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Sección 10. Reglas generales para organizar abogacía legislativa

  • ¿Qué es la abogacía legislativa?     

  • ¿Por qué debería usted involucrarse con la abogacía legislativa?

  • ¿Cuándo debería usted involucrarse con la abogacía legislativa?

  • Cómo organizarse para la abogacía legislativa

  • Cómo abordar a legisladores y otros hacedores de políticas

¿Cuántas veces  ha visto usted en la portada de los periódicos la foto de algún político posando junto a algunas personas de la localidad dándose el crédito por haber salvado un bosque, o por haber presentado un proyecto de ley que da acceso a personas discapacitadas a un espacio público o haber destinado fondos del presupuesto estatal o federal a un grupo de constituyentes necesitados? Existe una gran posibilidad de que sea lo que sea que esas personas están celebrando, ello es el resultado de mucho trabajo de un grupo bien organizado que se ha involucrado en la abogacía legislativa. También es probable que ese grupo no hubiese logrado lo que logró si no hubiera estado bien organizado y no hubiera sido capaz de movilizarse cuando era necesario.

La organización es la clave para cualquier tipo de operación, pero es especialmente importante en el trabajo de abogacía. Un grupo de abogacía tiene que ser un grupo, con metas comunes y un propósito común, y tiene que tener formas confiables de decidir una acción, comunicar esa decisión a todos los involucrados y llevar adelante lo decidido de una forma sistemática y efectiva. Sin organización, un grupo de abogacía puede no ser más que algunos individuos que están de acuerdo en algún tema y tratan de reaccionar frente a amenazas a sus creencias. Con organización, ese grupo puede ser focalizado, unido, proactivo y efectivo – un grupo a ser tenido en cuenta.

Otras secciones de este capítulo hablan acerca de cómo conducir la abogacía y en particular las actividades de la misma. Esta sección trata específicamente acerca de la construcción de una organización  que ayude a su causa o iniciativa a obtener apoyo de parte de funcionarios electos. En esta sección usted encontrará información acerca de:

  • Qué es la abogacía legislativa
  • Por qué y cuando usted debería involucrarse con ella
  • Cómo organizarse para hacerlo
  • Cómo abordar a los hacedores de políticas
  • Una explicación sobre quiénes son los hacedores de políticas y de cómo trabajan realmente (siguiendo la sección propiamente dicha)

¿Qué es la abogacía legislativa?

En palabras simples, la abogacía legislativa es trabajar con legisladores de manera individual y con grupos de legisladores para obtener apoyo ya sea para su causa o iniciativa, para las necesidades de un sector específico de la población, para una organización o grupo de organizaciones, o para servicios específicos. El apoyo de los legisladores puede tomar diferentes formas:

  • Una ley con fondos especiales destinados a la misma. Usted puede querer abogar junto a legisladores estatales o federales, para que patrocinen una ley que, si es aprobada,  proveerá fondos para trabajar en su causa o beneficiará a su público objetivo. La mayor parte de la investigación sobre el SIDA patrocinada por el gobierno, es el resultado de leyes de presupuesto que han sido aprobadas por causa del trabajo de intercesores  y otros activistas.
  • Una ley con palabras (párrafos) que apoyen una filosofía particular o ayuden a legitimar tu causa. Una ley de este tipo puede reafirmar la responsabilidad del gobierno en el tratamiento de un problema particular o un servicio particular. Aunque no haya dinero involucrado, que esas palabras de apoyo se transformen en ley hace más fácil conseguir financiamiento posterior y hace que la importancia del tema quede en claro para la comunidad en general.
  • Una ley con reglamentaciones que beneficien a su público objetivo o hagan avanzar su causa. Un programa de bienestar social con una reforma que incluya educación y entrenamiento para los beneficiarios, seguro médico que continúe por cierto período luego de que las personas salen del paro y otros servicios de apoyo, es probable que funcione mejor a largo plazo para los beneficiarios, que uno que simplemente borra a la gente de los listados luego de un cierto período de tiempo.
  • Una ordenanza local que apoye su causa. Consejos municipales, Secretarías de Salud, Comisiones de Conservación y otros organismos locales pueden decretar regulaciones que promuevan agendas sobre salud, problemas sociales o problemas ambientales. En los últimos años, por ejemplo, muchas Secretarías  de Salud municipales han prohibido el fumar en restaurantes, como una forma para proteger a los no-fumadores de los efectos del humo de tabaco. En algunos casos, autoridades locales han desalojado de viviendas municipales a aquellas familias que toman parte en actividades racistas.
  • Abogar por un presupuesto.Tanto los gobiernos federales como los estatales y los municipales aprueban cada año presupuestos de gastos. Hay grupos que abogan  para que se destine en el presupuesto una mayor cantidad de dinero para su iniciativa; para hacer que los niveles de gasto propuestos sean aprobados por todo el cuerpo legislativo  y promulgados  por el ejecutivo; o para revertir cortes propuestos a los fondos  presupuestados.
  • Simple apoyo político, intelectual o moral. Esto puede significar el apoyo de legisladores tales como los miembros del Congreso  o senadores estatales, o bien el apoyo de otras personas poderosas que no hacen las leyes directamente pero son escuchadas por aquellos que las hacen. El gobernador de un estado, o el Presidente, por ejemplo, no puede hacer leyes, pero si enviar proyectos de las mismas o vetar otras, presionar a favor de políticas específicas o hacer las mismas a través de la forma en que las leyes son implementadas y hechas cumplir por su gabinete.
  • Vínculos con otros contactos. A través de sus propias redes, legisladores y otros funcionarios oficiales del gobierno pueden a menudo presentarlo ante otros legisladores o personas que pueden brindar una ayuda más directa que la que pueden brindar ellos mismos o pueden hacer uso del intercambio de favores para apoyar su iniciativa.

