan a quién deben llamar para qué ocasiones y a asegurarse de que todos tengan acceso a todos. Esto puede ser tan simple como hacer circular listas de nombres, direcciones, correo electrónico y números de teléfono o puede ser tan complicado como diseñar cadenas de comunicación (y tener en cuenta que muchas personas de bajos ingresos no tienen sus propias computadoras o teléfonos).

Promover el liderazgo desde la comunidad, desde un principio.

Identificar, capacitar y asesorar a los líderes naturales de manera que puedan asumir cada vez más responsabilidad y finalmente puedan dirigir el esfuerzo. Una de las piezas fundamentales de la infraestructura que el desarrollo local está destinado a crear es el liderazgo local, lo que hace posible que el esfuerzo se sostenga indefinidamente.

Algunos miembros de la comunidad pueden tener poca experiencia en asistir a reuniones, hablar en público o incluso en separar sus propias opiniones de los comentarios que han escuchado. Necesitarán apoyo y capacitación para aprender esas habilidades.

Crear una estructura para ayudar a la comunidad a alcanzar sus metas.

A fin de consolidar y coordinar el esfuerzo de desarrollo, se necesita por lo general crear una organización de algún tipo o incluso más de una. La excepción a esta regla es una situación en la que ya existe una organización que tiene credibilidad y puede asumir el trabajo del desarrollo local.

Existen varias razones para establecer una organización u otra estructura:

  • Facilita el trabajo. Una organización otorga al esfuerzo una identidad que puede luego utilizarse para buscar recursos, diseñar y llevar a cabo las acciones, ganar un estatus oficial y establecer posiciones. Facilita el funcionamiento en el mundo de las reglamentaciones gubernamentales y la recaudación de fondos, es más sencilla de explicar que un proceso de desarrollo local estático y sin forma, y puede además atraer más fácilmente a los miembros de la comunidad.
  • Hace que el trabajo sea más eficiente y efectivo. Una estructura facilita la división y delegación de tareas en forma eficiente, el contacto con las personas cuando se deben hacer las cosas y el seguimiento de todo.
  • Le otorga al esfuerzo prestigio en la comunidad. Una organización legitima el esfuerzo de desarrollo y demuestra que es serio y bien sustentado.
  • Le otorga forma al esfuerzo de desarrollo. Una organización es algo que los miembros de la comunidad pueden señalar como resultado de su unión. Tiene substancia y propósito, en vez de simplemente ser un grupo de personas que conversan acerca de hacer algo. Tiene un nombre y personas asociadas a ella. Es real.
  • Crea un enfoque para el trabajo comunitario. Una organización puede actuar como organismo coordinador de lo que sea. Brinda tanto un enfoque físico –una oficina, un teléfono, una computadora, incluso si se ubican en la cocina de alguien– como social y político. Las personas pertenecen a la organización o trabajan con ella o para ella.  Se preocupan por lo que representa ya que las representa a ellas.
  • Une a aquellos que participan en el desarrollo local. Una organización ofrece a los miembros de la comunidad algo formal a lo que pertenecer y de lo que participar. Une a las personas físicamente –para reuniones y otras actividades– y las identifica con la organización y con otros miembros de o participantes en la organización.
  • Otorga a la comunidad una entidad que ha creado y que le pertenece. Si el esfuerzo de desarrollo se ha dirigido bien, la organización ya no necesitará de la participación y las ideas de la comunidad. Porque pertenece a ellas, trabajarán duro para hacer que tenga éxito.

A esta altura, los pasos para involucrarse en el desarrollo comunitario local se aplican de igual modo a la acción social y al cambio de políticas. Los pasos a continuación se dirigen específicamente a un esfuerzo que busca la unión de la comunidad entera en una campaña para mejorar las condiciones de todos, en vez de un esfuerzo para obtener igualdad o poder para un grupo que ha sido tratado injustamente o una campaña para modificar políticas y leyes

Definir las cuestiones más importantes que se relacionan con las inquietudes generales de la comunidad.

Al igual que con los motivos para agruparse, las cuestiones en las que se trabajará deben surgir de la comunidad misma y reflejar las inquietudes y necesidades de los miembros de la comunidad. Algunas de esas cuestiones pueden ser las razones para agruparse, otras pueden ser trazar el camino para un objetivo mayor. En ambos casos, las personas no las considerarán convincentes a menos que ellas mismas generen esas cuestiones.

Desarrollar un plan estratégico.

Una vez establecido el rumbo a seguir –es decir, las cuestiones o los problemas a tratar–, el próximo paso es descubrir cómo llegar a ese punto. La manera de hacerlo es desarrollando un plan estratégico: un programa paso a paso para alcanzar sus objetivos. Esto implica embarcarse en un proceso participativo para establecer una visión para la comunidad, una misión para su esfuerzo, objetivos  alcanzar, una estrategia mediante la cual alcanzarlos y las acciones que llevarán adelante la estrategia (VMOEA).

Una parte importante de la planificación es considerar lo que es posible y lo que permitirá mantener funcionando el proceso de desarrollo. Por ejemplo, es acertado no tratar de alcanzar todos sus objetivos finales a la vez, sino trabajar por etapas. Apunte primero a algo que sea alcanzable, de manera que el esfuerzo tenga un éxito inicial sobre el cual construir. Cuando se alcance un objetivo, vuelva a plantear una estrategia y establezca su próxima meta, un poco más difícil. Con cada etapa del esfuerzo, las personas se sentirán más seguras y se comprometerán más a lograr los objetivos ambiciosos que se fijaron en el plan estratégico.

