Formulario de búsqueda

Sección 1. Crear un plan para llevar los asuntos sobre salud y desarrollo comunitario a la agenda local

  • ¿Qué significa “llevar los asuntos sobre la salud y el desarrollo de la comunidad a la agenda local”?

  • ¿Cuál es el mejor momento para llevar los asuntos a la agenda local?

  • ¿Quién debería planificar para llevar los asuntos a la agenda local?

  • ¿Cómo desarrollar un plan para llevar los asuntos a la agenda local?

La Clínica de Salud Comunitaria acababa de hacer su revisión anual de casos. En años anteriores, la revisión había revelado un conjunto familiar de enfermedades infantiles, diabetes, problemas de embarazo, hipertensión y una gama de padecimientos menores, con el extraño caso de meningitis o cáncer. Ese año, sin embargo, la comunidad parecía estar experimentando una epidemia de lesiones infantiles. Un sorprendente número de niños pequeños se había caído por las escaleras, había sido golpeado por objetos arrojados por otros niños o se había caído de juegos infantiles.

Un gran número de estos “accidentes”se diagnosticaron y reportaron como posibles signos de abuso infantil. Cuando la revisión reveló el número de estos incidentes, miembros del  personal comenzaron a preocuparse por la magnitud del problema. Su preocupación se incrementó cuando hablaron con el personal de la sala de emergencias del hospital y se enteraron de que ahí las estadísticas de abuso infantil del año anterior habían aumentado dramáticamente.

Eran tiempos difíciles para la comunidad. Una fábrica importante había cerrado y mucha gente estaba desempleada o tenía que viajar largas distancias al trabajo, ganando salarios inferiores a los que recibían anteriormente. El estrés de los padres limitados financieramente podría estar teniendo un impacto para los niños de la comunidad. Esto era claramente un tema que tenía que enfrentarse con prontitud. Sólo era cuestión de tiempo hasta que un niño resultara muerto o lastimado permanentemente.

La mayoría de la gente de la comunidad no tenía idea de la existencia del problema; sin embargo, aquellos que lidiaban con él diariamente – personal médico y de servicios sociales de alerta, algunos proveedores de salud mental – deseaban ansiosamente discutir y tratar el abuso infantil en su comunidad. Por ello, tuvieron que encontrar la manera de colocarlo en la agenda local como un asunto crítico que la comunidad tenía que enfrentar.

Este capítulo trata sobre cómo llevar asuntos a la conciencia pública y hacerlos audibles. Esta sección describe cómo planificar para informar a la gente en una comunidad acerca de un tema y persuadirla sobre su importancia. Otras secciones en éste y el siguiente capítulo se enfocan en estrategias específicas que pueden usarse para lograr ese objetivo.

¿Qué significa “llevar los asuntos sobre la salud y el desarrollo de la comunidad a la agenda local”?

La agenda local, tal como utilizamos el término aquí, se refiere a cualquier cosa que una comunidad considera necesario tratarse. Algunas de esas cosas – reparación de caminos o de edificios públicos – pueden no estar relacionadas con los servicios públicos y de salud, mientras que otras – apoyo financiero local para el cuidado infantil, programas para prevenir la transmisión de enfermedades por vía intravenosa, cooperación pública-privada para detener la violencia juvenil – tienen que ver directamente con ellas.

Como se puede deducir por la introducción – o saber por experiencia propia –, llevar algunos asuntos a la mente del público, funcionarios y políticos no es una cuestión sencilla. Dependiendo de cuánto sepan ya (a menudo nada), existen varios pasos que seguir y cada uno toma tiempo.

Educar a la gente sobre la existencia del asunto.

A menudo, los ciudadanos y los funcionarios en la comunidad no saben que existe el problema o bien están convencidos que éste no podría existir en su comunidad. El primer paso para que se aborde el asunto es despertar la conciencia pública al respecto.