La abogacía legislativa  puede significar desde el trabajo personal junto a un legislador o un ayudante del mismo para escribir una ley,  hasta la movilización de centenares o miles de partidarios para bombardear  una legislatura con llamadas telefónicas acerca de un asunto. Incluye educar sobre el tema a legisladores, partidarios y  al público en general; trabajar con los medios; una búsqueda continua de  aliados; una persistencia a través de largos períodos de tiempo.

¿Por qué debería usted involucrarse con la abogacía legislativa?

Abogar por aquello en lo que cree, resulta natural para muchas personas. Pero hay un montón de buenas razones particulares para la abogacía legislativa.

  • A menudo la acción legislativa – hacer que algo se transforme en ley o la apropiación de  fondos públicos- es la forma más efectiva de fortalecer una causa o hacer los adelantos que usted desea.
  • A veces, la acción legislativa es la única forma de lograr sus metas. La asignación de fondos públicos por ejemplo, solo puede ser hecha por los cuerpos legislativos, por lo menos al más alto nivel. (Una financiación puede provenir de una agencia estatal o local, pero la financiación para esa agencia viene del presupuesto estatal, del condado o del municipal. Hablaremos acerca de los presupuestos estatales más adelante en esta sección). Si usted quiere asegurarse de conseguir fondos públicos, la mejor manera es a través del presupuesto federal, estatal, o del gobierno local.
  • La abogacía legislativa le da un enfoque a su tema. La abogacía, si se hace bien, fuerza a su grupo a definir claramente lo que necesita, y de comunicar claramente eso a otros. También hace necesario que todos hablen con una única voz y se mantengan unidos a un propósito común  para poder lograr lo que se han propuesto hacer.
  • La abogacía crea su propia publicidad positiva. Hablar a favor de un asunto, llevar adelante varios tipos de eventos públicos, y obtener cobertura de  los medios, todo suma para la concientización  y la comprensión pública de aquello por lo que usted aboga.
  • La abogacía legislativa  a menudo le hace ganar aliados valiosos. Trabajar y llegar a conocer legisladores y familiarizarlos con sus preocupaciones puede transformarlos a ellos también en defensores de su causa, y hará aumentar las posibilidades  de que  escuchen otros temas que a usted y a sus partidarios le interesan. Establecer relaciones personales con legisladores le otorga credibilidad con otros legisladores y con toda la comunidad.

Además de los legisladores, usted puede encontrarse con otras compañías  poderosas. Dependiendo de cuál sea su tema, usted puede encontrarse alternando con líderes empresarios y corporativos, funcionarios de organizaciones nacionales, celebridades y otros, que pueden ser aliados importantes.

¿Cuándo involucrarse con la abogacía legislativa?

Los agentes de bienes raíces dicen a menudo que los tres factores más importantes al vender una casa son el lugar, el lugar, y el lugar. De la misma forma los tres factores mas importantes al conducir una abogacía legislativa efectiva son el momento oportuno, el momento oportuno y el momento oportuno. Las memorias legislativas pueden ser cortas y la importantísima cuestión de hoy puede ser mañana un asunto que no interese. A pesar de que los buenos intercesores se mantienen en firme todo el tiempo, decidir cuando hacer una movida fuerte puede ser crucial para el éxito. Momentos en los que los esfuerzos en este sentido pueden ser particularmente importantes incluyen:

  • El momento en el que los legisladores están por decidir algo crucial para su iniciativa. Si alguien ha presentado o está a punto de presentar un proyecto de ley que es particularmente favorable o desfavorable  para su causa o su población objetivo o si alguien ha propuesto un aumento o un corte en la financiación  que le afectarán, es definitivamente el momento de hacer algo.
  • Justo antes de y durante la discusión del presupuesto. Si usted tiene preocupaciones acerca de su financiamiento el momento de hacerlas conocer es cuando los legisladores están trabajando en el presupuesto para próximo año fiscal. Al mismo tiempo, si están pensando en hacer recortes en el área que le concierne, usted deseará que su voz se oiga cuando estén deliberando.
  • Cuando su tema o su público objetivo estén siendo objeto de atención. El adagio “Golpee mientras  el hierro esté caliente” es de aplicación aquí. Si se ha publicado en ese momento un libro acerca del tema que le interesa, y el mismo está siendo leído y citado, es el momento perfecto para sumar la voz de su grupo de abogacía como siendo un “experto” en el asunto.  Si hay una súbita epidemia de lo que debería ser una enfermedad controlada, es la oportunidad perfecta para abogar por fondos para la vacunación de todos los niños o de un grupo particular de niños. Si hay un debate sobre seguros sociales, los abogados deben asegurarse  de que las voces de los beneficiarios sea escuchada y que los legisladores piensen acerca de los efectos reales de las políticas sugeridas.
  • Cuando se acerca el momento de votar un proyecto de ley crucial. En ese caso, usted puede tener que mover todos los hilos  para tratar de influenciar el voto de algunos pocos legisladores clave.
  • Cuando un proyecto de ley o presupuesto --o el veto a una ley o presupuesto- que hace daño a su causa acaba de ser aprobado, pero aún puede ser modificado o vetado o anulado. Ahora, cuando usted tiene que actuar rápida y decisivamente, es el momento en que pueden verse los resultados de  la organización. Si su grupo puede hacer que se produzca una inundación de llamadas telefónicas y visitas a los legisladores, todos con el mismo mensaje, es más probable que usted consiga lograr sus objetivos.
  • Cuando es importante hacer que los legisladores tomen conciencia de que su tema existe. Muchas áreas que ahora son discutidas y financiadas por los cuerpos legislativos –preservación del medio ambiente, educación para adultos analfabetos, servicios para los que no tienen techo- eran ignorados y a menudo no conocidos hasta que los esfuerzos de los intercesores los trajo a la atención de los legisladores.

