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¿Qué es criticar acciones desfavorables?
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¿Por qué criticar acciones desfavorables?
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¿Quién debería criticar acciones desfavorables?
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¿Cuándo se debería criticar acciones desfavorables?
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¿Cómo criticar acciones desfavorables?
Como ocurre con frecuencia en las páginas de la Caja de Herramientas, la comunidad de Parkersfield está envuelta en controversia. El Comité Supervisor del Medio Ambiente de Parkersfield (COPE por siglas en inglés) ha estado trabajando mucho durante varios años para proteger la última vieja área de crecimiento forestal de la zona. Una parte del variado terreno, con montañas, un valle con riachuelo, y un pequeño valle abierto, ha servido como refugio para pájaros, pequeños mamíferos, ciervos y ciudadanos de Parkersfield casi desde la fundación de la ciudad. Sus árboles de 300 años han sobrevivido al fuego, a inundaciones y a la industria maderera del siglo XIX, pero ahora se enfrentan a una amenaza incluso más grave.
La vieja área de crecimiento forestal, propiedad de la misma familia desde hace más de un siglo, acaba de ser vendida. El Consejo de Planificación de Parkersfield ha aprobado provisionalmente el desarrollo a gran escala, que esencialmente eliminaría esta fuente natural de recursos. El Consejo ve esto como una gran ayuda económica para la ciudad, que suma adinerados contribuyentes para sus fines y apoyo económico para hacer mejoras en la escuela.
Ahora COPE tiene la espalda contra la pared. Su dilema no es si criticar o no la Acción del Consejo de Planificación, sino cómo hacerlo. ¿Cómo pueden formular su crítica de modo que haga algún bien, y prevenga el desarrollo incontrolado en esta antigua área de tierra?
Aunque gran parte de la Caja de Herramientas se centra en prevenir o anticiparse a eventos indeseables, como la decisión del Consejo de Planificación de Parkersfield, con demasiada frecuencia acciones desfavorables para tu causa o población objetivo son realizadas de cualquier modo. Como defensor, se tiene que protestar y criticar tales acciones, pero de modo que sean oídas y conduzcan a un cambio positivo de la situación. En esta sección examinaremos varios aspectos acerca de criticar acciones desfavorables, y discutiremos cómo hacerlo efectivamente.
¿Qué es criticar acciones desfavorables?
Como usuario de la Caja de Herramientas, es posible que hayas tenido tus propias experiencias con acciones desfavorables. Es difícil comprometerse con cualquier tipo de apoyo sin encontrar obstáculos a tu trabajo, y decisiones desafortunadas tomadas por personas bien intencionadas o no tan bien intencionadas. Esas personas podrían ser representantes públicos, propietarios de negocios, administradores de colegios, personal de organizaciones comunitarias – un amplio rango de posibilidades. Quienesquiera que sean, han hecho algo que podría dañar tus esfuerzos de apoyo, afectar negativamente el interés público o dañar la población objetivo o la meta de la que te estás ocupando.
Criticar una acción desfavorable es protestar – normalmente públicamente – una acción que crees poco aconsejable, injusta, inefectiva u opuesta a los intereses públicos. Ambas, tu crítica y las acciones que vas a criticar, pueden adoptar formas variadas.
Algunos modos en los que se puede criticar acciones desfavorables son:
- Llevar tu crítica directamente a los responsables – políticos, presidentes, etc. Si hay una oportunidad de cambiar la situación trabajando entre bastidores (de manera privada) - i.e., no implicando a nadie además de a ti mismo y a la parte que inició la acción desfavorable- con frecuencia merece la pena sacar provecho de esto. Se elimina el sentimiento de vergüenza y la necesidad de tener que salvar las apariencias a la otra parte por no alertar al público o a cualquier otro de la crítica, y quizás se aumente la oportunidad de que tu observación sea tomada en cuenta.
- Dirígela a los legisladores, tribunales, u otros organismos de control o reguladores (véase las Secciones 4 y 5 de este capítulo, Presentar una queja, y Buscar la aplicación de leyes o políticas existentes). Cuando las leyes o reglamentos se rompen o se les hace caso omiso, o cuando has intentado hacerlo de manera privada (no haciéndolo de conocimiento público) y no ha funcionado, apelar a un organismo de control o regulador - o, a veces, incluso la amenaza de hacerlo así- puede servir a tu objetivo.
- Informar al público a través de los medios de comunicación, panfletos y pósters, y de otras formas, para asegurarse de que todo el mundo en la comunidad sepa lo que está pasando. Tu objetivo aquí debe ser movilizar a la opinión pública y política, para prevenir a la comunidad de la amenaza, para poner en un aprieto a las personas o entidad responsable de la acción, para sacar a la luz un aspecto ilegal o poco ético de la situación o una combinación de ambas.
