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¿Qué son el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias? ¿Cómo funcionan juntos?
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¿Por qué utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para afectar la estructura física de su comunidad?
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¿Cuándo utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
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¿Quién debe utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
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¿Cómo implementar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
Imagine que está diseñando una ciudad o un pueblo nuevo. ¿Cómo desearía que las personas se sintieran viviendo allí? ¿Cómo deberían ser los edificios y espacios, y cómo sería su diseño para hacer que la comunidad sea lo más habitable posible? ¿Qué inquietudes pueden resolverse a través de la estructura física de la comunidad y la forma en que fue organizada? ¿Cómo asegurarse de que su diseño perdure en el tiempo y sea lo suficientemente flexible como para satisfacer necesidades que en este momento puedan ser inimaginables?
¿Qué ocurriría si, en cambio, estuviera observando su propio vecindario o pueblo pequeño? ¿Qué cambios haría para hacerlo más agradable y habitable? ¿Qué pasos relativamente simples y económicos tomaría para mejorar la calidad de vida de los residentes? ¿Cómo encararía cuestiones más complejas, tales como la limpieza de una zona industrial contaminada o la promoción del desarrollo comercial? ¿Qué debería hacer para que esto fuera permitido por la ley?
En secciones anteriores de este capítulo mencionamos cómo se pueden utilizar las leyes y reglamentaciones para dar forma al entorno físico de la comunidad. En esta sección, discutiremos cómo un conjunto específico de reglamentaciones (los códigos de planeamiento urbano) puede ser utilizado para determinar tanto la naturaleza física como social de vecindarios y comunidades.
¿Qué son el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias? ¿Cómo funcionan juntos?
El diseño y la distribución de zonas de vecindarios (además del trabajo arduo) pueden convertirse en un planeamiento urbano que afecte como los residentes viven en su vecindario y lo utilizan. Analicemos cada uno en particular y luego examinemos brevemente qué ocurre cuando trabajan juntos. Observaremos además su interacción con mayor profundidad en la parte “Cómo…” de esta sección.
Distribución de zonas de vecindarios.
La distribución de zonas de vecindarios consiste en un conjunto de leyes y reglamentaciones comunitarias que dividen a una comunidad en varias zonas y especifica que clases de edificación, desarrollo y actividad económica se pueden dar en cada una de ellas. Prácticamente toda comunidad constituida tiene su propio código de planeamiento urbano, aunque todas se deben ajustar a la legislación local sobre distribución de zonas. Por lo general, cuando una ciudad o pueblo realiza modificaciones en su código de planeamiento urbano, ese cambio debe estar aprobado por el Gobierno Provincial o Estatal para asegurase de que se ajuste a la constitución o a la legislación local.
La mayoría de los estados o provincias tienen leyes en contra de la “distribución de zonas para vecindarios elitistas", la práctica de dividir espacios en lotes o casas de dimensiones tan amplias que sólo la clase alta puede comprar. Por consiguiente, una ciudad no puede simplemente decidir que todos los lotes deben ser de casi dos hectáreas. Una excepción (aunque probablemente no lo sea para lotes tan grandes) puede ser la relacionada con las cuestiones de salud ambiental o física (los desagües sépticos, la protección de una cuenca importante o una protección contra una fuente de contaminación).
Los códigos de planeamiento urbano pueden ser sencillos o complejos. Por lo general, gran parte de las zonas que describen incluye:
- Zona residencial. A su vez se puede subdividir en zonas de viviendas unifamiliares (y/o bifamiliares y multifamiliares) y de acuerdo al tamaño de los lotes.
- Zona comercial. Comerciantes, servicios, entretenimiento, restaurantes, alojamiento.
- Zona industrial. Las zonas industriales por lo general distinguen entre la industria ligera, la industria pesada, y depósitos y almacenamiento.
En algunas comunidades, en particular en pueblos tradicionalmente molineros en varias partes de los Estados Unidos, se suelen ver viviendas construidas expresamente para los trabajadores junto a, o cerca de, las rutas que llevan a la planta industrial. En algunos casos, el molino o la planta están en el centro del pueblo, en medio de la zona residencial. Si la actividad industrial es limpia y relativamente tranquila, esto puede resultar ser un buen uso del espacio urbano ya que permite que las personas concurran a pie a sus trabajos o que incluso almuercen en sus hogares.
- Zona de oficinas.
- Zona de edificios municipales. Se trata de edificios que brindan varias clases de servicios públicos, entre ellos escuelas y universidades públicas y privadas, hospitales, museos, salas de conciertos, centros comunitarios, bibliotecas y edificios del gobierno.
- Zonas de espacios abiertos. Parques y plazas, campos deportivos y áreas naturales o silvestres (usualmente pantanos o áreas junto a fuentes de agua, o con destacadas características naturales). La distribución de espacios abiertos puede además preservar tierras que tradicionalmente se han mantenido como espacio abierto o proporcionar un amortiguamiento (es decir una barrera protectora) entre las zonas industriales o de transporte y las áreas residenciales.
Forest Park, dentro de los límites de la ciudad de Pórtland, en Oregon, conserva más de 2.000 hectáreas de bosques.
- Zonas de transporte. Carreteras, vías de ferrocarril y tranvía, aeropuertos, estaciones de ferrocarril, etc.
En algunas comunidades, los hospitales y otros centros de salud pueden tener además zonas separadas asignadas.
- Varias zonas de usos múltiples son posibles y usuales. La distribución de zonas para vecindarios puede ser bastante específica y cambiar de cuadra en cuadra. Algunas comunidades pueden insertar zonas de usos múltiples entre, por ejemplo, áreas residenciales y comerciales y de esta forma logran una transición gradual y suave entre una y otra. Más adelante, en esta sección, discutiremos acerca de las zonas de usos múltiples.
Además de controlar el tipo de actividad permitida en una zona determinada, los códigos de planeamiento urbano pueden también regular otros factores:
El hecho de que los códigos puedan regular estos factores no significa que lo hagan. Muchas ciudades tienen únicamente una distribución de zonas mínima (o ninguna) y regulan muy poco a excepción de los usos permitidos en una zona específica. Otras regulan todos los elementos a continuación además de otros.
La legislación local también entra en juego. En Massachusetts, por ejemplo, los códigos de planeamiento urbano no pueden regular el diseño de las casas o el color en el que son pintadas. Otros estados tienen códigos que pueden hacerlo.
Es importante destacar que la mayoría de las reglamentaciones de distribución de zonas deben tener un propósito relacionado con el bienestar público. Una comunidad no puede simplemente, por ejemplo, disponer que alguien no puede utilizar su propiedad en su beneficio económico porque desea limitar el desarrollo, a menos que la propiedad esté en una zona en la que se prohíbe la actividad que el propietario desea desarrollar. Si la distribución de zonas limita en exceso los derechos del propietario sobre su propiedad es lo mismo que tomar legalmente su propiedad sin pagar por ella. La justicia podría hacer a un lado la norma de planeamiento urbano además de adjudicar una indemnización al propietario.
(La comunidad o el estado pueden expropiar propiedad privada para un propósito público, tal como la construcción de una autopista - esto se denomina dominio eminente - pero deben pagar un precio de mercado justo por ella).
- Densidad. La cantidad de metros cuadrados de edificación permitida por hectárea. Esto incluye no sólo la superficie que ocupa el edificio, sino el total de metros cuadrados de sus pisos. Si un edificio tiene tres pisos y cada uno de ellos ocupa 200 metros cuadrados, la superficie del edificio es de 600 metros cuadrados.
- Altura de los edificios. Una comunidad entera o un área determinada pueden no permitir edificios que excedan cierta altura, ya sea por razones prácticas (por ejemplo, posibles terremotos), para preservar un tipo de edificación uniforme (un área conocida por un estilo arquitectónico particular) o para proteger el valor de las propiedades (para preservar las vistas de otros edificios).
- Tamaño de los lotes.
- Distancias. La distancia de un edificio respecto de la calzada o acera y/o del límite del lote. La distribución de zonas puede determinar distancias mínimas o máximas, o ambas.
- Espacio entre edificios. La distribución de zonas puede determinar espacios mínimos, máximos o ambos.
Un caso especial de distribución de zonas es el de un distrito histórico. Se trata de un área en una comunidad con conexiones históricas específicas y/o valor histórico (por lo general arquitectónico, pero que a veces proviene de una conexión directa con una figura, evento o período importante). En los distritos históricos existen reglamentaciones específicas acerca de los estilos de construcción, las ampliaciones o remodelaciones a estructuras existentes y otros factores que pudieran cambiar su naturaleza. Estos distritos son generalmente supervisados por una junta o comisión ciudadana que debe aprobar cada uno de los proyectos nuevos y puede modificar o rechazar todo aquel que ponga en peligro la integridad del distrito.
- Varianzas: debido a algunos factores, a veces se otorgan permisos a un proyecto determinado para ignorar algunas de las normas que se aplican a la distribución de zonas. Uno de ellos suele darse en el caso de que el proyecto beneficie a la comunidad. De esta manera, se le puede otorgar a un desarrollo que finalmente brindará un número de puestos de trabajo para los trabajadores locales una varianza de densidad que permita edificaciones mayores o que permita la construcción de edificios de usos múltiples en una zona residencial.
En algunos casos, se pueden ofrecer varianzas sin que los desarrolladores las soliciten a cambio de un servicio o beneficio para la comunidad (por ejemplo, la construcción de un cierto número de viviendas económicamente accesibles o la limpieza de un área contaminada). Estas varianzas pueden establecerse en las reglamentaciones de distribución de zonas: (la Base de Datos de Soluciones del Centro de Barreras Reglamentarias del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos) donde encontrará varios ejemplos para los Estados Unidos
Proyecto de vecindario.
