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Sección 1. Medir el éxito: Evaluación de iniciativas comunitarias integrales

  • ¿Qué significa evaluar una iniciativa comunitaria?

  • ¿Por qué se debe evaluar un iniciativa comunitaria?

  • ¿Cuándo se debe evaluar un iniciativa comunitaria?

  • ¿Cómo iniciar la evaluación?

Cuando usted inicia un nuevo trabajo o un proyecto, probablemente desea evaluarlo. Se preguntará si está cubriendo sus expectativas y las de su jefe, administrador o audiencia meta.

En una fase similar, los programas comunitarios necesitan ser “evaluados” durante toda su aplicación. Un ejemplo de como iniciar una evaluación sería preguntar a la comunidad si sus planes de acción están funcionado realmente. Si los resultados son positivos, esto sugiere que su programa esta apuntando hacia la dirección correcta y probablemente se mantendría apuntando hacia allá. La evaluación es también esencial para ayudarle a ver cuales son “las correcciones”, que serían necesarias si el programa no apunta hacia la dirección planeada.

Este capítulo explicará la importancia de la evaluación y ofrecerá paso a paso los métodos para evaluar el trabajo de su grupo. De tal manera que, cuando usted descubra que sus esfuerzos están funcionando, pueda continuar con aún más energía y entusiasmo.

¿Qué significa evaluar una iniciativa comunitaria?

Básicamente, significa determinar el valor del trabajo. Si usted ha desarrollado e implementado un programa en su comunidad y desea saber que tan bien esta trabajando, la evaluación le proveerá esta retroalimentación.

En muchas avenidas de la vida, obtenemos retroalimentación inmediata. Si pisa el freno, el carro se detiene. Si tira una canasta, puede ser que entre o no. Esto es una evaluación instantánea, no hay ambigüedad. Pero con eventos más complejos, tales como intervenciones sociales, los resultados no son siempre así de claros. Algunas veces lo son, ya que puede suceder que usted estructure un evento y la gente lo siga al pie de la letra; esta es una rápida y clara evaluación, pero es muy raro que ocurra así. Esta es la razón por la cual usted necesita poner más energía y creatividad para saber como logró su objetivo. Y esto es básicamente a lo que se refiere la evaluación: darle información sobre el valor de su trabajo.

En este capítulo, hablaremos acerca de la evaluación como un medio para obtener retroalimentación, datos e información acerca de su grupo y sus actividades. Por medio de esta información, usted puede decidir que aspectos del plan de acción y que áreas necesitan mejorarse. Cuando usted evalúe su programa, estará recabando información para ayudarle a concluir acerca de su proyecto y de los esfuerzos de su grupo. Después de que haya concluido, puede hacer los cambios necesarios a sus metas y plan de acción.

Por lo tanto, las secciones de este capítulo se enfocarán en las formas de obtener estos datos valiosos. Usar el sistema de evaluación para entender y mejorar la iniciativa, se discutirán los métodos para un mejor uso de los datos colectados de tal manera que se fortalezca y mejore el programa.

Por otro lado, es importante señalar que la resistencia a la evaluación es común. Para obtener los mayores beneficios de la evaluación, es necesario conocer algunos de los conceptos erróneos más comunes en relación con esto.

Miedos de la evaluación

La evaluación puede asustar a mucha gente. Generalmente, estos miedos se reflejan en 3 formas: “No se como hacerlo”, “No tengo tiempo”, o “Los resultados pueden ser negativos y dolorosos”. Todos estas son preocupaciones válidas. Pero no deberían ser tan desanimadoras como para ignorar los beneficios de hacer una evaluación. A continuación presentaremos algunas respuestas ante esta preocupaciones:

“No se como realizar la evaluación.”

Bueno, esta es la razón de porque estamos aquí. Le ayudaremos a través de los pasos acerca de como planear una evaluación de su programa, como hacer la evaluación misma y como usarla para ayudar a su grupo.

“No tengo tiempo”.

La evaluación puede tomar algo de tiempo para hacerla. Esto es absolutamente cierto. Sin embargo, hacer una evaluación ahora, le ahorrará mucho tiempo a lo largo de su trabajo, además de señalarle los problemas cuando todavía son pequeños, en lugar de esperar a que se conviertan en un desastre.

Y hay otro beneficio acerca del ahorro de tiempo. Una vez que inició el registro del tipo de información que necesitará para su evaluación, esto se convertirá solo en una parte regular de sus operaciones de rutina. Esto tomará menos tiempo más adelante. La parte más difícil es al inicio.