El director de un programa de alfabetización para adultos a menudo les hablaba a grupos comunitarios sobre el trabajo de su organización. Invariablemente comenzaba su presentación preguntando cuánta gente en la audiencia conocía a algún adulto que no supiera leer y escribir muy bien, o en lo absoluto. A veces, una o dos personas, pero a menudo nadie, levantaba la mano. Su siguiente comentario era, “Les garantizo que la mayoría de ustedes están equivocados”.

Luego de recitar las excusas comunes que los adultos usaban para enmascarar sus dificultades de lectura, escritura y matemáticas, él preguntaba nuevamente cuántas personas pensaban que conocían a alguien con dificultades en esas áreas. Esta segunda vez, la mitad de las manos en el salón se levantaban. Por lo general, después de una charla, o algunas veces semanas o meses más tarde, la gente se le acercaba para decirle que no tenía idea de cuán numerosos eran los problemas de analfabetismo en su región o de cuánta gente que conocían tenía dificultades con la lectura.

El establecimiento de la agenda es esencialmente una competencia por un recurso limitado: La atención. Como señalaron James W. Dearing y Everett M. Rogers en Establecimiento de la Agenda (1996), las personas que proponen temas específicos están constantemente compitiendo por ganar la atención de los medios, el público y los políticos.

Dearing y Rogers también señalaron que la escasez de atención es un factor significativo en el establecimiento de la agenda. En un estudio nacional, los investigadores les dieron a los individuos la oportunidad de mencionar tantos “temas importantes” como quisieran – y la mayoría mencionó sólo cuatro o cinco. Entonces, si la agenda pública (las preocupaciones de los ciudadanos promedio) contiene un número limitado de ítems, el establecimiento de la agenda es un juego de “suma cero”. Para que un tema aparezca en la agenda, debe desplazar a otro.

Por lo tanto, si la gente en la comunidad y los medios de comunicación locales están actualmente enfocados en incidentes dramáticos de consumo juvenil de drogas, se tendrá que trabajar doblemente duro para lograr que el analfabetismo en los adultos aparezca en la lista de prioridades.

Asegurarse de que la gente comprende el tema y su importancia general.

Despertar conciencia sobre un tema es sólo el comienzo. La gente puede entender que el problema existe, pero no comprender sus implicaciones. Puede pensar que en realidad no importa tanto, que sólo afecta a poca gente o a lugares lejanos o que no hay realmente prueba de sus efectos.

Por tanto, el siguiente paso es explicar el asunto claramente. La gente necesita saber a quién afecta y cómo funciona, dónde es probable encontrarlo y cuál es su importancia. Si la gente tiene buena información, podrá, por lo menos, percatarse de que el tema es serio.

En sus conferencias, el director del programa de alfabetización hablaba sobre los efectos de los problemas con la alfabetización en la comunidad, así como sobre aquellos que lidiaban con ellos. Los perjuicios para la comunidad, explicaba, resultaba tan grandes como las desventajas para los adultos afectados. La gente con problemas de analfabetismo a menudo se estancaba en empleos poco calificados y mal remunerados, resultando en una menor base tributaria en la comunidad. Además, los empleadores locales estaban menos capacitados para ser competitivos  porque no podían encontrar trabajadores con las habilidades para aprender rápidamente nuevos procedimientos o nuevos empleos. Menos votantes, y mal informados, implicaba menor cantidad de decisiones basadas en buena información y consideración de alternativas disponibles. Además, quizás lo más significativo de todo, era que los hijos de las personas con bajos niveles de capacitación solían tener dificultades en la escuela, perpetuándose así el mismo patrón.

Una vez que la gente comprendía estos aspectos del tema, estaba mucho más dispuesta a tomarlo en serio y a preguntar si era un problema en su propia comunidad.

Generar conciencia local real sobre el tema.

Una vez que la gente está al tanto y entiende los temas, el siguiente paso es promover conciencia acerca de ellos. Esto implica asegurarse que la gente comprende cómo los temas los afectan directa o indirectamente y qué papel juegan en sus comunidades. Cuando se percatan de su propio vínculo con el tema es cuando comienzan a verlo no solamente como serio, sino que necesita tratarse localmente.