El proyecto de vecindario consiste en una mirada de los vecindarios como unidades básicas de una comunidad y toma en cuenta el diseño de cada vecindario como un todo. No se trata de diseñar edificios, aunque la imagen del vecindario pueda ser una parte importante del proyecto, sino de diseñar un vecindario que permita y promueva características tales como la diversidad, la interacción, el fácil acceso a los servicios y comodidades, la disminución en el uso de automóviles, un medioambiente placentero y de bajo estrés, la seguridad y una alta calidad de vida, sin importar los ingresos de los residentes.
Gran parte del material a continuación considera al proyecto de vecindario como algo vinculado a la distribución de zonas y a los desarrolladores y demás personas que producen cambios en el vecindario que, de alguna manera, involucran al gobierno. Es importante destacar que no todos los cambios en el proyecto son necesariamente tan radicales. Por ejemplo, plantar flores sobre la línea divisoria de una carretera puede ser una tarea llevada a cabo por voluntarios. Una o más empresas locales o la Cámara de Comercio pueden financiar y plantar la vegetación o instalar los maceteros en las aceras de una ciudad. Los residentes que viven en las cercanías pueden limpiar los lotes vacíos y convertirlos en parques pequeños o en otros bienes comunitarios. En otras palabras, el gobierno no necesita participar directamente para realizar cambios positivos en el vecindario.
Un vecindario puede definirse por su geografía, su naturaleza étnica o racial, su estilo arquitectónico, su historia, su función (viviendas multifamiliares, por ejemplo), su estatus político (distrito policial, escolar), sus puntos de reunión (bares, clubes sociales), su centro de transportes o su designación por parte de las autoridades. Además de su componente residencial, un vecindario se compone de sitios, edificios y monumentos históricos, parques, tiendas y servicios, oficinas municipales o gubernamentales, transportes (carreteras, vías de ferrocarril, paradas de autobús y metro, etc.) y la industria que se desarrolla dentro de sus límites. Todos estos elementos se deben tener en cuenta al momento de tratar el proyecto de vecindario.
Estas son sólo algunas de las cuestiones que el proyecto de vecindario puede abarcar:
- El trazado de calles y otros accesos para el transporte. El trazado de calles puede promover o desalentar el tráfico vehicular o las caminatas.
En Barcelona, España, bulevares con varios carriles en ambas direcciones dirigen el tráfico a través de la ciudad, dejando a los vecindarios residenciales en sus alrededores prácticamente libres de vehículos. La famosa Avinguda Diagonal (Avenida Diagonal), por ejemplo, atraviesa diagonalmente la grilla de calles, permitiendo un fácil acceso vehicular a los rincones más remotos de Barcelona, a la vez que aleja el tráfico de los vecindarios más tranquilos.
- Estacionamiento. El estacionamiento alejado de las calles puede mantener calles compatibles con los peatones libres de entradas para vehículos y dejar espacio libre en ellas para el estacionamiento de repartidores, visitas, etc.
- La concentración de los edificios y la superficie. Concentrar la construcción en las áreas urbanas centrales y en las áreas ya construidas puede ayudar a controlar la expansión que termina con los espacios abiertos que rodean muchas ciudades y suburbios en América y Europa.
- La ubicación de los edificios dentro de sus alrededores inmediatos.
- La arquitectura de los edificios en relación a otros edificios en el área, y a la historia y naturaleza del vecindario.
- El diseño y la colocación de plantas, césped y otros espacios alrededor de los edificios.
- La ubicación tanto de comercios como de distritos comerciales.
- La ubicación de edificios gubernamentales y municipales, entre ellos bibliotecas, escuelas, atracciones culturales (teatros, museos) y centros comunitarios.
- La ubicación y utilización de espacios abiertos (no solamente parques, sino espacios verdes protegidos, plazas y lotes vacíos).
- La ubicación y delimitación de instalaciones necesarias.
Una importante planta de tratamiento de aguas residuales en la ciudad de Nueva York tiene en su terraza un parque público, con césped y todo.
- La facilidad y seguridad para caminatas, ciclismo, patín y cualquier otra forma de transporte impulsada por el ser humano.
- La seguridad en general.
Neo Urbanismo
No podemos discutir realmente el proyecto de vecindario sin referirnos al movimiento en planeamiento llamado Neo Urbanismo. Originado como una reacción hacia el crecimiento y la expansión sin control (la tendencia de las comunidades suburbanas a expandirse hacia las afueras sobre amplios lotes, en vez de llenar los espacios en áreas ya construidas o extenderse hacia arriba en edificios de gran altura), el Neo Urbanismo en realidad es una retrospectiva del antiguo urbanismo, de la manera en que las comunidades funcionaban antes de que la industria automotriz cambiara el mundo desarrollado.
Los Neo Urbanistas buscan reestablecer al vecindario como la unidad fundamental de una comunidad en el que todo aquello que necesitan los residentes esté a una corta distancia de sus hogares o sea fácilmente accesible a través de un transporte público cómodo y eficiente. Los espacios abiertos (tanto dentro como fuera de ciudades y suburbios) son preservados gracias a la creciente densidad en áreas ya construidas, evitando de esta manera la expansión y el desarrollo de franjas que plagan caminos que alguna vez fueron pintorescos y pequeños pueblos en todo el continente.
El Congreso para el Neo Urbanismo (CNU) fue fundado por un grupo de arquitectos y planificadores en 1993 y posiblemente sea la organización más importante del movimiento. En el preámbulo de su estatuto, el CNU sienta los principios básicos del pensamiento del Neo Urbanismo:
El Congreso para el Neo Urbanismo considera la desinversión en las ciudades centrales, el avance de una expansión sin lugar, el incremento de la segregación racial y social, el deterioro del medioambiente, la pérdida de tierras para la agricultura y zonas vírgenes así como el desgaste del patrimonio construido de la sociedad como un desafío interrelacionado de construcción comunitaria.
Aprobamos la remodelación de los centros urbanos y ciudades ya existentes dentro de regiones metropolitanas coherentes, la reconfiguración de los suburbios en expansión en comunidades de vecindarios reales y distritos diversos, la preservación de ambientes naturales y la conservación de nuestro legado construido…
Promovemos la reestructuración de una política pública y prácticas de desarrollo en apoyo de los principios a continuación: los vecindarios deben tener diversidad de uso y población; las comunidades deben estar diseñadas para el peatón y el tránsito, así como para los automóviles; las ciudades y los pueblos se deben desarrollar conforme a espacios públicos accesibles e instituciones comunitarias; los sitios urbanos se deben basar en la arquitectura y el diseño del paisaje que rinden homenaje a la historia local, el clima, la ecología y la práctica de la construcción.
El CNU sostiene asimismo que la Reconstrucción de vecindarios, ciudades y regiones es profundamente interdisciplinaria. Creemos que se necesita tratar la comunidad, la economía, el medioambiente y el diseño simultáneamente a través de un diseño y un planeamiento urbano.
Debido a la enorme influencia que han tenido las ideas neo urbanistas sobre el planeamiento mismo durante los últimos años, gran parte del material siguiente acerca del proyecto de vecindario y el planeamiento de vecindario se basa en los principios neo urbanistas o en el CNU o en sitios Web neourbanismo.
El proyecto de vecindario no se refiere únicamente al diseño de los edificios, sino al diseño del vecindario como un todo. La distribución del vecindario influencia, por ejemplo, cómo los residentes viven en él. Si existen varias empresas locales y mercados culinarios y si se trata de un vecindario peatonal – y apto para bicicletas – (aceras, sendas para bicicletas, árboles que brindan sombra y reparo del viento, etc.) habrá más personas que caminarán o se desplazarán en bicicleta para hacer sus mandados y concurrir a sus citas, y menos tráfico vehicular. Una mayor cantidad de personas en la calle (incentivadas no sólo por la facilidad de comprar y caminar sino por la buena iluminación de las calles, vistas amplias, muchas puertas y ventanas al exterior, negocios abiertos durante el día hasta la noche) hace que el vecindario sea además más seguro y que haya una mayor interacción humana.
Varios de estos factores del proyecto de vecindario son particularmente relevantes en el medioambiente suburbano en el que viven en la actualidad la mitad de los americanos. La frecuencia con que los suburbios adoptan zonas de uso único (en donde cada zona tiene un único uso admisible) promueve el crecimiento de desarrollos de viviendas en ciudades dormitorio y centros comerciales y tiendas en la periferia. Separa al comercio y a la industria de las áreas residenciales e implica que los residentes vivan lejos de los lugares donde trabajan, compran, van a la escuela y encuentran recreación. Esta separación aumenta el uso de vehículos y promueve la expansión. Lo que nos lleva a...
La interacción del diseño y la distribución de zonas de vecindario.
Es aquí donde se unen el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias. El tipo de zona que adopta una comunidad puede en gran medida trazar el diseño de los vecindarios sujetos a esa zona. Las zonas de uso único, como ya hemos destacado, pueden llevar a la expansión. Otros tipos de zonas pueden influenciar el diseño de la comunidad de diferente forma. Por ejemplo, una distribución de zonas que dispone límites poco profundos puede afectar el aspecto y la sensación que transmite el paisaje urbano (el "espacio" creado entre la calle, sus aceras, árboles, vegetación, farolas, estacionamientos, etc. y las paredes que forman los edificios a ambos lados). Permitir una mayor densidad y/o zonas de usos múltiples en áreas residenciales y comerciales puede ayudar a eliminar el tráfico vehicular en esas áreas.
La distribución de zonas puede ser flexible, dependiendo de la naturaleza del desarrollo o la mejora del vecindario involucrada o puede brindar incentivos para ciertos tipos de actividades (construcción de viviendas económicamente accesibles, por ejemplo). Como ya hemos mencionado, analizaremos en mayor profundidad el papel que juega la distribución de zonas en el diseño del vecindario en la parte “Cómo…” de esta sección.