- Celebrar encuentros públicos para discutir la situación, y proveer información a la comunidad.
- Organizar manifestaciones públicas para llamar la atención hacia las acciones desfavorables y poner en un aprieto a los autores de la acción.
- Combinar dos o más de estos métodos.
Algunas formas que una acción desfavorable puede adoptar:
- Una acción tiene la intención de resolver un problema particular o condición que puede estar bien intencionada pero mal concebida. El Consejo de Planificación en la situación de Parkersfield, por ejemplo, cree que lo que está haciendo coincide con los mejores intereses de la ciudad.
- Probablemente la mayoría de las acciones desfavorables son alguna variación de este tipo. La mayoría de las veces, los políticos, representantes, u otros que ponen una acción en marcha realmente quieren abordar un tema o solucionar un problema. Sin embargo, pueden desconocer qué hacer o cómo hacerlo, lo que saben es que necesita hacerse. O, por razones políticas, económicas o de dificultad, pueden no estar dispuestos o no ser capaces de hacer lo que necesita hacerse. Por ejemplo, la solución “obvia” – si encarcelamos a un drogadicto, no tendremos más problemas de drogas- no es, con demasiada frecuencia, una solución definitiva; iría sólo dirigida a los síntomas, más que a la causa del problema. Quienes promulgan tales no-soluciones no son malas personas que están tratando de causar problemas: simplemente no tienen el conocimiento, o los antecedentes, o la perspectiva que les permitiría ver la situación más claramente y tomar mejores decisiones.
- Alguna entidad, pública o privada, puede anteponer sus propios intereses al bien de la comunidad. Un representante elegido crea una ley para beneficiar a sus donantes, una fábrica de periódicos decide verter sus aguas residuales tóxicas en el río, una institución discrimina a un grupo particular. Estos son ejemplos que claman a la crítica pública.
- Una opinión pública no informada puede forzar o apoyar acciones que perjudican una causa particular o población objetivo. Durante el debate nacional sobre la reforma de la asistencia social, en EEUU en la década de los 90, por ejemplo, la mayoría del gran público pensó que la asistencia social y otros programas de ayuda social corrían mayoritariamente por cuenta de los fondos federales, cuando, de hecho, costeaban menos del 2%. La ignorancia pública sobre este tema hizo que algunos hicieran demandas a la legislación para que se dejara de “gastar de más” en asistencia social.
- Una acción que toma el camino de la mínima resistencia, o que realmente no es del todo una acción, puede ser indicativo de que se está ocultando un problema. Con frecuencia, el nombramiento –por un gobierno oficial o un cuerpo de gobierno- de una comisión para “estudiar el tema” es justo este tipo de acción. La comisión puede llevarse un año o más para hacer este trabajo y un informe, que luego, en muchos casos es ignorado. El nombramiento de la comisión puede verse como “haciendo algo”, mientras que el resultado es el mismo que no prestar al asunto ningún tipo de atención.
- Una acción puede ser una expresión no pensada de prejuicio o una visión etnocéntrica del mundo. La propuesta de un referéndum que limita los derechos de los gays y lesbianas, la elección de una caricatura de un indio Americano como mascota de un equipo de fútbol de instituto, o planificar el “Almuerzo de Hermandad” durante el Ramadán (el mes de ayuno para el Islam) son ejemplos de este tipo de acciones.
Este tipo de acciones – y el hecho de que las encuentres desfavorables – puede derivar de profundas diferencias filosóficas. Muchos de quienes apoyan la limitación de derechos a los gays, por ejemplo, creen que está justificado hacerlo basados a la religión. Muchos otros temas controvertidos – aborto, gasto militar, el rol de la religión en la vida pública- están enraizados en tales diferencias filosóficas, la mayoría de las cuales tienen un componente emocional que las hace difíciles de resolver.
Es importante reconocer cuándo una acción desfavorable se basa en la religión, en la moral, y/o en aspectos filosóficos, y preparar tu crítica de acuerdo a esto. Es improbable que tenga mucho efecto si se critica creencias fuertemente sostenidas. Si es posible, el mejor circuito puede ser argumentar que hay religiones o principios morales de tu lado que representan posiciones más poderosas. (Por ejemplo, la inviolabilidad de la vida humana es generalmente considerada un principio moral y religioso más importante que la inviolabilidad de los bienes -o propiedades.)
¿Por qué criticar acciones desfavorables?