Inclusive cuando lo percibían como un tema importante, la mayoría de la gente aún no estaba lista para colocar la alfabetización de adultos al inicio de sus listas de problemas a ser tratados. Necesitaban sentir que en verdad los afectaba de algún modo.

El director del programa de alfabetización para adultos abordó esto de dos maneras. Primero, tenía listas de datos (hojas de hechos) preparadas, las cuales distribuía no sólo en conferencias, sino en cualquier oportunidad – a través de contacto personal, de tableros de anuncios comunitarios, de negocios, etc.  Éstos informaban a los ciudadanos sobre la extensión del problema tanto en el estado como en el área local, una extensión muy superior a la que la mayoría hubiera estimado.

Su otra estrategia fue gestionar charlas a cargo de estudiantes del programa actuales y anteriores. En una conferencia particularmente efectiva en la Cámara de Comercio, un hombre de la ciudad contó cómo se había graduado de la escuela secundaria - en la mismo curso que muchos de los presentes en la sala - incapaz de leer o escribir, y cómo, por años, había ocultado su problema a todos, incluso a su esposa. Por último, él, alentado por su ella, buscó ayuda y aprendió a leer. Cuando describió cuán tonto y desvalido se había sentido por tantos años y lo que significaba para él poder hacer algo tan sencillo como ir al restaurante y ordenar lo que quería del menú, muchos en la sala lloraron.

La charla de este estudiante llevó el tema al hogar de los miembros de la Cámara. Ya no era un tema "ajeno", sino que era más bien una preocupación para la comunidad y una preocupación personal para muchos de ellos, quienes habían conocido a este hombre por un buen tiempo. Ahora el asunto ya estaba en la agenda.

Incorporar el asunto a la agenda local.

De hecho, llevar el asunto a la agenda local realmente significa varias cosas:

Literalmente colocar el asunto en la agenda local, en la forma de un estatuto, regulación, referéndum o política potencial o existente es probablemente el último logro. Sin embargo, hay vías menos formales para posicionar un tema en la agenda local que son igualmente importantes y son habitualmente necesarias para alcanzar el punto de proponer un estatuto, regulación u otra política formal.

  • Influenciar la opinión pública. La opinión pública es un factor esencial en el establecimiento de la agenda local. Los temas se vuelven asuntos de la agenda local cuando alcanzan un cierto nivel de conciencia pública y la comunidad comienza a considerarlos merecedores de atención. En los medios de comunicación comenzarán a aparecer historias sobre esos asuntos, los locutores y programas que se refieran a ellos serán patrocinados por instituciones y organizaciones clave (clubes de servicio, iglesias, universidades); y los ciudadanos comunes hablarán de ellos en sus conversaciones cotidianas. Una vez que está claro que el público está preocupado por estos temas, los políticos y otros funcionarios tomarán nota.
  • Incidir de modo no oficial en la política oficial. Cuando discutimos políticas en la Caja de Herramientas, generalmente nos referimos a leyes o regulaciones que formalmente estructuran cómo se consideran y abordan algunos asuntos particulares. La mayoría del tiempo, sin embargo, especialmente a nivel local, la política que estructura los asuntos públicos es informal y depende de las suposiciones, presiones, perspectivas e influencias que forman las opiniones de los funcionarios electos y designados. Para poner un ejemplo, el desarrollo económico puede aparecer como una prioridad ya sea porque el primo del alcalde está desempleado o porque es lo más importante para la comunidad. El apoyo oficial para los refugios para indigentes o la alfabetización para adultos puede provenir principalmente de la presión pública y el contacto personal de los funcionarios con la gente que lucha con estos problemas y no necesariamente de los estatutos y  las regulaciones. Incidir en esta política informal es una parte importante de incorporar un tema a la agenda local.
  • Cambiar la responsabilidad individual. Un aspecto final de insertar un tema en la agenda local es llevarlo a las agendas de la mayoría de los miembros de la comunidad. Un programa de reciclaje no funcionará a menos que la mayoría de los ciudadanos estén comprometidos con él, sea por su creencia en la necesidad de un ambiente más limpio o porque les ahorra dinero. Eliminar exitosamente la violencia juvenil puede depender de muchos adultos en la comunidad – los padres en particular – cambiando sus propias actitudes hacia la violencia. Cuando una comunidad logra que  una cantidad masiva de individuos tome responsabilidad por un tema, ese asunto está en la agenda local.