Cómo organizarse para la abogacía legislativa

Nunca está de más decir que el tener una organización efectiva es crucial para una abogacía legislativa exitosa. Usted tiene que reunir a sus aliados, crear una estructura de coordinación, hacer sus deberes acerca del tema, definir su mensaje, establecer y mantener una red de comunicaciones, y cultivar las relaciones con los medios para poder usar todo lo que tenga cuando lo necesite. Finalmente, la abogacía legislativa demanda que usted tenga una visión a largo plazo y espere estar allí por un buen tiempo.

Lo que sigue son una serie de pasos organizativos que están generalmente en el orden en el que deberían llevarse a cabo. En algunos casos puede tener más sentido hacer varias cosas en el momento, y usted no siempre –de hecho casi nunca- termina de completar el primer paso cuando ya tiene que comenzar con el segundo o hasta el tercero. Nunca es demasiado tarde para sumar aliados, por ejemplo: nunca debe decirle a un individuo o a un grupo que no pueden ayudar porque usted ya ha dado ese paso. Pero tratar de juntar un grupo es la primera cosa que usted necesita hacer, crear una estructura la siguiente, etc.

Paso 1: Poner en orden sus aliados

Hay fortaleza en los números. Identificar a la gente que está de su lado y conseguir que se comprometan en un esfuerzo de abogacía son los primeros pasos hacia la construcción de una organización poderosa. ¿Quiénes son las personas que necesita incorporar?

  • Cualquier legislador que ya esté a favor de su posición. Acérquese a aquellos que han votado a favor de financiar o apoyar su tema en el pasado, o con quien usted haya tenido recientemente una conversación positiva. Los legisladores que tienen un interés personal  son aliados naturales.  Si usted está luchando para que los discapacitados tengan mayor acceso físico, por ejemplo, un legislador que esté él mismo en una silla de ruedas o que tenga a un miembro de su familia con discapacidad auditiva, es más probable que entienda de qué trata su tema y sea más solidario.
  • Beneficiarios actuales o potenciales de políticas o financiación  por la que usted lucha. Asegúrese de que todas estas personas se hayan registrado para votar si tienen 18 años o más.
  • Personas que trabajan en organizaciones que ofrecen servicios dirigidos a su tema o a su público objetivo. Además de ser solidarios, estas personas generalmente son las que saben más acerca del tema.
  • Expertos” reconocidos en  el tema. Académicos, ex-legisladores que hayan tratado el tema, beneficiarios de la política en cuestión que han cambiado sus vidas y proveedores de servicios  de larga trayectoria, son el tipo de voz creíble y autorizada que los legisladores escuchan a menudo.
  • Líderes comunitarios o empresariales solidarios y otros ciudadanos que comprenden el tema. Esto incluye a líderes de opinión comunitaria – empresarios, religiosos, jefes de organizaciones, columnistas de periódicos—que son capacees de influenciar a otros a causa de su posición en el tema o en la comunidad en general. También incluye a personas que simplemente tienen el tiempo y la inclinación para  trabajar en la campaña, y que, cuando se necesite, llenarán sobres, atenderán el teléfono, etc. Esas personas son a menudo el corazón de una campaña reivindicativa de base.
  • Celebridades con credibilidad de que son solidarias con la causa.
  • Profesionales u organizaciones con inquietudes acerca del tema o de la población afectada. Sindicatos y otras organizaciones que ya están involucrados con la abogacía legislativa son especialmente serviciales y útiles.

Tenga cuidado de no descartar a personas con las que usted discrepe en otros temas. Si están a favor de este tema, y apoyan su posición, son aliados. Adicionalmente, los lazos que usted establezca como resultado de esta campaña, pueden significar que los tenga de aliados en el futuro, o que hasta estén más dispuestos a escuchar sus argumentos sobre aquellos temas en que están en desacuerdo.

Reunir un grupo base para una campaña así, conlleva un trabajo serio. Significa utilizar a su red –o crear una- para llegar a un círculo cada vez mayor de gente y organizaciones con inquietudes. Generalmente se comienza con aquellos a quien usted ya conoce o ya sabe que son sus aliados. El tener algunas conexiones ayuda (por ejemplo a abordar a legisladores solidarios a través de gente de su distrito o personas que conocen a sus ayudantes) pero a veces simplemente tendrá que hacer una llamada y solicitar una cita, o colgarse (“agarrarse”) de alguien en una reunión.

Cuando usted encuentra reclutas para su causa, también encuentra, a través de ellos, a aquellos que forman parte de sus redes. Pida a cada recluta que sea a su vez reclutador, así, cuantos más aliados encuentre, más rápidamente crecerá el círculo. Puede que usted esté solo o casi solo al principio, pero si logra interesar a algunas pocas personas clave, su campaña crecerá rápidamente.

A medida que junta aliados, asegúrese de que  todos entiendan los puntos básicos del asunto por el que aboga. Es mejor tener un grupo menor pero bien sólido que uno grande que esté dividido en facciones, o que no puede ponerse de acuerdo sobre un mensaje razonable.

Paso 2: Crear una estructura de coordinación

Es vital tener un solo individuo o un grupo coordinador en el centro de su esfuerzo de abogacía. Ello facilita la comunicación y la toma de decisiones, pero, más importante aún, coloca en el centro de la acción  a una persona o grupo pequeño cuyo cometido es saber lo que está pasando y tomar medidas o reaccionar con rapidez, decisión y efectividad. El coordinador o grupo coordinador debe por supuesto involucrar a todos los participantes lo máximo posible, pero puede haber algunos momentos en que todo el grupo de abogacía necesita confiar en el coordinador para que tome una decisión y movilice el apoyo a la misma.

A medida que vaya juntado seguidores, usted podría querer explorar acerca de la formación de una coalición. Una coalición de iguales puede a veces servir  al propósito de una coordinación sin levantar las preocupaciones acerca de quién tiene el poder, que a veces hacen naufragar  los esfuerzos de la abogacía antes de que comiencen.