“Los resultados pueden ser negativos o lastimarnos”

Esto es probable. Sin embargo, es poco probable que esto ocurra si usted utiliza la evaluación desde el principio y no permite que los problemas pequeños crezcan hasta convertirse en grandes problemas. Y recuerde que cualquier resultado negativo que pueda encontrar debería, más bien, ser útil para usted, por lo menos a largo plazo. Estos le ayudarán a mejorar la calidad de su programa, lo cual debería ser una de sus metas desde el principio.

¿Por qué se debe evaluar un iniciativa comunitaria?

Ser exitoso demanda atención cuidadosa desde el inicio, durante y al final de un proyecto. Por ejemplo, si una violinista quiere aprender una pieza nueva de música para un concierto, ella se debería preparar practicando muchas horas al día. Pero, si nunca le pide a su profesor que la escuche tocar, puede ser que toque muy lento, o muy rápido o muy suave o muy fuerte. Si ella no conoce la forma apropiada de tocar esa pieza, (es decir, si nunca obtiene retroalimentación), toda la practica del mundo no ayudara para obtener un resultado satisfactorio la noche de la ejecución.

Como la violinista, los grupos comunitarios necesitan poner atención en la retroalimentación desde el inicio, durante y al final de sus proyectos. Un programa puede tomar mucho tiempo y energía para alcanzar sus metas. Pero, si el trabajo no apunta en la dirección correcta, todas esas largas horas de trabajo duro pueden llevar a la frustración en lugar de un sentimiento de éxito. La evaluación le indica al grupo como va y le ayuda a identificar cualquier cambio necesario a lo largo del camino, que le permita estar “en tono” con sus metas y necesidades de la comunidad.

Hay muchas razones por la cuales las evaluaciones son válidas. Veamos algunos ejemplos de formas en las cuales la evaluación puede beneficiar a un grupo comunitario.

  •  El éxito es reforzante - atrae mas recursos. Entre más exitoso pruebe ser el trabajo de su grupo, mas apoyo y motivación puede recibir de los miembros de la comunidad y de los organizadores. La evaluación puede documentar su éxito, con hechos, figuras y ejemplos. Si las horas de los voluntarios en su organización incrementaron un 100% el año pasado, o si cada niño en su comunidad estuvo al corriente en sus vacunas, estos tipos de logros pueden traer nuevos recursos a su proyecto. En otras palabras, si la evaluación puede proveer ejemplos concretos del éxito de su grupo, esto será muy ventajoso.
  • Los fracasos instruyen. Aún si su trabajo se queda corto en sus metas y aún si su programa fracasara, el conocimiento también puede ser útil. Puede ser doloroso a corto plazo, sin embargo la retroalimentación negativa, o una evaluación negativa, puede ayudarle a largo plazo. Por lo menos usted sabría cual es la verdad y donde se encuentra. Es probable que tenga pocas ilusiones y una vez que haya tocado fondo, aprenda de la evaluación recibida. Las oportunidades consisten en que usted no cometa los mismos errores otra vez. Estará ahora en una mejor posición para trabajar.
  • La evaluación puede hacerlo sentirse bien. Ser capaz de ver sus éxitos y el valor de su trabajo obviamente levantará su espíritu y lo motivará a continuar con su trabajo. Otra vez, esto funciona de dos formas, o sea también los aspectos negativos deben ser vistos como una oportunidad para aprender sobre lo que funciona y no como un fracaso.
  • La evaluación incrementa las oportunidades de más acción. Una vez que ha completado su primera evaluación, usted sabe que ha funcionado y que no. Usted puede modificar las tácticas que no funcionaron tan bien como planeó y reforzar aquellas áreas que fueron exitosas. Así, puede tomar medidas con una gran oportunidad de tener éxito. Otros notaran este éxito y pueden disfrutarlo o ayudarle a su grupo, incrementando sus oportunidades para que su programa tenga un impacto positivo.
  • Finalmente, la evaluación puede ayudarle a comprender los aspectos importantes del programa. Al terminar su primera evaluación, los resultados pueden señalar algunas partes del programa que funcionaron realmente bien. Por ejemplo, la pantalla libre de colesterol en la clínica local que usted patrocinó resulto ser exitosa, ya que hubo una gran cantidad de gente esperando hacer su prueba. Por el otro lado, nadie asistió a sus clases mensuales de cocina saludable. Puede ser que el horario de las clases no haya sido el más adecuado, o puede ser que el salón de clases se encuentre muy lejos para la mayoría de la gente de la comunidad. Hay muchas posibles razones por las cuales su proyecto pudo no funcionar como lo planeó. La evaluación le ayudará a comprender por qué las cosas funcionaron o no, como sucedió.                               