Implementar su plan.

Este es el punto en que toda su organización y trabajo arduo valen la pena. La comunidad entra en acción para lograr los resultados deseados, en base al plan que se ha desarrollado.

Monitorear y evaluar continuamente su trabajo.

La Caja de Herramientas Comunitarias considera a estas acciones tan importantes para cualquier esfuerzo que le ha dedicado cuatro capítulos (36 a 39) a la evaluación de organizaciones e iniciativas en la comunidad. Monitorear y evaluar regularmente su trabajo le aporta la oportunidad de modificar lo que no funciona y de responder a los cambios en la comunidad. Asimismo le indica lo que está haciendo bien y puede aportarle ideas sobre cómo construir sobre sus éxitos.

Debe observar tanto el proceso como los resultados de lo que está haciendo. ¿Con qué éxito ha logrado reunir a todos los sectores de la comunidad? ¿Qué tan involucrados están esos sectores en fomentar y producir cambios que mejoren las vidas de las personas?  ¿Qué tan bien funciona su organización? ¿Satisface las necesidades de la comunidad?  ¿Es efectivo su accionar para mantenerlo activo hacia el logro de sus objetivos? ¿Está logrando los resultados que se ha propuesto?

Hacer que el esfuerzo de desarrollo local se sostenga por sí mismo y esté dirigido por la comunidad, de manera que se establezca como un elemento permanente.

La Comisión del vecindario Back of the Yards (BYNC por sus siglas en inglés) que Saul Alinsky ayudó a establecer en 1939 existe aún como organización, incluso a pesar de que la mayoría de las personas involucradas originalmente fallecieron hace tiempo y que el vecindario ha pasado de ser prácticamente un vecindario de blancos y de ciudadanos de Europa del este a uno mayoritariamente habitado por hispanos y afroamericanos. Tal vez no le interese ese grado de longevidad, pero el desarrollo local es un proceso continuo.  Las personas y grupos se mudan y otros que no saben nada de su esfuerzo ocupan sus lugares. Si construye una comunidad fuerte y una organización sólida que pertenezca a y esté dirigida por los miembros de la comunidad, se mantendrá siempre que sea necesaria.

Para resumir

El desarrollo local es la faceta de la organización comunitaria que se concentra en la construcción de una infraestructura de relaciones, procesos y sistemas que hagan posible que la comunidad resuelva sus propios problemas y responda a sus propias necesidades a través de la planificación, la acción y la abogacía. El proceso de desarrollo debe ser inclusivo de todos los sectores y participativo, y el liderazgo se debe promover y nutrir internamente.

El desarrollo local es la base de cualquier esfuerzo de organización. Se trata del proceso mediante el cual se convoca a los miembros de la comunidad a ser parte del esfuerzo y se les solicita que identifiquen y aborden las necesidades y los problemas de la comunidad a través del uso de los recursos de la comunidad y el peso que surge de una gran cantidad de personas que comparten una opinión. Esto puede significar que todos los miembros de una gran comunidad se unan para tratar las cuestiones principales de la comunidad tales como el desarrollo económico o la salud pública, o puede significar que los miembros de una comunidad definida más estrechamente (hispanos, trabajadores de un rubro o industria en particular, musulmanes, beneficiarios del seguro social, inquilinos de un complejo habitacional) se unan para abordar cuestiones más específicas o para reclamar un trato justo.

En cualquiera de estas situaciones, el desarrollo local comienza con la comprensión de la comunidad y su historia, y la construcción de relaciones una a una. Las relaciones con personas clave pueden ayudar en gran medida a atraer a otras al esfuerzo y a identificar las desventajas posibles y los caminos hacia el éxito. A medida que se lleva a cabo la convocatoria, se identifica a los líderes potenciales o reales de la comunidad y se los estimula con apoyo y capacitación. En algún punto, el esfuerzo probablemente forme una organización u otra estructura formal para actuar como foco. La organización –dirigida por la comunidad, inclusiva y participativa, como debe ser el esfuerzo desde un principio– se dedica a la identificación de cuestiones, la planificación y acción estratégica y la evaluación. Además, la organización encuentra los recursos para sostener el esfuerzo y se convierte en el vehículo que transporta la tarea de avanzar a largo plazo.

El desarrollo local es de utilidad en casi toda comunidad. Puede tratar las desigualdades, los problemas sistemáticos o las insuficiencias, el desarrollo o cambio de políticas o los problemas serios de la comunidad. Si se lo gestiona bien, puede llevar a un cambio social positivo y a una comunidad más sana a largo plazo.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recursos en línea

Community Organizing - a description of, and links to more information on, Saul Alinsky and organizing.  This page is part of a much larger website that looks at many different methods of development and organization in the service of xplaining and exploring Transorganizational Development.

The Community Organizing Toolbox. A resource of the Neighborhood Funders Group.  Information on community organization, with some examples.

City of Calgary Community Assessment Handbook – Locality Development model.

Recurso impreso

Rothman, J. Erlich, J., & Tropman, J. (2001). Approaches to community intervention. Strategies of Community Intervention (6th edn.). Itasca, IL: F.E. Peacock, pp. 27-64.