¿Por qué utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para afectar la estructura física de su comunidad?
- Pueden hacer que el gasto público se destine a las áreas adecuadas al invertir dinero en los proyectos y las mejoras que los residentes del vecindario más necesitan y desean. Como veremos cuando tratemos el planeamiento del vecindario, un buen diseño del vecindario surge de la visión que tienen quienes realmente viven en el vecindario en cuestión. Utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para ayudar a concretar esa visión aumenta las posibilidades de que los cambios implicados sean beneficiosos para las vidas de los residentes.
- Pueden fomentar la diversidad económica y racial/étnica. Al promover la construcción de viviendas accesibles y/o la remodelación de viviendas subvencionadas en un formato que admita variedad de ingresos (es decir, con viviendas de diferentes tipos y variedad de precios), el diseño y la distribución de zonas de vecindarios pueden ayudar a crear o mantener una diversidad en el vecindario, enriqueciendo la experiencia de todos los residentes.
- Pueden fomentar la interacción social y el trato entre los vecinos y entre los residentes del vecindario que provienen de entornos diferentes, lo que conlleva a una mayor participación comunitaria y a una resolución de conflictos más efectiva. El diseño de vecindario que ubica los centros de compras y servicios a una caminata y la distribución de zonas que ofrece incentivos a una amplia gama de viviendas hacen que los vecinos tengan un contacto diario. Las personas se encuentran en el mercado, en eventos locales, en la escuela del vecindario, simplemente al caminar de un lado a otro, intercambian saludos y finalmente se conocen entre sí. Esto puede lograr no sólo buenas relaciones y una atmósfera relajada, sino una mayor discusión acerca de las necesidades y metas comunitarias además de una acción comunitaria para tratarlas.
- Pueden hacer que las tareas cotidianas sean más sencillas y más convenientes. Un vecindario en el que se puede caminar hasta las tiendas y servicios, y donde los niños pueden de manera fácil y segura ir solos a la escuela caminando o en bicicleta significa que los residentes pasan menos tiempo viajando y más tiempo haciendo lo que necesitan hacer. El resultado es que además tienen más tiempo para hacer otras cosas y realizan las tareas en forma más amena debido a las interacciones que experimentan mientras las llevan a cabo.
- Pueden beneficiar la salud al promover el caminar o andar en bicicleta. Caminar más o andar más en bicicleta en un vecindario diseñado para ser apto para bicicletas (o peatones) tiene como resultado una mejor salud cardiovascular y que los residentes se sientan mejor. Asimismo, significa una menor contaminación automotriz lo que lleva a una disminución en los problemas respiratorios y días de aire nocivo.
- Pueden facilitar el transporte y crear independencia para todos. Los vecindarios en los que los servicios y las tiendas están a una corta distancia a pie o en bicicleta y que cuentan con un sistema de transporte público eficiente aportan libertad a quienes no poseen automóvil o no saben conducir (ancianos, niños y quienes no tienen recursos para comprar un vehículo). Esto implica un acceso para todos a establecimientos culturales, educacionales, médicos, recreativos y otros.
- Pueden brindar un fácil acceso a los puestos de trabajo. Las zonas mixtas residenciales/comerciales/industriales con una industria adecuada (limpia y relativamente silenciosa) que no produce amenazas a la salud, pueden hacer posible que los residentes caminen hasta sus trabajos ahorrando tiempo, dinero y estrés tanto a empleados como a empleadores, además de eliminar en parte la necesidad de proporcionar lugares de estacionamiento a los empleados. Para los residentes de bajos recursos, la posibilidad de caminar hasta el trabajo puede hacer realidad la posibilidad de empleo.
- Pueden hacer que los residentes ahorren en transporte. Al tener la posibilidad de caminar o ir en bicicleta hasta el trabajo, la escuela y las tiendas, los residentes del vecindario pueden ahorrar grandes sumas en gastos de combustible y en el mantenimiento y reparación de sus automóviles. Algunos pueden decidir que no necesitan un automóvil en absoluto.
- Pueden beneficiar al medioambiente. Menos tráfico resulta en un aire más puro y menos contaminación acústica, no sólo para el vecindario sino para toda la comunidad. Una mayor densidad en el centro de la ciudad puede significar más espacio abierto en las afueras. Tanto los edificios ecológicos como la vegetación autóctona conservan la energía.
- Pueden promover un desarrollo eficiente en energía y responsable con el medioambiente. La distribución de zonas puede brindar incentivos o regulaciones, o ambos, que promuevan la conservación del agua y la energía, la preservación (o creación) de espacios abiertos, la limpieza de sitios contaminados, conexiones al transporte público y la adhesión a los estándares medioambientales LEED (Liderazgo en Diseño de Energía y Medio Ambiente) del Consejo de Construcción Verde de los Estados Unidos.
- Pueden resultar en mayores ganancias para los desarrolladores y más razones para que estos inviertan en viviendas accesibles. La densidad en crecimiento es beneficiosa para los desarrolladores debido a que pueden construir más unidades en un determinado lote. Debido a que los terrenos urbanos son por lo general extremadamente costosos, aun unas pocas unidades adicionales pueden hacer una gran diferencia. Otorgar bonificaciones por densidad a cambio de viviendas accesibles es una de las maneras para alentar a los desarrolladores a construirlas, pero incluso la agilización de permisos puede ser suficiente para ello, otorgando la oportunidad de obtener ganancias en un área densamente poblada.
Muchos ambientalistas y defensores de las vivienda equitativas acostumbran ver a los desarrolladores como enemigos, sin embargo, pueden ser aliados en el esfuerzo de crear comunidades habitables y enfocadas en los residentes. Algunos tienen deseos de hacer lo correcto, siempre y cuando obtengan alguna ganancia, todos debemos vivir después de todo y muy pocos podemos darnos el lujo de trabajar gratis. Incluso se puede convencer (a través de incentivos y reglamentaciones, así como otros acuerdos), hasta a aquellos desarrolladores a los que no les interesa más que su resultado final, de que construir viviendas accesibles o crear desarrollos atentos al medioambiente es en su propio beneficio. Si considera que sus metas y las del desarrollador pueden ser compatibles, puede sorprenderse de lo que pueden lograr juntos.
- Pueden crear un mejor entorno comercial. Cuando los comerciantes y proveedores de servicios son locales y pueden conocer a sus clientes personalmente, y viceversa, se desarrolla una lealtad en ambas direcciones. Las personas compran en el lugar no sólo porque les conviene, sino porque obtienen un servicio personalizado y la satisfacción de brindar apoyo a sus amigos. Existe una mayor probabilidad de que los residentes obtengan los productos y servicios que desean (los empresarios inteligentes proveen a sus clientes con lo que solicitan) y de que los empresarios locales consigan un flujo de actividad comercial estable.
- Pueden contribuir para lograr un vecindario física y estéticamente más placentero. Calles arboladas, menos tráfico, una vista amplia, características arquitectónicas imponentes, espacio abierto para compensar la densidad de población, todos estos y otros elementos pueden ser el resultado del diseño y la distribución de zonas puede hacer que un vecindario sea un lugar más placentero para vivir.
- Pueden fomentar vecindarios más seguros. Menos tráfico significa menos accidentes automovilísticos y un riesgo menor para los peatones y ciclistas. Más personas en las calles a toda hora, así como una mayor familiaridad con los vecinos, una mejor iluminación y más ventanas al exterior, implican una menor oportunidad para la violencia y los delitos en las calles. El aumento de la interacción puede asegurar un control diario de los residentes mayores que viven por su cuenta. Todos estos aspectos se pueden promover a través de la combinación adecuada de diseño y distribución de zonas.
- Pueden mejorar la calidad de vida del vecindario. Un vecindario más agradable que cuenta con mayor interacción, un estilo de vida más saludable, menos tráfico, mayor conveniencia, menos estrés, un medioambiente más limpio, facilidad de acceso, alrededores estéticamente más placenteros y seguridad (con cualquiera de estos factores o cualquier combinación de ellos) puede contribuir a una mejor calidad de vida para sus residentes. Cuantos más de estos elementos se puedan incorporar al proyecto de vecindario, mayor será la calidad de vida que los residentes puedan experimentar, sin importar sus ingresos o condición social.
¿Cuándo utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
En varias secciones de la Caja de Herramientas Comunitarias la respuesta a “¿Cuándo…?” es “En cualquier momento”. En esta oportunidad, la respuesta varía un poco, ya que, si bien es importante tener consideración de estas cuestiones en todo momento, muchas de las posibilidades están limitadas por factores políticos y económicos. Los códigos de planeamiento urbano se modifican por completo sólo de vez en cuando, aunque se puedan revisar cuando sea necesario.
El planeamiento del vecindario generalmente necesita un estímulo para empezar. Algunos proyectos que podrían mejorar el diseño del vecindario simplemente no son económicamente viables. El apoyo es de suma importancia en este tema, pero también lo es mantenerse atento a la posibilidad de plantear la cuestión y comenzar el proceso.
Una manera de manejar el problema del tiempo es que los residentes del vecindario inicien un proceso de planificación participativa o que designen un comité vecinal permanente para considerar las posibilidades de cambio. Ya que cualquiera de estas opciones funcionaría en forma constante, llevando a cabo reuniones y debates habituales, el vecindario siempre estaría listo tanto para generar como para aprovechar la oportunidad de mejorar.
La comunidad en la que vive el editor de este artículo tiene, por ejemplo, un comité de distribución de zonas dirigido por ciudadanos, independiente de la Junta de Planeamiento, que se reúne habitualmente para revisar y hacer recomendaciones respecto de la distribución de zonas en la ciudad. La Junta de Planeamiento también hace recomendaciones periódicamente acerca de cambios en la distribución de zonas. Además, en el sistema de gobierno de su ciudad, los ciudadanos pueden solicitar cambios en la distribución de zonas, que luego el gobierno de la ciudad deberá llevar a cabo. Todos estos mecanismos hacen que los cambios en la distribución de zonas que benefician a los vecindarios y que satisfacen las necesidades de los residentes tengan más probabilidad de ser considerados y aprobados.