El punto esencial de la crítica es parar o cambiar la acción que es desfavorable. Al servicio de esta meta principal hay un número de razones más específicas – varias de las cuales pueden existir en un caso particular- para criticar una acción desfavorable:
Para informar de la acción y sus consecuencias a los responsables de la misma, a quienes la han supervisado, o al público en general (o a los tres).
La crítica de una acción es inútil si no nos damos cuenta de lo que está ocurriendo, o cuáles son sus efectos.
Cuestionar las suposiciones ocultas tras la acción.
¿Se beneficia a un individuo o grupo en detrimento de otros? ¿Hay conflicto de intereses implicados? ¿Cuáles eran las razones que había tras la elección de este curso particular de acción? Las respuestas a preguntas como éstas con frecuencia pueden demostrar las razones reales que hay tras una acción que no es del interés del gran público o que no asume algún aspecto importante de la situación que se tiene en cuenta.
Para corregir información incompleta o falsa.
Esa información puede ser sobre ti o tu caso, o puede simplemente ser información errónea sobre el tema. En cada caso, esta puede ser una razón de que dicha información fue asumida y, por lo tanto, se necesita corregirla o cambiarla si se quiere cambiar o detener lo que está pasando.
Para clarificar lo incorrecto de la acción.
"Lo incorrecto" puede deberse a muchos motivos
Algunos de los más probables incluyen:
- Se basa en premisas equivocadas. La situación ha sido malinterpretada, o las suposiciones de cómo deben corregirse o cambiar son inadecuadas.
- No funcionará bien. La investigación puede mostrar que este enfoque tiene poco o ningún efecto. O, desde la experiencia se puede saber que la acción en cuestión se dirige al problema de un modo equivocado- por ejemplo, una intervención que fue planificada sin considerar la naturaleza de la población objetivo o las consecuencias secundarias.
- Es demasiado costoso o no es rentable. Los costos pueden ser económicos, pero también deben medirse en riesgos físicos y de otro tipo, sufrimiento humano, dificultad logística, carencia de consideración hacia trastornos en la vida de las personas, etc.
- Puede ser claramente de y/o en beneficio propio, o beneficiar a quienes la asumen, con frecuencia a expensas de otros. Una política utiliza sus influencias para encargarse de que una indemnización contractual estatal se otorgue a una empresa dirigida por su esposo. Este sería un ejemplo particularmente descarado.
- Puede dañar activamente a otros – físicamente, económicamente, políticamente o de cualquier otro modo. Por ejemplo, la actividad de una industria que causa peligro para la salud, o una planificación que intencionadamente priva de derecho al voto a un grupo particular, podrían ser objeto de críticas.
- Puede ser poco ético o simplemente ilegal. Usted puede haber cumplido hasta el final un acuerdo por el que tu entidad ha hecho o no algo pero que, sin embargo, otra entidad no lo mantendría. O una entidad puede violar la ley a sabiendas, con la esperanza de que no la descubran.
Para expresar claramente y defender lo que debería hacerse en su lugar.
Criticar una acción como desfavorable implica que hay una forma de actuar más favorable. Es tu responsabilidad no solo criticar, sino explicar las alternativas y por qué son preferibles a lo que ocurre ahora y respaldar la otra opción.
Para obtener apoyo.
Tu crítica puede tener, o no, efectos inmediatos sobre la situación, pero puede servir para obtener apoyo contra la acción actual, para una alternativa o para tu iniciativa, para la población objetivo o contra quienes, aún sabiéndolo, han ejecutado una acción que es dañina, poco ética o ilegal.
¿Quién debería criticar acciones desfavorables?
En general, la crítica es más probable que sea creída y aceptada si procede de una fuente creíble que es percibida como comprensible y objetiva. Walter Cronkite, el director de los presentadores de los servicios informativos de la televisión estadounidense durante los 60 y 70, era conocido como el hombre en el que más se podía confiar de los EEUU, debido a esto nadie podía imaginarle siendo parcial o mintiendo. Una vez el tío Walter (como era conocido) dijo que parecía que Nixon había tramado el encubrimiento del Watergate, la culpabilidad del presidente llegó a ser creíble para buena parte del público. Eso es credibilidad, y es el tipo de credibilidad que es más valorada cuando se desea la crítica.
Desafortunadamente, probablemente no se tenga un Walter Cronkite al cual acudir. Sin embargo se puede convocar a gente que tenga experiencia en el tema y además tenga fama de ser personas íntegras. Pueden ser miembros de la población objetivo, quienes trabajan con la población objetivo y el problema (por ejemplo, profesionales médicos), políticos y representantes públicos, expertos e investigadores en el campo o simples ciudadanos conocidos y respetados por su honradez y justicia – o, mejor todavía, tener varias o todas las características mencionadas. Quienes sean, pueden ser eficaces en transmitir la crítica de una acción que va en contra de la meta hacia la que se dirigen tus esfuerzos.