Ya sea que usted forme una coalición o no, es generalmente una buena idea tener un cuerpo coordinador que represente a un número de grupos e intereses diferentes, involucrados  en la tarea de abogacía. El coordinador individual puede luego salir de ese grupo.

El coordinador debe servir como punto central de la campaña, orquestando las comunicaciones, dirigiendo la acción, o cualquier otra cosa que sea necesaria hacer. También debería ser responsable (ya sea personalmente o a través de otros) de hacer las veces de vocero de la coalición, escribiendo y distribuyendo comunicados de prensa, haciendo los borradores de las declaraciones  o escritos de posicionamiento público, contactando fuentes de información, llevando cuenta de y pasando las últimas informaciones acerca del desarrollo legislativo, etc.

Paso 3: Hacer la tarea

  • Conozca su asunto por dentro y por fuera. Si usted va a abogar de forma efectiva, usted y todos los involucrados deben aprender sobre el tema tanto como sea posible. Usted debería tener todas las estadísticas disponibles, tanto en la punta de sus dedos, como en la punta de la lengua. Si la ciencia o la filosofía política o la historia están incluidas, usted debería saber lo suficiente acerca de ello como para ser capaz de explicarlo de una manera entendible para la persona promedio.
  • Conozca el lado opuesto. Si tiene oponentes, o si hay algún inconveniente con el tema por el que está abogando, necesitará conocer los argumentos en su contra tan bien como conoce los suyos, y desarrollar respuestas punto por punto para los mismos. Si hay argumentos legítimos que usted no puede contestar, debería al menos analizar su posición sobre estos puntos. Si eso no es posible –por ejemplo si usted piensa que aquello por lo que aboga es mucho más importante que sus consecuencias negativas- entonces debería al menos reconocer esos argumentos como problemas, y ofrecerse a trabajar con sus oponentes en la búsqueda de soluciones.

Es absolutamente esencial el ser honesto en estas situaciones, ya que su credibilidad está en juego. Si usted denigra o ignora los argumentos en contra de su asunto, la gente asumirá que usted está exagerando e incluso inventando los argumentos favorables. La abogacía exitosa depende en parte de la confianza de legisladores y del público en usted y en lo que usted les dice. La mejor manera de asegurar esa confianza es decir la verdad.

También es importante conocer al lado opuesto personalmente. Si usted tiene oponentes, ya sean legisladores u otros, usted debe saber quiénes son, por qué se oponen y a qué responderán. Si puede mantener una relación personal con ellos a pesar de su desacuerdo, mejor. Pueden llegar a ser aliados en el futuro, y es más probable que negocien de forma razonable con usted si lo ven a usted –y usted a ellos- como personas razonables.

A nivel local, una buena manera de conseguir esto es asistiendo a reuniones públicas, audiencias y sesiones legislativas del Consejo Municipal o el Comité de Educación, por ejemplo. Por lo menos tendrá la oportunidad de ver cómo se comportan estos hacedores de política en público y, a menudo, también la oportunidad de conocerlos.

  • Sepa cuáles son las comisiones  que son importantes para su tema  y quién está en ellas. Averigüe cuáles de esos legisladores le apoyan, quién  necesita ser convencido y qué los convencerá.
  • Sepa quiénes son otros legisladores clave  y su posición sobre tu tema. Los presidentes  de comisiones importantes, (Legislación, Hacienda), legisladores que compaginan las versiones del presupuesto anual del Senado y la cámara de Representantes, legisladores que están dispuestos  a tomar su causa, individuos a quienes otros legisladores respetan y escuchan; conocer quiénes son los jugadores debería ser una  parte importante de su preparación.

Todo esto es válido también para los legisladores locales. Saber qué comisionados del condado o miembros del Consejo de Finanzas son claves, puede ser de gran ayuda al intentar que se aprueben ciertas reglamentaciones u ordenanzas. Tener conocimiento de que un Consejero de la Ciudad en particular ha apoyado su tema en el pasado, puede ser crucial.

Paso 4: Definir su mensaje

Usted necesita ser específico y cristalinamente claro acerca de para qué es que usted aboga; si es financiamiento, lenguaje legislativo, una nueva política o un cambio en alguna política vigente, reconocimiento de una necesidad o preocupación particular, o alguna combinación de estas cosas. Para asegurarse de que su mensaje es uno que todos sus aliados y partidarios pueden apoyar fácilmente, usted puede desarrollarlo a través de un proceso que involucre a legisladores de todos los grupos de partidarios. De la misma manera, si hay un grupo de abogacía al que todo el mundo apoya, se puede estar de acuerdo en que el mensaje desarrollado por ese grupo será el mensaje que todos comunicarán.

El mensaje tiene que tener sentido, ser fácilmente entendible para aquellos no familiarizados con el tema, y tratar efectivamente el tema de una manera razonable. Si ofrece soluciones, éstas deben ser viables, dado el clima político y económico y los recursos disponibles en el gobierno estatal o federal, o en agencias que implementarán las leyes o administrarán los fondos.

Hay varias razones del porqué un mensaje claro y específico es tan importante:

  • Un mensaje bien definido es más fácil de trasladar a sus aliados, más fácilmente entendible por ellos, y es menos probable que se malinterprete.
  • Un mensaje claro es más fácil de entender por los legisladores y el público, especialmente si no están familiarizados con el tema.
  • Un mensaje que es específico y conciso tiene más posibilidades de ser bien escuchado por legisladores, especialmente si se pide por una acción concreta. A los legisladores les desagrada la ambigüedad; si hay algo que realmente pueden hacer que beneficiará a los involucrados y por lo que ellos pueden darse el crédito, estarán más propensos a estar a favor si el tema no es muy controversial. Si es controversial, apreciarán el hecho de que usted está siendo  absolutamente claro acerca de lo que ellos tendrán que hacer  si lo apoyan. Podrán entonces sopesar las consecuencias de ese apoyo y saber en que se están metiendo.