¿Cuándo se debe evaluar un iniciativa comunitaria?

La evaluación debe tomar lugar durante varios estadios de la vida de su grupo.

A continuación se presentan algunos consejos para cuando su plan este en acción:

  • Determine líneas base para las conductas que desee cambiar. Si usted quiere saber cuanto cambió su programa, necesitará conocer que estaba pasando antes de que su grupo iniciara.
  • Enfóquese en el impacto que su trabajo tiene sobre la comunidad.
  • Continúe revisando y actualizando los planes de acción.
  • Mantenga al grupo fuerte y enfocado en las metas. Es posible que desee usar una medición que aprecie las metas de su comunidad, y usar la retroalimentación para cambiar sus prioridades planeadas.

Cuando algunos de sus planes de acción se hayan completado.

  • Es importante el uso de la evaluación para ayudar al grupo a continuar la medición de su impacto sobre la comunidad y crear planes para continuar los programas de ayuda para el futuro. Por ejemplo, los indicadores de la comunidad le dirán si su intervención esta teniendo un impacto.

¿Cómo iniciar la evaluación?

Suponga que usted desea conducir una evaluación. Pero ¿Por donde empezar?. El proceso de evaluación puede sonar abrumador. Sin embargo, recuerde que lo que usted ha logrado puede ser duro de imaginar al inicio. La evaluación puede descomponerse en varias partes para hacerla más manejable.

Antes de continuar, aquí se presenta un pensamiento general para compartirlo con los miembros de su grupo: Su evaluación se debe dirigir a responder preguntas que son importantes para usted, los miembros de su comunidad y aquellos que proveen el apoyo financiero. Por supuesto, restricciones financieras y de tiempo, podrían limitar el tipo de información que se puede obtener. Trate de hacer preguntas que ayudarán a su grupo a tener éxito. Debido a que cada grupo es único, la evaluación debe serlo también. A pesar de esto, a continuación se presentan algunas preguntas de interés para muchos grupos. ¿Podrían ser de su interés?

  • ¿Qué tanto participó la comunidad?
  • ¿Qué programas, pólizas o prácticas han cambiado en la comunidad?
  • ¿Ha cambiado la conducta de la gente?. Si es así, ¿Qué tipos y como?
  • Esos cambios ¿Se deben a su esfuerzo?

El corazón de la materia: Pasos para llegar a una evaluación exitosa.

Usted debe querer evaluar.

El primer paso es interno, ya que usted tiene que estar motivado para hacer la evaluación. Necesita ser claro en el propósito de su evaluación. ¿Porque quiere hacerlo?. Por ejemplo, si su proyecto consistió en reducir la conducta de fumar entre los adolescentes, es probable que desee saber si su programa se ha dirigido hacia una aplicación estricta de las leyes que regulan la venta de tabaco a menores.

Usted necesita evaluar en términos de sus metas y/u objetivos.

Cuando usted planeo su programa, debió tener identificados sus objetivos específicos. ¿Qué esta tratando, exactamente, de lograr?. Una gran ventaja de tener objetivos específicos es que sus objetivos guiarán su evaluación. Por ejemplo, suponga que su objetivo es reducir el porcentaje de estudiantes de la preparatoria local que fuman hasta un 5% para Mayo del 2002. Esto objetivo, permite que su evaluación estándar sea fácil de identificar: Es, simplemente el porcentaje de estudiantes que fumen en esa fecha meta.

Para cada uno de sus objetivos, usted necesita identificar el criterio o los indicadores que proveerán medidas confiables y validas para cada uno de sus objetivos.

Es muy probable que necesite desarrollar medidas que le indiquen que es lo que realmente esta ocurriendo. Una vez más, sus medidas (o indicadores) deberían basarse en sus objetivos.

Por ejemplo: Si su objetivo es reducir la violencia juvenil en su preparatoria local, entonces algunas medidas posibles podrían ser: registros de admisiones hospitalarios por daños relacionados con la violencia, asistencia al seminario de entrenamiento en solución de conflictos de la escuela, registros policiacos de arrestos de jóvenes por asalto o portación de armas prohibidas.

Si su objetivo fue incrementar la disponibilidad de comida saludable en su comunidad, para la prevención de enfermedades del corazón, algunas medidas posibles son el numero de restaurantes que tienen una sección en el menú de comida, baja en grasas; el porcentaje de leche que es entera en tiendas locales de abarrotes; o la cantidad de espacio en los anaqueles utilizada para mostrar carne sin grasa contra aquellos de grasa elevada.