De manera que la respuesta sigue siendo “En todo momento”, pero esto puede significar tener que trabajar para llegar al punto en que pueda utilizar las herramientas que le proporcionan el diseño y la distribución de zonas de vecindarios. En consecuencia, estas son algunas de las ocasiones en que el uso de esas herramientas es por lo general posible.
Cuando se está desarrollando o modificando un código de planeamiento urbano.
Una Junta de Planeamiento activa reexamina periódicamente la distribución de zonas e incluso los códigos de planeamiento urbano de larga data son revisados eventualmente, ya sea como parte de un plan municipal más amplio o individualmente. Por lo general, toda distribución nueva de zonas implica un aporte comunitario, al menos en forma de audiencias públicas. En algunas comunidades, se promueve la participación de los ciudadanos en el proceso.
Cualquiera sea el procedimiento, tal vez este sea el mejor momento para conocer los deseos y las necesidades de los residentes, instalar cuestiones de habitabilidad y otros elementos que puedan afectar la distribución de zonas, sugerir alternativas, etc. Es importante que todos sepan cuales son las alternativas y examinen los posibles efectos de cada una antes de que un código se convierta en ley. Desarrollar una distribución de zonas puede ser un proceso contencioso, pero si los residentes y demás partes interesadas (desarrolladores, empresarios) encaran la idea de que a la larga se puede dictar un código que beneficie a todos, el resultado puede ser lograr vecindarios que funcionen.
Un comité ciudadano de revisión de distribución de zonas como el que se describe al hacer referencia a la comunidad del editor puede ser de utilidad para que los residentes del vecindario tomen conciencia, comprendan e influyan en las revisiones de los códigos de planeamiento urbano que los afectan.
Cuando un proceso de planeamiento comunitario estratégico o de planeamiento de vecindario se lleva a cabo.
Las comunidades, en especial aquellas en las que se espera un crecimiento significativo en un futuro inmediato, a menudo recurren a un proceso de planeamiento estratégico o planeamiento de vecindario para intentar controlar los efectos de ese crecimiento. A veces, el proceso puede ser la respuesta a una resolución de un gobierno superior (por ejemplo, una ciudad comienza su proceso de planeamiento de vecindario en respuesta a una ley del estado o provincia en la que se encuentra). En otros casos, se puede deber a otros acontecimientos (ver la descripción del Proceso de Planeamiento de Vecindario de Austin, Texas, más adelante en esta sección). En ambos supuestos, se trata de una oportunidad para participar en una discusión acerca del diseño y la distribución de zonas para vecindarios que puede llevar a un cambio positivo.
Cuando se propone un desarrollo importante que podría cambiar la naturaleza del vecindario.
Por lo general, toda clase de desarrollo importante, ya sea residencial, comercial o industrial (o municipal, para tal fin), debe ser aprobado a través de un proceso que involucra audiencias públicas, permisos, la presentación de varios informes y solicitudes, etc. Ya sea que el desarrollo presente la posibilidad de un daño o beneficio para el vecindario (o ambos, lo que no sería una posibilidad inusual) los ciudadanos suelen tener opiniones firmes al respecto. Esta situación brinda una excelente posibilidad para plantear cuestiones relacionadas con el diseño y la distribución de zonas para vecindarios, además de ayudar a los residentes a considerar cómo hacer para que el desarrollo se convierta en una ventaja para el vecindario.
Convertir a un desarrollo en una ventaja para el vecindario es ideal. Todos (residentes, el desarrollador, la comunidad en general) se benefician y se minimiza el conflicto. Sin embargo, ese ideal no siempre es posible y el vecindario debe además movilizarse para conservarse a sí mismo resistiendo el desarrollo o reclamando cambios en el plan del desarrollador. En ambos casos, es el momento oportuno para discutir las cuestiones relacionadas con el diseño y la distribución de zonas.
Cuando un esfuerzo para un desarrollo comunitario o vecinal se pone en marcha.
Si bien en este caso el propósito puede ser mayormente económico, los resultados pueden tener un alto impacto en el diseño y la distribución de zonas de vecindarios. Es importante que aquellas cuestiones se instalen al inicio del esfuerzo, de manera que pueda incluir planes bien elaborados de incentivos para el desarrollo y para lo que el vecindario recibirá a cambio.
Cuando una comunidad o vecindario parece ir en retroceso.
Cuando el futuro no es alentador puede ser el mejor momento para instaurar un planeamiento para el cambio, ya que la mayoría de las personas están dispuestas a admitir que la situación es inaceptable. Cuando las posibilidades de empleo se han ido a otra parte, cuando las viviendas se han deteriorado y el delito prolifera, los residentes pueden estar más que dispuestos a reconsiderar el diseño de sus vecindarios y a abogar por cambios en la distribución de zonas y en otras áreas.
Cuando un vecindario está atravesando o está amenazado por cambios en su población.
Los ejemplos típicos son aquellos de vecindarios urbanos en los que la composición racial está cambiando (personas de color se mudan al vecindario, personas de raza blanca huyen hacia los suburbios) o pueblos rurales que de repente se ven abrumados por la expansión de la periferia (los valores de las propiedades rápidamente se disparan convirtiéndose en inalcanzables para los residentes de toda la vida, nuevos residentes que demandan servicios que el pueblo nunca antes había tenido en cuenta). Si los residentes enfrentan la cuestión como es debido, pueden a menudo (a través de un cuidadoso diseño y distribución de zonas) mantener la naturaleza de su vecindario y a la vez incorporar a una nueva población.
A finales de 1950, el vecindario West Mount Airy de Filadelfia era el objetivo de ventas del mercado inmobiliario. Se trataba de la práctica inescrupulosa de los agentes inmobiliarios de asustar a los propietarios blancos diciendo que los afroamericanos se estaban mudando al barrio y que el precio de sus propiedades estaba en baja, de esta manera los agentes convencían a los blancos de venderles sus propiedades a un bajo precio. Luego, las vendían a compradores negros a precios sobrevaluados, haciendo que el vecindario pase de ser un vecindario exclusivamente blanco a uno afro americano prácticamente del día a la noche.
En lugar de entrar en pánico y vender sus propiedades, los residentes de West Mount Airy se unieron para resistir las tácticas de los agentes inmobiliarios y dar la bienvenida a los afroamericanos que compraban propiedades en el vecindario. El resultado es que hoy en día, West Mount Airy es un vecindario totalmente integrado y uno de los lugares más atractivos para vivir en Filadelfia. Sus residentes, de diferentes orígenes raciales, continúan teniendo una participación activa en los asuntos de la comunidad y manteniendo la integración que conservó al vecindario 50 años atrás.
Al momento en que la edición final de esta sección se lleva a cabo (2008), la recesión económica hace resaltar nuevas dificultades, relacionadas con mantener la calidad de vida del vecindario con recursos reducidos. Asi mismo, esta situación requiere de un diseño y distribución de zonas de vecindarios, manteniendo al factor económico en primer lugar, pero además con miras de lograr la participación de los residentes en el planeamiento y en el mantenimiento de sus propios vecindarios a futuro.
¿Quién debe utilizar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
Un proceso de diseño de vecindario bien dirigido debe involucrar a todas las personas claves en el esfuerzo de participación. Muchas de las ciudades que han emprendido esfuerzos formales de planeamiento de vecindario han utilizado ese modelo (hemos mencionado el ejemplo de Seattle y Austin, otras son Norfolk, Virginia, Syracuse, Nueva York y Atlanta, Georgia) debido a tres razones principales:
- Es un principio básico de la filosofía neo urbanista en la que se basa gran parte del diseño y la distribución de zonas de vecindarios actuales.
- Es la manera más justa y respetable de encarar el diseño o rediseño del vecindario.
- Lo que es más importante, es efectivo para la creación de vecindarios que satisfacen las necesidades de los residentes.
Un proceso participativo de planeamiento de vecindario resulta en planes que comienzan con una visión de vecindario compartido, reciben el aporte de las personas claves y, por consiguiente, pertenecen al vecindario entero. Nadie queda con la sensación de que el plan fue impuesto desde afuera y todos trabajan para promoverlo e implementarlo adecuadamente. Sin embargo, un proceso tal no ocurre simplemente; requiere liderazgo y compromiso por parte de al menos un grupo básico de residentes así como el apoyo del vecindario y/o la comunidad en general.
Entre 1980 y 1990, la ciudad de Austin, Texas creció en más de un tercio en cantidad de habitantes, de 345.000 a 465.000 aproximadamente. El crecimiento proyectado para los siguientes diez años era incluso más elevado (la tasa de crecimiento real para 1990-2000 fue de alrededor del 41%, más de 650.000 habitantes), basado en el crecimiento de las industrias de alta tecnología y otros factores económicos además del traslado general de la población de los EE.UU. hacia el sur y el oeste del país. Como resultado, la ciudad nombró a una junta de revisión ciudadana para sugerir un plan de manejo de ese crecimiento.
De allí surgió, a mediados de los 90, el Proceso de Planeamiento de Vecindario, originalmente concebido como parte del Plan Integral para el Futuro de la ciudad de Austin. La ciudad se divide en áreas de planeamiento de vecindario y se solicita a los residentes y otras personas claves de cada vecindario que participen en el diseño del futuro de su vecindario. Los vecinos expresan sus ideas en encuestas y personalmente, luego esas ideas son transmitidas a los grupos de planeamiento de vecindario (uno para cada una de las cuestiones, tales como uso del terreno, medioambiente y transporte) compuestos por las personas claves del vecindario.