Cuanto más claras y mejores sean sus ideas, mayores serán sus posibilidades de éxito. Si usted    puede encontrar un argumento poderoso que es fácil de comprender y difícil de hacerle oposición, usted ya tiene hecha más de la mitad del camino.

Si lo que usted persigue es una ley especial, a menudo la mejor estrategia es escribirla  usted mismo y tratar de encontrar legisladores para patrocinarla. Si usted ya ha pensado en todo cuidadosamente y ha hecho el trabajo, los legisladores apreciarán que les ahorre su tiempo y esfuerzo.

En Massachussets, un grupo que abogaba por un programa de alfabetización de adultos escribió una ley afirmando la responsabilidad del estado de educar a todos sus ciudadanos sin importar su edad. Encontraron legisladores para patrocinarla y luego de varias tentativas fue aprobada -palabra por palabra tal como el grupo la había escrito- como parte de una ley de Reforma Educativa. Como resultado adicional, el financiamiento estatal para la alfabetización de adultos fue incrementado seis veces en un período de cinco años, con un gran aumento en los servicios.

Una iniciativa de abogacía debe hablar con una sola voz. Tener un mensaje claro y específico con el que todo el mundo acuerda hace que ello sea posible.

Paso 5: Crear una red de comunicaciones que funcione  

Es vital que usted y sus aliados sean capaces de comunicarse rápidamente y movilizarse para la acción inmediata. A menudo usted solo dispondrá de un día o menos para lograr un impacto, y debe de aprovechar cada minuto. La mejor manera de  asegurar una acción efectiva (armar con urgencia una reunión sobre estrategia, llamadas a legisladores, organizar un evento público a corto plazo, etc.) es a través de un sistema de comunicación efectivo. Los sistemas efectivos varían con las circunstancias, pero tiene algunas características en común:

  • Un individuo o un pequeño grupo responsable de coordinar la comunicación. Un sistema de comunicación requiere de alguien en su centro para gestionarlo. La persona lógica a para ello es usualmente el coordinador de abogacía pero podría ser  un coordinador de comunicaciones que trabaje junto a él o podría variar de situación en situación. Si no es posible que una persona se haga cargo de este rol, entonces debería ser compartido por un número pequeño de personas para minimizar  errores y oportunidades desaprovechadas. Estar en el centro no significa que el coordinador de comunicaciones deba hacer todas las comunicaciones por sí mismo sino que debería supervisarlas y gestionarlas.
  • Una forma veloz y confiable de hacer llegar la información a todos los que la necesitan. El correo electrónico es probablemente lo mejor si es posible, porque es instantáneo y puede ser enviado a un gran número de personas al instante con un simple apretar una tecla. Un sitio web bien mantenido y con un vínculo al correo electrónico puede ser también una excelente –y casi instantánea-  fuente de información. Un lejano segundo puesto lo ocupan las cadenas de fax o  telefónicas en las que una persona llama o envía un fax a otra, y ésta a su vez llama o envía un fax a otra en un orden establecido de antemano. Este método solo funciona siempre que todos completen su llamada y el coordinador sabe exactamente quien no ha sido localizado. Un tercero muy distante es el envío masivo de correo que, aunque lento, costoso y falto de retroalimentación, puede ser un modo razonable de transmitir información sobre la cual no hay que actuar de manera inmediata.

Los métodos de comunicación necesitan obviamente ser dirigidos a aquello que es posible.  El correo electrónico no se puede usar si la mayoría de la gente en el circuito no tiene acceso a él. Hasta las cadenas telefónicas son un problema cuando un gran porcentaje de  aquellos que necesitan ser contactados no tiene teléfono, como puede ser el caso de comunidades de bajos ingresos. Las comunicaciones necesitan adaptarse a las necesidades de la gente involucrada; si la única forma de alcanzarlos es ir en automóvil hasta su casa, alguien tendrá que sentarse al volante.

  • Un circuito de retroalimentación de forma que el coordinador pueda determinar si el curso de acción requerido –llamadas a legisladores, reunión informativa, etc.- se está llevando a cabo y cuales son sus resultados. Si la gente por ejemplo, devuelve al coordinador los resultados  de su contacto con legisladores,  éste tendrá la información que permitirá al grupo decidir qué hacer a continuación.
  • Los mensajes a todo el grupo se originan en el punto central, de esa manera no habrá dudas sobre su contenido y veracidad. Si alguien tiene nueva información o un mensaje para todo el grupo, éste debería encaminarse a través del coordinador de comunicaciones.
  • Vínculos no solo al grupo de abogacía o la coalición, sino también a los medios, aliados en la legislatura y otros lugares, otras fuentes de  recursos –otras coaliciones, celebridades solidarias, grupos nacionales, etc.
  • Actualizaciones regulares. Las personas y organizaciones cambian de empleo, cambian a su personal, se mudan, cambian a sus proveedores de servicios de Internet, obtienen nuevas líneas de fax o teléfono, etc. El sistema de comunicaciones tiene que ser verificado constantemente de forma que la información acerca de todos sea exacta y todos puedan ser contactados al primer intento.
  • Un plan de gestión de crisis. Si sucede algo  que tiene  como resultado una publicidad adversa o un escándalo asociado a su grupo, un plan le ayudará a minimizar los daños.

Paso 6: Cultivar a los medios   

La publicidad es a menudo un elemento mayor en una campaña de abogacía, y la mejor manera de obtenerla es a través de los medios. Para asegurarse de tener acceso, usted necesita  desarrollar y mantener relaciones tanto con los periódicos como con  las estaciones de radio y la televisión, y con editores, columnistas, reporteros, productores y locutores, para así hacer que su mensaje salga rápidamente y en el momento apropiado.