Las organizaciones de vigilancia o supervisoras y los activistas pueden ser críticos creíbles si, por lo general, son considerados veraces y justos. Si se sabe que tienen intereses políticos o ideológicos, la gente tiende a considerar sus declaraciones muy dudosas. Si está haciendo su crítica, asegúrese de conocer cuál es tu reputación, y si hay probabilidades de que alguien te escuche. Si no es así, encuentre a alguien que sea la voz pública de tu esfuerzo en esta situación.
La persona que podría ser tu portavoz más efectivo depende tanto de la situación como a quién se está intentando alcanzar. La mayoría de la gente es escéptica a la crítica procedente de personas que saben que tienen una posición diferente a la suya. Además, la mayoría de la gente asume, probablemente con razón, que quienes siguen una determinada ideología o filosofía política de forma fanática (véase el cuadro de abajo) con frecuencia engañan o mienten a favor de lo que quieren ver. Es difícil saber cuándo son veraces, y cuándo simplemente están intentando apoyar la posición que ellos han elegido.
La gente responde mejor a quienes consideran semejantes a ellos mismos, a quienes no se les conoce por ser de un bando particular y a quienes son creíbles o tienen aire de credibilidad. Entre quienes se consideran críticos creíbles están los que tienen alguna razón para apoyar la acción que está siendo criticada (por esto los anuncios anti-tabaco destacaron al primer Hombre Marlboro, que murió por cáncer de pulmón inducido por el tabaco). Personas admiradas - astronautas, figuras del deporte, y otras celebridades – también suelen ser creíbles. Si Michael Jordan lo hubiera elegido, probablemente podría haber promovido conciencia ambiental o información sobre el SIDA del mismo modo que vendió Nike Air Jordans.
¿Cuándo se debería criticar acciones desfavorables?
La crítica de una acción desfavorable en sí tiene cuatro elementos: el momento adecuado (cuándo criticar); la magnitud (cuán severamente criticar, y si se hace públicamente y de manera notoria); el contenido (qué decir); y el tono (cómo enmarcar la crítica- desde una postura donde "la oposición es la personificación de la maldad" o una donde "estamos justo en el mismo lugar de partida y nos gustaría sugerir algunos pequeños cambios.”). Esta parte de la sección trata sobre el momento adecuado. Los otros tres elementos se tratan más abajo en “¿Cómo criticar una acción desfavorable?". Aunque hemos elegido no estructurar la sección en torno a estos cuatro elementos básicos, pueden proporcionar un modo adecuado de cómo abordar el tema a algunos usuarios de la Caja de Herramientas.
Algunas directrices para hacer tu crítica en el momento adecuado:
El mejor momento para criticar una acción desfavorable es antes de que tenga lugar. La prevención, como dice el proverbio, es la mejor cura. Así, llamar la atención hacia el daño potencial de una acción que va a llevarse a cabo es, con frecuencia, la mejor manera de pararla. Prestar una cuidadosa atención a las discusiones y comportamientos de los políticos, a cualquier oponente de la comunidad y a quienes sean capaces de ejecutar una acción desfavorable puede ayudarte a anticiparte y a reaccionar contra posibles decisiones malas.
Desafortunadamente, incluso con vigilancia, la crítica preventiva no siempre es posible- con frecuencia no se sabe de una decisión, para poder actuar contra ella, hasta que ha sido puesta en marcha. Lo que es más, la crítica preventiva no siempre funciona: la acción puede ser puesta en marcha de cualquier manera.
Tanto si se puede anticipar una acción desfavorable como si no, la velocidad al responder es importante. Si no puede evitar que algo ocurra, todavía puedes protestar tan pronto como ocurra. Si esperas demasiado, la acción será considerada por la mayoría de la gente como parte del entorno. Es mucho más difícil cambiar algo que está en marcha que algo que apenas ha comenzado y no ha tenido tiempo de afianzarse en la conciencia de la comunidad.
Proteste inmediatamente cuando una maniobra desfavorable, hasta el momento oculta, sale a luz. Si una acción es ilegal, es poco ética, o probablemente enfade a una gran cantidad de personas, es frecuente que quienes la ejecutan la mantengan en el ámbito privado. Cuando la información aparece, la respuesta apropiada debería ser inmediata y notoria.