Finalmente, el personal de Planeamiento de Vecindario utiliza la información de las encuestas y grupos de planeamiento para dar forma a un plan que refleje la visión de un grupo diverso de personas claves. Cada plan se convierte luego en un mapa de distribución de zonas para Uso Futuro del Terreno, objetivos basados en la visión del vecindario y un conjunto de recomendaciones específicas que luego son revisadas por el vecindario y el personal de la Ciudad de Austin. Por último, (después de revisar las recomendaciones, proponer y aprobar modificaciones a la distribución de zonas y de que todos consideren al plan tanto factible como un reflejo razonable de la visión del vecindario) la Comisión de Planeamiento revisa el plan y lo envía al Consejo de la Ciudad con una recomendación (generalmente de aprobación). Luego de una audiencia pública y un posible ajuste final, es aprobado por el Consejo de la Ciudad como una modificación al plan para el Futuro de Austin.
Varios vecindarios de Austin todavía están trabajando en el proceso de planeamiento. De ser necesario, se pueden revisar los planes cada cinco años.
(Muchos planes maestros, códigos de planeamiento urbano e incluso planes de vecindarios de ciudades o pueblos estás disponibles en línea).
La distribución de zonas es una herramienta legal y por lo general el órgano de gobierno o ciudadano correspondiente (a menudo la Junta de Planeamiento) la plasma en un código. Según las leyes locales, deber ser luego aprobado ya sea por los votantes o por el órgano de gobierno (o en algunos casos ambos) antes de convertirse en ley. De esta manera, quienes redactan y aprueban los códigos de planeamiento urbano deben además, de algún modo, ser parte del proceso de diseño del vecindario, de manera que los cambios necesarios respecto a la distribución de zonas puedan hacerse lo más gradualmente posible.
En el ejemplo de Austin, el personal del Proceso de Planeamiento de Vecindario actúa como la conexión del vecindario con el gobierno de la ciudad y brinda información acerca de qué tipos de cambios en la distribución de zonas, de haberlos, son necesarios en cada área para llevar a cabo el plan del vecindario. En los casos en que los cambios son necesarios y estimados adecuados, se los acepta como parte del plan aprobado, de manera de poder implementar los planes sin necesidad de otro procedimiento. (Existe también un mecanismo de apelación y negociación para aquellos que se oponen a los cambios en la distribución de zonas dentro de su propiedad).
Una alternativa para este tipo de proceso sería uno en el que el vínculo con el gobierno de la ciudad esté conformado por un grupo de ciudadanos. Ambos enfoques tienen sus ventajas y desventajas: un grupo de ciudadanos reflejaría mejor las inquietudes del vecindario y hay una mayor probabilidad de que intente hallar las maneras de tratarlas. El personal del Proceso de Planeamiento de Vecindario tiene un más fácil acceso a los funcionarios y órganos del gobierno, conoce las reglamentaciones vigentes y puede tener mayor influencia si decide discutir a favor de las prioridades del vecindario.
Las personas claves que deben participar en los esfuerzos de diseño del vecindario son:
- Los residentes del vecindario.
- Los propietarios de negocios y profesionales del vecindario (es decir, quienes obtienen sus ingresos en el vecindario, aunque no vivan allí).
- Las industrias establecidas en el vecindario.
- Quienes tengan un interés económico en el vecindario (propietarios, desarrolladores de planes actuales).
Pareciera ser una mala idea incluir a quienes tienen únicamente un interés económico en el vecindario, sin embargo resulta importante por al menos tres razones: tienen derechos en el área, así como el derecho de ser tratados con el mismo respeto que el resto; pueden tener buenas ideas para el desarrollo del vecindario que beneficien tanto a los residentes como a ellos mismos; y si son parte del proceso de planeamiento, no sentirán que han sido tratados de manera injusta y no tendrán motivos para tratar de entorpecer la implementación del plan una vez que esté concluido.
- Los proveedores de la salud y servicios comunitarios en el vecindario.
- Los servidores públicos: policías, bomberos, etc.
- Los representantes del gobierno local y los organismos que sirven al vecindario: concejales de la ciudad, representantes locales, organismos de recreación municipal, transporte público, etc.
- Las organizaciones culturales con sede o base en el vecindario: museos, bibliotecas, teatros.
- Las instituciones educativas, tanto públicas como privadas.
- Los lugares de culto en el vecindario.
¿Cómo implementar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios para construcciones comunitarias?
Debido a que requiere de un esfuerzo participativo, un buen proceso de diseño y distribución de zonas de vecindarios lleva tiempo y organización. Sin embargo, si se lo lleva a cabo adecuadamente, puede tener efectos positivos durante décadas o más. De manera que, ¿Cómo se lo lleva a cabo adecuadamente? Cada comunidad y vecindario son diferentes, tienen habitantes diferentes, actitudes diferentes, niveles de conocimiento diferentes, habilidades diferentes, paisajes diferentes y sucesivamente. El proceso debe ser el indicado para el vecindario y la situación en cuestión.
Dicho esto, existen algunas reglas generales que creemos son de utilidad, así como muchos esfuerzos actuales que pueden utilizarse como modelos (muchos se pueden consultar en Internet, enumeraremos varios de ellos en la sección “Recursos”). Presentaremos un conjunto de lineamientos a seguir, sin embargo tenga en cuenta que no intentamos insinuar que esta sea la única manera de proceder.
Con el objetivo de darle forma al diseño de vecindario, utilizaremos el Proceso de Planeamiento de Vecindario de la ciudad de Austin, Texas a modo de ejemplo de los varios pasos que se pueden implementar. El proceso de Austin no necesariamente es el mejor, pero se trata de un proceso coherente y participativo en general y se lo utiliza en una ciudad que está experimentando un crecimiento acelerado, problemas educativos y con el transporte, y cambios en la población; cuestiones que son comunes entre las ciudades americanas del siglo 21.
Tal vez su ciudad sea completamente diferente, o quizás no sea siquiera una ciudad sino un pueblo pequeño o una zona rural. Los dispersos vecindarios de baja altura y en su mayoría unifamiliares de Austin son muy diferentes de los vecindarios de Nueva York u otras ciudades más antiguas en las que las viviendas multifamiliares son moneda común en vez de una excepción. Si algo de lo que encuentra en el ejemplo de Austin tiene sentido para usted, sin duda utilícelo; pero recuerde que sólo se trata de un ejemplo.
Trace un plan de diseño de vecindario
Aquí es donde entra en juego el proceso participativo de planeamiento de vecindario. El primer paso para implementar el diseño y la distribución de zonas de vecindarios es trazar un plan que refleje una visión compartida de vecindario y una manera de llevarlo a cabo. Asimismo, será más efectivo a largo plazo si se institucionaliza este proceso participativo de planeamiento de manera que no sea necesario recrearlo cada vez que surja una cuestión de planeamiento.
Contacte y reclute a personas claves
Para llevar a cabo un proceso participativo de planeamiento es importante que participen desde un principio tantas personas claves como sea posible, lo que implica hacer que tomen conciencia del proceso y reclutarlas para que participen. Muchas comunidades comienzan con una encuesta comunitaria o una reunión para pedir ideas acerca del futuro del vecindario. Se puede informar, a residentes del vecindario (tanto propietarios como inquilinos), empresas, propietarios de terrenos,organizaciones e instituciones, acerca de tal encuesta o reunión de diferentes maneras:
- Publicidad directa a cada dirección del vecindario.
- Correo o correo electrónico a una lista selecta.
- Anuncios en un sitio Web de la comunidad.
- Volantes y carteles en los lugares adecuados: supermercados, lavanderías, carteleras en la comunidad, instituciones, farolas, puntos de reunión en el vecindario, etc.
- Anuncios a través de organizaciones, organismos e instituciones (Cámara de Comercio, asociación vecinal, hospital local, oficina de bienestar social, lugares de culto, etc.).
- Llamados telefónicos a un número de líderes comunitarios o contactos.
- Contacto personal. Esto puede incluir estrategias tales como alistar a los comerciantes y proveedores de servicios del vecindario (verduleros, peluqueros y estilistas, camareros, propietarios de tiendas de computación, propietarios de restaurantes, personal de la salud, etc.) para que recluten a sus clientes.
- Comunicados y conferencias de prensa.
- Noticias en periódicos y boletines locales.
- Espacios publicitarios en radio y TV.
- Anuncios en eventos del vecindario o la comunidad.
- Noticias que los niños lleven a casa desde la escuela.
Pídale a las personas claves que aporten ideas para el futuro del vecindario.
Una encuesta vecinal o una asamblea pública que soliciten respuestas a preguntas específicas (“¿Qué tan importantes son las escuelas en el vecindario?), así como comentarios generales e ideas, pueden aportar un conjunto de principios básicos que sirvan como base para debates futuros.
En el ejemplo de Austin, el Proceso de Planeamiento de Vecindario comienza con una encuesta vecinal acerca de las fortalezas y debilidades del vecindario, y de qué aspectos del vecindario, presentes y futuros, son importantes para las personas claves. Luego de la encuesta, se lleva a cabo una asamblea a la que todas las personas claves (residentes, empresas e industrias, propietarios y organizaciones e instituciones del vecindario) están invitadas para debatir los resultados de la encuesta y aprender acerca del proceso de planeamiento del vecindario.
Lleve a cabo una serie de asambleas públicas en las que las personas claves puedan discutir sus ideas iniciales y desarrollar una visión compartida para el vecindario.
Estas asambleas pueden cumplir un número de funciones:
- Sentar las bases para el debate. Esto es importante, debido a que es probable que la composición variada de participantes en estas asambleas produzca desacuerdos y un número de concepciones diferentes acerca de cómo debería ser el futuro del vecindario. Si todos pueden aceptar reglas tales como escuchar con atención los puntos de vista de todos (lo que incluye permitir que otros hablen sin interrupciones), responder con respeto, enfocarse en las ideas en vez de en las personalidades y buscar activamente una base común y soluciones de beneficio mutuo, estas asambleas pueden resultar sumamente productivas.