De este modo, llevar un asunto de salud o desarrollo comunitario a la agenda local significa ayudar a que la comunidad alcance un punto en el que considera el tema lo suficientemente importante para abordarlo y asegurarse de que el público en su mayoría, funcionarios electos y designados y cada ciudadano individual asume un sentido de responsabilidad por el tema.

¿Cuál es el mejor momento para llevar los problemas de la salud y el desarrollo de la comunidad a la agenda local?

Cualquier momento es bueno para promover la salud y el desarrollo comunitarios, pero algunas condiciones facilitan el trabajo.

  • Cuando surge un tema importante que necesita ser tratado inmediatamente. El descubrimiento de que el abastecimiento de agua local  ha sido contaminado por una fuga proveniente de deteriorados tanques de gasolina enterrados (una situación que ocurrió en una ciudad en el centro de Massachussets) puede ser el momento perfecto para tener una discusión sobre la contaminación y el abastecimiento del agua en la agenda local. Las ventajas son que el tema debe ser abordado en el momento y que no pasará sin alguna forma permanente de tratarlo. No hay mejor momento para llamar atención hacia un asunto.
  • Cuando un tema ya problemático adquiere proporciones críticas. Un niño pequeño resulta víctima de un tiroteo; varios indigentes mueren congelados durante una cruda noche de invierno; una fábrica cierra y la tasa de desempleo local se dispara. En circunstancias como éstas, a menudo resulta más sencillo llevar un tema en particular a la conciencia pública.
  • Cuando una fuente externa despierta atención por el tema. El nuevo informe de una comisión gubernamental, un artículo en un periódico reconocido acerca de un problema o comunidad en particular, un informe presidencial, el libro de un autor respetado, una mención en un programa televisivo famoso – cualquiera de estas cosas puede darle notoriedad al problema y hacer de esto un buen momento para llevarlo a la atención de la gente de la comunidad.
  • Cuando información nueva revela o destaca un asunto serio. Un estudio universitario o reporte gubernamental puede alertar a la comunidad sobre el hecho de que posee un número muy alto de casos de cáncer inusual. Esta información puede abrir el camino para un examen local más amplio sobre la enfermedad, una investigación de sus posibles causas ambientales o una mayor investigación sobre su tratamiento.
  • Cuando las condiciones políticas lo hacen fácil o apropiado. Hay un número de posibilidades aquí. En un año electoral, por ejemplo, hay dos razones por las cuales puede ser posible llamar la atención sobre temas y discutirlos:
    • Los políticos que van por su elección o re-elección están ansiosos por satisfacer al electorado, mostrando preocupación sobre la salud y las cuestiones sociales. Por lo tanto, puede haber mayor voluntad para tomar una causa como tema de campaña.
    • En muchas localidades, es posible colocar el asunto o problema en la boleta de votación.

Incluso en años no electorales, un evento o situación política bien anunciada puede ayudar a colocar un asunto en escena.

¿Quién debería planificar para llevar los problemas de la salud y el desarrollo de la comunidad a la agenda local?

Hacer un plan para llevar asuntos a la agenda local, si se hace bien, puede ser parte de la estrategia. Planificar es el primer paso no sólo hacia la acción, sino también hacia conseguir asistencia y apoyo para la iniciativa. Elegir cuidadosamente un grupo de planificación puede contribuir en mucho al éxito futuro de los esfuerzos.