Una vez que la gente se dio cuenta de que oficialmente la policía estaba ocupada en muchos aspectos de perfiles raciales - i.e., detenciones, y con frecuencia acoso, de miembros de grupos particulares bajo “sospecha”, especialmente Afro-Americanos – muchas organizaciones levantaron protestas, los medios de comunicación bombardearon la historia, y la práctica fue declarada anticonstitucional.
Haga oír tu voz cuando las pruebas – o nuevas pruebas - de la naturaleza desfavorable de una acción se vuelven disponibles. Como defensor, se puede haber intentado detener la acción desde el primer momento, o puedes no haber visto el problema que conllevaba. Si hay nueva información que hace evidente la naturaleza desafortunada de la acción, usa esa información para protestar.
La crítica inmediata es necesaria cuando el tiempo es un factor primordial, y el daño será resultado de que la acción no tenga oposición. Si hay probabilidad de que la acción dañe a la comunidad o una población particular- el vertido de basura industrial, la eliminación de un programa de nutrición infantil –este hecho tiene que ser enfrentado antes de la que situación llegue a ser más seria.
Proteste en cada oportunidad hasta que la situación cambie. Tu crítica, una vez lanzada, debería continuar tanto tiempo como sea necesario para cambiar lo que necesite cambiarse: esto es en lo que consiste el defender o apoyar una posición.
Puede haber un punto más en el cual la crítica a la acción desfavorable sea menos prometedora. Una decisión del Tribunal Supremo Estadounidense o una ley que institucionaliza lo que usted protesta pueden hacer que la resistencia no tenga sentido. Puedes seguir criticando y trabajar para el cambio, pero las posibilidades de que éste ocurra dependen en gran parte del clima social y político.
¿Cómo criticar acciones desfavorables?
Haga su investigación antes de tiempo. A no ser que la acción desfavorable sea la que provoca tu esfuerzo, usted, como defensor, debería estar al corriente de cualquier información relacionada con tu tema y con la situación de tu comunidad. Esto quiere decir:
- Conozca las leyes y políticas relacionadas con el tema y con la acción que se está criticando. La acción puede estar regulada, ir contra prácticas precedentes o aceptadas, o puede ser ilegal. Si se ha llevado a cabo la investigación, usted lo sabrá.
- Conozca los antecedentes de la situación. Se querrá saber la historia del tema en general y de esta situación en particular. Esto incluye lo que precede a la acción y quién toma la decisión de ponerla en marcha.
- Conozca la investigación sobre el tema, de modo que tu crítica esté fundamentada y pueda ofrecer alternativas razonables.
- Conozca a la comunidad. ¿Quiénes son tus aliados? ¿Quiénes son tus oponentes? ¿Cuál es la opinión de la mayoría en esta situación? ¿A qué es probable que responda la comunidad?
Haga su crítica clara y específica. No le dé a tus oponentes la oportunidad de encontrarle defectos a todos tus argumentos de modo que acaben con ellos. Apunta exactamente al lugar donde se encuentran los problemas y al por qué, considere lo que se necesita cambiar como resultado, y señale el resultado potencial si el cambio no se lleva a cabo.
Formule tu crítica en un idioma que la audiencia pueda entender. Esto puede significar un español sencillo, simple, o usar otros idiomas en lugar de, o además del español; depende de las personas a las cuales se está intentando llegar.
Fundamente sus argumentos. Puede que no siempre sea capaz de demostrar, de modo indiscutible, que usted tiene razón pero, cuando pueda, debería intentar hacerlo. Cuando no sea posible, hay otros tipos de declaraciones y argumentos que puede usar.
- Cuando los hechos o pruebas sólidas están disponibles - los detalles de ejecuciones pasadas, promesas hechas públicamente, fotografías o vídeos de prácticas ilegales o cualquier otro tipo de práctica inaceptable – encuéntrelas y preséntelas.
- A veces, no hay hechos indiscutibles. La adecuación de la acción puede ser una cuestión de filosofías u opiniones contrapuestas, o puede tener la experiencia y la teoría que la avale, de modo que muestre que tiene razón, pero carecer de “pruebas”. En estas situaciones, se puede usar la opinión de un experto, un testimonio de primera mano de los afectados por la acción, y/o contundentes declaraciones anecdóticas para sostener su crítica.
Declaraciones anecdóticas - historias de casos individuales que ilustran un punto particular sobre una cuestión – realmente, por lo general, no son del todo evidencia. Las anécdotas son sólo lo que parecen: historias de casos individuales. No necesariamente demuestran una verdad universal. El hecho de que la mujer de abajo del bloque mienta sobre el subsidio social no significa que todos los destinatarios de subsidio social lo hagan. Sólo porque un hospital ampute la pierna incorrecta a un paciente, no conlleva que los hospitales en general no tengan procedimientos de seguridad para impedir que esto pase.