También pueden haber discusiones acerca de los factores a considerar en el proceso de planeamiento, particularmente acerca de la viabilidad y posibilidad económica de las sugerencias, la necesidad de una participación diversa en el proceso, la necesidad de una comunicación abierta y clara entre los participantes y el hecho de que el desarrollo del vecindario es una responsabilidad compartida e implica una inquietud común para los intereses de todos los que viven, trabajan y son propietarios en el vecindario.
- Educar a los participantes acerca de los conceptos importantes del diseño y planeamiento del vecindario, entre ellos los principios para el diseño de vecindario, las cuestiones medioambientales y la construcción atenta al ecosistema, varias concepciones de “vecindario”, la distribución de zonas y su funcionamiento, y la distribución actual de zonas.
- Evaluar las fortalezas y debilidades del vecindario y cómo encajan en una visión de futuro.
Las asambleas iniciales (conocidas como “talleres”) en el proceso de planeamiento de Austin utilizan un ejercicio PARC, pidiéndole a los participantes que identifiquen aquellos elementos en el vecindario que desean Preservar, Agregar, Remover y Conservar para el futuro.
- Redactar una declaración de visión compartida para el vecindario que incorpore lo que han aprendido acerca del diseño y la distribución de zonas de vecindario. Esta declaración probablemente sea bastante general y a la vez establezca claramente las prioridades del vecindario.
Después de la asamblea inicial, el proceso de Austin requiere de “grupos de discusión”, es decir grupos de trabajo que se concentran en un área o una tarea específica. Uno de estos grupos recoge la información de la comunidad y del personal de la ciudad, y desarrolla una declaración de visión general y un conjunto de objetivos diseñados para llevar a cabo la visión descripta en la declaración de visión. Estos son ejemplos de declaraciones de visión de dos vecindarios bastante diferentes:
Crestview/Wooten, varios kilómetros al norte del centro de la ciudad de Austin, es un vecindario en gran parte de clase media trabajadora estadounidense (aunque con una población hispana en aumento, particularmente en el distrito de Wooten) que cuenta con algunas viviendas públicas y un amplio sitio anteriormente industrial, y que aparenta estar en el proceso de elitización residencial. Su respuesta al proceso de desarrollo vecinal fue entusiasta (la asamblea inicial atrajo a la mayor cantidad de personas que hayan asistido a una reunión como tal hasta el momento) y se desarrolló sin problemas. Su visión:
- Conservar la esencia del vecindario promoviendo las viviendas unifamiliares habitadas por sus propietarios que ofrezcan diversidad, orgullo de propiedad y un sentido de comunidad. Promover las pequeñas empresas y servicios centrados en el vecindario donde sea adecuado. Mantener y promover vecindarios accesibles, tranquilos, limpios, seguros y aptos para peatones y ciclistas, con calles arboladas y un estilo parque.
- Govalle/Johnston Terrace, en la parte este de la ciudad de Austin, es un vecindario con una población de clase media-baja, en su mayoría hispana con una pequeña pero importante población afro americana que se remonta a los días en que la zona estaba clasificada para "viviendas de color". Uno de los legados de esa época es la gran cantidad de establecimientos industriales en y cerca del vecindario, entre ellos una central eléctrica y un depósito en desuso. Al igual que Crestview/Wooten, la mayoría de los residentes son propietarios, pero hay un terreno mucho más comercial e industrial en este vecindario que en el anterior. Se requirieron dos intentos, cuatro años de distanciamiento y mucha negociación para lograr que el proceso de planeamiento de vecindario comenzara en Govalle/Johnston Terrace debido a desacuerdos entre las personas claves respecto a quienes deberían liderar el proceso. Finalmente, el proceso fue exitoso y tuvo como resultado esta declaración de visión:
- El Vecindario de Govalle/Johnston Terrace será un vecindario asequible y familiar con un gran sentido de comunidad y un lugar donde las personas deseen y puedan vivir toda su vida. El vecindario será orientado al peatón con una mezcla bien equilibrada de usos residenciales y empresariales, tiendas que satisfagan las necesidades del vecindario y espacios públicos en los que la comunidad pueda reunirse. El vecindario protegerá y hará hincapié en las características naturales de su medioambiente, naturaleza histórica y zonas residenciales. El vecindario será seguro, saludable, limpio, un lugar de buen mantenimiento y con oportunidades culturales únicas y un alto nivel educativo.
Detalle la declaración de visión y los objetivos que resultan de ella.
Una vez que las personas claves han desarrollado y aprobado una declaración de visión, puede ser mejor, en vez de seguir reuniéndose como un grupo numeroso, dividirse en grupos de trabajo para examinar y establecer objetivos para cada una de las inquietudes planteadas en la visión (uso del terreno, transporte, etc.). Estos grupos de trabajo tienen mayor probabilidad de ser eficientes en comparación con un grupo más numeroso y, además, permite que las personas trabajen en el tema que más les interesa.
Una declaración de visión es sólo el principio de un proceso de diseño de vecindario. El próximo paso es decidir qué resultados indicarían que ha concretado su visión y poner esos resultados en forma de objetivos a cumplir. Por ejemplo, si su declaración de visión, como las dos citadas anteriormente, requiere un vecindario apto para bicicletas (y peatones), algunos de los objetivos pueden ser crear o ampliar una red de senderos para bicicletas en (y tal vez también fuera de) el vecindario, construir y mantener aceras en todas las calles, mejorar el transporte público, etc.
Muchos de los objetivos relacionados con el transporte en el plan de vecindario de Crestview/Wooten tratan el tema de las calles aptas para bicicletas y peatones:
- Brinde más alternativas para el manejo mejorando rutas e instalaciones, el acceso para los peatones, bicicletas y el transporte público.
- Conserve y mejore los senderos para peatones, bicicletas y las calles para el transporte público.
- Mantenga una red de transporte que permita a todos los residentes viajar en forma segura por todo el vecindario mejorando la seguridad en los caminos principales además de conservar y mejorar las calles del vecindario.
- Brinde rutas de acceso seguro para los residentes pertenecientes a todos los niveles de movilidad.
- Promueva el uso de caminos principales para todo el tráfico generado fuera del vecindario y desaliente el tráfico en las calles internas.
- Brinde una mejor conexión entre los caminos para que el tráfico interrumpa menos el vecindario.
Genere objetivos concretos asociados a acciones específicas para alcanzar las metas resultantes.
Cada uno de sus objetivos debe ser considerado en vista de la realidad de su vecindario. Por ejemplo, ¿Qué debería hacer para crear senderos para bicicletas que lleguen a la mayor cantidad de zonas del vecindario? ¿Qué partes de esos senderos ya existen y qué partes necesitarían ser construidas, nuevos patrones de circulación u otros cambios? Sus objetivos deben ser resultados específicos, en vez de generales, que usted desea alcanzar. Deben estar asociados a acciones recomendadas, los proyectos que desea llevar a cabo realmente. Estos proyectos deben ser tan específicos como sea posible, tanto en cuanto al lugar (la esquina noroeste de Main y Jonson) como a la acción (instalar una rampa para conectar la calle con el sendero para bicicletas existente a través del parque).
El objetivo para el transporte nº 1 en el plan de Crestview/Wooten dice: Mejorar la seguridad del peatón y las condiciones generales de circulación a pie en los vecindarios de Crestview-Wooten. Las acciones recomendadas incluyen construir aceras a lo largo de una cantidad específica de calles, reparar las aceras rotas en otras, agregar cruces peatonales en ciertos lugares y generalmente mejorar el entorno peatonal agregando “paisajismo y otras comodidades que hagan que el caminar sea seguro, deseable y eficiente”.
Algunos de los otros objetivos para el transporte conciernen a la compatibilidad con bicicletas, el transporte público y la reducción del tráfico con acciones recomendadas específicas para cada uno (instalar estacionamientos para bicicletas en las ubicaciones mencionadas y agregar carriles para bicicletas en calles específicas, por ejemplo, o agregar controles vehiculares en ciertas intersecciones).
Priorice las listas de metas, objetivos y recomendaciones.
Debe reconocer la posibilidad de que no todo lo que planea será posible, al menos no de inmediato y tal vez nunca lo sea. Por razones de costo, demografía, leyes locales, planes municipales integrales o tan sólo política, algunas de sus ideas simplemente pueden no ser factibles.
Por consiguiente, debe ser claro acerca de qué es realmente importante para el vecindario y qué puede dejar a un lado. Casi seguro deberá negociar con las autoridades de la ciudad, ya sea un departamento de obras públicas de un pueblo pequeño o un número de juntas y comisiones de una gran ciudad, para conseguir la aprobación de las recomendaciones que usted ha hecho. Saber cuales de ellas está dispuesto a abandonar y por cuales luchará con convicción facilitará esas negociaciones.
También puede facilitar el proceso si consulta con grupos vecinales adyacentes, especialmente si es parte de un esfuerzo de planeamiento para toda la ciudad. Si existe una inquietud compartida por varios vecindarios (por ejemplo un sendero de interconexión exclusivo para bicicletas) habrá mayores posibilidades de que la ciudad le preste atención.
De igual modo, simplemente puede tener sentido para los vecindarios coordinar planes, de manera que varias inquietudes y opciones para el uso del terreno se pueden discutir y compartir. Un área de usos múltiples comerciales/residenciales puede estar ubicada, por ejemplo, en el límite de dos vecindarios, de manera que cada uno pueda tomar ventaja de la conveniencia y las mejoras en el paisaje urbano que traerá aparejadas.