Un grupo de planificación debería involucrar a todos los que pudieran verse afectados por el tema o que pudieren colaborar en tratarlo.

Interesados. Este término incluye a aquellos con interés directo en el tema.

  • Aquellos directamente afectados o involucrados con el tema. En el caso de la violencia juvenil, por ejemplo, esto podría incluir a los jóvenes víctimas de ella y a los participantes de la violencia (miembros de pandillas y otros adolescentes que viven en áreas de alta violencia o que las frecuentan); sus padres, residentes de vecindarios donde la violencia es común; y personal escolar amenazado por la violencia en sus empleos.
  • Aquellos que tienen que lidiar con el tema. Utilizando el mismo ejemplo que arriba, esto incluiría a la policía, al sistema judicial (jueces, autoridades de libertad condicional), a las escuelas, al personal de la sala de emergencias del hospital y a otros profesionales de la salud, directores de agencias de juventud y familia y su personal, etc.

Las personas afectadas indirectamente. Esta categoría incluye a gente como comerciantes cuyos negocios han sufrido porque la gente tiene temor de comprar por la noche o acercarse a sus vecindarios; ciudadanos que se sienten atrapados en sus hogares por la violencia de las calles; jóvenes inocentes a quienes se les asocia con aquellos involucrados en la violencia sólo por su edad, apariencia o perfil racial o étnico; y propietarios incapaces de vender o alquilar sus casas por la reputación de los vecindarios en que se encuentran.

Legisladores/políticos. En realidad hay tres grupos aquí: los que hacen la política formal, los que hacen la política informal y los financiadores.            

  • Política formal. El grupo que establece la política formal puede incluir a políticos locales, legisladores y organismos gubernamentales comunitarios o de supervisión (El Consejo de Salud, por ejemplo). Éstos pueden reglamentar o patrocinar ordenanzas locales o regulaciones oficiales que rigen el modo en que son tratados los grupos particulares, solucionar o generar problemas, y son más o menos creativos y efectivos en el tratamiento de los problemas.

Una regulación que prohíbe el uso de patinetas puede crear tensiones entre jóvenes y adultos, estigmatizar parte de la juventud y resultar en arrestos; destinar un área exclusivamente para esta actividad podría solucionar o prevenir dichos problemas.

  • Política informal. El otro grupo, el cual incluye a algunos consejos locales u otras entidades, agencias, escuelas, policía y juzgados e incluso negocios, puede establecer políticas no-oficiales a través de reglas y regulaciones internas.
  • Financiadores. Financiar organizaciones puede también generar decisiones políticas informales de acuerdo lo que eligen financiar. Si el financiamiento para la prevención de la violencia juvenil está mayormente dirigido a la penalización, por ejemplo, éste resultará en un diferente tipo de esfuerzo que si está dirigido a capacitar a los jóvenes en resolución de conflictos y a involucrarlos en otras actividades.

Gente influyente y otros ciudadanos interesados. Si se incluye a gente cuyas opiniones son respetadas en la comunidad, se tienen mayores probabilidades de obtener el apoyo comunitario a la iniciativa. Esta gente podría incluir a líderes empresariales, dirigentes de los grupos más afectados por el tema, sacerdotes y líderes de otros cultos religiosos, activistas comunitarios y abogados, y gente sin puestos oficiales, pero que gozan de amplio respeto y credibilidad en la comunidad.

En este grupo también hay personas que, por razones personales o comunitarias, simplemente están interesadas en trabajar en el tema. No sólo pueden ser útiles en el proceso de planificación, sino también actuar como enlaces con sus familias, amigos y vecinos para apoyar los esfuerzos comunitarios.

Por ser miembros de la comunidad y estar profundamente involucrados, estos grupos pueden ayudar, a medida que se incrementa el esfuerzo, a identificar los temas reales y a transmitir información importante sobre la comunidad. Los planes de los que forman parte tomarán en cuenta las realidades y la situación de la comunidad, y por lo tanto, resultarán más efectivos.