Usted necesita colectar los datos en cada uno de estos indicadores.

Algunas veces usted puede encontrar los indicadores que necesita en los recursos existentes. Por ejemplo, si usted estaba interesado en incrementar el préstamo de la biblioteca, o en reducir las falsas alarmas de fuego, usted puede obtener datos ya existentes de la biblioteca o del departamento de bomberos. Sin embargo, a veces los datos en sus indicadores elegidos pueden no estar disponibles. Suponga por ejemplo, que su principal preocupación fue la velocidad en las calles residenciales. Puede ser que desafortunadamente, la información clave aquí, no exista. En estos casos, la policía local podría ser de ayuda para colectarlos; o usted y su grupo podría necesitar colectarlo por si mismos.

De cualquier forma, si usted puede obtener datos estadísticos “antes” y “después” en relación a sus indicadores elegidos, puede usarlos para ayudarle a determinar si su programa resultó ser efectivo con una diferencia significativa. ¿El préstamo de libros incrementó?, ¿Disminuyo la velocidad del tráfico?. Los datos generarán comentarios.

Utilice los resultados para ajustar el programa o intervención tanto como sea necesario.

¿Está alcanzando los objetivos que planeó?. Si es así, puede ser que no sean necesarios los ajustes. Si usted no está alcanzando sus objetivos, los datos pueden indicar qué cambios se pueden llevar a cabo para seguir adelante. Por ejemplo, si en el caso de los fumadores de la preparatoria, el porcentaje de estos estudiantes que dejaron de fumar no es muy alto, es probable que desee cambiar el contenido del programa educativo sobre tabaco de la preparatoria para que les demos o adicionemos un nuevo programa que les ayude a dejar el cigarro.

En resumen

pregúntese “¿Qué preguntas deseo responder?”. Este es el primer paso clave. Ahora ¿Cómo contestar estas preguntas? Cada una de las siguientes secciones en este capítulo explicarán métodos que puede utilizar para evaluar su programa.

Contributor 
Aimee Whitman
Eric Wadud

Recursos en línea

CDC Evaluation Resources provides an extensive list of resources for evaluation, as well as links to key professional associations and key journals.   

Written by Heather Weiss, Evaluating Community-Based Initiatives is a special edition of The Evaluation Exchange, a periodical based from the Harvard Graduate School of Education. The issue provides ample information about community initiatives.

Evaluating Your Community-Based Program is a handbook designed by the American Academy of Pediatrics and includes extensive material on a variety of topics related to evaluation.   

The Magenta Book- Guidance for Evaluation provides an in-depth look at evaluation. Part A is designed for policy makers. It sets out what evaluation is, and what the benefits of good evaluation are. It explains in simple terms the requirements for good evaluation, and some straightforward steps that policy makers can take to make a good evaluation of their intervention more feasible. Part B is more technical, and is aimed at analysts and interested policy makers. It discusses in more detail the key steps to follow when planning and undertaking an evaluation and how to answer evaluation research questions using different evaluation research designs. It also discusses approaches to the interpretation and assimilation of evaluation evidence.

The Performance Measurement for Public Health Policy was developed by APHA and the Public Health Foundation to help health departments and their partners assess and improve the performance of their policy activities; this tool is the first to focus explicitly on performance measurement for public health policy. The first section of the tool gives a brief overview of the role of health departments in public health policy, followed by an introduction to performance measurement within the context of performance management. It also includes a framework on page 5 for conceptualizing the goals and activities of policy work in a health department. The second section of the tool consists of tables with examples of activities that a health department might engage in and sample measures and outcomes for these activities. The final section of the tool provides three examples of how a health department might apply performance measurement and the sample measures to assess its policy activities.

The Role of Community-Based Participatory Research is a comprehensive website developed by the U.S. Department of Health and Human Services that is dedicated to providing information on CBPR.

Recursos impresos

Barrett, N.  (2013). Program evaluation: A step-by-step guide. Sunnycrest Press. 

Fawcett, S., Paine, A., Francisco, V., Schultz, J., Richter, P., Lewis, K., Williams, L., Harris, J., Berkley,Y., Fisher, L., & Lopez, M. (1994). Work group evaluation handbook: Evaluating and supporting community initiatives for health and development. Lawrence, KS: Work Group on Health Promotion and Community Development, University of Kansas.

Harris, M. (2010). Evaluating public and community health programs. San Francisco, CA: Jossey-Bass.

Wholey, J., Hatry, H., & Newcomer, K. (2010). Handbook of practical program evaluation. San Francisco, CA: Jossey-Bass.