Cuando sea posible, puede consultar durante el proceso de planeamiento con las juntas o departamentos comunitarios pertinentes, a fin de conocer lo que han planificado y lo que consideran posible. En el caso de Austin, el personal de Planeamiento de Vecindario consulta con los funcionarios de la ciudad o los convoca a concurrir a los grupos de trabajo comunitarios para discutir cuestiones y recomendaciones. Todas las recomendaciones son revisadas por los departamentos pertinentes. De ser rechazadas, se lo comunica inmediatamente al grupo de planeamiento y se explican e incluyen las razones del rechazo en el anexo al plan final.
Identifique e implemente los cambios en la distribución de zonas que sean necesarios para concretar las metas y objetivos del plan.
Identifique los cambios necesarios en la distribución de zonas.
Esta puede ser una tarea grande o pequeña, dependiendo de las diferencias entre lo planificado y el uso actual de terrenos en el vecindario. En algunos casos, casi todos los lotes en un vecindario pueden necesitar ser redistribuidos; en otros, se necesitarán muy pocos cambios en la distribución.
Los cambios en la distribución comienzan con la distribución actual. Cada lote o sección en el vecindario está clasificado para un uso particular (o usos, como es el caso de la clasificación para usos múltiples). Toda comunidad que posee un código de planeamiento urbano tiene un mapa de uso del terreno acorde que indica la distribución de zonas de todo el terreno en la ciudad a la que se aplica el código. Un pueblo rural pequeño puede estar dividido tan sólo en dos o tres zonas (por ejemplo, residencial/ agrónoma y residencial/comercial). El mapa de distribución de zonas de un vecindario en una ciudad puede tener diez o quince categorías diferentes (cada una generalmente identificada con un color distinto, explicada en las referencias del mapa) y describe cada lote en el vecindario.
La distribución de zonas puede ser para uso único o usos múltiples. La distribución de zonas para uso único se puede subdividir en categorías más pequeñas (tamaño del lote, altura de la edificación, cantidad de unidades, etc.). Pueden existir muchas opciones para la distribución de zonas de vecindario y a veces pueden ser confusas. Sin dudas este es un momento en el que consultar con las juntas o departamentos municipales puede ser de utilidad.
Por lo general, leer el mapa actual de uso del terreno, si no es extremadamente complejo, hará relativamente simple entender cuales son los cambios que se necesitan hacer, Si el plan requiere que un sitio industrial abandonado se transforme en un desarrollo de usos múltiples residencial/comercial, el sitio deberá ser redistribuido para que esto sea posible. Si una hilera de casas abandonadas es considerada como una posible zona comercial, esos lotes deberán ser redistribuidos. Lo mismo ocurre en el caso de áreas no desarrolladas destinadas a mantenerse abiertas, pero que actualmente están clasificadas para uso industrial o zonas no desarrolladas distribuidas para residencias previstas para usos múltiples o uso comercial.
Finalmente, el grupo de planeamiento debe trazar un mapa de uso del terreno futuro que refleje los cambios que el plan requiere. (Generalmente esto puede lograrse a través del mapeo SIG, ya sea que lo haga la municipalidad, una empresa privada o alguna persona del vecindario con la pericia necesaria. Si el proceso de planeamiento forma parte de un esfuerzo municipal, el mapa seguramente será trazado por la oficina de planeamiento. Una vez que los cambios en la distribución de zonas hayan sido aprobados, este se convertirá en el nuevo mapa de uso del terreno para el vecindario.
El personal de Planeamiento de Vecindario de la ciudad de Austin estudia las cuestiones y sugiere los cambios apropiados para la distribución de zonas a medida que el plan de vecindario se desarrolla.
Implemente los cambios necesarios en la distribución de zonas.
Existen dos etapas para planificar la redistribución de zonas para un vecindario. La primera es la etapa técnica que ya hemos discutido: comprender cómo debe ser la distribución de zonas para cada parte del vecindario de manera que el mapa de distribución de zonas general concuerde con el plan de vecindario. La segunda etapa, y a menudo la más complicada, consiste en convencer a todas las partes pertinentes de que los cambios propuestos en realidad se deben poner en práctica.
Para tratar esta segunda etapa debe conocer la estructura relevante de toma de decisiones en su vecindario o comunidad. ¿Cómo se toman las decisiones y quiénes son los que las toman? Comprender la estructura y los agentes de toma de decisiones lo ayudará a convencer a quienes debe persuadir para que apoyen su visión de vecindario.
Ya hemos mencionado, por ejemplo, cuantos suburbios (y también otros municipios) están a favor de la distribución de zonas de uso único. Sin embargo, en muchos casos, la distribución de zonas para usos múltiples puede resultar en más paisajes urbanos transitables y puede traer conveniencias tales como la posibilidad de poder caminar hasta el trabajo y las tiendas o permitir una mayor cantidad de viviendas económicamente asequibles. Convencer a los municipios de ser flexibles al considerar los cambios en la distribución de zonas puede no obstante toparse con una actitud de “Pero si siempre lo hemos hecho de esa manera" difícil de cambiar o puede amenazar a los intereses políticos o económicos existentes.
Por supuesto, también existe la posibilidad de que los motivos del municipio para rechazar los cambios que usted propone sean perfectamente razonables. Muchos vecindarios pueden solicitar cambios en la distribución de zonas que, por ejemplo, efectivamente impedirían las viviendas económicamente asequibles o prohibirían toda actividad comercial. La comunidad tiene motivos obvios para rechazar tales propuestas. Asegúrese de que lo que plantea sea defendible.
Para ganarles a las autoridades municipales, primero asegúrese de comprender claramente las cuestiones y la distribución de zonas en general, de manera que pueda discutir racional y convincentemente en defensa del punto de vista del vecindario. Si la razón no ayuda, la respuesta aquí es por lo general el apoyo. La clase de apoyo realmente depende de una cantidad de factores, entre ellos la importancia general de los cambios que usted solicita, el nivel de resistencia al cambio del municipio, la sensatez de los argumentos en su contra y el nivel de apoyo del vecindario. Su abogacía puede variar desde conversaciones privadas con funcionarios públicos, los testimonios organizados de varias personas en audiencias públicas, publicidad en los medios, algún tipo de acción directa hasta una campaña de organización comunitaria.
Sumada a la resistencia que pueda encontrar por parte de las autoridades municipales puede haber resistencia por parte de los propietarios del vecindario acerca de la redistribución de zonas que afecte a sus propiedades. El propietario de una parcela en una zona clasificada como industrial puede, por ejemplo, obstaculizar el cambio de su zona en comercial debido a sus planes de desarrollo para esa porción del terreno. Los propietarios de viviendas pueden no querer una clasificación multifamiliar en su cuadra o en la siguiente. Algunos residentes del vecindario pueden rechazar todo el plan o la redistribución que los afecta. Si bien tienen derecho a oponerse, sería más fácil conseguir la aprobación e implementación de un plan si puede resolver estas diferencias durante el proceso de planeamiento.
Ya hemos hecho hincapié en la importancia de incluir en el proceso de planeamiento a todos quienes tienen intereses en el vecindario. Lo ideal sería que todos esos intereses fueran considerados desde un comienzo y que las decisiones fueran tomadas de manera que todos queden con una sensación de satisfacción y que nadie salga perjudicado por el plan final. En la práctica, esto únicamente funcionará por un tiempo. Algunos residentes o propietarios estarán dispuestos a negociar algo que sea aceptable tanto para ellos como para el vecindario en sí; otros no lo harán y rechazarán al menos la parte de la distribución de zonas a la que se oponen. En ese caso, tanto usted como ellos simplemente deberán estar preparados para discutir sus puntos de vista frente a las autoridades municipales y dejar que ellas decidan.
Muchos de los planes de vecindario de la ciudad de Austin han sido aprobados a excepción de la distribución de zonas para lotes o parcelas rechazados. El Consejo de la Ciudad tomó una decisión sobre cada uno de los casos e incluyó la distribución de zonas resultante en el mapa de uso de terreno futuro y la incorporó al plan de vecindario.
Implemente el plan para lograr sus objetivos y alcanzar sus metas.
Una vez que un plan de diseño de vecindario y los cambios necesarios en la distribución de zonas han sido aprobados, el plan se debe llevar a cabo. Las metas y los objetivos elegidos por el vecindario sólo tienen utilidad si existe un esfuerzo para hacerlos realidad. Algunas maneras de lograrlo:
Elija un comité de diseño de vecindario u otro órgano para que coordine el esfuerzo.
Ese comité puede estar integrado por algunas de las personas que tuvieron la participación más entusiasta en el esfuerzo de planeamiento del vecindario o por personas claves en el vecindario y funcionarios de la comunidad. Cualesquiera sean sus miembros, su tarea principal debe ser hacer un seguimiento de cómo se llevan a cabo las acciones destinadas a lograr los objetivos. Esto implica comunicarse con las juntas o los departamentos municipales pertinentes así como coordinar el trabajo de los voluntarios comunitarios. Sin ningún tipo de órgano coordinador (en algunas comunidades puede tratarse de una entidad municipal, tal como una oficina de planeamiento) es probable que el plan no se cumpla.
Cada vecindario de Austin con un plan activo tiene un Equipo de Planeamiento de Vecindario/Equipo Vecinal de Contacto que trabaja con la oficina de Planeamiento y Distribución de Zonas de Vecindario para monitorear el trabajo que debe hacer la ciudad como resultado de las recomendaciones en el plan de vecindario y para discutir cualquier cambio necesario en el cronograma o el alcance.
Un comité o cualquier otro órgano de coordinación puede además trabajar junto con los funcionarios municipales para comunicar las inquietudes y la cadencia de la comunidad, advertir posibles problemas y ayudar a encontrar soluciones antes de que se conviertan en serios. Asimismo, puede ayudar a recaudar fondos de particulares y subsidios para los proyectos que el vecindario desea realizar pero que simplemente son demasiado costosos para que el municipio se haga cargo.