Es todavía más importante que todos estos grupos sientan cierta propiedad/titularidad sobre el plan y el esfuerzo que la iniciativa realiza por alertar a la comunidad sobre un asunto, ponerlo en primer plano y tratarlo. Estos grupos pueden llevar tanto información como, luego, un plan de acción para sus respectivos segmentos de la comunidad y ayudar a ganar apoyo para la iniciativa. Sin su colaboración, hay menos probabilidades de que el tema sea llevado a la conciencia pública y a la agenda local.

¿Cómo desarrollar un plan para llevar los problemas de la salud y el desarrollo de la comunidad a la agenda local?

Entonces...ahora mismo es hora de hacerlo. ¿Cuáles son los pasos necesarios para desarrollar un plan para tratar el asunto?

  • Identificar y reclutar un grupo de planificación. Utilizando la información en la parte “¿Quién debería planificar…?” de esta sección y lo que se sabe sobre la comunidad, junte un grupo representativo que pueda ayudar a realizar el mejor plan posible y  a ejecutarlo de manera efectiva en la comunidad.
  • Seleccionar y definir el asunto cuidadosamente. El problema más importante que se está enfrentando puede ser obvio – digamos, un importante incremento local de un tipo particular de cáncer. Incluso si ese es el caso, es crucial definir el asunto claramente para que la gente lo pueda comprender sin dificultad y concretamente para que se pueda abordar.

El incremento de los índices de cáncer puede ser complejo. Es necesario concentrarse en al menos tres opciones:

  • Identificación y tratamiento precoz de las personas afectadas.
  • Búsqueda de la causa del incremento.
  • Ataque de las supuestas causas ambientales del incremento.

A pesar de que esto último a menudo parece ser lo más sencillo de hacer y se puede obtener desde un inicio el apoyo público, el problema es que puede no existir evidencia clara que ligue la supuesta causa con la enfermedad. Una fuente de agua altamente contaminada u otro peligro obvio para la salud puede incluso no ser la causa verdadera del incremento, independientemente de cuán dañina en otra forma pueda ser para la comunidad.  Sin evidencia,  probablemente el tema perderá atención, a la vez que otros cursos de acción que podrían ser más productivos no se explorarán.

Elegir y definir el problema cuidadosamente incrementan ampliamente las posibilidades de poder hacer algo real al respecto.

Planificar para realizar una campaña de comunicación, no sólo para una única oportunidad de informar o persuadir. Prevea la campaña completa, no sólo su inicio.

Algunos pasos básicos:

  • Manténgase al tanto del nivel de compromiso que se  puede esperar del grupo de planificación. Probablemente el grupo no esté listo para irse a instalar a la alcaldía para llamar la atención hacia el asunto, al menos por el momento. Probablemente estén más dispuestos a actividades como aprobar cartas al editor o reportajes en los medios de comunicación.
  • Averigüe cuánto ya sabe la comunidad sobre el asunto y cuánto se preocupa por él. ¿Están los miembros de la comunidad al tanto de él? ¿Se preocupan al respecto? ¿Desean de hacer o ya están haciendo algo al respecto? Las respuestas a estas preguntas ayudarán a comenzar desde el punto en el que se encuentra la mayoría de los miembros de la comunidad,  en vez que decirles algo que ya saben o solicitarles que actúen sobre un problema que nunca han considerado antes.
  • Planifique una campaña que se centre en el punto donde la comunidad se encuentra, pero que también prevea los pasos siguientes. Si se comienza por intentar concienciar a los ciudadanos acerca de la existencia del asunto, por ejemplo, se debería estar ya planificando cómo persuadirlos de que es importante.
  • Encuentre "carnadas” para atraer la atención de la gente hacia el asunto. Éstas pueden tener que ver con la conexión que ellos tienen con el asunto (estadísticas locales, testimonios de miembros de la comunidad) o con aspectos particulares, factores de riesgo y protección, etc., que hablen de sus valores y preocupaciones. Muchos padres pueden no querer dejar de fumar sólo por su propio bien, pero podrían estar dispuestos a hacerlo para proteger a sus hijos de los efectos del humo en fumadores pasivos.