  • Usted podría en particular, usted podría organizar algunos o todos los siguientes  recursos antes de que haya alguna emergencia o una campaña general, para de esta forma tener los procedimientos  listos cuando realmente los necesite.
  • Comunicados de Prensa.
  • Conferencias de Prensa.
  • Artículos que usted escriba o prepare.
  • Editoriales de opinión, columnas, o editoriales que usted escriba o prepare.
  • Eventos públicos con cobertura mediática.

Paso 7: Apuntar al largo plazo   

Una de las piezas más importantes de una sólida tarea de abogacía  es la comprensión de que la abogacía toma tiempo. Un éxito particular –conseguir que haya dinero en el presupuesto para su causa, por ejemplo- puede lograrse en un corto estallido de furiosa actividad. Pero puede llevar años conseguir que se apruebe una ley o que su mensaje sea de conocimiento común entre los hacedores de políticas. Su grupo debe estar dispuesto a mantenerse allí mismo aunque estén frente a una aparente derrota, o peor aún, la indiferencia. No hay ninguna garantía de que un esfuerzo sostenido conducirá al éxito; pero hay una garantía absoluta de que la falta de un esfuerzo sostenido conducirá al fracaso.

Quizás el hecho más importante que los intercesores deberán aceptar es que el éxito no significa que todo terminó. Una vez alcanzada la meta, eso no significa que se pueda descansar. Los legisladores cambian, los movimientos sociales llegan a un punto muerto, la memoria –especialmente la de los políticos- es corta. Tan pronto como los seguidores vuelvan la espalda, su causa deja de existir para los legisladores (y en gran medida también para todo el público), para ser reemplazada por el tema del momento. Una tarea de abogacía sólida nunca termina y nunca se detiene para descansar. Debe continuar todo el tiempo, esencialmente para siempre.

Cómo abordar a los legisladores y otros hacedores de políticas 

El elemento final al organizarse para la abogacía es el abordaje de legisladores y otros. Los intercesores no tienen que –y de hecho no deberían- esperar a que haya un tema candente para hacer contacto con los hacedores de políticas. Establecer y mantener contactos regulares con la mayor cantidad posible de legisladores, miembros de su personal y otra gente influyente le será de utilidad cuando lleguen los momentos difíciles.

Existen tres reglas básicas para este tipo de contacto: Abordar a los legisladores personalmente; tener un claro objetivo en mente para hablarles de ello; y asegurarse de que entiendan las ventajas de apoyarle y los costos de no hacerlo.

Abordar a los legisladores personalmente

  • Asegúrese de que todos los involucrados con su causa conocen quien es su representante local, su representante nacional, su congresista o senador, y de que tengan una relación personal con alguien en el despacho de cada uno. (A nivel local, lo mismo vale para los Consejeros o consejales de la ciudad,  Comisionados de la provincia o departamento, alcaldes, presidentes de consejos locales, etc.). El ideal es tener suficiente contacto ya sea con el legislador o un ayudante de forma que esa persona reconozca su nombre y conteste sus llamadas.
  • Asegúrese de que seguidores clave establezcan relaciones con legisladores clave. Es mejor que los intercesores involucrados sean de hecho electores de esos legisladores, o, si esto no es posible, que puedan ser identificados como autoridades representantes de una coalición o un grupo formal de abogacía. Los legisladores solidarios pueden también ser de ayuda aquí, haciendo las presentaciones y respondiendo por los  intercesores y su legitimidad.
  • Utilice a sus electores. Visitas masivas a las oficinas de legisladores u otros hacedores de políticas (agendadas, o al menos de rutina, sin ser invasivas o amenazadoras) pueden ser muy buenas para abrir los ojos de los legisladores. A menudo ellos no toman nota de la fuerza del apoyo de  grupos de base a una causa hasta que realmente tienen un grupo grande de personas enfrente pidiéndoles acción.
  • Trate de crear con el apoyo de aliados en la legislatura, una reunión política que trate específicamente  su causa. Un grupo de legisladores interesados más sus ayudantes, que se reúnen de forma regular, y están bien informados de las necesidades del público objetivo, las metas de su iniciativa, la complejidad del tema, etc. puede ser de una tremenda ayuda en hacer que el apoyo se convierta en ley.
  • Hágalo personal. Presente a los legisladores a personas que están o estarán directamente afectadas por sus políticas, y permita que esa gente cuente su propia historia.  Presentar historias reales de gente real y ponerle cara a “los beneficiarios de la seguridad social” o “pacientes de SIDA, o “la gente sin techo” es tal vez la herramienta más poderosa para hacer que los legisladores piensen acerca de los efectos de las decisiones que toman. Es todavía más efectivo si la gente que encuentran son  electores suyos, o gente que realmente conocen.

Uno de los legisladores que tuvo mayor influencia en la aprobación de un ley de afirmación de los derechos de los estudiantes adultos a servicios educativos, y luego en la asignación de fondos para los servicios de alfabetización de adultos, se interesó en el tema porque se enteró -a través de la propia  persona-  que un amigo de la secundaria se había graduado sin saber leer, y había aprendido a leer después en un programa de alfabetización de adultos.

  • Trate de llevar a los legisladores a los sitios afectados por sus políticas. Una visita a un local escolar en uso con 100 años de antigüedad, puede ser un argumento más efectivo para obtener dinero para nuevas escuelas que una simple descripción del problema.
  • Organice eventos educativos para legisladores. Audiencias, sesiones informativas, presentaciones –en la sede legislativa o en el sitio- pueden ayudar a educar a los legisladores y ganar aliados para su causa. Una reunión política o con algún legislador individualmente puede ser tremendamente valiosa aquí. Es más probable que los legisladores asistan a un evento de esa naturaleza si son invitados –formalmente por carta-  por otros legisladores.
  • Contrate a un cabildero profesional  si ello es financieramente y legalmente posible, como otra forma de establecer contactos personales con los legisladores.