Pese a todo, el hecho de que declaraciones anecdóticas no prueban nada no disminuye su poder. Muchas personas -quizás una mayoría- las encuentra más convincentes que otras pruebas más sustanciales, y citar anécdotas puede ser útil en tu crítica.
No obstante, las declaraciones anecdóticas contundentes pueden ser otra historia. Si decenas de miles de personas continúan con historias sobre piernas amputadas o trasplantes de riñón del órgano incorrecto, entonces los procedimientos del hospital, en general, pueden y deben ser puestos en duda. Si cientos de familias en la ciudad llegan a quedarse sin hogar a raíz de la reforma al subsidio social, es una buena posibilidad de que el sistema es imperfecto.
Si vas a usar declaraciones anecdóticas, es preferible que sean contundentes. Mientras muchas personas pueden ser convencidas mediante anécdotas, los políticos raramente son convencidos a no ser que haya hechos innegables en los que apoyarse, o a menos que las declaraciones anecdóticas sean lo bastante fuertes para demostrarse por sí mismas.
- Donde sea apropiado, apele a valores comunes: equidad, justicia, decencia, responsabilidad social, la Regla de Oro. Si la acción debilita servicios necesarios, amenaza la salud o seguridad de un segmento particular de la población, fuerza a los más necesitados a soportar la carga económica u otros problemas, entra en conflicto con intereses públicos, o si es el caso, es contraria a los valores comunes, entonces esos valores deberían ser utilizados como parte de la crítica.
La cuestión de la equidad puede ser un problema al significar cosas diferentes según las personas. Los políticos conservadores a menudo califican de "injusto" que la sociedad deba contribuir a apoyar a quienes están en la pobreza. Muchos otros argumentan que "lo justo" no significa que cada uno consiga exactamente lo mismo, sino que cada uno consiga lo que necesita. Así, no es injusto que en EEUU los programas financiados con fondos públicos paguen por la calefacción en invierno. Más bien, lo injusto debería ser que cualquiera, en el país más rico en la historia de la humanidad, esté en peligro de morirse de frío porque es pobre.
- Apele a la lógica cuando pueda. Algunas veces una acción, simplemente, no tiene sentido. Si usted puede señalarlo, la mayoría de la gente responderá. Por ejemplo, cuando Ronald Reagan intentó convencer al público Americano de que los árboles eran el peor contaminante, fue fácil para los ecologistas señalar que, lógicamente, ese argumento era ilógico.
Aquí es importante conocer a la audiencia. La lógica de una persona puede ser lo más ilógico y absurdo para otra. Lo que puede parecer “sentido común” para algunos, para otros es apelar a la ignorancia. ¿Quién es tu audiencia? ¿Son cultos, religiosos, viven en la ciudad, son clase trabajadora, indígenas nativos, etc.? La cultura, el nivel educativo, las creencias religiosas, la inteligencia política, (que no quiere decir auto-interés) y muchos otros factores pueden tener un efecto sobre lo que ellos consideran lógico. Se tiene que conocer a quienes se van a dirigir tus argumentos lógicos para sacarle aprovecho a ello.
- Presente alternativas claras, comprensibles y viables. Tu crítica adquiere gran legitimidad si se puede presentar propuestas para señalar lo que está mal de la acción bajo discusión. Si esto implica, simplemente, volver a la situación existente, lo que de algún modo altera la actual acción, o adoptar una acción completamente nueva, se debería estar preparado con un plan lógicamente sólido.
Si se puede mostrar que tu alternativa es similar, pero mejor que la de tu oposición, tu posición será más fuerte. Si se puede mostrar que tu solución es más efectiva, menos costosa, aborda la causa en lugar del síntoma, o llega a más gente (o a todos), hará difícil a la oposición montar argumentos sólidos contra de ella.
Ofrézcase a trabajar con los oponentes para cambiar la situación. Además de ofrecer alternativas, ofrezca ayuda. Podría ser que terminen siendo aliados, o al menos siendo capaces de trabajar juntos.
Asuma que tus oponentes lo son para siempre a menos que se tenga evidencia de lo contrario. Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las acciones se quedan cortas en relación con el deseo de mejorar los asuntos y ayudar a la gente. Por esta razón, no importa cuán problemática sea la acción en sí misma, normalmente tiene sentido seguir algunas directrices en tu crítica:
- Dele crédito a tus oponentes cuando lo merezcan. Si iniciaran el abordaje de la cuestión, si algo de lo que hacen es eficaz o potencialmente eficaz, si tienen algún punto positivo o ideas interesantes, no tenga miedo de decirlo. Disminuirá su capacidad de acusarle de no atender a razones, demostrará su integridad, y hará que estén menos a la defensiva y más dispuestos a hablar de la situación.