Influenciar a la opinión pública. Una vez que el peso de la opinión pública está detrás del asunto, se cuenta ya con un número de ventajas. Se tendrá el apoyo de la comunidad para lo que se quiere hacer; los medios de comunicación tomarán nota y ampliarán dicho apoyo; y los legisladores y financiadores estarán más abiertos a considerar formalmente el tema y a proveer recursos. Un plan para llevar los asuntos a la agenda local, por tanto, debería incluir tomar en cuenta la opinión pública.

Existen al menos tres vías para influenciar a la opinión pública:

  • Contactar al público de manera directa. Esto incluye esfuerzos en la educación pública, conferencias, foros y encuentros comunitarios, carteles y volantes, redes socialespáginas Web – cualquier cosa que salga directamente de la organización o iniciativa hacia la comunidad.
  • Usar los medios de comunicación. Los medios de comunicación pueden ser increíblemente útiles en educar a la comunidad, tanto sobre el tema en sí, como sobre la organización o iniciativa. Al publicar estadísticas y notas editoriales, al cubrir casos de interés social y otras historias relevantes sobre el asunto y al proveer entretenimiento relacionado con él, los diarios locales, la radio y la TV pueden despertar conciencia y formar o cambiar actitudes sobre el asunto y el esfuerzo.
  • Relacionarse con intermediarios confiables. Clérigos, líderes comunitarios ampliamente respetados, figuras del deporte local, ciudadanos promedio que sean confiables en su comunidad – todos pueden ayudar a influenciar  la opinión pública. Si se puede educar a estas figuras y ponerlos del lado de la iniciativa (o, mejor aún, si ya están familiarizados con el tema y concuerdan en su importancia), se tendrá un “acercamiento” mucho mejor a la comunidad y el mensaje será tomado más seriamente.

Dirigirse a la política no oficial. Procure hallar por qué aquellos que establecen o influencian la política creen y actúan del modo en que lo hacen. Acérqueseles con historias individuales sobre los efectos del asunto en la gente local (relatadas, si se puede, por esa misma gente). Si es posible, converse con los políticos para descubrir cuáles son sus principales inquietudes y preocupaciones. Esto puede indicarle cómo presentar el tema para lograr colocarlo en la agenda (o quién puede presentarlo de modo que lo escuchen).

  •  Apelar a la responsabilidad individual. Una vez que la gente entiende el tema y su importancia, se necesita persuadirla de que éste es parte de su agenda personal. Se puede apostar que predicar no funcionará, pero mostrarles que el tema afecta - o podría afectar – a la gente que conocen, sí lo hará. Hay algunas otras estrategias que también ayudan:
  • Hágales saber que hay cosas que pueden hacer. El voluntariado, redactar cartas al editor o a funcionarios políticos, conversar con amigos y hablar en encuentros públicos son algunas formas que tiene la gente para ser efectiva e involucrarse personalmente en el manejo del asunto.
  • Cree políticas que prometan una recompensa por progresar hacia un objetivo. Incrementos en los impuestos a los cigarrillos, una prohibición de fumar en restaurantes y otros lugares públicos y las tasas de seguros reducidas para no-fumadores pueden ser vías para alentar a la gente a tomar responsabilidad individual para dejar el tabaco.
  • Use los medios de comunicación. El peso de las campañas anti-tabaco en TV es sólo una indicación de cuán poderosos y convincentes pueden ser los medios de comunicación masiva.
  • Muéstrele a la gente que sale ganando. Es más probable que la gente apoye una causa si, por ejemplo, puede ahorrar dinero reciclando o si sus hijos pueden obtener una mejor educación.
  • Apele a valores profundamente arraigados. Recordarle a la gente que el racismo y la discriminación son anti-patrióticos o contrarios a las creencias de la mayoría de las religiones puede ayudarle a examinar sus reacciones propias. Apelar a los valores familiares puede ser una manera de hacer reflexionar a la gente acerca de los problemas de atención y seguros médicos.