Seguidores y cabilderos

Los legisladores y la gente de su equipo  pueden ser influenciados por intercesores, ciudadanos comunes o grupos que asumen la tarea de contactar legisladores para informarles o persuadirles. Los intercesores pueden ser  ellos mismos beneficiarios potenciales, o administradores o funcionarios de organizaciones que trabajan con público, o simplemente ciudadanos apoyando algo en lo que creen.

Las comisiones legislativas, legisladores individuales y sus funcionarios,  son a menudo también influenciados por cabilderos. Estas son personas pagadas –por organizaciones (que a menudo representan la totalidad  de una industria o a un grupo grande de otras organizaciones), grandes corporaciones, y hasta  partidarios de servicios de salud o humanitarios- para llevar información a los legisladores y tratar de convencerlos de que es de su propio interés y/o el interés de sus electores  el votar de determinada manera o aprobar o desaprobar ciertas leyes. (El término en español “cabildero”  -“lobbyist” en inglés- proviene del hecho de que estas personas habitualmente esperaban en la antesala (lobby) de las cámaras legislativas, para literalmente “agarrar” a los legisladores.

Mas allá de todas las críticas en contra de “los intereses especiales” y de los “cabilderos de Washington” que oímos de boca de los políticos en época de elecciones, es de hecho perfectamente legal que los cabilderos intenten influenciar a los legisladores o a su equipo en tanto  que ellos:

Se registren e identifiquen como cabilderos, para que todo el mundo sepa que son pagados por grupos particulares, y por lo tanto es probable que tengan puntos de vista particulares.
No traten de sobornar a legisladores, empleados, u otros funcionarios gubernamentales con dinero, regalos, contribuciones para las campañas políticas que sobrepasen lo legalmente permitido, viajes, grandes préstamos, asociaciones comerciales y otros favores materiales o personales.
No contravengan ninguna ley fiscal (Las ONG’s por ejemplo, están limitadas en el porcentaje de su presupuesto que pueden utilizar para el cabildeo)

Los cabilderos tienen generalmente muchísimo conocimiento acerca de los temas con los que están trabajando, y a menudo son citados a declarar en audiencias legislativas acerca de esos temas, o consultados cuando leyes u otras acciones relacionadas con esos temas están en consideración. Tienen también la ventaja sobre los intercesores de que son pagados por hacer lo que hacen, y pueden por lo tanto utilizar todo el tiempo que tienen para hacerlo; tienden además a conocer mejor y hacerse amigos de aquellos a quienes cabildean, ya que se mueven (de hecho pueden ser pagados para moverse) en los mismos círculos sociales que los políticos y ayudantes que intentan influenciar. Los grupos de abogacía que pueden costearlo, pueden contratar a sus propios cabilderos justamente por estas razones.

Aborde a los legisladores con un claro objetivo  en su cabeza.

Sus metas deben ser claras, específicas y tener algo que los legisladores puedan efectivamente lograr. Como vimos anteriormente, las metas claras son más fáciles de entender por aquellos a quienes quiere convencer y  aquellos que trabajan con usted. Los legisladores y otros hacedores de políticas tienen muchas demandas durante su mandato y muchas personas pidiéndoles que hagan alguna cosa. Si su mensaje no es claro, específico y posible de lograr, es poco probable que gasten mucho tiempo con usted.

Es de particular ayuda aparecer con algo realmente útil que el legislador pueda utilizar o hacer: un borrador ya hecho de una ley que  usted quiere ver aprobada, una lista de ítems que usted desea que se incluyan en la legislación, una suma específica de dinero que usted desea sea asignada dentro de un punto especial del presupuesto o de una ley ( y asegúrese de saber el lugar específico de ese punto o el número de la ley), o una carta que usted desea que ese legislador  firme como patrocinador.

Enfrente a los legisladores con las consecuencias de sus acciones

Asegúrese de que los legisladores comprendan la forma en que el apoyo que den a su causa beneficiará a sus electores. Es de mucha ayuda poder darles números reales de gente en sus distritos que están en el momento necesitados de los servicios por los que usted aboga, o que entran en la categoría de personas cuyas necesidades se encuentran en el centro del tema. Una vez que un legislador sepa que su coalición representa a 11.000 personas que se oponen al desarrollo de un área natural, o que su distrito comprende 27.000 niños con falta de vacunación, estará más dispuesto a escucharlo.

En general, el uso de las consecuencias debe ser planteado de forma sutil. Hacer saber a los legisladores el alcance del problema y la cantidad de gente en su distrito que se encuentra afectada o está siendo atendida es una manera de enfocar el tema. Otra es hacer que ese legislador reciba un flujo constante de llamadas telefónicas o mensajes de correo electrónico de electores que están a favor de su causa (y asegúrese de que pidan información acerca de cómo votará el legislador en el tema). Una tercera posibilidad es juntar miles de firmas en una petición y hacer que la mayor cantidad posible de firmantes presenten el petitorio en persona al o los legisladores.

Ya sea que un legislador haya sido convencido por sus argumentos o haya estado con usted desde el comienzo, asegúrese de agradecerle formalmente si votó de acuerdo a sus deseos, especialmente si la legislación o financiación por la que usted abogó fue aprobada. Si se eliminó un obstáculo importante, puede tener sentido escribir una carta y enviarla a cada legislador agradeciendo a todos haber reconocido y entendido el problema que  han considerado al votar y decirles qué sucederá como resultado de su acción (el número de niños que recibirán asistencia médica, el tamaño de la tierra que será preservada,  el número de nuevas escuelas que se podrán construir, etc.).  Los legisladores desean saber no sólo que hicieron lo correcto, sino también que alguien lo ha notado y lo recordará cuando llegue la próxima elección.