- Ataque a la acción más que al actor. Critique la acción y sus resultados potenciales, no a la gente que hace que suceda. Esto puede ayudarte a saber que tus oponentes estaban intentando hacer algo bueno. Esto puede hacer más fácil para ellos retirarse si tus argumentos son convincentes.
- Razone contra los argumentos, no contra las personas. Si la acción se basa en una opinión, en la filosofía, en conocimientos inadecuados, etc., critique eso, más que los motivos o carácter de los responsables. En esencia, es como decir, “Esta gente trataba de hacer un trabajo bueno aquí, pero carecieron de la información correcta" y, desde luego bastante diferente a decir, “Esta gente odia a las personas pobres”.
- No difame o satanice a tus oponentes. Cuanto más desagradable usted sea, peor se pensará de usted. Además, en una comunidad, se puede tener que trabajar con ellos otra vez. Pueden llegar a ser tus aliados en otro proyecto. Pueden incluso ser tus aliados en este esfuerzo una vez los convenza de que su acción estaba mal dirigida. No hay que ahuyentarlos al acusarlos de ser malos o cobardes.
La horrible verdad es que, en política, aunque tanto políticos como público dicen que están contra los ataques personales, a menudo éstos funcionan. Estadísticamente, por lo general, los políticos que difunden ataques se benefician de ellos. Mientras, quienes se toman un alto en el camino son considerados débiles o poco convincentes - o, peor, sin trapos sucios con los que manchar a sus opositores. Sin embargo, en cuestiones comunitarias, es generalmente una mala idea crearse enemigos permanentes y ser considerados difamadores. Tendrá que vivir con la gente a la que ataca y con su reputación mucho después de tu esfuerzo de apoyo, o de que tu crítica a una acción particular haya terminado.
La excepción aquí es cuando la acción ha sido tomada para beneficiar a un grupo particular a expensas del bien público y/o de dañar a otros. Por ejemplo, las leyes que favorecen a los patrocinadores que financian a los legisladores, independientemente de sus consecuencias económicas, o políticas que están hechas para que los más necesitados no tengan acceso al poder, a surgir, no son acciones tomadas con buena voluntad para solucionar un problema comunitario o abordar una cuestión. Son egoístas, poco éticas, a menudo las acciones ilegales son realizadas para el avance o la conveniencia de los responsables, sin considerar su efecto sobre otros o sobre la comunidad como un todo. Los responsables deberían ser atacados directamente y ser considerados responsables. En estos casos, que ser un vigilante y defensor es no sólo apropiado, sino necesario.
Entonces, ¿qué se quiere decir esto? ¿Es acaso apropiado intentar ridiculizar al oponente y hacerle parecer como un tonto? ¿Es adecuado tratarse con insultos y llamarse por sobrenombres (algo como “reaccionario” o “repugnante u odioso")? ¿Deberías acudir a un encuentro público y acusar a un funcionario de haber mentido o de comportamientos poco éticos o ilegales? ¿Deberías incluso formar protestar o hacer huelgas en las casas del Comité de Planificación de Parkersfield? La respuesta a todas estas preguntas es que todo depende de las circunstancias, pero hay momentos en los que éstas y otras tácticas agresivas pueden ser la forma adecuada de proceder.
Use los medios de comunicación y cualquier otro canal que sea necesario para emitir tu crítica a quienes necesiten oírla. Como siempre, tu mensaje no es muy útil si no llega a la audiencia. Dependiendo de quién sea tu audiencia y de tus recursos, debes intentar cualquier cosa, desde una campaña completa en los medios de comunicación hasta colgar pósters en postes de teléfonos y en lavanderías automáticas.
Se puede necesitar usar otro idioma en una cadena de radio de ese lenguaje, o convencer al sacerdote de St. Stanislaus para transmitir tu mensaje en polaco a su congregación. El acceso local al canal de cable puede ser un modo de llegar a la mayoría de la comunidad fácilmente, o puedes tener que usar varias vías para llegar a todo el mundo que necesita escuchar. En algunas comunidades (una universidad, por ejemplo) un sitio web o una lista de correos electrónicos sería ideal; en otros, esto sería inútil. Puede haber situaciones en las que el boca a boca es el único camino fiable de difundir la información. Usted conoce a su audiencia, planifique de acuerdo a ella.