Dirigirse a la política pública. Para cambiar la política oficial – y así colocar el tema de modo permanente en la agenda local - se necesita un esfuerzo de abogacía y trabajar con legisladores y funcionarios locales. Los principales elementos de dicha campaña son:

  • Encuentre un campeón entre los legisladores, funcionarios públicos o políticos, que esté dispuesto y tenga el poder para actuar como punta de lanza con el asunto.
  • Abogue entre aquellos con control de la política oficial - legisladores, funcionarios locales, etc.
  • En la medida de lo posible, desarrolle una campaña publicitaria y en los medios de comunicación para poner de su lado a la opinión pública. Esto no tiene que ser una serie de muchos millones de dólares en la TV, pero puede lograrse a través de comunicados y conferencias de prensa, manifestaciones públicas, anuncios de servicio público, cartas al editor y otras oportunidades sin costo o casi gratuitas.
  • Movilice a aquellos afectados o involucrados con el tema para llamar, escribir y visitar a los políticos con un mensaje coherente y consistente.

Dar seguimiento. Una vez que hay leyes o regulaciones que tratan el tema, ya se está, por definición, en la agenda local. No se olvide, sin embargo, del seguimiento. Si el objetivo es simplemente llevar el tema a la atención pública, use esa atención para saltar al siguiente paso en el proceso. Si una ley se ha aprobado, mantenga contacto con los legisladores y el público para mantener el tema fresco. Llevar asuntos a la agenda local y mantenerlos ahí no es un trabajo temporal: Dura para siempre.

En resumen

Aunque el objetivo final de llevar un asunto a la agenda local puede ser cambiar la política oficial mediante leyes o regulaciones, alcanzar ese punto requiere un plan para educar a la comunidad sobre la existencia e importancia del asunto. Es necesario abordar no sólo la política oficial, sino también la opinión pública, la política no-oficial “oficial” y lograr que los ciudadanos asuman su responsabilidad individual por el asunto.

Dos vías para ayudar a asegurar el éxito son prestar atención al tiempo que el esfuerzo requiere y a cuán inclusivo es el proceso de planificación mismo. Prestar atención al tiempo significa elegir o sacar provecho de una situación política o una crisis que necesita atenderse o una situación en la que nueva información o atención por parte de los medios de comunicación ha puesto el asunto en primer plano. La capacidad de incluir en la planificación significa involucrar a todos los interesados y a tantos elementos de la comunidad como sea posible, con el fin de fomentar el sentido de propiedad/titularidad sobre el plan - y el tema - entre tanta gente como sea posible.

El proceso real de planificación en sí implica elegir cuidadosamente a un grupo de planificación y definir el asunto; planificar para realizar una campaña de largo plazo, en vez de un esfuerzo fugaz y abordar la opinión pública, la política no-oficial, la responsabilidad individual y, finalmente, la política oficial para lograr el cambio. También debería haber un plan para el seguimiento una vez que se ha logrado el cambio, para así poderlo mantener.

Si se puede crear un plan que cubra todas estas áreas y que incluya a muchos segmentos de la comunidad, se cuenta con una posibilidad real de éxito.

Contributor 
Phil Rabinowitz

Recurso en línea

Kansas Action for Children provides an Advocacy Toolkit to support people attempting to change or create policy that supports children. The "Get Involved" section includes material about working with the media.

Recursos impresos

Dearing, J.,& Everett M. R. (1996). Agenda-Setting. Thousand Oaks, CA: Sage Publications, Inc.

Meredith, J. & Catherine M. (1999). Real Clout. Boston: The Access Project.