Mantenga un contacto fluido con todos los involucrados en cambiar la estructura física del vecindario.
Es probable que sea el municipio o desarrolladores quienes lleven a cabo gran parte del trabajo real para cambiar la estructura física (en especial en el caso de un plan de vecindario que forma parte de un esfuerzo comunitario más grande). Por otro lado, actividades tales como la limpieza del vecindario o el embellecimiento de jardines pertenecen al ámbito de los voluntarios comunitarios y residentes. Cualquiera sea el responsable, el vecindario (a través de un comité, si lo hubiera, o de cualquier otra manera) necesita monitorear el trabajo para asegurarse de que se cumpla dentro de un plazo de tiempo y de una manera razonables. En caso de haber demoras (debido a problemas de financiamiento, emergencias en otras áreas, permisos, etc.) puede eliminar unos cuantos posibles problemas si el vecindario está al tanto y comprende la situación.
De ser necessrio, trabaje junto con el municipio y los desarrolladores para atraer empresas y residentes al vecindario.
Si el plan implica un desarrollo comercial, se necesitarán establecimientos y nuevos edificios de oficinas para que la comunidad se beneficie. Los desarrolladores y los organismos de la ciudad usualmente conducen campañas de relaciones públicas con este fin y el vecindario puede desear colaborar en ellas de algún modo (los testimonios de los residentes y propietarios de empresas actuales se pueden utilizar en anuncios publicitarios).
Promueva los eventos vecinales, el uso de nuevos senderos para bicicletas y peatonales, transporte público, etc.
Debe haber algún mecanismo en base a los cambios en la estructura física que ayude a establecer al vecindario como un lugar amigable y vital. Los eventos y las campañas que promueven el uso de las ventajas físicas del vecindario (espacios públicos, senderos, transporte público, edificios nuevos o remodelados, etc.) pueden resaltar los cambios positivos para las personas claves del vecindario y comenzar a alterar la manera en que se usa el vecindario.
Entregue informes de progreso periódicos al vecindario que trabaja para lograr metas y objetivos específicos.
Las reuniones anuales o semestrales para debatir el estado de las tareas programadas y en progreso, para mantener informada a la comunidad pueden ser de gran ayuda para mantener relaciones cordiales y sumar a personas claves en el vecindario para que brinden apoyo cuando sea necesario. Además, sirven para mantener el plan de vecindario presente en los pensamientos de las personas y para asegurar que se mantenga vigente.
Vuelva a plantear periódicamente el plan de vecindario y revíselo cuando sea necesario.
Las circunstancias se alteran, las poblaciones cambian y los vecindarios crecen. Ningún plan será perfecto por siempre y la mayoría necesita un ajuste de vez en cuando. Asimismo, algunos cambios sugeridos originalmente pueden pasar a ser no tan ideales y pueden necesitar ser modificados antes de que se lleven a cabo.
Cada uno o dos años se debe reevaluar el plan para asegurar que sus elementos todavía son relevantes y que el trabajo que se está haciendo de hecho ayuda al vecindario a concretar su visión original. Si han cambiado las prioridades, debido a una emergencia (terremoto, inundación), debido a situaciones cambiantes (elitización residencial, crecimiento de la población) o debido a necesidades imprevistas (deterioro de edificios, mantenimiento de calles), entonces el plan debe cambiar para reflejarlo.
Los planes de vecindario de la ciudad de Austin están destinados a ser reevaluados y reaprobados cada cinco años, con la presunción de que, para entonces, gran parte del trabajo inicial que el plan requiere se habrá completado y las personas claves tendrán la posibilidad de ver como funciona. En ese punto, el vecindario estaría listo para sugerir la próxima lista de tareas que deben hacerse para mantener el plan o sugerir direcciones nuevas.
De igual modo, no se pueden cambiar los planes por lo menos hasta que haya transcurrido un año, aunque pueden modificarse en cualquier momento a pedido del equipo de Planeamiento de Vecindario.
Este es el punto en que le decimos que mantenga el plan indefinidamente. Un plan de vecindario no es más que un plan. Si está basado en principios de diseño de vecindario sólidos, existen posibilidades de que resulte en un vecindario agradable, habitable…pero únicamente si el vecindario lleva a cabo y apoya los elementos del plan. (Después de todo, un sendero para bicicletas no utilizado no es mejor que un sendero para bicicletas no construido). Asegurarse de que se haga el trabajo que lleve a concretar la visión del vecindario, promover la participación constante y la comunicación continua entre las personas claves, reevaluar y reajustar periódicamente el plan para que responda a los cambios en el vecindario y en la comunidad en general – todo esto es necesario para mantener una alta calidad de vida en el vecindario y debe tener continuidad mientras que el vecindario exista.
Para resumir
Prestar especial atención al diseño de vecindarios puede provocar cambios en la distribución de zonas que las hagan más agradables y habitables para los residentes de todos los niveles de ingresos. Tomar al vecindario (que puede abarcar a toda la comunidad en el caso de un pueblo rural pequeño), en vez de edificios individuales, como objetivo de diseño hace posible la implementación de códigos de planeamiento urbano para hacer que el vecindario sea beneficioso para los residentes y otras personas claves.
Las ideas actuales de proyecto de vecindario (basadas en gran medida en el trabajo de los Neo Urbanistas) tienen en cuenta a los residentes en primer lugar y promueven vecindarios saludables en los que los residentes puedan caminar y andar en bicicleta hasta la mayoría de las tiendas y servicios, donde un transporte público eficiente y cómodo los lleve a otras partes de la ciudad, donde las calles sean seguras y donde la vida urbana promueva la interacción y cree una atmósfera alegre y estimulante.
Para que esto se convierta en realidad, tiene sentido implementar un esfuerzo de planeamiento de vecindario. Un proceso de planeamiento participativo, basado en principios sólidos de proyecto de vecindario y el trabajo conjunto con el municipio para utilizar la distribución de zonas para amoldar la naturaleza del vecindario pueden convertir una visión de vecindario en una realidad de calles arboladas seguras y aptas para peatones con negocios locales y pobladas por vecinos que se conocen unos a otros y trabajan juntos para que su vecindario siga siendo un buen lugar para vivir.
Recursos impresos
Bressi, T. & Davis R. (Eds.) (2002). The Seaside debates: A critique of the new urbanism. New York: Rizzoli international Publishers.
Duany, A., Plater-Zyberk, E., & Speck, J. (2000). Suburban nation: The rise of sprawl and the decline of the American dream. New York: North Point Press.
Jacobs, J. (1961). The death and life of great American cities. New York: Random House.
Kunstler, J. H. (1996). Home from nowhere: Remaking our everyday world for the twenty-first century. New York: Simon & Schuster.
Morris, D. E. (2005). It’s a sprawl world after all: The human cost of unplanned growth – and visions of a better future. Gabriola Island, British Columbia, New Society Publishers.
Recursos en línea
City of Baltimore Neighborhood Plans Proceso de planeamiento de vecindario de Baltimore. Este parece ser un proceso escalonado y no queda claro si funciona o no. La información del sitio no se actualiza aparentemente desde el año 2000.
Congress for the New UrbanismEsfuerzo de planeamiento de vecindario de Columbus, Ohio.
Housing and Community Development Advisory Board Proceso de planeamiento de vecindario de la ciudad de Austin, incluye mucha información general y planes para los vecindarios que han completado el proceso.
“Involving the Community in Neighborhood Planning” is a report from the Urban Land Institute about collaborative neighborhood planning, including the benefits and challenges.
Neighborhood Design CenterCentro de Diseño de Vecindario (basado en Baltimore). Uno de los varios centros de diseño de vecindario sin fines de lucro (en este caso, voluntario) en el país desde fines de los 60s, en respuesta al discurso del Director de la Liga Urbana Whitney Young en el Instituto Estadounidense de Arquitectura. Aún en funcionamiento, pensado como una organización inicial que hace el trabajo de base que luego puede impulsar un mayor apoyo y financiamiento (estudios arquitectónicos/de ingeniería, etc.).
The City of Austin's Neighborhood Planning
Neighborhood Planning and Urban Growth Strategies Un buen recurso desarrollado por Louis Colombo y Ken Balizer sobre el planeamiento de vecindario, dos experimentados planificadores del área de Albuquerque, Nueva México. Contiene mucha información sobre la historia del planeamiento, el Neo Urbanismo y el diseño y planeamiento de vecindario en general.
New Urbanism Sitio Web del neo urbanismo. Contiene mucha información y enlaces acerca del pensamiento y las prácticas neo urbanistas.
Neighborhood Transformation Initiative Proceso de planeamiento de vecindario de Filadelfia (ITV - Iniciativa de Transformación del Vecindario).
Raleigh, North Carolina's Neighborhood Planning Strategy. Planeamiento de Vecindario de Raleigh, Carolina del Norte.
“Distribución de Zonas para Espacios Abiertos: Qué es y porqué funciona” por Randall Arendt. (Publicación de los Miembros de la Comisión de Planeamiento, Número 5, julio/agosto de 1992).
El artículo describe la distribución de zonas por grupos.
“Open Space Zoning: What it is and why it works,”
Seattle Neighborhood Plan Planeamiento de Vecindario en Seattle: Un Proyecto de Base Fuera de lo Común. Artículo del año 1997 escrito por Karma Ruder y Susan Dehlendorf, Directora y Jefa de Proyectos respectivamente de la Oficina de Planeamiento de Vecindario.
A Wikipedia article on zoning, Artículo de Wikipedia acerca de la distribución de zonas, explica sus orígenes y posibilidades.
Zoning Law - Regulartions, Property Zoning, Land Use Attorney provides free advice on zoning.