Hacerse público o conocido no siempre significa dirigirse a todo el público. Se puede no necesitar un ataque frontal completo a través del cual hacer llegar tu mensaje. Si los folletos cumplen esta función, entonces esto es lo que se debería usar. Si una radio o cadena televisiva llega a la audiencia que deseas, empléala. No se tiene que comenzar una guerra para lograr algo que se podría lograr fácilmente simplemente mostrando tus armas.
Persevere tanto tiempo como sea necesario. Se puede ser capaz de posponer, cancelar o cambiar la acción casi inmediatamente... pero es más probable que no lo sea. Puede tener que continuar la crítica durante algún tiempo antes de que consiga resultados. De hecho, puede no conseguir resultados del todo sobre esta acción particular, pero esto no debería acabar con la crítica o el apoyo. El clima político y la opinión pública cambia, pero no de la noche a la mañana. Los cambios tienen lugar debido a que el apoyo se mantiene, mes tras mes, año tras año. Usted podría tener que hacer lo mismo.
En resumen
Criticar acciones que ponen en peligro o van en contra de tu esfuerzo es una parte importante de tu rol como defensor. Mientras la mayoría de tales acciones son bien intencionadas, si son mal dirigidas, también puedes ser llamado a reaccionar ante las acciones que son egoístas, poco éticas, dañinas para la ayuda social y/o ilegal.
El último propósito de cualquier crítica a una acción es revocarla o cambiarla, de modo que sirva para resolver el problema o cuestión activamente, o dejar de hacer daño. En busca de este objetivo, se debe intentar informar al público de la situación, cuestionar las suposiciones ocultas tras la acción, corregir la información falsa, identificar lo que no funciona de la acción, sugerir alternativas y/o conseguir apoyo para tu posición.
El mejor crítico de una acción desfavorable es aquél que es percibido como comprensible y fidedigno. A esto también ayuda si se le considera semejante a la población objetivo. Si conoce a la audiencia objetivo indirectamente (celebridades, figuras públicas) o directamente (líderes comunitarios), esto con frecuencia también es un plus. La elección del portavoz para transmitir la crítica puede ser, por lo tanto, una decisión estratégica crucial.
Cuando se pueda anticipar una acción desfavorable, el mejor momento para criticarla es antes de que ocurra. Si puede córtala de raíz, habrá hecho más que su trabajo como defensor de la acción. Si no se puede anticipar, debería comenzar la crítica inmediatamente con lo que se sabe de la situación. Cuanto menos tiempo pase entre el inicio o revelación de una acción y tu protesta, más probable es que la gente te escuche. Por consiguiente, también es importante hacer oír tu voz inmediatamente cuando una acción ocultada llega a conocerse, cuando nuevas pruebas sobre los resultados negativos de una acción particular salen a la luz, o cuando se hace evidente que una acción debe detenerse para prevenir un daño. Si no se tiene éxito inmediatamente, entonces tu crítica debería continuar tanto tiempo como la acción desfavorable continúe siendo un problema.
Para criticar una acción desfavorable eficazmente, se debería:
- Investigar sobre todos los aspectos de la situación.
- Ser claro y específico en tu crítica.
- Apoyar tus argumentos con hechos, expertos y testimonios de primera mano, apelar a valores comunes y a la lógica.
- Presentar alternativas bien pensadas.
- Ofrecerse a trabajar con los oponentes para cambiar la situación.
- Asumir la buena voluntad de parte de tus oponentes si no tienes ninguna razón específica para pensar de otro modo, y criticar la acción y su exposición razonada en vez de a la gente.
- Usar los medios de comunicación y otros medios públicos para expandir tu crítica a tu audiencia.
- Mantenerse en ello tanto tiempo como sea necesario- indefinidamente, si es necesario.
Recursos en línea
Bolder Advocacy has information on both praising and criticizing elected officials on their actions with regard to advocacy.
Constructing Criticism is an article from CBS News that provides five ways to get your point heard.
Dealing with Criticism, written by Gregg Walker of the Department of Speech Communication at Oregon State University, has two lists of guidelines: one for the critic, and one for the individual being criticized.
Effective Criticism Made Easy: Basic Rules for Delivering Negative Feedback to Others by Robert A. Baron.
How do you offer criticism and live to tell about it?, by Bob Rosner, the "Working Wounded" columnist.
How to Give Positive Criticism is an article that appeared in TIME magazine in May 2013, and it gives five tips for effectively giving and receiving criticism.
Public Criticism: Environmental Concerns. A case study of an environmental engineering situation from the National Institute for Engineering Ethics.
12 Ways to Criticize Effectively is an article written by Power to Change.
Recurso impreso
Meredith, C., & Dunham, M. (1999). Real Clout. Boston: The Access Project.