Para resumir

Una abogacía legislativa exitosa depende de la existencia de un grupo de abogacía bien organizado. Además de prestar atención  a los tiempos en que realiza sus esfuerzos, hay varias cosas básicas que un grupo de abogacía debe hacer:

  • Reunir a sus aliados.
  • Crear una estructura coherente para coordinar sus esfuerzos.
  • Hacer su tarea para construir una base sólida para la causa y sus contactos.
  • Definir su mensaje.
  • Crear una red efectiva y confiable de comunicaciones
  • Cultivar a los medios
  •  Apostar al largo plazo y estar preparado para mantenerse tenazmente en el tema por el tiempo que la causa exista.

Además, los seguidores necesitan establecer, mantener y tener al día sus alianzas y comunicación con legisladores y hacedores de políticas locales. Al tener relaciones personales duraderas con legisladores y sus ayudantes, y presentándoles a gente real afectada por las consecuencias de su voto, los intercesores pueden estar seguros de que su causa es entendida y tenida en cuenta. Si usted puede desarrollar y sostener un esfuerzo organizado que incorpora todas o la mayor parte de estas sugerencias, tiene una excelente oportunidad de involucrarse en una abogacía legislativa exitosa.

Recursos en línea (en inglés)

Estos sitios de Internet están organizados en dos grupos. El primero incluye ejemplos acerca de la forma en que organizaciones de seguidores pueden utilizar sitios web para mantener a sus seguidores informados, involucrados y al tanto de nuevos desarrollos. El segundo grupo se compone de sitios que son de uso general para los intercesores, con información constantemente actualizada acerca del Congreso, las legislaturas estatales y otros asuntos del gobierno.

Grupo 1: Sitios web de organizaciones de abogacía   

American Bar Association legislative action page. Una página bien armada que incluye información para los miembros de la ABA, información sobre legislación en curso, etc.

American Social Health Association. A good example of how to use a web page to support advocacy efforts. Includes some information on coalition building.

California School Boards Association. Un sitio multipropósito con prioridades legislativas, asuntos de actualidad, “alertas” y vínculos directos a los legisladores.

The Christian Coalition. Una guía del Congreso: información completa de contactos, biografías cortas, fotografías, “encuentre-su legislador-por-el-código-postal”, y más.

Congressional E-mail Directory. Congressional e-mail addresses.

Congressional Staff Directory. See Print resources, below.

Office for Social Justice, Diocese of Saint Paul and Minneapolis. Información, pedidos para el monitoreo de los efectos de la reforma del bienestar social, etc. Una página utilizada para mantener el flujo de información en ambos sentidos: hacia la organización y hacia los seguidores.

Oregon School Boards Association. Incluye sugerencias para una abogacía efectiva, para comunicarse con legisladores, e información acerca del proceso legislativo.

A Guide to Legislative Advocacy is a guide specifically designed as a resource for advocating for youth with disabilities, though the information is widely applicable to other causes.

Network--A National Catholic Social Justice Lobby. Un sitio que detalla las prioridades sociales y legislativas de la organización, así como acciones sugeridas sobre los temas más importantes.

Parent Child Abuse New York. Información sobre una conferencia de abogacía –una manera de reunir a legisladores, seguidores y miembros del público objetivo en un solo lugar para que hablen entre ellos.

Prevent Child Abuse New York. Information on a legislative advocacy conference -- one way to get legislators, advocates, and members of the target population all together in one place and talking to one another.

 Washington State School Administrators Alliance. Un grupo bien organizado que utiliza bien su sitio web.

Grupo 2: Recursos generales para seguidores legislativos

Cap Web. Una guía en Internet sobre el Congreso: información, calendario del Congreso, Registros del Congreso, etc.

Direcciones de correo electrónico del Congreso.

Una fuente para las 50 legislaturas. Información para cada estado sobre cada legislador, cada comité legislativo, textos de proyectos y presupuestos, etc. El sitio incluye a otras ramas del gobierno, legislación pendiente y pasada, y mucha más información, dependiendo del estado. Una fuente enorme, especialmente para grupos trabajando en más de un estado.

The Library of Congress legislative branch resource page. Todo lo que usted necesitará saber alguna vez y más: correos electrónicos, comités, entradas y salidas de las operaciones del Congreso y vínculos a una cantidad innumerable de otros sitios importantes. Un sitio excelente.

Minnesota Legislative Reference Library. Vínculos a cantidad de sitios que tienen que ver con legislaturas estatales, incluyendo todas las páginas estatales oficiales en Internet.

El sitio absolutamente indispensable para los seguidores. Nombrada en recuerdo de Thomas Jefferson, este sitio de la Biblioteca del Congreso tiene todos los textos de leyes federales, presupuestos, legislación pendiente y pasada, (desde 1993), así como lo actualmente en discusión o lo discutido recientemente, y acceso a todo lo demás.

Registros de votación de Congresistas y legisladores estatales, entre otra información política.

University of Michigan Library. Otro sitio muy bueno. Información sobre el gobierno federal y los 50 gobiernos estatales –leyes, cortes, ramas ejecutivas, y todo lo demás.

Recursos impresos

Avner, M., & Smucker, B. (2002). The lobbying and advocacy handbook for nonprofit organizations: Shaping public policy at the state and local level. Amherst H. Wilder Foundation. This book offers a clear step-by-step guide to implementing a successful advocacy program at both the state and local levels.

Fitch, B. (2010). Citizen’s Handbook to Influencing Elected Officials: Citizen Advocacy in State Legislatures and Congress: A Guide for Citizen Lobbyists and Grassroots. The Capitol Net, Inc. This book offers practical guidance for reaching elected officials with a variety of different communication strategies.

Libby, P. (2011). The lobbying strategy handbook: 10 steps to advancing any cause effectively. SAGE Publications, Inc. This book provides a 10-step framework that walks readers step-by-step through the elements of a lobbying campaign.  Three separate case studies are used to show how groups have successfully employed the model.